Allá va, la dama pura

con sus ojos y sus ritmos

tropezando con la vida

molestando al enemigo.

Enemigo de fuerte voz

y manos como pinos

habla y dice cosas

lo que hablan y dicen los enemigos de hoy.

Chicos de mente suelta

tienen cuerpos vespertinos

con lenguas roñosas

y labios sabor vino.

Vino y se fue

la hora santa y maldita

las miradas clavadas

y los besos que gritan.

Gritan y gritan

sin remordimiento o pudor

las palabras caladas

y la fuerza de este dolor.

Allá va la dama pura

con sus ojos y sus ritmos

tropezando con la vida

molestando al enemigo.