- ¿Sonreír, dices? -pregunto Jimin dándole otro sorbo a su bebida.

Entre ellos las sonrisas no se podían contar tan seguido, sí acaso había sonrisas eran leves, las sonrisas para Jimin eran pocas, Yoongi era difícil de complacer hasta con un maldito chiste, y eso era lo que odiaba.

- Sí sonreír, sé que tal vez no soy de los más risueños del mundo, pero... en ti la sonrisa es más bella.

- Lo dices solo para darme un cumplido.

Ambos se sonrieron, sí eran cumplidos, a Yoongi le encantaba darle muchos cumplidos a Jimin, era lo mejor se sonrojaba fácilmente ante todo lo que decía, ¿cómo iba a poder evitar hacerle cumplidos, cuando Jimin le daba las ganas de hacerlo?

- ¿Por qué ella no vino contigo?

- Asuntos con su familia, ¿sabes? Creo que sí ella pudiera ya me hubiera cambiado por toda su familia, aunque lo dudo mucho, según ella soy su mundo entero.

- Eso es patético y muy cursi.

Jimin no pudo evitar soltar una carcajada, ¡claro que todo lo que ella hacía era patético! Le decía a veces incluso tonterías que ni él comprendía a la perfección, hacía demasiadas preguntas y odiaba que siempre actuará como una niña pequeña, Park solo la tenía por su belleza, nada en la cabeza de esa chica le interesaba, sus platicas eran absurdas y se perdía mucho en sus propias palabras.

- Sí muy patético -miro a Yoongi quien estaba ahora mirando el televisor.

Estaban poniendo las celebraciones del fin de año del año pasado. Pirotecnia de colores, música en vivo, celebración tras celebración, Brasil, España, Japón, Nueva York, México, Dubai... había perdido la cuenta de cuantas imágenes de monumentos y torres importantes habían pasado frente a sus ojos.

- ¿En verdad la amas?

La pregunta de Yoongi hizo que dejará de ver las imágenes, y allí vio a su ex pareja mirándolo con duda.

- Sí y no.

- ¿Eso qué significa?

- Significa que no me intereso ni desde un principio. Seulgi es una loca -comento Jimin sin mirar a Yoongi-, ella parece que vive en otro mundo, cada que hablamos no puede escucharme atentamente.

- Supongo que está contigo porque es bonita, ¿no?

- Es preciosa, pero no me gustan las chicas vacías de la cabeza.

- Sino te gustarán, no estarías con una de ellas.

En eso Min Yoongi tenía toda la razón, Jimin estaba con alguien que no estaba ni por encima de sus expectativas, y no comprendía el por qué, simplemente había pasado, dos salidas, tres... cuatro y ¡boom! Ahora somos novios, ¡que alegría, que felicidad! Bueno para ella era así, para Jimin era muy distinto y más cuando comenzó a escuchar las conversaciones e la chica.

Sacaba temas que ni al caso con lo original que estaban hablando. Era muy ridículo, inclusive le había hecho un enorme berrinche en publico solamente porque no le había comprado un maldito helado de frambuesa.

- ¿Aún fumas? -pregunto Jimin, quería cambiar el giro de la conversación.

- No, lo he dejado hace año y medio, me costo un poco de trabajo pero ahora me siento mejor.

- ¿Tienes alguna adicción más que remplace al tabaco?

- No, aunque si tuviera que elegir una serían tus labios...

Jimin se quedo en silencio por la respuesta que le había dado Min Yoongi, se quedo inclusive preocupado, ¿de verdad había escuchado aquello salir de los labios del pálido? Una risa fue lo que logro sacarlo de sus pensamientos, Yoongi mostraba sus encías rosadas al reírse, además de que sus ojos se convertían en pequeñas sonrisas.

- ¡Era broma! -dijo Yoongi, aunque no era exactamente una broma.

- No juegues con algo como eso Min.

- ¿Por qué, Park?

- Porque podría besarte sí eso es lo que quieres.

Esta vez fue Min Yoongi quien se vio sorprendido por las palabras de Jimin, y es que Jimin era un atrevido cuando se lo proponía, y por la media sonrisa que le daba supo de inmediato que esté era uno de sus tontos intentos de coqueteo, aunque no negaría que le encantaba cuando le coqueteaba, incluso cuando eran pareja, Jimin le gustaba jugar mucho a los coqueteos y más cuando eran algo atrevidos.

- Era broma -le susurro a Yoongi cerca de la oreja-, aunque... no me molestaría darte un beso.

- Pues a mí tampoco me molestaría que lo hicieras Park.

Jimin amaba la manera en que Yoongi siempre le seguía el juego, le gustaba que en vez de oponerse fuera él quien siguiera con su pequeño juego, nada mejor que eso.

- Lo siento Min Yoongi, pero aún no son las cero horas del año que viene, así que tendrás que esperar.

- ¿Enserio crees en esa absurda tradición? 

- ¿Qué puedo decir? Es lo que hacían mis padres cuando se celebraba año nuevo, se daban un beso.

- Para mí esa es una tontería, ¿cómo es que una pareja puede durar sí se dan un beso en los primeros segundos del año nuevo?

- Pues esa puede ser la razón por la que nos separamos, después de todo, nunca nos dimos un beso en los primeros segundos del año.

Yoongi sabía perfectamente que Jimin tenía toda la razón, mientras habían estado juntos no se habían besado en el año nuevo, apenas y se habían besado en el día de los enamorados e incluso en navidad, no había besos en las festividades, y sí los había eran casi nada, toques pequeños nada sin importancia.

- ¿Acaso es un reclamo Park?

- No es un reclamo -soltó un suspiro-, es solo que... me hubiera gustado que lo hubiéramos hecho en esa época, cuando eramos felices.

- Somos felices ahora también Park, además no considero que fue tanta felicidad siempre que estuvimos juntos.

- Tal vez no fuimos la pareja perfecta, pero nos amábamos.

- Sí, locos enamorados.

- Sip, creo que esa es la palabra que define a la perfección nuestro amor -dijo Jimin pasando su mano por sus oscuros cabellos-, locura...

- Sí, nuestro amor es una locura...

Una tremenda locura.

Ambos estaban seguros de algo, que en verdad les hubiera gustado darse un beso en el fin de año nuevo.