Primavera 4


Jaehyun bebía whisky escoses en el pequeño bar que estaba en la cocina de su casa, había dejado al omega debajo de las sabanas de su cama descansado de la presión que sin querer lo obligo a sostener, haciendo un lindo nidito que no dejaba que se acercara nadie. En especial el, no lo culpaba, lo había lastimado de la peor manera, mas de una vez y no tenia excusas. No quería hablar de lo que paso, pero Doyoung si se lo explico en la cocina, el plan de Chenle, como usaron un cuerpo falso y enterraron sus cenizas en el mausoleo de los Zhang. Tal vez nada de eso hubiera pasado si fuera explicado bien lo que paso con Doyoung ese día que los encontró en el jardín, pero ni el tenia una explicación buena; si había estaba teniendo una aventura con Doyoung y que esa fuera la de despedida porque había empezado a sentir algo por su prometido tampoco es que era tan bueno y era algo que tampoco se atrevía a decirle a su amante. Aunque había sentido algo por Doyoung eso parecía cambiar con el tiempo que pasaba con el omega y luego este murió y paso mucho tiempo con el beta a solas en un lugar donde nadie los juzgo, había surgido es chispa de nuevo; pero ahora que había vuelto el omega solo tenia un gran dolor de cabeza y su corazón estaba de cabeza.

— Quería ser libre, algo que nunca iba ser a tu lado y bien lo sabes. Era como un canario encerrado en una jaula y tú solo cortabas sus alas — le dijo Doyoung y tenia razón. Chenle estaba tan lleno de vida y de arte despreciada por sus familias que era un enorme sacrilegio tenerlo solo como su omega. Nunca haría las grandiosas obras de arte que hacia si estaba con el — Dejalo ir, es feliz. Me lo ha dicho, he hablado con el aunque no dice mucho con mucho detalle, es feliz ¿Le cortaras las alas?

— ¿Qué tan malo seria eso, si lo tengo a mi lado? — se atrevió a preguntar aunque estaba mal y estaba siendo egoísta. No podría hacerlo, aunque quería tenerlo de nuevo.

— ¿Yo no he estado a tu lado? — pregunto dolido Doyoung por las palabras del otro.

— Por favor no empieces ahora, me duele la cabeza — tomo un trago — Claro que lo has estado, pero...

— Siempre hay un pero con el — soltó con cierta molestia

— Doyoung — se quejo el alfa, pero el beta lo callo con un beso que respondió de inmediato.

— Piensa en todo el tiempo que hemos estado juntos — solo dijo eso para alejarlo de la bebida y regresar a la habitación

Chenle se había quedado dormido abrazando su bolso después de pintar con marcador indeleble una mándala en la pared blanca de la habitación, tan grande que parecía broma. A Doyoung casi le da algo al ver el dibujo, el beta nunca entendio bien el arte del menor. Ya cansado el beta se fue a bañar en la habitación de huéspedes para no molestar al omega durmiendo y dejar de ver su pintura. Era una gran mándala, Chenle siempre dibujaba una cuando estaba triste o molesto para calmar sus nervios. Era tan hermosa que Jaehyun pensaba en dejarla y nunca borrarla. Chenle solo despertó cuando choco con una de las mesas de la habitación.

— Eres un prodigio — alabo el alfa sentándose en una de las sillas de la habitación, estaba mareado y algo ebrio — Niegas ser Chenle, pero el dibujaba una igual cada vez que teníamos una discusión.

— La Z nunca fue por Zhong, era por Zeit, tiempo en alemán. Siempre me decía, Calma, ya llegara tu tiempo para pintar, para ser feliz, para ser tú. Solo necesitaba tiempo que utilice y malgaste en otras cosas para ser yo, pero el tiempo se me negó — contesto desde la cama — ¿Sabes que mas me alegro cuando morí? Que ya no gastaría mi tiempo para vivir por ti y viviría por mí. Ya no más de ser menos o mas, solo ser todo lo que quisiera y no quiera, renacer en mi verdadero yo y lo que siempre fui.

— Pudimos haber sido felices — comento el alfa parándose de la silla y acercándose al menor en la cama quien no parecía temer a su cercanía, si no más bien la esperaba con una pequeña sonrisa en su rostro.

— Si, claro — comento con completo sarcasmo — Tu, Doyoung y yo, felices los dos y yo un perfecto accesorio para tu colección. Mira siempre fui positivo y estúpido al creer que algún día tendría un buen futuro en Londres, pero no tanto para saber que esa es la mentira mas grande que has dicho.

— No iba a seguir con eso, iba terminar todo eso ese día porque te amaba — confeso el alfa agarrando la mejilla del omega.

— Seguro, Jaehyun. Seguro — el omega actuó como si le creía — Igual nunca me hubieras podido traer toda la felicidad que sentí cuando comí lo que yo quería por primera vez y a la hora que yo quería. Cuando pinte todo lo que quería y nadie lo daño o se me prohibió sino se me alentó hacerlo mas, ni menos cuando alguien me beso y me follo porque quería y no era su maldita obligación, como fui solo mío y de esa persona esa noche porque quería y no por obligación. — le dijo a la cara con completa satisfacción al ver el dolor y la furia en la cara del mayor, quería que sintiera como el se sintió ese día en el jardín.

El alfa miro al menor, con esa leve sonrisa llena de placer en su boca, la mirada que le daba, como abría las piernas con una obvia invitación a que se metiera entre ellas dejando en claro que ya había hecho eso antes. Su pequeña rosa blanca había sido pintada con el rojo mas oscuro del placer y no había sido el quien lo hizo. Yo no era el lindo y delicado Chenle, era mas maduro y toda su inocencia había muerto con el hace tiempo atrás causándole una furia completa al imaginar que alguien mas probo de los lindos labios del menor o se hundió es su dulce aroma de frutas caramelizadas. Alguien había visto su lindo rostro perdido en las magias del placer y lo había llevado al éxtasis, incluso se relajo un poco al ver que su collar seguía donde debería estar y no había una marca de alguien ahí.

— ¿Quién fue? — pregunto con furia el alfa aceptando la invitación del omega y colocándose entre sus piernas, colocando sus brazos a cada lado su cabeza. Viendo aquella imagen tan tentadora, el omega debajo de el con las piernas abiertas y envueltas en aquellas medias negras que tenia ganas de destrozar

— La verdad no recuerdo, cuando desperté había dos alfas en la cama de la habitación del hotel. Tal vez con los dos, estaba tan borracho que tuve suerte que no desperté con una marca — confeso con una sonrisa llevando sus brazos alrededor del cuello del alfa, quitando su corbata lentamente para luego enrollarla en su muñeca y empezar a quitar botón por botón la camisa del alfa, descubriendo su bien formado torso. Cada vez lograba que la furia del alfa aumentara y se perdiera más.

— ¿Estas feliz con eso? — le pregunto furioso sin entender el orgullo del menor por eso, de no recordar con quien lo hizo y hacerlo sin amor.

— Por supuesto, completamente. Hace tiempo que deje ser un niño bueno y solo hago cosas malas que me hacen sentir bien, incluso me enseñaron unas interesantes — escucho un gruñido del alfa y eso aumentaba la sonrisa de Chenle quien pasaba sus manos por el pecho del alfa, como si estuviera moldeando aquel cuerpo — Me enseñaron como amar y sentirme amado. Se que tu lo has sentido por Doyoung, sabes lo bien que se siente eso.

El alfa ataco los labios del menor quien lo recibió con una sonrisa, el beso al principio era furioso pero se fue calmando por la guía del menor mostrándole todo lo que había aprendido con sus labios al mayor, como robar un suspiro solo con labios y su lengua. Era dulce, adictivo, lleno de energía y tentador. Ahí estaba lo que Chenle siempre deseo, un beso y el deseo del mayor que le llenaba de una felicidad en su pecho, lo tenía donde quería. Quito la camisa blanca del mayor lanzándola afuera de la cama.

— Esto no esta bien — dijo empujando al mayor como si de verdad lo sintiera — Eres el novio de Doyoung y yo estoy muerto.

— Claro que esta bien, eres mi Chenle — el mayor lo abrazo y beso su cuello encima el collar odiando que estuviera ahí en ese momento.

— Jaehyun, detente — pidió el menor riendo un poco, aquellos besos le daban cosquillas — Tu nunca me quisiste por eso esta mal.

— Claro que si, yo te ame... Yo te amo — confeso el mayor y Chenle sonrió cuando vio a Doyoung en la puerta de la habitación.

— No, Jaehyun. Cuan equivocado estas — tomo su mejilla con su mano izquierda dando una leve caricia — Si me hubieras amado un poco nunca te hubieras metido con Doyoung. Ni siquiera amas a Doyoung que es aun más tonto y patético de tu parte.

El alfa se quedo callado, no sabia que decir. Estaba tan confundido, no sabía a quien quiera más o quien quería menos, era un mentiroso y un infiel. Pero si bien había pasado todos ese tiempo con Doyoung, quería creer que nunca dejo de pensar en el menor, porque no lo había dejado de hacer. Iba a terminar aquello esa vez, solo que cayo en los labios del beta y se perdió en ellos hasta que el menor llego y luego no supo que decir, con que disculparse. Ese era el problema de Jaehyun, no era bueno en dejar ir a nadie y quería todo. Pero en ese momento quería hacer lo que tanto quiso hace tiempo atrás, dejar todo para hacer lo que debía y tal vez hacer feliz al omega.

— Te amo, vuelve conmigo — Pidió el mayor, era una suplica. El si se podía ver feliz con Chenle al lado — Por favor, te prometo que seremos felices porque te amo.

— Aquí otro problema, yo creo que me amo mas a mi de lo que te amo a ti — dijo el menor con esa sonrisa dulce que haría suspirar a cualquiera — y por muy grande que sea tu verga que puedo sentirla contra mi culo ahora, se que puede existir una igual en cualquier lado del mundo y esta no me prometerá cosas que no puede cumplir. — Chenle no podía creer en las palabras del alfa — Así como viniste a mi a la primera vez que te abrí las piernas, lo harás con Doyoung cuando el te las abra de nuevo. No soy estúpido.

— No lo haré, por favor. No me dejes, no de nuevo. No lo soportaría — Jaehyun casi se le rompió el corazón cuando Chenle rodó sus ojos, no le creía ni un poco.

— Si lo harás, nadie se ha muerto porque lo rechazan. Si me das permiso prefiero regresar a Hongdae a ver quien me deja pasar la noche en su casa a creer en tus mentiras — pidió amablemente el menor — Anda ve resuelve bien tus cosas con Doyoung porque no creas que voy a dejar que lastimes a una de las pocas personas que pensó en mi felicidad una vez.

— No creas que te dejare ir — gruño el alfa, no podía perderlo de nuevo.

— No me hagas hacer algo que no quiero hacer — Pidio de nuevo y vio como Doyoung entraba en silencio a la habitación, estaba preparado para ayudarlo. Pero podría demostrarle que se podía defender bien el solo, todos habían aprendido buenas cosas de Renjun.

— Chenle no quiero que te hagan daño, estas mejor aquí conmigo protegido. No se como has llegado tan lejos sin una marca, pero es mejor asegurarse que nada de eso pase. Después de todo eres como una flor que debo ayudar a mantener.

Aquellas palabras hirvieron para Chenle, las palabras de su padre. Después de todo el alfa no era tan diferente de su padre. Que tonto era por pensar que Jaehyun era el príncipe de sus sueños y que toda la educación de mierda que le dieron a los dos no había calado en ellos. Antes que Doyoung agarrara al alfa para alejarlo de el, Chenle dio un fuerte golpe en su nariz con la palma abierta dando justo con la parte su palma sacando sangre del alfa que se movió a un lado llevando sus manos a su nariz, Chenle salio rápido debajo de el y se paro en la cama para en un movimiento dar una fuerte patada en su bolas, luego agarro sus manos desatando la corbata de su muñeca para amarrarlas rápidamente en la cabecera de la cama aprovechando que el alfa se estaba recuperando del dolor, luego llevo su mano izquierda a su cuello y la otra alza con la palma abierta bajo la sorpresa del beta y el alfa, mas cuando la peluca azul se había movido un poco.

— Me ofendes al decir que solo soy una flor, yo soy la maldita primavera de ser así y necesitas un calor intenso para acabar conmigo, pero tú ni produces ni una pequeña llama en mí — dijo con una creciente cólera dentro de el.

— Joder, ¿Dónde aprendiste eso, Chenle? — expreso Doyoung sorprendido, ahora no sabia a quien salvar a quien, mas cuando la mano alzada de Chenle parecía que en un movimiento rápido podría dar en la manzana de Adán del alfa.

— Mi tigre del norte me lo enseñó — dijo ya calmándose con su casual sonrisa dulce.

— ¿Quién? — pregunto el alfa sorprendido.

— No esperaban que un omega viajara por el mundo solo, menos sin seguridad — expreso con obviedad el chico — incluso seria peligroso para un alfa.

— Al menos eso me tranquiliza un poco — comento Doyoung suspirando, uno de sus miedos se disipo

— Viaja con un alfa o un beta, eso no me tranquiliza a mí. Menos si utiliza esas medias — comento Jaehyun y Chenle solo le dio un golpe en su frente.

— Si me follo a otra persona no es tu problema, mi compromiso contigo se acabo cuando morí — le respondió con cierta molestia.

— ¿Pero es una relación sana? — pregunto el beta interesado por la seguridad de su amigo.

— La verdad viajo con tres omegas aparte de mi — seguía siendo amable al beta y actuaba como su no estuviera apunto de ahorcar al alfa debajo de el.

— Como un viaje de amigos, eso suena genial — el beta se acerco al omega tratando de separarlo del alfa.

— Si como eso — dijo bajo pero sintió terror cuando el beta pateo su bolso sin querer al tratar de acercarse a ellos sacando algo de su contenido, no se dio cuanta que se había caído de la cama con la pequeña pelea. — Oh mierda.

Relojes de todo tipo, dinero en efectivo, 3 teléfonos, una pistola, una peluca rubia y algo de maquillaje, junto a una de las joyas robadas que a cada rato pasaban en la televisión coreana. Chenle no lo pensó mucho, se levanto del alfa y el beta seguía viendo el contenido de su bolso con shock, golpeo su estomago con su codo, siguió con una patada en sus partes intimas y luego su nariz, se quito su cinturón en segundos mientras el beta trataba de recuperar el aliento, unos segundos después estaba amarrado a la cama junto el alfa. Su peluca azul se había caído, dejando ver su cabello oscuro bajo una malla que lo mantenía aplastado, para luego quitarse la malla y meter todo en su bolso menos la pistola quitándole el seguro.

— El primero que grite le vuelo la rodilla y no vuelve a caminar, lo comprenden — punto a la rodilla de Jaehyun, obviamente no iba a disparar, pero era mejor que ellos creyeran que si.

— ¡¿Qué mierda esta pasando?! — el alfa trato de no gritar pero su voz salio mas alta de lo normal.

— Entre en pánico — Confeso Chenle, no era una mentira, estaba seguro que hubiera sido Sicheng o Donghyuck hubiera inventado un engaño rebuscado. Si fuera Renjun hubiera noqueado a los dos y hubiera salido corriendo. Pero era el, un joven con miedo y con un arma. No pensó bien las cosas.

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