16. Durante de...(parte 7)
Nadie sabe con precisión como comenzó todo, hay tantas versiones del origen de Un Mundo Libre que es prácticamente imposible saberlo. Muchas versiones varían, pero todas tienen algo en común, un chico de 14 a 21 años llamado Joel Villanelle Zaragoza, en las fotografías solo se puede ver a un joven de hermosa apariencia, casi andrógina, nadie pensaría que esa inocente mirada sería la causante de tantos desastres. Algunos dicen que fue gracias a su belleza y aparente inocencia que logró plantar la idea en la mente de las personas, acababa de suceder la gran guerra biológica y todos estaban confundidos, pero entre los escombros del viejo mundo llegó Joel y supo poner orden a las cosas, una versión cuenta que Joel era un desequilibrado mental, un loco que convenció a otros locos de la existencia de dichos seres, en las ciudades Libres decían que Joel, debido a ser la persona más perfecta de la tierra fue visitada por las criaturas de otros mundos, quienes le revelaron la verdad durante una noche estrellada. En las escuelas de las ciudades New contaban la historia de Joel Villanelle Zaragoza, un joven escritor apasionado por la vida, el cual recibió el secreto de la vida por la gracia divina de los dioses, él fue escogido debido a su belleza y pureza, y en vez de ocultar el secreto de la verdadera felicidad decidió compartirla en forma de varios libros, fueron muchos quienes los leyeron, pero pocos fueron aquellos que realmente los comprendieron. Además de Joel todas las versiones tienen algo más en común: empezó poco a poco; de alguna manera Joel logró convencer a un grupo de personas sobre la existencia de dichos dioses espaciales, criaturas gigantes y monstruosas que observan el planeta, decidiendo si devorarlo o no; aquella pequeña idea se paso de boca en boca y cuando menos lo pensaron ya estaba sucediendo un golpe de estado; increíblemente nadie hizo nada, pensaron que sería algo temporal, las guerras son cosas del pasado, ¿Verdad? Todos tienen derecho a su libertad, al menos así fue hasta que UML llegó al poder.
En esos 7 años desde que empezó todo Joel destrozó el mundo por completo y cuando murió a los 21, nada cambió, todos esperaban que con su muerte y con el suicidio colectivo de los miembros de UML hicieron para llegar más rápido a la nebulosa espacial todo volviera a ser como siempre, a la normalidad, pero la normalidad era esa, esa era la nueva normalidad. Las mujeres perdieron sus trabajos, los hombres fueron reclutados de forma forzosa al ejército y si tenías una hermosa apariencia lo más seguro es que te esclavizarán sexualmente. Nadie notó cuando paso y cuando lo hicieron, cuando UML llegó al poder ya era demasiado tarde. Fueron como un virus, permaneció inactivo por años en algunas zonas del mundo y cuando se activó de un solo golpe destruyó todo a su paso, en otras partes el virus iba lento, muy lento pero propagándose de forma segura, en pequeñas ciudades New esparcidas por los países.
Y ahora eran ellos quienes pagaban las consecuencias, eran los jóvenes quienes luchaban por sobrevivir, por el simple hecho de que sus antepasados no hicieron nada cuando todo comenzó. Ariam recordaba haber visto documentales en la escuela, eran documentales sobre los primeros días de UML al poder, veía como sacaban a los niños de las casas y se los daban a "padres más adecuados" como decía su maestra, también como aquellas personas bendecidas por la belleza eran subastados, a los que compraban se casarían con su comprador, quienes no serían esclavos, para Ariam el documental que más le llamó la atención fueron las protestas masivas: hombres y mujeres con pancartas y megáfonos, exigiendo que se cumplieran sus "derechos", gritando a todo pulmón cientos de ideas que se perdían en el mar de las palabras y luego a los soldados, aquellos soldados con el logo de UML en el pecho y el signo de los dioses en cada hombro, en ese entonces solo eran dos, uno en cada hombro y ellos les disparaban; los soldados lanzaban gas lacrimógeno, disparaban hacía las personas, les lanzaban bombas e incluso desplegaron varios tanques con los que trituraron a los manifestantes. A Ariam le parecía ridículo que protestaran de esa forma, si querían ver alguna clase de cambio primero debían obtener poder y la chica dudaba que alguno de esos treintañeros que aún vivían en casa de sus padres tuviera alguna clase de influencia, sin importar lo más mínima que fuera.
Pero allí, en el oscuro bosque, con la boca seca, los dedos ensangrentados de tanto aferrarse y corriendo por su vida que Ariam entendió que no tenía ningún poder, era igual o más miserable que aquellos protestantes.
— No puedo más...no puedo más...— dijo Liam ahogado, pero Ariam no le permitió dejar de correr, clavó sus uñas en las mangas del suéter y tiró, solo tiró y corrió.
Ariam tampoco podía más, ni siquiera estaba respirando, las manos de Ally alrededor de su cuello se lo impedían. Ariam quería detenerse, dejar que el cansancio se apoderará de su cuerpo, "No puedo más, no puedo más" repetía de igual forma en su mente, estaba cansada, quería parar y descansar, pero sus piernas se negaban a rendirse, era algo automático, era como si su cuerpo fuera una máquina de supervivencia para su familia, una familia que dependía en su totalidad de ella: en su pecho tenía a su bebé en el cangurero, en su espalda llevaba a su hija que no dejaba de llorar, dejando su nuca húmeda y pegajosa, con una mano tiraba de la muñeca de Liam y con la otra del cuello de la camisa de Lauren. Era difícil, pero ella no se iba rendir, no cuando tenía una familia que proteger.
— Liam falta poco, por favor, ¡Ya veo el auto! — era difícil, muy difícil, pero valía la pena, Ariam estaba acostumbrada a eso, a ser el pilar de su familia, a ser la protectora, quien lleva todas las cargas y sufre las consecuencias.
Cuando llegaron frente al auto Ariam tiró hacía adelante de su amado y de su hermana, haciendo que ambos chocaran contra el destartalado auto color verde limón, a penas fueron soltados por Ariam cayeron exhausto al suelo, Liam apenas podía respirar y Lauren era incapaz de sentir sus piernas. Con mucho cuidado Ariam se puso de rodillas, haciendo que Ally se bajara de su espalda, por el espejo de la ventana notó que su cuello tenía las marcas rojas de los dedos de la niña, había pensado en pedirle a Liam que le ayudará con la niña, pero se veía tan cansado que Ariam no tuvo corazón para pedirle ayuda.
— Mamá — Ally estaba notoriamente asustada, sus ojos estaban hinchados y enrojecidos, Ariam la tomó de la mano y la sentó en el capo del auto — ¿Qué vamos a hacer? ¿Qué pasará con los abuelos?
— No te preocupes por nada, mi princesa, los abuelos están bien, están pintando el cuadro, ¿Recuerdas? El cuadro familiar de todos nosotros. Todo está bien, ahora escucha, mamá va a buscar la llave, tú quédate aquí, si alguien viene le avisas a mamá, ¿de acuerdo? Cuida de papá — Ariam se arrodillo frente a Liam y le sopló aire a la cara, tomándolo de las mejillas y quitándole la chaqueta para que pudiera respirar mejor —, Respira Liam, vamos, respira, cariño, respira — Ariam bajo a su hija del capo del auto y la colocó frente a su padre, las mejillas de Liam parecían un par de tomates y su cabello se pegaba a su rostro por el sudor, parecía al borde del colapso —. Haz lo mismo que yo, hermosa, mirá, así — Ariam volvió a soplar aire en la cara de Liam —, hazlo para que papá se sienta mejor, ¿Sí? — Ally imito la acción de Ariam , pero agitando sus manitas para generar más aire, cuando Ariam vio que Liam comenzaba a calmarse fue tras su hermana — ¿Qué te pasa Lala? ¿Te lastimaste el tobillo?
— No lo sé...— Lauren también estaba ahogada, era como tener un trozo de pan seco y duro atorado en la garganta — no puedo sentir...sentir piernas...
— Okay, tranquila — Ariam le sacó el abrigo a Lauren y sobó con fuerza las piernas de la chica —. Mueve la cabeza a los lados, así desaparecerá el aturdimiento — Lauren obedeció y movió la cabeza de izquierda a derecha, y de derecha a izquierda —. Sigue moviendo la cabeza, solo muevela Lala — Ariam giró la cabeza hacía el oscuro bosque, en cualquier momento podrían encontrarlos y matarlos, no había tiempo que perder. La sudorosa y cansada chica examinó los árboles, no tardó mucho hasta encontrar el 44 en uno de los árboles, ese número comenzaba a gustarle y mucho —. Heaven, por lo que más quieras no vayas a vomitar a ahora — pidió la joven tirándose a cuatro patas sobre el árbol, cavando con sus uñas lo más rápido que pudo, Ariam ahogó un grito al sentir la uña de su dedo índice desprenderse, lentamente saco su mano de la tierra y vio con horror pero también con alegría la llave clavada en su carne, el trozo de metal del llavero estaba entre la carne y la uña, sin pensar en el dolor Ariam desprendió el llavero de su dedo, lo hizo de un solo tirón y abrió la puerta del auto, al quitar el seguro fue tras su hija que seguía soplando aire al rostro de su padre —. Ven, cariño — Ariam alzó a Ally y la niña comenzó a acomodarse en los brazos de su madre para dormir, pero para su sorpresa su progenitora la depósito delicadamente en el asiento para bebés del auto.
— Mamá, ¡No! ¡Quiero que me alces! ¡Por favor, no quiero estar sola, mamá! — Ariam estuvo tentada a sucumbir a los caprichos de su hija como usualmente hacía, pero haciendo uso de toda su fuerza de voluntad no cedió a los brazos extendidos de la niña, terminando de abrocharle el cinturón.
— Ahora no, Ally.
— ¡Mamá! — lloriqueo la niña.
— ¡Dije que no! — Ariam no quería gritarle, pero estaba tan cansada y angustiada que le fue imposible mediar sus emociones.
Con los dedos sangrantes colocó a Heaven en el otro asiento para bebés y tiró la cangurera en el baúl, velozmente corrió hacía Liam, lo alzó con excesiva facilidad, aquello fue como un puñal en la garganta, duro de tragar, Liam estaba tan delgado, tan flaco, apenas si pesaba más que Ally. La muchacha abrió la puerta depositando con cuidado a Liam al lado de Ally, y Heaven en el asiento trasero, para ese entonces el chico estaba inconsciente. La joven fémina extendió su mano ensangrentada apartando unos mechones húmedos del rojo rostro del muchacho, la sangre de su dedo herido recorrió el rostro perfecto del muchacho, la fémina no contuvo una mueca de júbilo admirando su futuro frente a ella: su esposo y sus hijos.
— Ya falta poco, mí príncipe — bisbiseo Ariam inclinándose y dándole un beso a Liam —, pronto seremos libres.
Temiendo que su padre estuviera cerca, Ariam cerró la puerta y fue en busca de la última que faltaba, intento alzarla de la misma forma que con Liam, pero a penas hizo fuerza terminó por dejarla caer, Ariam se enderezó e inspiro aire, tratando de conseguir con ello algo de vigor para poder arrastrarla por el suelo.
— ¡Ah! ¡Pero que pesada! — Ariam tiraba con fuerza de su hermana, ¿Cómo era posible que pasará tanto? Sin duda esos no eran 55 kilos como su hermanita tanto afirmaba.
— ¿Me estás llamando gorda, tonta del culo? — exclamó Lauren ofendida, Ariam detuvo sus intentos por subir al auto a su hermana.
— Si tienes energías para insultarme tienes energías para ponerte de pie — Ariam comenzó a alejarse para ir hacia el asiento del conductor cuando Lauren la detuvo, aferrándose a sus tobillos.
— ¿Cómo puedes ser tan cruel? ¿Acaso no ves que ya no soy Lala sino que ahora soy Lali?
— ¿Lali?
— ¡Lalisiada! ¡No siento mis piernas! ¡Ten piedad Ariam!
Ariam tomó aire y paciencia de donde no tenía, terminó de colocar a Lauren en el asiento de copiloto, a penas Lala estuvo asegurada en el asiento, Ariam corrió dentro del auto, con sus filosos dientes rompió un trozo de su blusa y lo amarró alrededor de su dedo, encendiendo el auto y lista para marcharse, pero antes de hacerlo intento ver hacía la casa donde había sido tan feliz los últimos días, desde el fondo de su corazón esperaba que su mamá y papá estuvieran bien.
— Mamá, abre la ventana, el señor Miño quiere aire — exigió Ally sacando al peluche de dentro de su abrigo y acomodandolo a un lado en su asiento.
Ariam obedeció y comenzó a conducir, ¿A dónde? No sabía, no conocía en lo más mínimo el mundo exterior, su plan era encontrar algún teléfono público y llamar a la tal Tyline, según Jonathan ella los ayudaría.
El cielo estaba teñido de naranja cuando Liam despertó, el aire caliente aporreaba su rostro y todo a su alrededor se encontraba borroso, el chico se movió un poco notando algo a su lado, era un asiento para bebés vacío, Liam miró a su alrededor y se dio cuenta de que el auto estaba vacío, ¿Dónde estaban todos? ¿Y sus hermanas y sus hijos? Liam comenzó a alarmarse, en especial cuando una mano tiró de su collar de esclavo, casi ahogandolo, Liam se sacudió soltándose del agarre de quien fuera que le estaba haciendo aquello, el muchacho respiró hondo estremeciéndose del miedo, acto que provocó risitas por parte de quien le tiró del collar y estaba al lado de la ventana.
— Despertaste bello durmiente — dijo Lala con una sonrisa —, ten — su hermana le extendió un sándwich de queso —, Ariam lo compró para ti mientras estabas en coma, ¿O quieres algo más? Plata tenemos de sobra, hay más de siete millones en la mochila que nos dejaron en el hotel, ¿Lo puedes creer? Lo que yo no puedo creer es que no tengan caviar en este lugar, ¡Una locura! ¿Verdad? — Lala recostó su cabeza contra la ventana, devorando ágilmente las tiras de regaliz y la hamburguesa vegetariana en sus manos — ¿Qué te pasa? — pregunto al notar la mirada de Liam.
— ¿Dónde está Ariam? — Lauren señaló detrás de Liam con una de sus uñas perfectamente pintadas.
Liam miró en la dirección en la que su hermana señalaba y vio a Ariam, con una mano sostenía a Heaven que gustosamente se pegaba el seno descubierto de la chica y con otra mano un teléfono público. Liam se dió cuenta que incluso con un bebé pegado a ella Ariam seguía viéndose hermosa, pero pronto notó que una mujercita aún más hermosa salía de una tienda al lado del teléfono y se acercaba con unas galletas en las manos.
— Hola papá — Ally se sentó de un salto en su silla para bebés —, ¡Mirá! Mamá le compró un chaleco al señor Miño, así no tendrá frío durante el viaje, lo cual no tiene sentido porque él es un armiño y los de su raza sólo los matan las marcas de ropa, esas marcas que le gustan a la tía Lauren para quitarles la piel y hacer abrigos, pero como sea, me gusta como se ve — la niña nuevamente colocó al señor Miño a su lado y partió la galleta en trocitos, dándole los más pequeños al peluche —, come señor Miño, aún tenemos mucho que recorrer — Liam no contuvo su sonrisa, incluso en una situación tan extrema su hija seguía siendo una niña inocente. Ally apartó su mano y al ver que todos los trozos de galleta seguían ahí miró con enojo al inocente peluche —. Escúchame bien pedazo de abrigo desteñido, luego no me andes diciendo que te duele la cabeza porque si te desmayas te despierto a golpes, señor Miño.
Liam tampoco contuvo su sorpresa, ¿desde cuando Ally usaba esa clase de palabras para expresarse?.
— Wow, digna hija de su madre la muy loca — Ariam finalizo la llamada, parecía algo preocupada pero se notaba que lo disimulaba, la joven con un bebé pegado al pecho fue hacía el vehículo, cuando estuvo cerca Lala abrió la puerta de su lado e ingreso al auto, continuando con su tarea de despedazar la hamburguesa y el regaliz.
— Liam, me alegras de que estés despierto — Ariam intento soltar al bebé de su pecho y colocarlo dentro del auto, pero el pequeño clavo sus deditos en el busto de su mamá, Ariam lo sujetó con más fuerza, el niño intentó poner resistencia pero al final cedió y liberó el pezón de su madre, Liam apartó la mirada y dejó que Ariam acomodará al bebé a su lado en la sillita, Liam intentó no prestar mucha atención a lo que Ariam hacía, porque a decir verdad Heaven parecía empeñado en recuperar su fuente de alimento, alzando sus manos queriendo alcanzar el busto de su madre, a Liam le parecía incomodó tener los pechos de Ariam tan cerca, en especial con uno de ellos por fuera de su blusa, pero él se concentró en la ardilla en uno de los árboles, ahora que lo pensaba todas las blusas de Ariam se podían abrir por la mitad, ¿Era acaso una clase de blusas especiales para mujeres lactantes? — Liam, ¿Ya comiste? ¿Quieres algo en específico? — Ariam se acomodo la blusa y con su clásica sonrisa de comercial de colgate espero cumplir cualquier deseo de su enamorado.
Liam negó sintiéndose algo nervioso, ¿Desde cuándo Ariam se había vuelto tan bonita? La forma en la que ella los había prácticamente cargado a todos para ayudarlos a escapar fue simplemente sorprendente: literalmente los alzó a todos, los guió por un mundo desconocido e incluso tenía energías para seguir cuidando de sus hijos pequeños; ¿Acaso había algo que Ariam no hiciera bien? Liam jamás pensó que ella fuera tan fuerte, pero, como siempre, Ariam superaba sus expectativas.
— Sólo agua, gracias.
— Claro — Liam recibió la botella de agua fría con una sonrisa, todavía sin mirar a Ariam, la chica lo notó y se desanimó, rápidamente llegó a la conclusión de que a lo mejor Liam se sintió incómodo por verla lactar en público.
— ¿Con quién hablabas por teléfono? — cuestiono el chico, aún sin mirarla, parecía que había algo muy interesante en el suelo del auto.
— Con Tyline, ella nos ayudará a cruzar a un pueblo donde hay instalaciones militares anti UML, allí estaremos a salvo hasta que podamos volver con mamá y papá o sacarlos, lo que primero pase.
— Vale, es una buena idea — Liam destapo la botella y tomó un sorbo de agua, todavía con la vista fija en el suelo tapizado negro, contando las migas de galletas que Ally había dejado en el suelo. Liam dejó que el agua fría bajara poco a poco por su garganta, era una sensación muy satisfactoria, tras humedecer sus labios Liam tapo la botella con la tapa e intentó mirar hacía afuera de la ventana, allí hacía mucho calor, tanto que Liam quiso quitarse su suéter, generalmente no hay ningún problema en que los hombres anden con el torso desnudo, pero él no iba a exhibir sus cicatrices. Tan atrapado estaba aquél muchacho en sus pensamientos que no notó cuando unas manos con una curita en uno de sus dedos lo tomó del mentón, no hasta que estaba cara a cara con un par de ojos turquesas — ¿Sucede algo? — con un suave movimiento de cabeza Liam apartó su rostro de la mano de Ariam y regreso su vista al suelo, al muy interesante suelo.
— Liam, ¿Por qué no quieres mirarme? — pero él no aparto su mirada del suelo — ¿Es porque alimente a Heaven en público? Estaba llorando y me desespere, pero si tú me lo pides no lo volveré a hacer en público.
— ¡No! ¡Ariam, claro que no! Lactar es muy importante, no puedes negarle la comida al bebé solo porque estás en público.
— ¿Entonces no te molesta?
— No, claro que no.
— Si es asi, ¿Entonces por qué no quieres mirarme? — hasta el momento Liam nunca había notado la expresión de angustia en el rostro de Ariam, ¿siempre era así? ¿Siempre ponía la misma expresión cuando él la rechazaba? A juzgar por la indiferencia de los demás pasajeros en el auto Liam supuso que sí, ¿Cómo pudo ser tan ciego y lastimar tanto a la joven que se desvivía por amarlo? Fue en ese instante que Liam comprendió lo egoísta que era, centrándose en su propio dolor y olvidando que existían en el mundo personas igual o peor que él —. Por favor dime, quiero saber qué sucede, dime ¿qué hice mal? Dime que falta cometí para que apartes tus hermosos y distintos ojos de mí, ¿Qué hice para no ser digna de ni una sola de tus miradas?
Usualmente Liam pensaba, analizaba y volvía a pensar en las palabras que saldrían de su boca, pero en esa ocasión no lo hizo, solo lo dijo, lo hizo mientras sus ojos desplazaban hasta la angustiada de la joven, la cual al oír sus palabras se emocionó o eso creyó ver Liam, el muchacho nunca había visto tantas emociones a la vez.
— Porque eres mi hermana pero no te estoy viendo como a una hermana.
Era como leer su sentencia de muerte en voz alta, Liam no quería amar a Ariam por múltiples razones, la principal era por el incesto, si bien los dos eran físicamente diferentes todavía estaba la posibilidad de que si fueran biológicamente hermanos, pero no solo era el incesto físico lo cual tanto lo asustaba, también era el incesto emocional, Liam la veía como a una hermana y para ser honesto no quería iniciar una relación romántica con la misma chica que alguna vez fue la niña que lo hizo comerse su propio vomitó, lo golpeaba y colocaba agujas en su cama. Liam sabía que las personas podían cambiar y Ariam no lo había lastimado desde hacía años, pero simplemente era incapaz de olvidar los muchos más años de maltrato.
— Se irán al infierno por degenerados — al oír esas palabras Liam rompió a llorar, realmente no quería sentirse así, no quería y Lala tenía razón, estaba mal.
— Cállate, Lauren — Lala saco su lengua en dirección a Ariam y murmuró "tendrán hijos deformes" terminando su hamburguesa, Liam se asustó, Lala tenía razón, podrían tener hijos deformes o con alguna enfermedad — Liam, no sabes la alegría que me das al escucharte decir eso, no quiero que pienses en mí como tú hermana, por favor, Liam, piensa en mí como mujer.
De solo pensar en estar con Ariam de una forma más íntima hacía que Liam quisiera arrancarse los ojos, no se sentía bien en lo más mínimo.
— No me siento cómodo con eso — usualmente Liam era incapaz de no complacer y decir lo que en realidad pensaba, pero si algo tenía claro es que Ariam no era Edgar y con ella podía decir sus pesares sin temor a represalias.
Efectivamente, Ariam no lo golpeo, tampoco le grito, mucho menos lo arrastró hasta el motel más cercano para violarlo, solo lo abrazo, esa clase de abrazos que te hacen sentir seguro y querido. esos abrazos que te dan a entender que todo estará bien.
— Lo sé, pero trata de hacerlo, por favor, lo mejor para los niños es brindarles la seguridad de un hogar con padres funcionales, si no lo haces por mí, hazlo por ellos.
Eso decepcionó un poco a Liam, ¿por qué Ariam tenía que usar a los niños para lograr sus objetivos? En eso Ariam y Edgar eran iguales: usaban a Heaven y Ally como peones para lograr sus metas.
— Esta bien, lo intentaré — Liam esperaba que su decepción no fuera tan notoria en su voz.
Ariam intentó besarlo en los labios pero él apartó el rostro, pero ella no se detuvo y beso la mejilla del asustadizo chico.
— Te amo.
Un último beso y Ariam regreso al asiento delantero del auto, lo encendió, bajo las ventanillas y comenzó a conducir. Para sus adentros Liam pensaba en lo agradable del viaje, aunque la situación era mala aún podían ver el lado positivo de las cosas, el auto color a limón no era nada parecido a los lujosos autos blindados de su padre y eso le gustaba, se sentía más libre, era agradable sentir el aire tibio en su rostro y toda la escena era tan cálida, y bonita que le recordaba a esas tarjetas 3D con paisajes, purpurina y hermosos colores crema, había muchas cosas que Liam extrañaba de la casa de su padre: su flor de narciso, su colección de catálogos de viaje y las tarjetas de cumpleaños/quinceañeras/buenos deseos que tanto le gustaban, pero todo eso era reemplazable y podría recuperarlo.
— Ahora debemos ir a un bosque a unas dos horas de aquí, es posible que los soldados de Edgar estén en las carreteras, debemos tener cuidado, Tyline nos dirá el camino más seguro.
"Más seguro" el camino más seguro hubiera sido no intentar escapar desde un principio y aceptar su horrible situación, ese era el único que garantizaba sus vidas, al menos las de Liam y Ariam, Liam no sabía lo que realmente su padre tenía planeado para Lauren, Ariam sí, ella si lo sabía y por ello debía sacarla de los pueblos New lo antes posible. En el mundo existen lugares llamados Grimore, edificios entre las montañas donde cosas malas pasan y donde las bajezas humanas están a la orden del día, pero pocos saben que debajo de Grimore hay otro lugar incluso peor: los llaman "testigos", niños y niñas que han tenido todo lo que desean en la vida, todo, absolutamente todo, cualquier cosa que piden se les da y lo que dicen es ley; Ariam siempre envidio a Lauren por ser tan consentida, una auténtica malcriada, pero no fue hasta que intento escapar de Grimore a los 15 años que supo que no tenía nada que envidiar, absolutamente nada; los testigos, también conocidos niños de alambre son criados con amor y cariño, son privilegiados, los favoritos de sus padres, sus familias aparentemente los aman, pero cuando cumplen 21 las cosas cambian y el amor desaparece; siempre es igual, les dicen que tienen un regalo para ellos y los llevan a las montañas, allí son forzados a cumplir su propósito de nacimiento; morir; debajo de Grimore esta el verdadero infierno, un lugar donde arrancan la piel, rompen huesos, queman y un sin fin de torturas más todo con tal de que estén tan cerca de la muerte pero sin llegar a morir, solo para saber que hay allí. El saber qué hay después de la muerte es uno de los mayores misterios de la humanidad, durante años se ha intentado obtener una respuesta desde el punto de vista religioso y científico, pero Un Mundo Libre llevo las cosas demasiado lejos.
Ariam recordaba ver la sangre y extremidades en todas partes, niños atados a camillas sin brazos o piernas, una mujer colgada del techo con sus órganos expuestos, un chico con un acido cayendo gota por gota en su pecho, pero sin duda lo más impactante fue cuando vio el nombre "Lauren AB" escrito en una de las jaulas para perros, mismas en las cuales encerraban a los niños de alambre.
Los llaman niños de alambre porque destrozan sus huesos, los vuelven polvo y estiran, y retuercen tanto sus extremidades, que efectivamente parecen hechos de alambre. La mayoría de ellos mueren durante el primer año como testigo, por eso siempre necesitan más testigos. El plan es que ellos sientan el mayor grado de dolor posible, tanto dolor que estén a punto de morir y así llegar al "otro lado", para saber si realmente existe la nebulosa ancestral, durante todo el proceso de tortura les muestran videos y fotografías de Joel, y quienes participaron en el suicidio colectivo, para que así cuando crucen al otro lugar los puedan reconocer y saber que todo es real. No conforme con querer torturar a su hija hasta la muerte Edgar pretendía ahora embarazarla y que produjera los bebés que Ariam había destruído. Ariam tenía en claro que debía sacar a su familia de la ciudad, nadie está a salvo en una ciudad New.
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