Todo era un caos, las sirenas las ambulancias y las patrullas sonaban estruendosamente, los gritos, quejas y murmullos de la gente hacían una dupla con los constantes "click" de las cámaras de los reporteros.

Frente ellos estaban varios héroes profesionales listos para el combate, y, delante de ellos había un hombre enmascarado, alto y un poco fornido, de cabellos rojos como la sangre, con una mirada enferma, sedienta de sangre y dolor, sus manos convertidas en masos  de piedra gracias a su quirk, a su lado estaban dos niños, gemelos, una niña y un niño, la niña tenía el cabello negro con reflejos verdes, ojos tan verdes como las esmeraldas y cuatro pecas en cada mejilla, una mirada asustada opacava su angelical rostro, lágrimas recorrían sus mejillas y apretaba fuertemente la mano del niño que se encontraba a su lado, el era una antítesis de la niña, su cabello era negro con reflejos verdes, sus ojos verdes daban la apariencia de estar rotos (los ojos de Diavolo) sus labios tenían una ligera coloración púrpura, un rostro serio, frío y carente de expresión lo dominaba, esos gemelos eran Izuku e Izumi Midoriya, gemelos, ambos habían nacido al mismo tiempo, desde ese momento comenzaron las diferencias, la primer diferencia radico en que al nacer izuku nació con los ojos abiertos y sin llorar, en cambio izumi nació de la forma convencional, mientras más crecían más diferencias había entre ellos, izuku siempre prefirió la soledad, tenía una personalidad fría y contarte con todos exceptuando a su hermana, su hermana en cambio era muy amigable con todos y a palabras de izuku bastante ruidosa y molesta.

Debido a esas diferencias mucha gente creía que izuku era el “gemelo malvado”.

Onii-chan tengo miedo- dijo izuku con una voz temerosa y viendo a su hermano con lágrimas.

Izuku no contesto, solo la vio a los ojos, izumi vio como en la frente de su hermano había otra cara, de un color rosado y parecía tener una expresión de molestia perpetua.

No te preocupes izumi, Epitaph ya me a mostrado el futuro- dijo izuku con su voz monótona que lo caracterizaba.

Esa era otra de las diferencias entre ambos, sus quirks, cuando se dió la noticia de que ambos hermanos tenían un quirk fue una celebración inmediata, sus amigos (la mayoría por no decir que todos eran de izumi) los felicitaron y se alegraron por ellos, cuando llegó el momento de mostrar sus quirks todos pusieron atención.

La primera en pasar fue izumi, ella demostró un gran control del fuego, dandole forma e inclusive podía prender fuego a un objeto sin quemarlo.

El siguiente en pasar fue izuku, todos estaban emocionados con saber que es lo que él podía hacer, izuku tomó una piedra que había en el jardín y la convirtió en una rana que salto hacia izumi, mientras la gente le aplaudía algunos se preparaban para servirse comida o alguna bebida, pero algo extraño ocurrió, de un momento a otro ya había comida en sus platos o la bebida que querian en sus vasos.

Todos voltearon a ver a izuku que emanaba un aura roja, por el asombro su madre se cortó con el cuchillo con el que cortaba las verduras, la atención fue dirigida a Inko al ver su mueca de dolor, de nueva cuenta ocurrió algo extraño, el goteo de la sangre de inko cambió, si antes habían unas cinco manchas de sangre en el suelo de forma inexplicable pasaron a ser diez, la atención regreso a izuku que se adentraba a su hogar junto a la rana que había creado.

De vuelta a la escena los héroes notaron como de izuku empezó a emanar un aura roja, para sorpresa de los que veían un ser casi de la misma altura que izuku se formó a su lado, tenía la piel roja en casi todo su cuerpo exceptuando la cara, manos, abdomen y pies, sus partes rojas eran atravesadas por líneas blancas que le daban el aspecto de diamantes, el ser poseía otra cara en la frente como la que izuku había mostrado momentos antes.

El ser comenzó a caminar hacia el villano de forma lenta, su expresión de enojo solo aumentaba la tensión, de forma inexplicable las manos del villano terminaron en el suelo, también los policías que iban a recargar sus armas se detuvieron al ver que el cartucho ya estaba adentro,  los héroes notaron este "salto en el tiempo" que había ocurrido de un momento a otro.

Nos vamos izumi, ya terminó- dijo izuku abrazando a su hermana para desaparecer de un momento a otro.

Desde ese momento la leyenda del hombre que era dueño del tiempo comenzó.