Capítulo 05


—No lo sabes ¿verdad? Pero son muchos, jamás dejé de buscarte. Cuando esa persona huía contigo en brazos, escuchando tus gritos desesperados, el intento de querer zafarte y el cómo me gritabas que me detuviera y que no los siguiera porque podían llevarme también... yo corrí todo lo que pude, fui tras ustedes y aun cuando te metieron en ese auto...yo corrí tanto como pude Jimin...grité mucho, lloré tanto cuando el auto desapareció de mi vista... y mamá, ella ha sufrido mucho desde que te alejaron de su vida...ella te ama...

— ¡Ya cállate! —le gritó Park, levantándose con tanta fuerza y furia de la silla, que esta terminó tirada en el piso— No me interesa escuchar tu dramática y estúpida historia. No me interesa escuchar cuanto sufriste por no poder ayudar a tu hermano y mucho menos —miró con un profundo y odio al menor— No me interesa saber ni escuchar sobre las falsas lágrimas de tu bastarda madre.

Jeon quedo tan impactado por la manera en cómo su hermano mayor se refería a su madre y en aquel odio tan intenso en su furiosa mirada, que no pudo retroceder cuando Park se acercó lo suficiente como para compartir el mismo aire.

—Mi única madre es la calva que te advirtió no me siguieras. Ahora vete a la mierda y deja de joderme la puta existencia.

—No...

—Ha dicho que te vayas —Hailey, quien se había mantenido al margen de todo lo que había escuchado, decidió entrometerse cuando notó que en cualquier momento Jimin dañaría aquel chico— Ya escuchaste, yo soy su única madre, ahora vete.

—No es con usted el asunto —soltó un molesto Jeon, quien comenzaba a molestarse demasiado—.

—No le hables así a ella —dijo un furioso Jimin— Vete. Desaparece de mi vida otra vez.

—No y sabes lo terco que puedo llegar a ser, Jimin.

Hailey se acercó rápidamente a Jeon y lo agarró del cuello con ambas manos, sorprendiendo al chico la increíble fuerza que tenía.

— ¿Quieres que me encargue de él? —le preguntó a Jimin—.

—Si quieres, hazlo. Poco me importa que suceda con él —Jimin regresó a su lugar, agarró la silla, la acomodó y volvió a sentarse sobre ella— Espera —Hailey detuvo su acción de querer llevarse a Jeon y darle una buena paliza, mientras que el menor tuvo la pequeña esperanza de que su hermano mayor cambiara su actitud— Mejor corre la voz de que un nuevo policía llegó a Michigan —soltó con malicia Jimin, destruyendo la esperanza de su hermano menor, pero Hai vio algo en aquellos ojos cafés—.

—Prefiero entretenerme con él, después de todo la tetona de allá adentro me dejo en claro que le interesa la polla de este chiquillo —miró a Jeon, quien no mostraba ni pizca de miedo— Venga niñato, iremos a jugar un momento.

—No iré contigo —dijo firme JungKook, desafiando con la mirada a Hailey, pero como ella odia aquellas miradas, golpeó con fuerza la boca del estómago del menor, quitándole el aire unos minutos. Jimin observó lo ocurrido, no dijo ni hizo nada, regresando su mirada hacia el frente—.

—Sólo permito a Jimin desafiarme con la mirada, me contengo mucho para no darle un golpe como el que acabo de darte. Evitemos eso de nuevo ¿sí? Tal vez podríamos llevarnos bien.

Sin más que decir, Hailey agarró el brazo izquierdo de Jeon y lo llevó hacia otro lugar, lo bastante alejado de Jimin.

Minutos después Tony salió de la casa, viendo a un solitario, pero hastiado Jimin sentado en la vieja silla.

— ¿Y Hailey? Quería burlarme de ella, pero no la veo —comentó observando hacia todas partes buscando a la calva—.

—Se llevo al tipo de hace rato, seguro para sacarle información.

— ¿Qué tipo de información?

—El tipo de información que no sabe sobre mí.

— ¿Hay cosas que ella no sabe de ti? —preguntó sorprendido el alto—.

—Bastante, en realidad —soltó un suspiro, dándole a entender a Tony lo agotado que lo dejo la situación con el chico que apareció de la nada—.

— ¿Realmente no conoces a ese tipo, Jimin? Le escuché decir que es tu hermano menor.

—Y lo es o supongo que lo fue en mi niñez. No es alguien que importe hoy en día.

—Se nota que ha sido muy feliz al encontrarte. ¿De él huías cuando me contaste que querías dejar todo atrás y comenzar de cero hace algunos años?

— ¿Podrías dejar las preguntas? Tengo un puto dolor de cabeza ahora mismo.

—Está bien, pero una cosa más.

— ¿Qué?

— ¿Vas a regresar a Seúl? Porque estoy seguro de que ha eso ha venido él.

—Por mí, bien puede morir en manos de Hailey y me importaría una mierda.

Tony no estaba del todo seguro con la respuesta de Jimin, pues su mirada mostraba una cosa, mientras que su rostro otra, pero prefirió no preguntar nada más y mantenerse callado y esperar por Hailey, quien, por cierto, estaba teniendo una "entretenida" charla con JungKook.

—Dices ser el hermano menor de mi Jiminie, pero él dice que no te conoce ¿a quién debo creerle? Confío ciegamente en él, pero en este momento dudo que lo que dijo fuera cierto.

—Es mi hermano mayor, si me creen o no, me importa una mierda —Jeon sólo quería regresar y hablar una vez más con Jimin, pero a causa de la calva frente a él, quien se interponía en su camino, le era casi imposible el caminar hacia Park, ya que cada paso que él (Jeon) daba, ella lo empujaba para devolverlo a su lugar— En serio no quiero tener que enfrentarme a una mujer, las respeto demasiado como para golpear alguna.

—No te preocupes por mí, no me respetes ni nada de esas mierdas —la sonrisa burlesca de Hai se esfumó— Si tengo que matarte, olvidaré el hecho de que eres el disque hermano menor de mi Jiminie.

—Serás mi enemiga al parecer —Jeon cambió su postura, llevando sus manos a los bolsillos laterales de su pantalón— No he tenido muchas enemigas mujeres, prefiero dejarle ese tipo de criminales a mis colegas Jin o Yoon —miró fijamente a la calva— No me gustaría tener que enfrentarme a ti, ya que al parecer eres importante para mi hermano.

—Soy lo más importante que tiene en su vida.

—Lo dudo —comentó entre dolido y molesto el menor, pero muy en el fondo, sabía que, en ese momento, aquella mujer frente a él es sumamente importante para su hermano mayor— Sólo quiero hablar con él.

—Él no quiere hablar contigo —se cruzó de brazos Hai, tratando de no alterarse, pero es que el tipo frente a ella era demasiado testarudo, peor que Jimin— No soy tan mala como seguro piensas que soy, simplemente prometí proteger siempre a mi Jiminie y eso estoy haciendo.

— ¡No le haré daño a mi Mochi! Jamás lo haría.

—Lo alteraste y créeme, Jimin no es de los tipos que se altera, al menos no en tan poco tiempo.

—Entonces, ¿me recomiendas alejarme?

—Si.

—No lo haré, así tenga que enfrentarme a ti, darnos de puñetazos y quien sabe que mierda más o hasta tener que pelear con él, no me iré.

— ¡Maldición! —gritó exasperada Hai— Eres tan terco e insoportable como el puto de Jimin.

—Somos hermanos después de todo.

—Así veo —suspiro cansada la calva— No te prometo nada, pero trataré de persuadir a Jimin para que hable contigo, pero si insiste en que te vayas a la mierda, por favor hazlo.

—No lo haré.

—Que jodido eres, en serio.

—Lo sé.

Cansada, Hailey decide regresar con Jimin, a pesar de no sacar la información que ella quería. Cuando llegó hasta donde se encontraban sus amigos, miró inmediatamente a Jimin, quien se levantó de la silla en la que segundos antes estuvo sentado, para comenzar a caminar de regreso hacia la casa donde se quedaron la noche anterior.

Tony quiso burlarse de ella por ser rechazada, pero se aguantó al notar la atmosfera tan incómoda entre sus amigos. Rara vez había incomodidad entre ellos, por lo que el alto omitió cualquier tipo de comentario.

Por otro lado, Jeon decidió seguir a su hermano mayor. Había decidido recuperar a su Mochi, por lo que no se apartaría de él ni un solo momento, mucho menos después de volver a tenerlo tan cerca y vivo.

— ¿Lograste averiguar algo? —preguntó Park a su amigo, quien caminaba a su lado—.

—Hay movimiento por alrededor. Según Zoe, la hija de la mujer que te detesta ha estado escuchando el sonido de una camioneta estacionarse bastante cerca. Comentó que después de una hora vuelve a escuchar el sonido, pero de la camioneta al marcharse, seguramente están traficando droga.

—La señora que me detesta ¿tiene que ver con esa mercancía?

—No, ella se mueve por otros lugares. Por aquí ya está todo muy "usado" por eso buscó nuevas rutas y calles.

—Eso significa que "él" se salió con la suya y ha iniciado sus movimientos en este lugar. Debemos irnos.

—No creo que sea él, de lo contrario mi "madre" ya habría armado un gran lío. No sabes cómo es ella cuando se meten en esta zona sin su consentimiento, sobre todo cuando se trata de ese tipo de negocios.

— ¿Entonces?

—Debe ser algún nuevillo que quiere pasarse de listo. Zoe se encargará, puede verse inútil, que sólo busca pollas grandes y nuevas que la follen toda la noche, pero en realidad es tan hija de puta como su mamá y con eso me refiero, a que es igual de peligrosa que la mujer que me cuidó algunos años.

—Aun así, nos marcharemos. Tengo cierta molestia que seguramente me seguirá a donde vaya —comentó refiriéndose a JungKook, a quien notó que los seguía desde que se alejaron de la casa donde el menor había comenzado a hospedarse— Que puta molestia más jodida.

—Es agradable tu hermanito —le soltó Hai, quien se había mantenido callada durante unos minutos— Aunque bastante testarudo, creo que lo es más que tú, Mochi.

—No me llames así —se detuvo secamente Park— No vuelvas a llamarme con ese ridículo apodo.

—Tenemos mucho de qué hablar tú y yo, Jimin.

—No hay de qué hablar, mucho menos si quieres preguntarme sobre ese chico y mi pasado.

Hailey se acercó rápidamente hacia Jimin, dándole una patada en los muslos, provocando que este se desequilibrara, pero no cayó al piso de rodillas.

—No estoy para tus putos misterios Jimin —dijo enojada, sorprendiendo a Tony, quien jamás vio actuar de esa manera a la calva, quien daría la vida por Park— Ese chico vino desde muy lejos por ti y no se irá, no sin llevarte con él. Vas a contarme todo tu puto pasado, en el que lo incluye a él y a esa mamá a quien odias.

Jimin recuperó su postura, giró sobre sus pies y al notar la poca distancia que los separaba, la aprovechó y le dio una cachetada a Hailey, quien sintió el ardor del golpe en su mejilla derecha.

—No quieras sacar ese pasado Hailey. Te debo mucho, me salvaste de todo tipo de situación en la que se puede salvar a alguien, me diste cariño y protección, pero no te metas en ese puto pasado del cual llevo escapando durante tantos años.

— ¿Quieres que te saque las palabras como hice años atrás? —rápidamente la calva agarró del cuello a Jimin, rodeando la zona y presionando— Anda, ¿quieres que sea la perra que tuve que ser al inicio y sacarte cada puta palabra a golpes?

— ¡Suéltalo! —Hailey se sorprendió por la rapidez en la que Jeon llegó hasta ellos, más por la fuerza y facilidad en que la agarró y tiró de ella hacia atrás, tirándola al piso y así zafando a su hermano de aquella estrangulación— No te atrevas a volver a tocar de esa manera a mi hermano.

—Y tú no te atrevas a tirar al suelo de esa manera a Hailey —escuchó la amenaza de Jimin, y al girarse sintió un fuerte puñetazo en su mejilla, lastimando su labio— ¡Deja de seguirme! Regresa con tu amada familia y olvida este maldito día.

JungKook miró fijamente a su hermano mayor, para segundos después soltarle un puñetazo con la misma fuerza que usó Park en su golpe. Ambos, inconscientemente recordaron una de las pocas peleas que tuvieron de niños, donde ambos terminaron con los labios heridos y siendo regañados por su mamá, aunque claro, en esa oportunidad a quien castigaron fue al mayor.

Pero en esa ocasión no terminó con leves heridas en los labios, ya que los puñetazos siguieron. Tanto Park como Jeon golpeaban alguna parte del cuerpo del otro. Tony y Hailey no entendieron como llegaron a esa situación, pero conocían a Jimin y sabían que no estaba usando realmente su fuerza y supusieron que el menor tampoco. Tal vez aquellos golpes y "cercanía" era necesaria para aquellos hermanos que volvieron a reunirse después de tantos años de estar lejos, de búsqueda y de huida.

Después de varios minutos de golpes, se cansaron y cayeron rendidos en el piso. Tony observó las heridas de ambos, tanto en sus mejillas, labios, en sus pómulos, en la zona del abdomen, notó que ambos se quejaban al tocar esa parte de su cuerpo. Mientras que a Hailey aquella "pelea" le causó gracia, ya que jamás pensó que vería ese lado de Jimin, un lado que le causó ternura y un fuerte dolor en el pecho.

—Al parecer los hermanitos terminaron su espectáculo —la calva se acercó a Jimin para ayudarlo a ponerse de pie— Venga, tenemos que irnos de acá.

— ¿Qué haremos con él? —preguntó Tony al ver como JungKook intentaba ponerse de pie con la intención de seguirlos—.

—Supongo que vendrá tras Jimin, así que ayúdalo a levantarse y tráelo.

—Bien —Tony se acercó al menor y con un brazo lo ayudó a levantarse, sin tener cuidado de sus heridas, pero Jeon no se quejó, pues toda su atención estaba en Park, quien quiso separarse de Hailey, pero ella se lo impidió—.

—No lo traigas...déjalo ahí —le ordenó Jimin al alto del grupo, quien miró a la calva y ella simplemente negó con la cabeza— No te metas en esto Hailey.

—Me voy a meter todo lo quiera —y sin decir algo más, comenzó a caminar junto con Jimin, a quien prácticamente lo llevaba obligado, pues él quería caminar solo—.

Durante el trayecto hasta la casa en la que se estaban quedando Jimin y sus amigos, JungKook comenzó a preguntarse muchas cosas, cómo ¿Qué tipo de vida lleva Jimin? ¿será capaz de regresar con él a Seúl, junto a su madre? ¿Quién es exactamente esa mujer calva? Si, tenía esas y más preguntas para su hermano mayor, aunque no tenía idea de cómo haría para que se las respondiera, pero si era excelentemente experto en algo, era en que jamás se daba por vencido hasta obtener lo que quería.

—Entonces —habló Tony, quien se quedó algo más atrás de Jimin y Hai, para poder conversar con el menor— Ante la situación en la que estás con Jimin, me ha alegrado saber que tiene una familia, ya sabes, una que realmente lo ama —miró hacia su amigo— No es que nadie a su alrededor lo quiera, quien va a su lado lo adora y daría la vida por él. Yo también lo quiero mucho, pero sé que no es suficiente y saber que tiene un hermano menor y una madre que han esperado por él todos estos años, me tranquiliza.

—Debí hablar contigo desde el inicio y no con ella —comentó algo divertido el menor— También me tranquiliza saber que no ha estado solo.

— ¿Sabes? Jimin es una persona, que, aunque este rodeado de personas, él se sigue sintiendo solo.

—Su mirada está llena de odio. Él me odia —dijo cabizbajo, porque, aunque quería negar aquel sentimiento tan horrible hacia él, había visto claramente ese odio en la mirada de aquellos ojos, que en el pasado lo miraron con tanto amor y adoración— ¿Me contarías que ha hecho mi hermano todos estos años?

—Estoy seguro de que, si lo hiciera, él me sacaría de su vida como su amigo y lo siento, pero no voy a arriesgar mi amistad con Jimin por ti, por muy hermano menor que seas.

—Entiendo. Entonces ¿puedes contarme qué relación tiene ella con Jimin?

—Él ya te comentó que ella es su madre...

—Bien sabemos los dos que eso no es así, Jimin ya tiene una madre y es la nuestra, la que nos parió a él y a mí.

—Al parecer él no quiere saber nada de esa mujer y si es así, será mejor que no insistas.

—Eso es algo entre él y yo.

—Yo cumplí con advertirte, cosa tuya si luego vas y recibes más golpes como respuesta.

—Como puedes ver, sigo vivo después de sus golpes, puedo soportar unos cuántos más.

—Si, definitivamente son hermanos —pero aquello no lo dijo con molestia, más bien, una sonrisa divertida se formó en sus gruesos labios—.


Seúl, Corea del Sur

Jin se encontraba en su oficina esperando por la autorización de sus superiores para poder meterse en "Club Hot guys" y poder buscar detalladamente en el lugar toda prueba que le sirviera para poder encerrar aquel tipo que tanto le ha jodido la vida. Desde hace años quiso tener el poder para ser él quien lo encerrara, pero ahora que ya lo tenía, faltaban las pruebas que culparan al desgraciado que le quito lo que tanto amó en su vida y también a otra persona.

Cada día que pasaba, era como vivir un infierno de recuerdos y culpabilidad, de sentirse un idiota inservible que no pudo hacer nada por quien había sido su vida entera y por este mismo ser, era que se mantenía en pie, vivo y con un rencor que le quemaba la piel siempre que recordaba aquel día. Él quería justicia y aquella la obtendría a través de su trabajo, buscando día a día algo que demostrara que el mafioso que acabó con su felicidad y tranquilidad pagara.

— ¿Jin? —lo llamó su colega y buen amigo Yoon, quien entró en la oficina y se sentó frente al mayor, del otro lado del escritorio— ¿Otra vez pensando en eso?

—Si nos dan esa autorización, podríamos encontrar lo que necesitamos para encerrarlo tras las rejas.

—Como también podríamos encontrar nada, ya sabes que ese hijo de puta siempre va un paso más adelante que nosotros y logra librarse de toda culpabilidad.

—Presiento que podríamos tener suerte en esta ocasión. Además, ¿viste a esos chicos? Creo que los tienen chantajeados en ese lugar, podríamos tomar sus declaraciones, seguro los amenazan con sus familias o seres queridos.

—Si, puede ser una buena idea. Por cierto, Yugyeom y Hoseok irán al club de nuevo. Ya les comenté de quien sospechamos, así que estarán alerta ante cualquier movimiento que realicé el tipo ese.

—Bien. ¿Qué harás ahora?

—Ir a mi casa, estoy cansado y esperan por mí.

— ¿Ya regresó?

—Si y tenemos ciertos asuntos que solucionar, por eso desde ya rechazo tu invitación a beber, puede ser mañana.

—Entiendo. Dale mis saludos a Suran.

—Claro, adiós.

Al abandonar Yoon la oficina, Jin agarró su casaca, se lo puso y abandonó su lugar de trabajo. Subió a su auto y se dirigió aquel bar donde se habían visto por primera vez, donde volvieron a encontrarse un par de veces, hasta que cambiaron de lugar, a uno más íntimo.

Estacionó donde siempre, salió de su auto y se dirigió a la entrada del bar, quien, por cierto, el dueño era un primo suyo. Se encaminó hacia la barra y ahí vio aquella espalda, aquel pelo rubio, pero en el pasado estaba lleno de rastas y de un color negro. Si, definitivamente esa postura jamás cambiaría en él.

—Pensé que no volvería a verte en este lugar —el mayor se sentó un asiento alejado del rubio, quien dejo su vaso de güisqui sobre la mesa de la barra, sin girarse para verlo—.

—Diría lo mismo, pero este lugar es tu sitio favorito y tu primo es el dueño.

— ¿Qué haces exactamente en este lugar, Joon?

—No sé, supongo que quería verte.

Por un momento pensó en marcharse, pero de cierta manera verlo una vez más, lo tranquilizó. Seguía vivo y eso era lo único que le importó en ese momento. Su Joon seguía vivo, por supuesto, tan guapo como siempre y directo.

Se miraron un par de segundos, pero el rubio prefirió llevar su atención al vaso de güisqui que antes dejó sobre la barra para mirar al mayor.

— ¿Sigues con la investigación?

—Por supuesto. Prometí encerrarlo y hacerle pagar por su muerte —comentó con odio y dolor el mayor, recordando la muerte de la persona más importante en su vida.

—Deberías desistir. Puedes terminar como él.

— ¿Y dejar que el asesino de nuestro hijo siga libre? Jamás Joon. Nunca voy a rendirme. Y tú...

—Yo ¿qué? ¿me sigues odiando por unirme a Park?

—Te odio cada día. Desde que preferiste seguirlo después de saber que nos arrebató a nuestro Dong sun —inevitablemente sus ojos se llenaron de lágrimas, pero era algo que siempre sucedía cada vez que recordaba a su adorado hijo. Un dolor que estaba tan presente, como si hubiera ocurrido sólo el día anterior.

—Yo también sufrí con la muerte de Dong. No fuiste el único que intentó suicidarse después de eso, Jin.

—No te creo, no creo ni confío en tus palabras.

—Terminó mi hora libre —el rubio sacó dinero de su bolsillo para pagar por el vaso de güisqui que no alcanzó a beber del todo—. Espero verte de nuevo, Jin. Mientras tanto, sigue con vida.

Jin observó, con un destello de tristeza en sus ojos, como su amado y odiado, a la vez, se alejaba una vez más. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? En ese momento, deseó con todas sus fuerzas regresar aquellos años en los que ambos sonreían, en dónde fueron plenamente felices. Dichosos de haber formado aquella familia tan acogedora, cariñosa, feliz y llena de sonrisas y risas, especiales por ese pequeño niño que ambos salvaron de una muerte fatal y un futuro, que quizás, habría sido un infierno.

—Si llego a emborracharme, por favor llame a este número.

Kim le entregó el número de celular de su colega y mejor amigo al barman del lugar. El joven no se sorprendió por el favor que le pidió el policía, ya que, en reiteradas ocasiones le han pedido lo mismo.

Dos horas más tarde, Yoon Gi recibió una llamada, en la cual le pedían que fueran por su colega al bar, ya que su estado no era el más favorable.


***


Cuando llegó a su departamento, lo sorprendió el aroma. Solía comer una sopa instantánea o pedir comida a domicilio. Hacía mucho que nadie lo esperaba en casa, mucho menos con la cena lista.

Caminó hacia su cocina, mientras dejaba sus cosas por el piso a medida que avanzaba. No pudo evitar sonreír de alivio y felicidad, porque sí, ¿para qué negarlo? Estaba feliz de ver aquel cuerpo, esa espalda pequeña y delgada, un cuerpo fino y delicado. Ella había regresado, sana y salva y sólo eso le importó en ese momento, a pesar de recordar la manera en la que se había y en cómo había terminado todo meses atrás.

—Llegaste —comentó ella con una dulce sonrisa en los labios, a pesar de sentirse completamente nerviosa y asustada, pensando en que aquel hombre al que tanto ama, pudiera rechazarla y echarla.

— ¿Cuándo llegaste?

—No hace mucho —con sus dedos, demostrando lo nerviosa que se sentía, miró hacia el piso, bajo ella—. Pensé que tal vez... podríamos cenar juntos y no sé... ¿charlar un rato?

—Supongo —la idea le pareció bien, ya que, después de todo, él la había echado de menos y deseaba escucharla y que ella lo escuchara—. Iré a darme una ducha... ya regreso.

—¡Genial! Prepararé todo —emocionado y menos nerviosa, se giró para terminar de preparar la cena y luego poner los cubiertos sobre la mesa. 

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