11- Agatha & Nick
Agatha clavó una mirada de asco en su vaso de coca cola.
No era de las que se emborrachaban hasta perder el sentido, eso pegaba más con Dominique, o incluso con Rose... Pero en ese momento, definitivamente, necesitaba un trago. La imagen de James restregándose contra una morena encima de una tarima no era algo que le agradara a la vista.
—¡Qué pasa hermanita! —Scorpius apareció a su lado, sobresaltándola.
—¡Merlín, Scorp! —Agatha se llevó una mano al pecho—. No hagas eso.
Él soltó una carcajada.
—¿Dónde están las chicas? —preguntó, al tiempo que se apoyaba sobre la barra, para servirse otra ronda de vodka con lima.
—Roxanne y Dom están con Taylor —Agatha señaló la mesa de ping pong, donde las tres chicas se enfrentaban a Edward, Robert y Lysander.
—¿Desde cuándo en el beer pong hay que desnudarse? —Scorpius arqueó una ceja. Edward y Lysander solo vestían un bañador, al igual que Taylor y Dominique, quienes estaban en biquini, regalándoles la vista a varios adolescentes que no les quitaban el ojo.
—Ha sido idea de Dom, para compensar que Sander y Roxanne no pueden beber hoy —explicó su hermana—. Cuando la pelota cae en sus vasos, en lugar de beber, se quitan una prenda.
Scorpius esbozó una sonrisa que decía claramente "tan típico de Dominique".
—No sabía que Roxie era tan buena al beer pong —observó.
La morena era la única que seguía vestida tal cual había llegado a la fiesta, y lo mismo sucedía con Robert. Ambos intercambiaban miradas desafiantes y divertidas, mientras eran animados por todos los que los rodeaban.
—Todavía no ha fallado una, creo que McClain se lo ha tomado como algo personal ―Sonrió Agatha.
Scorpius dio un trago de su bebida.
—¿Y Liber?
—Lleva toda la noche ejerciendo de relaciones públicas —rio Agatha—. Acaban de venir a buscarla unos amigos suyos, para que fuera a saludar a otros, o algo así...
—Es normal —Scorpius encogió los hombros—. Se crio aquí y hace bastante que no viene, habrá mucha gente con la que tenga que ponerse al día —Dejó de hablar cuando se percató de que su hermana no le estaba prestando atención.
En lugar de escucharlo, Agatha había vuelto a mirar a James, quien en ese momento se daba el lote con la misma morena con la que segundos antes twerkeaba como si no hubiese mañana.
Scorpius posó una mano sobre el hombro de su hermana.
—No merece la pena, Lyra —Le susurró, en el tono más reconfortante que fue capaz de articular.
La rubia sacudió ligeramente la cabeza, volviendo al mundo real. Su hermano era casi el único que la llamaba por su segundo nombre; solía emplearlo cuando pretendía ser más cercano; de este modo le hacía ver que conocía todo sobre ella, que podían confiar el uno en el otro sin necesidad de tapujos.
Agatha alzó las comisuras de los labios y Scorpius solo asintió; su hermana nunca había sido de las que hablaban por los codos, así que había aprendido a leerla con el paso de los años; conocía todos y cada uno de sus gestos, sus tics, y sus manías. Sabía que una sonrisa de la rubia comunicaba más que mil palabras en otra persona; era una chica totalmente especial, y James Potter un auténtico idiota por haberle hecho daño.
—Parece una chica simpática —Agatha cambió de tema, y señaló a Cassidy, que seguía en la playa, junto a Safary y Albus, donde Scorpius los había dejado hacía unos minutos para ir a buscar un trago y, por qué no, chequear en qué andaban los demás.
—Eso parece —El rubio asintió. La animadora le había caído en gracia, además era más que guapa.
—Al menos, la mayoría lo estáis pasando bien —Esta vez la chica sonó algo más animada, mientras desviaba la vista hacia su derecha, donde, en un rincón, Rose se enrollaba con Luke Anderson. Esta era la razón principal por la que Agatha seguía ahí, en lugar de unirse al resto de sus amigos, Rose llevaba un par de copas de más, y la mayor de los Malfoy estaba encargada de vigilarla.
Scorpius no pudo evitar que una mueca de asco asomase a su rostro cuando siguió la dirección de la mirada de su hermana. Frunció el ceño, se llevó el vaso a los labios, y vació todo lo que quedaba de bebida de un solo trago.
—Relaja un poco, te va sentar mal —lo reprendió Agatha.
El chico se sirvió un vaso de ron-cola, e hizo un gesto de cabeza para evitar la reprimenda.
—Vuelvo con Al —dijo en cuanto tuvo su cubata lleno—. Ten cuidado con ese —Señaló a uno de los futbolistas, que venía claramente hacia Agatha, no obstante, al verlo bastante sobrio no lo consideró una amenaza para su hermana—. Y disfruta tú también, te lo mereces —Le sonrió antes de bajar las escaleras de madera que daban directamente a la arena de la playa.
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—¡Baja de una vez, chaval!
El DJ contratado por Emma intentó echar a Fred fuera de su cabina por cuarta vez. No obstante, el chico no parecía querer darse por vencido.
Al presenciar la escena, Liber se disculpó con Bastian, Violet, y Marlene, con quienes había estado hablando los últimos minutos, y subió a la cabina.
El DJ suspiró aliviado al verla. Aunque se consideraba joven, le sacaba varios años a todos los críos que estaban en la fiesta. No le agradaban los niñatos, y mucho menos los que iban más ebrios de lo habitual y se creían que podían robarle el puesto con cero experiencia, como ese chaval de acento raro. Esperaba que la chica consiguiera hacerlo bajar.
—Sácalo de aquí, no me deja hacer mi trabajo —El joven miró a Liber, al tiempo que señalaba a Fred con la cabeza.
—Fred, ven conmigo —le pidió ella, cogiendo una de las manos del chico. Se veía algo ebrio, pero no tanto como para no razonar perfectamente, simplemente estaba más contento y desinhibido de lo habitual (que no era poco).
—Liber, yo solo quiero pinchar un par de canciones —Él la miró con su mejor cara de cachorrito—. Pero el carca este no me deja...
Ella tuvo que contenerse para no echarse a reír.
—Fred, los demás te están buscando —Lo jaló ligeramente hacia afuera, pero él se mantuvo firme.
—Venga, Lib, te prometo que después lo dejo en paz —suplicó. Tenía la voz un poco pastosa, pero igual sonaba convincente. Literalmente, se arrodilló en el suelo delante de su amiga para intentar darle pena.
La chica exhaló un suspiro antes de apartar la mirada de Fred y posarla sobre el DJ.
—¿Podrías dejarlo pinchar un poco? por favor, te aseguro que es bueno, sabe manejarlo —pidió educadamente.
—Mira, pareces una tía legal, no veo motivos para no fiarme —señaló el DJ—, pero este equipo cuesta una pasta. No puedo arriesgarme a que un crío se lo cargue.
—Yo me responsabilizo de cualquier posible desperfecto —aceptó ella, encogiendo los hombros—. ¿Tienes chequera?
El DJ asintió. Le tendió a la chica el talón con el que cobraría al final de la fiesta, y un bolígrafo. Ella cogió ambos y rápidamente escribió su nombre, apellido, y un número de cuenta, para entregárselos de nuevo.
—Si tu equipo sufre el más mínimo daño, solo tienes que reclamar este cheque en el banco —explicó—. En cuanto comprueben que dices la verdad, se te entregará el dinero.
Cualquier duda que pudiese quedar en la mente del joven se despejó al leer el apellido Blanchard sobre el papel.
—Aquí están los mezcladores, ahí el control de sonido, y ahí la bases —Señaló las distintas partes de la cabina—. Toda vuestra.
Fred dio un salto, alzando el puño derecho al aire en cuanto el DJ salió.
—Sabes que eres la mejor amiga del mundo —Cogió a Liber por las mejillas y le estampó un sonoro beso en la frente.
—No estropees nada, ¿vale? —Le pidió ella entre risas.
Fred asintió imitando un saludo militar, y enseguida se colocó los cascos al cuello.
—¡Vamos a darle marcha a esto! —exclamó efusivo.
Liber lo miró sonriendo. A partir de ese instante Fred estaba en su mundo, excusaba intentar decirle cualquier cosa.
Salió de la cabina y saltó a la arena, justo en el momento en el que Nick Gallaher pasaba debajo. Cayó sobre él, provocando que ambos se fuesen contra el suelo.
—¡Lo siento, lo siento! —exclamó azorada.
El chico tardó un segundo en asimilar lo que había ocurrido, no obstante, en cuanto lo hizo, esbozó una sonrisa divertida.
—No pasa nada —Miró a la animadora, que todavía estaba sobre él—. Estoy seguro de que muchos pagarían por estar en mi lugar. No todos los días te llueven chicas guapas del cielo.
Liber sonrió, notando como sus mejillas se ruborizaban, todavía más al percatarse de que seguía aplastando al jugador de waterpolo. Se apoyó sobre sus manos y se echó hacia atrás, quedando sentada al lado de Nicholas.
—Eso no tiene buena pinta —Clavó la mirada en la frente de Nick, donde su codo había impactado al caer—. ¡Merlín!, ¡cómo puedo ser tan torpe!
Nicholas se sentó también, llevándose una mano a la frente, y notando enseguida como la piel comenzaba a hincharse.
—Ahora que lo dices, no me encuentro muy bien —comentó con la voz algo temblorosa—. Creo que me estoy empezando a marear.
Liber se puso completamente blanca. No soportaría ser la causante de que un compañero suyo sufriera una lesión. Lo intentaría ayudar ella misma si no fuese porque era totalmente nula en hechizos sanadores...
—Voy a buscar ayuda —Intentó ponerse en pie, pero una mano la retuvo, agarrándola por la muñeca.
Cuando se giró, se encontró con la mirada burlona de Gallaher:
—¿Siempre eres tan inocente? —Él esbozó una sonrisa ladeada.
—No soy inocente, soy realista —replicó ella, extrañada—. Prácticamente me he abalanzado encima tuya, y estoy viendo cómo se te está hinchando la frente.
Nick se echó a reír.
—Tienes permiso para abalanzarte encima de mí siempre que quieras —señaló divertido—. Créeme, ha merecido la pena, al menos así he podido hablar contigo. Es difícil ser amigo de Jasper y no querer conocerte.
—De acuerdo —Ella hundió ligeramente los hombros y sonrió—. Pero no creas que suelo hacer esto. Normalmente soy capaz de hablar con la gente sin tirarme encima primero —añadió, también riendo.
Nick asintió, divertido. Detrás de ellos, Fred estaba pinchando un perfecto mashup de Start me up y Living on a prayer, con el que prácticamente la totalidad de los asistentes a la fiesta estaban bailando como locos.
—Es muy bueno —Nicholas señaló con la cabeza la cabina del DJ.
—Fred tiene mucho talento para la música —afirmó—. En Hogwarts se libró de varios castigos a base de cantarle serenatas a las profesoras más jóvenes —recordó.
—Si yo intentase algo parecido, lo más probable sería que me doblasen el castigo — Nicholas hizo una mueca graciosa.
—¡Aquí estáis! —Jasper se aproximó a ellos, con su inseparable vaso de plástico en una mano—. ¿Qué hacéis? —intentó sonar natural, pero la nota de desconfianza fue más que evidente para ambos.
Nick se puso en pie, y alargó una mano hacia Liber, para ayudarla a levantarse también.
—Blanchard ha tenido un repentino ataque de rabia y me ha golpeado la cabeza —dijo con total naturalidad—. Es más agresiva de lo que parece —añadió divertido.
—¡Oye! —Entre risas Liber le dio un suave puñetazo en el brazo.
Le agradaba ese chico, era directo y parecía maduro para su edad.
Jasper frunció el ceño.
—Ya... —No le hacía la menor gracia ver a Nick en ese plan tan cómplice con Liber. Pero se contuvo, no podía montar una escenita de celos en medio de la fiesta, primero, porque con eso solo conseguiría que Liber siguiera viéndolo como un estúpido; y segundo, porque seguro que Beverly andaba cerca... En toda la noche apenas lo había dejado un par de minutos. Exhaló un suspiro y miró a la castaña—. ¿Qué tal la vuelta?, no me puedes negar que extrañabas esto —Abrió los brazos, refiriéndose a la fiesta en sí, y al ambiente californiano.
Ella ladeó la cabeza.
—Sí, lo extrañaba —aceptó. No mentía, adoraba Hogwarts, pero California era su hogar.
Jasper sonrió de oreja a oreja.
—¿Te acuerdas de aquella vez, cuando teníamos diez años, que no nos dejaron ir a surfear una tarde, y nos escapamos a las tres de la mañana?
—Mis padres no estaban y Chris y Mack se habían quedado cuidándonos —recordó Liber.
—¡Sí!, se volvieron locos para encontrarnos —completó Jasper divertido.
—Lo que mejor recuerdo, fue la bronca que nos cayó después —añadió Liber, con una sonrisa—. Mack estaba desquiciada, llamando a las autoridades para que dejaran de buscarnos, y Chris no paraba de gritarnos.
—Fue la primera vez que lo vi cabreado de verdad —Asintió Jasper—. Aunque tú conseguiste calmarlo. Siempre lo hacías, bastaba una sonrisa tuya para que Chris hiciese lo que fuera —añadió, en un tono más meloso.
Nick realizó una mueca burlona, pero se abstuvo de hacer comentarios. Mientras, Liber no pudo evitar sentir como algo se le removía por dentro. Casi había olvidado lo sencillo que le resultaba hablar con Jasper. Tenían tantos buenos recuerdos juntos que le dolía pensar en cómo había terminado todo.
—Podríamos ir a surfear mañana, para revivir viejos tiempos —Jasper le lanzó una mirada esperanzada.
Liber se mordió el labio, y negó ligeramente con la cabeza.
—Jasp, las cosas ya no son como antes —murmuró.
—¡Cariño! —Beverly se acercó a ellos, como atraída por un imán. Lucía una sonrisa impresionantemente falsa—. Me doy la vuelta un segundo y ya te escapas, no vuelvas a hacer eso —Entrelazó su mano con la de Jasper, y le dio un beso en los labios, para, a continuación, mirar a los otros dos—. ¡Liber! ¡Nick! No os había visto —dijo divertida.
—¿En serio Beverly? —Nicholas sonó completamente sarcástico—. La próxima vez haré una entrada como la tuya, así me aseguraré de no pasar desapercibido —añadió, guiñándole un ojo a la rubia, que se limitó a dedicarle una mirada cortante.
Jasper se removió incómodo, al igual que Liber.
—En fin, ¿de qué hablabais? —volvió a intervenir la rubia, como quien no quiere la cosa, y aprovechando para pegarse un poco más a su novio.
—Recordábamos viejos tiempos —comentó Jasper, cortante.
La rubia sacudió las manos
—¡Oh por favor!, estamos en una fiesta, ¡solo un idiota se pondría a hablar del pasado! —señaló con total naturalidad.
—Bueno, yo tengo que volver —dijo Liber. Se sentía totalmente fuera de lugar, aunque no era la única.
—Lo siento, Liber, no pretendía incomodarte, olvidaba que lo único que tienes en común con nosotros es el pasado —Beverly esbozó una sonrisa que destilaba hipocresía.
La menor de los Blanchard no contestó, pues en ese momento comenzaron a sonar los acordes de Black or White, seguidos de la voz de Fred, que, a través de los altavoces, llegaba a todos los presentes en la fiesta.
—¡Buenas noches a todos! Para los que le importe. Y para los que no, me vais a tener que oír igual, estoy hablando por un micro, así que os aguantáis —comenzó a decir, en un tono jovial y divertido. Varias risas se oyeron por encima de la música—. Esta canción va para mis chicas, Roxanne, Dominique, Rose, Agatha y, sobre todo, Liber. ¡Muchas gracias por traernos y dejarnos vivir todo esto contigo! —gritó contento. Muchos aplaudieron, contagiados por la felicidad de Fred y animados por el alcohol que a esas alturas corría por sus cuerpos.
»Os he visto bailarla y cantarla millones de veces, así que ya estáis las cinco subiendo a la tarima, sin excusas.
Liber se giró, encontrándose con el gesto sorprendido de Jasper.
—¿No te atreves a subir? —rio Nicholas.
—No es eso...
—¡Lib! ¡Vamos! —Rose llegó a ella, junto con Roxanne, y entre las dos la jalaron hasta la tarima, donde ya estaban Dominique y Agatha, ambas sonriendo divertidas.
Era su canción, cierto. Las cinco se sabían la coreografía a la perfección, Michael Jackson estaría orgulloso de ellas. Escucharon varios gritos de ánimo, y enseguida se dejaron contagiar por la marcha colectiva.
Dominique comenzó a cantar amparada por los silbidos de los chicos. Ni siquiera le molestó que Fred eliminara la parte vocal de la canción, dejándola en modo karaoke.
Dom: I took my baby on a Saturday bang
Boy is that girl with you
Yes we're one and the same
Rose: Now I believe in miracles
And a miracle has happened tonight
Rose le dio un suave empujón hacia adelante a Lib, que entre risas tomó el relevo:
Liber: But if you're thinking about my baby
It don't matter if you're black or White
El público ya había empezado a seguir el ritmo de la música con las palmas, causando varias risas divertidas entre las cinco chicas.
Cassidy y Safary clavaron una mirada airada en Albus y Scorpius cuando estos dejaron de hacerles caso para aclamar y animar a sus amigas. A su vez, Beverly no pudo evitar que un bufido escapara de sus labios al percatarse de lo anonadado que se había quedado Jasper mirando a Liber.
—¡Vamos chicas! —Lorcan agitó los brazos en el aire, divertido, al igual que su gemelo, que ya seguía los pasos de baile de las chicas con un estilo envidiable.
Dom: They print my message in the Saturday Sun
I had tell them I ain't second to none
Agatha: And I told about equality
And it's true either you're wrong
Or you're right
James dejó de lado a la morena con la que se había estado enrollando, para observar admirado a la chica Malfoy.
Roxie: But if you're thinking about my baby
It don't matter if you're black or White
—¡Eso es Rox! —La aclamaron Taylor y Robert, que bailaban animados junto con Edward, quien estaba demostrando un talento hasta el momento oculto para imitar a Michael Jackson.
Las cinco seguían bailando sin perder el ritmo, a pesar de que tampoco podían dejar de reír. Eso no era diferente de las fiestas de pijamas en la Madriguera, donde habían montado cientos de bailes y actuaciones improvisadas, o incluso en los bailes de Halloween en Hogwarts. Sabían cómo hacer suya la canción.
Nick le guiñó un ojo a Liber, cuando sus miradas se cruzaron. Ella le dedicó una sonrisa como respuesta.
Dom, Rose, Liber, Agatha, Roxie:
I am tired of this devil
I am tired of this stuff
I am tired of this business
Sew when the going gets rough
I ain't scared of your brother
I ain't scared of no sheets
I ain't scared of nobody
Girl when the going gets mean
Fred saltó a la tarima desde la cabina del DJ, con el micro en la mano.
Fred: Protection
For gangs, clubs, and nations
Causing grief in human relations
It's a turf war
On a global scale
I'd rather hear both sides of the tale
See, it's not about races
Just places, faces
Where your blood comes from
Is where your space is
I've seen the bright get duller
I'm not going to spend
My life being a color
—¡Quiero un hijo tuyo! —gritó una chica desde el público.
Agatha: Don't tell me you agree with me
When I saw you kicking dirt in my eye
Rose: But you're thinking about my baby
It don't matter if you're black or white
Liber: I said if you're thinking about my baby
It don't matter if you're black or White
Roxie: I said if you're thinkin' of being my brother
It don't matter if you're black or White
Dom, Rose, Liber, Agatha, Roxie, Fred:
It's black, it's white
It's tough to you to be, yeah yeah
It's black, it's White
El público se sumó al coro, dando palmas y bailando
It's black, it's white
It's tough to you to be, yeah yeah
It's black, it's White
It's black, it's white
It's tough to you to be, yeah yeah
It's black, it's White
It's black, it's white
It's tough to you to be, yeah yeah
It's black, it's White
En cuanto la música dejó de sonar, todos gritaron emocionados y corrieron a la tarima, a felicitar y alabar a Fred y a las chicas. Ellas solo podían reír felices, al igual que todos sus amigos, sin duda, satisfechos y contentos de poder vivir experiencias como esa.
Ese año se veía muy prometedor.
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