─ ¿Puedo ayudarla en algo? ─ mis manos estaban colocadas sobre mis rodillas, mientras yo trataba de recuperar el aliento, tras la carrera que había tenido lugar. En medio de esta nada, lo único que se escuchaba eran mis jadeos, y la respiración que trataba de controlar. Ya no podía distinguir si estaban disparando, o si alguien se acercaba.

Estaba sola, con esta inteligencia artificial.

─Necesito pasar al otro lado─ murmuré, arreglando mi postura.

─Eso es una expresión un poco inusual y agresiva, ¿me está pidiendo que la mate? ─ fruncí el ceño, al tiempo que tragaba saliva, tratando de hidratarme, tenía la garganta tan seca, que bien me sentía como si estuviera dando vueltas en un desierto, tratando de encontrar un oasis.

─No te estoy pidiendo que me mates, joder, te estoy diciendo que necesito que abras las puertas del elevador─ moví mi mano, para señalar mi vía de escape.

─Petición denegada─ abrí los ojos de par en par y observé mi entorno, buscando alguna cámara de seguridad, que sirviera de ojos y oídos a esta inteligencia artificial.

─Abre la jodida puerta, no estoy de humor ni de juegos─ bramé, enfurecida.

Mi acompañante tardó unos segundos en responder.

─Petición denegada─ repitió.

Gruñí con fuerza.

─El señor Itachi ha. . .

─Tú señor Itachi te desconectaría, y eliminaría hasta el último de tus códigos, si no me dejas utilizar el estúpido elevador, para que me lleve a un lugar en el cual estaré segura. Así que obedece─ estaba comenzando a perder los estribos nuevamente. ¿Por qué todo se había tenido que tornar tan complicado de un momento a otro?

─Es usted una mujer muy agresiva─ pasé las manos por mi cabello repetidas veces.

Esto era una locura, arriba de mí probablemente estaban muriendo mis amigos, mi nueva familia, y yo solo estaba aquí, discutiendo con una inteligencia artificial, que me cree una malota.

─No pensé que tratar con las cosas de. . . tu tipo, sería una labor tan estresante─ dije, mientras me recostaba contra una pared, y me deslizaba hasta quedar sentada. ─Gracias a Dios que solo estás tú─.

─Oh, en eso se equivoca, señorita, somos más de tres─ casi se me escapó un grito de puro horror al escuchar eso. ¡¿Más de estas mierdas?!

─Debe ser una broma, debe ser una maldita broma─ ya estaba teniendo suficiente con una, no me imaginaba con algunas cinco de estas. Definitivamente me volvería loca.

Un escalofrío me recorrió completa, cuando se escuchó un ruido estrepitoso a la lejanía, parecía ser. . .

─Una bomba─ dijo la inteligencia artificial, como si leyera mis pensamientos. ─Los maleantes que han logrado burlar la seguridad, han soltado otra bomba─ mis manos temblaron y sentí un nudo en la garganta.

─Los chicos. . . Naruto, Shisui, Sasuke ¿están bien? ─ cuestioné, con un hilo de voz, producto del miedo.

─Me ofende que no pregunte por el señor Itachi─ emitió en un inicio ─, pero la respuesta a su pregunta es sí, los demás están bien, y estoy recibiendo órdenes de dejarla pasar─ las puertas del ascensor se abrieron, y yo corrí como alma que lleva el diablo a su interior.

Quedé encerrada en aquel lugar, y llevé una mano a mi pecho.

Bombas, pistolas, estaban seguro armados hasta los dientes, y sabían dar pelea, dado lo muy alterado que se veía Shisui cuando se arriesgó a bajar, para poder abrir la puerta para mí.

Me sentía una inútil. Todos estaban poniendo en peligro sus vidas, y aquí estaba yo, como una cobarde, escondiéndome en lo más profundo y remoto de este lugar, para estar segura. Aunque ellos estuvieran entrenados, y manejaran una pistola mejor de lo que yo alguna vez lo haré, eso no quitaba la creciente desesperación en mi pecho.

─No pregunté por Itachi─ dije a la nada, puesto que no estaba segura de que mi acompañante estuviera conmigo─, debido a que él tiene que estar bien, debe estarlo. Debe volver a mis brazos, de lo contrario no se lo perdonaría nunca, ni siquiera en la muerte─ dicho esto, las puertas del ascensor se cerraron a mis espaldas.

Nuevamente estaba en una habitación a oscuras, pero según los chicos, aquí estaría a salvo.

─Activando iluminación─ la misma voz de la IA, entonces había estado conmigo todo este tiempo.

─Gracias─ la habitación estaba equipada con lo necesario para sobrevivir, seguro a una eventualidad de este estilo. Al fondo, en medio de la penumbra, estaba un sofá, caminé hasta él con paso lento. Estaría aquí un buen rato.

Dejé caer mi cuerpo en sobre la cómoda tela. y acomodé mi cabeza sobre un cojín. Luego sentí las lágrimas rodar por mis mejillas.

─ ¿La bomba les ha hecho daño? ─ pregunté a la IA.

Pero ella no me respondió.

Y yo no limpié ninguna de las lágrimas que resbalaron por mi mejilla, y luego mojaron levemente el sofá.

Mis ojos se estaban cerrando solos, y mientras me quedaba dormida me prometí a mí misma una cosa.

En la próxima, yo estaría allí con ellos, no les dejaría luchar solos. No otra vez.

Cuando abrí los ojos nuevamente, la habitación estaba helada y oscura. Me senté de un golpe, y pasé una mano por mi cabello.

─ ¿IA? ¿qué ha pasado? ─ cuestioné.

No obtuve respuesta.

─ ¿IA? ─ una luz roja comenzaba a brillar en una esquina, seguramente indicaba una cámara.

─Parece que todo está volviendo a la normalidad, el enfrentamiento ha dejado de ser tan violento. Los atacantes han cantado derrota, y están comenzando a marcharse.

Solté un suspiro, aliviada, y me coloqué en pie.

─Necesito subir a ver a los chicos─ emití, mientras me acercaba a las puertas del ascensor.

─No puedo permitir eso, tengo estrictas órdenes de mantenerla aquí, a salvo. Debe esperar a que se me indique lo contrario─ me mordí el labio inferior y suspiré, definitivamente, terminaría por tenerle odio a estas cosas del demonio.

─ ¿Para qué Itachi se hizo con una cosa como tú? Eres un real dolor de cabeza─ admití, mientras volvía a sentarme en el sofá.

─El señor Itachi tendrá sus razones, pero si puedo decir que está orgulloso de tenernos a mí y a mis. . . ¿hermanos? ─ gruñí.

─ ¿Por qué no sabía que ustedes existían? llevo ya un tiempo vivido aquí─ temblé levemente, debido al frío que hacía.

─Está temblando, acomodaré mejor la temperatura─.

─No respondiste mi pregunta, y deja de tratarme con tanto respeto. . . no soy una mujer de edad─ palpé el mueble y encontré una manta bastante suave, la utilicé para cubrirme.

─Teníamos órdenes de permanecer ocultos─ esperé unos segundos, a ver si decía algo más, pero no fue así.

─Tengo otra pregunta. ¿Por qué los ojos de Shisui. . . ?

Las puertas del eleveador se abrieron de golpe, y la luz volvió al lugar. Naruto, Sasuke y Shisui salieron de ahí.

Me coloqué en pie de un salto y corrí hasta ellos, abrazando primero a Shisui, luego a Sasuke y por último a Naruto, el cual me correspondió con tanta fuerza que pensé que me sacaría el aire.

Luego los observé, ninguno de ellos estaba herido de gravedad.

─ ¿Dónde está Itachi? ─ demandé saber.

─Arriba, arreglando algunas cosas, ya vendr- ─ pero las puertas del ascensor ya se estaban cerrando frente a mí, antes de que Sasuke pudiera terminar de hablar.

El corazón me latía con fuerza, y aquella subida me pareció eterna.

─El señor Itachi viene en camino─ me aclaró aquel programa parlante.

Cuando las puertas se abrieron, lo primero que percibí fue la figura de Itachi caminando en dirección a las puertas del elevador. Sus manos estaban en su cabello, haciéndose una especie de recogido. Sudaba y algunas partes de su cuerpo tenían vendajes.

─Deberías estar con los demás─ su voz estaba levemente ronca, seguro era producto de vociferar órdenes a sus subordinados.

─Nunca vuelvas a hacer que me preocupe tanto por ti, maldita sea─ el pelinegro me sonrió burlón, sin embargo yo le detuve su caminar, colocando ambas manos en su pecho. Podía sentir el latir acelerado de su corazón bajo mis dedos. ─No pude pensar otra cosa que no fueras tú, con una bala en el pecho. . . Joder Itachi, la pasé fatal. Quería venir y ayudarles, pero sabía que simplemente podía ser considerada como un estorbo─ su mano derecha acarició mi espalda, mientras sonreía.

─Estamos bien, estoy bien─ musitó.

Le miré a los ojos, antes de decir:

─Eso lo decidiré yo, Itachi─ gruñí, antes de agarrarle con fuerza de su polera negra.

Y lo besé.

Aquí les dejo otro capítulo, espero que disfruten leerlo tanto como yo escribirlo. <3