Mon coeur échoue, ya no camina recto, su mirada es perversa y eso refleja, tiene pulso disperso y ojos desorbitados, le fallan los reflejos y las largas manos, sufre una sobredosis. Se inyectó piedra negra y súbita, entró en sus venas hambre de soledad, sentimiento de desalojo, quiere desaparecer lo tangible de su cuerpo y existir cual espíritu, correr por los caminos donde los sabios se hallan y lo tontos se vuelven sabios, paso a paso tropieza con la sombra de mismo rostro que le habla al oído, sus temores son terroríficos ante la luna, palpita y palpita y palpita el mañana como y tu mirada y tu piel y tus labios cuando los beso, soy pobre, uso un antifaz, negro como la noche que no cambia y los días que son eternos, allá van los demonios hambrientos de carne nueva, de sangre roja, van a mi búsqueda y yo a la de ellos, voy a encontrarme con mis demonios de aspecto diferente, morada de vida donde habito y alojo de muerte a donde iré, ven conmigo a conocer a la familia en el averno, saben que existes, todos lo saben ya...