Capítulo 17


Durante varias horas, después de que Jimin se acostó a su lado, lo sintió dormir tranquilamente. Despacio, giró su cuerpo y observó al mayor. Sabía que Park no dormía mucho por las noches y que, en ocasiones, simplemente no dormía. Siguió observando el rostro de su hermano, el cual se volvió más y más hermoso con los años. Siempre le había gustado su nariz e incluso extrañaba acariciarla como hizo de niños. Para no despertarlo, simplemente acomodó algunos mechones que tapaban sus ojos, despejándolos y así poder observar mejor. Acarició el cabello del mayor y sonrió. No podía evitar sonreír al poder tenerlo tan frágil e inofensivo en ese instante, el poder gozar de su compañía, de poder disfrutar del calor de su cuerpo y esa tranquilidad que rodeaba su entorno. Sabía la situación en la que ambos están, pero no podía evitar sentirse tan tranquilo, tan armonioso y cálido, y ese sentimiento de incomodidad lo atormentó, porque supo que no era incomodidad por estar acostado en la camilla con Jimin, sino que, era incomodidad por lo que siente, sobre todo por ser consciente de ese sentimiento.

—De alguna u otra manera, haré que vuelvas a verme como tu hermano menor —ni siquiera estaba seguro de ello, pues su sentimiento de incomodidad bien podría ganarle y terminar de la misma manera en la que se encuentra Jimin hacía él.

Poco a poco fue ganándole el sueño, hasta que terminó por abrazar al mayor, quedándose dormido sobre su pecho, descansando así su cabeza sobre él.

Por otro lado, en el colegio abandonado, siendo éste el refugio de los hombres de Jimin, Hailey se encontraba en la sala de planes junto a Taemin. El rubio se comunicó con Tony, pidiéndole un informe detallado y rápido de la situación en el hospital. Éste le informó que todo marchaba tranquilo, que cualquier cambio o movimiento extraño, les avisaría. Si le comentó que el apoyo por parte de la retirada estaba listo, los hombres ya iban en camino hacia el escondite y otros, al hospital.

—El apoyo viene en camino —le informó Taem a Hailey, ésta asintió y regresó su atención al plano sobre la mesa—. ¿Algo nuevo?

—No de momento, pero quiero repasar las vías de escape que tenemos —estaba segura de que, al amanecer, el ataque sería a lo grande o al menos, les daría un buen dolor de cabeza, por eso ella quería tener todo bajo control—. Ellos ya conocen algunas salidas, tenemos que buscar alguna ruta nueva... Y hay una —dijo molesta, ya que, lo que seguiría sería algo que no quería hacer.

— ¿Cuál?

—Espero que no tengamos que usar esa salida o muchas vidas inocentes correrán peligro. A Jimin no le gustará la idea, aunque él está en el hospital ahora mismo.

—Pero si tenemos el apoyo de la retirada, podríamos tenderles una trampa a esos hijos de puta —soltó Taemin—. El punto es no perder vidas, ni de inocentes ni de nuestros compañeros.

— ¿Estás bien? —preguntó sorprendida y con algo de burla en sus palabras.

—Sabes que no soy realmente un mal chico —bufó—. Es sólo que... Ese chico, JungKook, me incómoda bastante. No siento celos hacia él, al menos no por Jimin, pero siento que nos oculta algo y eso no me gusta. Además, ya sé que es la persona más importante para nuestro cabecilla, incluso más importante que tú —soltó ahora él con burla—. Por eso, creo que dejaré las cosas tranquilas... Por ahora.

— ¿Qué quieres decir con dejar las cosas tranquilas por ahora?

—Eso. Pero si veo que, de alguna manera, nos pone a todos en peligro, no me quedaré tranquilo.

—Jimin podría ir en tu contra si atacas a JungKook.

—Lo sé.

Siguieron viendo otras opciones, las cuales no fueran poner en peligro otras vidas ni las suyas. También se concentraron en la propuesta de Taemin e idearon una trampa para sus enemigos.

Cuando los hombres de la retirada llegaron, Hailey salió para darles nuevas órdenes. JB, quién era, de momento, el líder de sus compañeros se acercó a la calva para informar la posición de su cabecilla ante la situación de Park Jimin.

—Veo que sigues trabajando para ella —comentó la calva al reconocer al chico. Siempre se le hizo parecido a Jimin, sobre todo cuando sonreía—. Entonces, ¿cuál es la posición de tu jefa ante Park?

—Sólo daremos nuestras vidas si Tony lo ordena o corre peligro —informó—. No tenemos permitido morir por Jimin, pero si defenderlo si llega a ser necesario. Nosotros sabemos cómo trabajar, sólo esperamos las ordenes de Tony.

—Él está en el hospital cuidando y liderando la seguridad de Jimin en este momento. Puedes llamarlo y ver que harán, lo que es yo, informaré los futuros planes a cada uno de ustedes.

—Bien.

JB llamó a Tony, comentándole que ya estaban en el colegio abandonado. También le comentó que Junior iba en camino hacia el hospital para apoyarlo junto con 10 hombres. Tony se sintió mucho más seguro ahora que tendría el apoyo de los hombres de la mujer que lo cuidó por tantos años, sobre todo, comenzaba a ver una pequeña esperanza para sobrevivir por más tiempo. Él mejor que nadie sabe cómo es el padre de su amigo y por ello, está seguro de que, hará lo que sea con tal de tener de regreso a Park.

Minutos después, Hailey informó a todos el nuevo plan, comentó los pros y contras, habiendo más contras que algo a favor, sin embargo, ninguno se dejaría atrapar, ni menos, matar por aquel hombre al que muchos allí odian.

—Esta noche será una muy larga —comentó la calva a los hombres que siguen y apoyan a Jimin y a los que llegaron para ayudar—. Haremos rondas, grupos que se turnarán para vigilar y otros puedan dormir. MinHo junto con otros hombres traerán algo de comida, ya que, debemos tener energía para toda la mierda que se nos viene.

—Nosotros hemos traído algo —comentó JB—. Nuestra jefa no nos mandó con las manos vacías —sonrió de lado, pues no sólo se refería a comida—. Por supuesto, tú debes seguir a cargo del armamento. Hay un regalito para ti en el camión —señaló hacia su derecha, la calva inmediatamente fue a ver, encontrándose con armas, muchas de ellas, las cuales les serían de mucha ayuda.

— ¿Y esto?

—Digamos que la hija de la retirada quiso disculparse, según comentó, por algo que te dijo o hizo.

Hailey sonrió al recordar Zoe, sobre todo su gran proporcionado cuerpo, sus curvas y el cómo había tenido sueños húmedos con ella, lástima que la rechazó y prefirió tener sus propios sueños húmedos, pero con Jimin incluido en ellos.

—Cuando la veas, dale las gracias y que con su regalo está perdonada.

—Veo que aún te van las tías —comentó con una sonrisa lasciva.

—Y seguramente a ti aún te va el culo de Junior, ¿verdad?

—No hace falta responder a algo que se puede ver, ¿cierto? —ambos sonrieron cómplices, pues conocían bastante de los gustos del otro, sobre todo, porque JB en una de sus borracheras, le confesó a Hailey que está enamorado de Junior, aunque éste a veces lo rechace, sin embargo, termina cediendo pues los sentimientos son mutuos.

—Bien —dejó su burla de lado y complicidad, para mantenerse firme, seria y decidida a todo lo que vendría al día siguiente.

Por otro lado, Junior ya se encontraba junto a Tony, en la entrada principal del hospital. El mayor dio las órdenes a los hombres que fueron con JR y estos se separaron hacia sus posiciones designadas.

— ¿Cómo va el negocio? ¿ha tenido algún problema con la distribución? —preguntó Tony sin dejar mirar a los lados, sin dejar de estar alerta a su alrededor.

—Hemos tenido problemas —confesó, aunque su jefa le comentó que lo mejor sería no contarle nada a Tony, de momento, pero Junior la veía preocupada. Él también fue rescatado de las calles por aquella mujer, al igual que el hombre a su lado y JB—. Ese sujeto está comenzando a moverse por el terreno de nuestra jefa y ella se niega a sacarlo a tiros, no quiere dañar a su gente.

—Ese maldito debe tener a más hombres bajo su mando. Varios ya han venido tras de Jimin, hirieron en dos ocasiones a su hermano menor y seguramente, vendrán más.

—No sabía que Jimin tiene un hermano menor.

—Él siempre fue reservado con su pasado, pero éste vino a por él y ahora están en un hospital —suspiró—. Sólo nos queda cuidarnos, no solo a él, sino que, todos.

—Por eso estamos aquí, contigo. Ella sabía que correrías peligro, por eso nos envió a cuidarte, por supuesto, a Jimin también si así lo ordenas.

—Gracias amigo.


***


Cuando Jimin despertó, a eso de las 5 de la madrugada, observó a JungKook a su lado, quien dormía, pero que reflejaba preocupación en su rostro. Pensó en todo lo que le dijo la tarde anterior y por un segundo, se arrepintió, pero ya estaba dicho, confesado y aclarado, no había nada más que hacer. Tampoco estaba desconforme con la "respuesta" del menor, pues no esperaba que este lo abrazara y terminara todo con una confesión correspondiendo a sus sentimientos, de hecho, le agradaba que todo terminara de esa manera.

Se levantó con cuidado de la camilla, abrigó al menor y se encaminó hacia la ventana. Estaba comenzando a amanecer, las calles se veían desiertas y demasiado silenciosas para su gusto. En ese momento no le agradaba demasiado el silencio, lo ponía inquieto y ya estaba suficientemente preocupado por lo que podría suceder a apenas todo estuviera cubierto de luz y con muchas personas provocando ruido y autos de aquí para allá. Un leve toque a la puerta lo alertó y giró su cuerpo, rodeó la cama, como si de esa manera protegiera al menor en ella, pero soltó un suspiro lleno de alivio al ver a Tony, quien apareció después de que abriera la puerta.

— ¿Lograste dormir algo? —preguntó preocupado.

—Supongo que dormí más horas que ustedes —miró un momento a JungKook, quien seguía durmiendo. Se dirigió hacia la puerta luego de cerciorarse que el menor duerme y salió junto con Tony al pasillo—. Todo está muy silencioso. No me gusta.

—Es entendible por la hora, Jimin. Tranquilo, tenemos todas las entradas y salidas cubiertas. La retirada envió hombres tanto a nuestro escondite como acá, al hospital.

— ¿Ella ofreció ayuda? Debe estar muy al tanto sobre lo que ha sucedido con nosotros y debe estar preocupada por ti.

—Mientras nos ayude, no me molesta que se preocupe por mí —le sonrió para tranquilizar su preocupación, sabía que lo estaba por sólo ver su rostro—. ¿Qué hará ahora JungKook? Supongo que se rindió y regresará a Seúl.

—Lo hará, sobre todo después de lo que le confesé anoche.

— ¿Qué le dijiste, Jimin?

—Que lo quiero —miró a su amigo y éste no entendió el sentimiento detrás de ese "lo quiero".

—No creo que sea un motivo para querer regresar. Quiero decir, es muy normal que lo quieras, ¿no? Es tu hermano menor después de todo.

—Ese es el problema. Que lo quiero, pero no como mi hermano menor —por la manera en que Tony fue cambiando su expresión, Jimin supo que por fin entendía sus palabras—. Sí Tony, lo quiero de esa manera y sé que está mal, pero ya es demasiado tarde para arrepentimientos o el pensar en que no debe ser.

—Oh... Maldición, Chim —apoyó su diestra en el hombro del más bajo—. ¿y él qué dijo? ¿te corresponde?

—Por supuesto que no. Él sí me quiere de la manera correcta. Soy yo quien está mal.

Eso creía él, quizás no estaba del todo equivocado, ya que, JungKook lo quiere y mucho, como su hermano mayor, pero también estaba comenzando a confundir sus sentimientos o tal vez, a ser conscientes de ellos, como lo que realmente es.

Tony siguió observando a su amigo, quien no tenía mucha expresión en el rostro. A pesar de que son cercanos, el alto se dio cuenta que realmente no son tan cercanos, pues entendió que hay muchas cosas que Jimin no le ha dicho, sobre todo si tiene que ver con su pasado.

—Creí que te conocía mejor que nadie, incluso mejor que Hailey —se sinceró Tony, llamando la atención de Park—. No te estoy recriminando nada, confío en la amistad que tenemos, pero realmente pensé que no había nada que pudieras ocultar.

—Si, bueno, uno no va por la vida confesando que tiene sentimientos amorosos por su hermano menor, ¿no? —suspiró cansado—. No fue algo que pidiera, pero tampoco es algo que puedo ignorar, al menos ya no.

— ¿Cuándo comenzó todo esto? Me refiero, ¿Cuándo, exactamente, fuiste consciente de tus sentimientos?

—Creo que desde niños. Cuando me separaron de JungKook, no paso mucho tiempo, cambié mi actitud al tratarse de él y ese fue el motivo. Lo mejor era estar lejos de él. Fue lo que pensé años atrás.

—Hailey mencionó una vez que de un día para otro cambiaste, tratándose de JungKook. Ahora entiendo el motivo.

Al entender sus sentimientos, siendo tan sólo un niño, Jimin entendió que no era correcto. Supo que se estaba equivocando y que podría ser castigado si alguien descubría sus sentimientos diferentes hacia su hermano menor. Entonces, de alguna manera, su cerebro "eliminó" esos sentimientos hacia JungKook y llegó a odiarlo. Se podría decir que, aquella manera fue para protegerse de cualquier consecuencia y así mismo, proteger a su hermano menor de él. A medida que fue creciendo, más consciente era de lo que sentía y comenzó a acostarse con otras personas, personas de su mundillo. Entre ellos conoció a Taemin y debía admitirlo, el chico es toda una belleza, por lo que, ayudándose mutuamente, comenzaron una relación abierta. Por supuesto, hubo otros hombres antes que el rubio.

Hailey no era de meterse en la vida sexual de Jimin, como este tampoco se metía en la suya. Antes de que ellos decidieran huir del padre de Park, ambos tenían una vida sexual muy activa. Por supuesto, la calva tenía encontrones a escondidas de aquel hombre, después de todo, ella fue la mujer de ese hombre. Pero jamás lo amó, ni siquiera lo quiso. Es más, lo despreciaba, pero más despreciaba a su padre, quien la vendió a ese maldito hombre. Para su suerte, su padre había sido asesinado por otro sujeto a quien le debía dinero.

Su vida no había sido tan diferente a la de Jimin, tal vez, por eso sintió tanta pena cuando lo vio la primera vez. Se había visto en él y por eso, decidió que lo cuidaría siempre. Al convertirse en la mujer del líder de la mafia, decidió participar en la crianza del niño. Ella ya tenía una vida difícil, por lo que, no fue del todo una madrastra cariñosa, pero si divertida y una excelente maestra —junto con otro hombre— para Jimin. Y por primera vez, ella sintió que servía para algo más, aparte de usar armas y pelear a puñetazos o patadas. En aquel niño, ella encontró una segunda oportunidad para querer hacer las cosas bien.

—Seguro pensaste en tu pasado junto a Hailey —comentó Tony al ver a Jimin sonreír con nostalgia.

—Ella siempre fue diferente conmigo. Siempre mostró favoritismo —dijo—. Seguro porque le recordé su pasado... Ahora entiendo el por qué se sintió herida al saber que le oculté muchas cosas —dijo cabizbajo—. Ella confió en mí y me contó todo, incluso aquellos momentos difíciles.

—Deberías llamarla. No sé si servirá de mucho, pero debe estar preocupada. Por supuesto, también por JungKook.

—Es increíble como le ha tomado tanto cariño en tan poco tiempo —volvió a sonreír, pero esta vez aliviado—. Bueno, él solía tener ese efecto en los demás.

—Con Taemin no dio resultado ese efecto —ambos rieron al recordar las discusiones y peleas de el rubio y Jeon—. Desconfía de JungKook.

—Su instinto jamás le ha fallado. Sé por qué desconfía de JungKook... Pero no puedo obligarlo a que confíe en alguien a quien jamás vio antes.

—Tienes razón en eso. Es mejor no obligar a Taemin a confiar en JungKook, podría resultar mal.

Conversaron un poco más, hasta que Jimin decidió regresar a la habitación. Al cerrar la puerta, vio a JungKook sentado en la camilla, mirando sus manos, aunque en realidad, estaba perdido en sus pensamientos. Ni siquiera notó cuando su hermano mayor ingresó a la habitación del hospital, hasta que lo vio cruzar por el lugar, hasta detenerse frente a la ventana.

—Deberías dormir otro poco —comentó el mayor sin mirar al otro—. Es temprano para irnos.

—Pensé que habías regresado al refugio.

— ¿Y dejarte aquí? ¿solo? —esta vez sí lo miró.

—No sería la primera vez que me dejas solo.

Aquello le molestó al mayor, por supuesto que sí. Sintió la culpa al recordar que esa no era la primera vez en la que, JungKook se encontraba en el hospital. Recordó que ya había sido herido anteriormente por su culpa, por su descuido. Por su egoísmo. 

—Lo sé, pero no puedo cambiar las cosas del pasado —lo miró fijamente—, pero desde ahora será diferente.

— ¿Y qué será lo diferente?

—Te cuidaré desde ahora —regresó su atención hacia la ventana.

Ya comenzaban a verse personas entrar y salir del hospital. Sus sentidos se agudizaron mucho más, listo para lo que sea que fuera a pasar, aunque rogaba para que nada sucediera estando ellos en el hospital. No quería que más personas salieran heridas, al menos, no más de lo que ya se encuentran estando hospitalizados. Ni menos, alguna muerte innecesaria.

Por otro lado, JungKook observaba a Jimin de pie en la ventana. Se veía tan serio, tan concentrado, tan dispuesto a lo que sea, lo cual, le causó algo de miedo. Pero también sintió alivio. Escuchar que lo cuidaría desde ese momento le gustó, no necesariamente porque a él le gustara que otros lo cuidaran, de hecho, no le gustaba mucho cuando Yu exageraba con su trabajo —al ser policía— pero escuchar que Jimin, su hermano mayor, lo cuidaría, le gustó demasiado. Incluso sonrió por ello, por supuesto, sin que el mayor lo viera.

jungKook miró a su alrededor, buscando su celular, pero no lo vio.

—Jimin —llamó al mayor, quien volteó para mirarlo—. ¿Mi celular, dónde está?

—Creo que lo tiene Hailey. ¿Por qué? ¿quieres llamar a tu novio?

Algo en el interior de JungKook se sintió incomodo cuando Jimin mencionó a su novio. No vio molestia en el rostro del mayor, pero tampoco vio del todo felicidad, no, ni siquiera empatía, recordó su confesión y entendió un poco su actitud. Pero esa es la realidad, él tiene a Yu y lo ama... ¿Verdad?

<<Sí, bueno, lo quiero mucho. ¿Por qué ahora es un "lo quiero mucho" si antes no me era difícil reconocer que lo amo?>>

Dejó esos pensamientos de lado. No se permitiría confundir su posición referente a Yugyeom, sobre todo con Jimin.

—Sí, necesito llamarlo.

—Espera, conseguiré un celular —se encaminó hacia la puerta.

—Pero tienes uno. ¿Por qué no me dejas usar el tuyo en lugar de molestar a Tony o a otro de tus hombres?

—Porque no quiero que tu novio agende mi número en su celular —abandonó la habitación después de responder la pregunta incomoda del menor. 

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