Allá estás, en tus cosas importantes, con tus manos ocupadas, con tu mente en trabajo y tus ojos hermosos fuera de foco, cómo te digo que las noches podrían ser elocuentes si estuvieses presentes, no pretendo nada, solo saber cómo estás, esas cosas cursis de los libros y las poesías que siempre leo, quizá no lo entiendes aunque sé que eres inteligente, entre tatuajes y tez perfecta confabulas contra mi psiquis progresiva, admiro tu dedicación, aunque no soy fanático de tu trabajo, no mentiré, me interesa cómo piensas, me parece exquisito el cómo lo haces, es extraño que no te vea de manera sexual, sino textual, tácita, te veo por lo que eres y lo que no eres, te veo y no te veo, te hablo y no te hablo, sí, soy fantasma tangible en tu mundo superpoblado de ideas, almirante del barco que surca en el mar de irregularidades, estoy acá donde los ojos no tocan y los pensamiento crean letras, escribo por la hora, y los sueños y por ti, caja de mil sorpresas, eres la primera mujer de manos de Hefesto y la única en mi lista de deseos de navidad, eres lo que eres y por eso te escriben infinidad, por eso lees libros que te definen, por eso escribes tu esencia que conozco efímeramente, soy de los tiempos de Romeo y Julietta, soy de las horas de Aristóteles, no soy de este mundo al igual que tú, sólo que tu vienes de Venus y yo de las venas, tu naciste primero y yo para encontrarte en el mundo que solo conforma mota de polvo estelar.