12. Hermanos de sangre

ADVERTENCIA.
Capítulo con muchas revelaciones reveladoramente reveladoras, pero sobre todo violento. Además, tengo ganas de hacer un capitulo de relleno pero enfocado en Ariam y su relación con Ally, un capitulo madre e hija, pero no sé, no sé.

Liam se cansó de esperar a Lorie, llevaba horas esperando su llegada y cada minuto sin saber nada de ella era una tortura. En un inicio Liam no pudo pensar en nada que no fueran aquellas pobres muchachas embarazadas en contra de su voluntad, pero entre más pasaron los minutos más distante parecía ese recuerdo, era como si Liam acabará de salir de una burbuja, todo estaba tan claro, las desapariciones, los orfanatos siempre llenos, los accidentes, todo. 

La idea gestante de que Lorie hubiera sido atrapada hacía a Liam querer vomitar y así lo hizo, a penas su cuerpo choco contra la pared de piedra del colegio las entrañas de Liam se contorsionaron provocando el vomito, dejándolo aún más aturdido. 

Liam ni siquiera notó que llevaba ya casi un día en el mismo lugar, ni siquiera notó cuando se hizo de noche y volvió a amanecer.

El chico seguía en la parte trasera del colegio, no quería entrar, no quería ver los rostros inocentes de las pobres chicas que en la graduación serían llevadas por camiones a dicho infierno verde, pero reuniendo el poco coraje que le quedaba fue en busca de Ariam, la única que podía darle las respuestas que tan desesperadamente necesitaba, ¿Cómo sabía ella de ese lugar? ¿Por qué sabía de ese lugar? La respuesta era tan obvia pero a la vez tan horripilante que Liam se negaba a siquiera pensarlo.

Liam encontró a Ariam en su habitación, terminando de colocarse un vestido violeta, de seguro preparándose para el discurso que Edgar tendría esa misma mañana.

— Ariam...— gimió Liam siendo incapaz de hablar.

Ariam se giró rápidamente y lo miró confundida, llevaba un peine plateado en las manos, mismo con el cual peinaba su rizos castaños.

— ¿Liam? — Ariam camino hacía él, notoriamente preocupada.

Liam avanzó un poco hacía ella, pero su cuerpo dejó de responder y cayó en los brazos de Ariam, para su sorpresa ella lo atrapo, era como si Ariam lo hubiera estado esperando todo ese tiempo.

Ariam lo sujeto con suma facilidad, Liam quiso pensar que era porque Ariam era muy fuerte, física y mentalmente, pero él sabía que la facilidad de Ariam para llevarlo en brazos se debía en parte a su bajísimo peso, el cual lo estaba dejando poco a poco en los huesos. Ariam lo sentó sobre la cama y le acaricio la cabeza, intentando calmarlo, pero Liam no podía ver mucho, solo los hermosos ojos azules simplones de Ariam y el collar de perlas colgando del cuello de la chica.

— Fui...fuimos...fuimos a Grimore — logró decir Liam.

Al instante Ariam palideció y con desesperación reviso el cuerpo de Liam, en busca de alguna herida, le quito los zapatos llenos de lodo, reviso dentro de sus pantalones, le subió el suéter y le reviso las muñecas, pero era difícil saber cuál era una herida reciente y cual no, en medio de tantas cicatrices no quedaba piel limpia, sin marcar por el dolor.

— ¿Por qué hiciste eso? — pregunto Ariam continuando con la revisión física de su hermano, pero se notaba a leguas que Liam estaba mal mentalmente.

— Necesitaba respuestas, por eso fuimos.

— ¿"Fuimos"? — de repente Ariam se detuvo en su búsqueda de heridas abiertas y miró a Liam con disgusto.

— Lorie, Lorie me dijo que fuéramos.

Ariam se agacho a la altura de Liam, luciendo genuinamente decepcionada.

— ¿Y tu fuiste tan tonto como para acatar su idea?

Liam evadió la pregunta, en vez de eso le contó a Ariam todo el infierno que habían pasado las últimas horas, con cada palabra Ariam miraba a Liam con más lastima, como quisiera ella poder abrirle la cabeza a Liam, desenrollar su cerebro y quitarle todos esos malos recuerdos.

— Lo que hiciste fue muy peligroso, ¡Pudieron haberte atrapado! — reprendió Ariam a Liam.

— No sé dónde esta Lorie, no la he visto desde que regrese — Ariam frunció el ceño, como si el mero nombre de Lorie le provocará nauseas. 

— Liam, debes ser más consiente — Ariam tomó las sonrosadas mejillas de Liam, luciendo genuinamente preocupada —. Si algo te pasa me muero, Liam, me muero.

— Alguien debió habernos expuesto — Ariam retrocedió, decepcionada de que Liam no la escuchará.

— ¿Qué quieres decir, Liam? ¿Quién querría exponerlos? Tú mismo viste que  Grimore es de muy difícil acceso, todos los Grimores son así, dudo mucho que haya alguien rondando por allí, más aún en un Grimore tan pequeño, a la mayoría de esclavos y esclavas los llevan a Grimores más grandes.

— Alguien encendió la alarma, ¡Lo sé! Lorie escucho un ruido y a los segundos empezó a sonar la alarma. Alguien nos vio.

— No te preocupes, ¿Dijiste que Lorie logró escapar? Bien, entonces no hay nada que temer, ya debe haber llegado al pueblo más cercano a la ciudad

Ariam no sabía el porqué del interés de Liam hacía Lorie, no era nada especial: demasiado delgada para ser siquiera considerada atractiva, si se ponía de lado casi desaparecía, sin un rastro de alguna curva que no fuera las curvas de sus huesos sobresaliendo de su piel, de cabello naranja cobrizo, extremadamente pálida y pecas por todas partes, era un poco orejona, además de que siempre tenía grandes ojeras negras, que la hacían ver como si nunca durmiera, casi siempre parecía cansada y, en la opinión de Ariam, siempre tenía la misma expresión de antipatía, como si estuviera oliendo un hedor constante. Fea, en todos los sentidos para Ariam Lorie era fea, muy fea, casi aberrante en su opinión.

Pero más aberrante para ella fue ver la hermosa piel de Liam mutilada y marcada por cientos de atrocidades.

— Liam — Ariam tomó la mano de Liam, en un gesto de solidaridad — ¿Qué te hicieron?

Liam tardó unos segundos en darse cuenta de que hablaba de sus cicatrices y cuando lo hizo sonrió con amargura, y dijo:

— Bienvenida al mundo de un hombre violado.

Ariam lo miró impactada y se puso de rodillas frente a él, suplicando perdón.

— ¡Perdoname! ¡No quise decir eso! ¡Perdoname, te lo ruego!

Liam se puso de pie y levanto a Ariam del suelo, arrepintiéndose de sus palabras crueles.

— Lo lamento, solo que me hiciste sentir como si creyeras que yo lo hubiera hecho apropósito, como si yo te hubiera violado con intención, como si yo no fuera víctima de todo esto también.

Ariam pareció repentinamente avergonzada.

— Lo siento, es que...nunca pensé que vieras a Grimore alguna vez.

Liam lo entendió y sentó a Ariam en la cama.

— ¿Por qué? — pregunto Liam, Ariam se cruzó de brazos y movió frenéticamente su tobillo, meditando las palabras correctas que debía decir a continuación.

— Porque siempre fuiste su favorito, Liam, su hijo dorado, su juguete preferido, su esclavo preciado — Ariam pasó saliva nerviosa y notoriamente disgustada —. Nunca debiste ver un Grimore, Liam, ese infierno no te concierne.

— ¿Y a ti sí? — al instante Liam deseó que sus palabras no fueran tan ásperas como sonaron.

Ariam bajo la cabeza amargada.

— Parí a siete bebés, Liam, cuatro bebés que jamás veré crecer, cuatro bebés que jamás sabrán de su proceder — Ariam levanto la cabeza, apretando sus manos contra su vientre, como si le doliera —. Ellos nunca sabrán que yo soy su madre, Liam, sus nuevos dueños nunca les dicen.

— Lo siento — pero Liam pronto se dió cuenta de lo que hablaba Ariam, ¿Ella...ella había dado a luz antes de Heaven? ¿Aquella niña de 19 años había dado a luz a siete niños?

— ¿Y ahora qué harás? — pregunto Ariam, todavía con una mueca amargada.

— No puedo dejar a Lorie sola, ¡No puedo dejar que abusen de ella allí arriba! Debo salvarla — dijo Liam intentando apartar sus pensamientos de la verdad sobre Ariam.

Liam trago saliva al notar la mirada amenazante de Ariam.

— ¿Te tengo que recordar que tienes a dos niños pequeños cuya vida depende de ti? Liam, ya no sólo debes preocuparte por ti mismo, tienes a dos hijos que te necesitan, no puedes ser tan egoísta, no con ellos — Liam bajo la cabeza pero Ariam clavo sus dedos en el mentón de su hermano pequeño, haciendo que la mirará —. Sabes muy bien que si algo te pasa ellos serán tú reemplazo, ¿Verdad? Serán los nuevos esclavos de papá.

Liam asintió, aún con la punta de los dedos de Ariam clavados en su mentón, ella tenía razón, Liam no podía ser tan egoísta. Pero antes de que Liam pudiera siquiera darse cuenta ya había hecho la pregunta que se había gestado en su mente de forma involuntaria. 

— ¿Por qué te sacaron se Grimore?

Ariam soltó a Liam y se enderezó, de repente ahora ella desbordaba superioridad y aburrimiento, cansancio, como si esa pregunta se la hubieran hecho muchas veces antes y estuviera cansada de responderla, pero Liam supo que Ariam nunca había hablado de ello y en su lugar estaba cansada de guardar todo para ella misma.

— Me comí a mis hijos, Liam, no tenía opción, era yo o ellos, no fue difícil tomar una decisión.

El golpe de la realidad fue más doloroso de lo que Liam hubiera deseado.

— Así que nunca hubo un internado, ¿Verdad? — Liam se cubrió el rostro sollozando —. No puedo creerlo...no puedo creer que mientras yo miraba televisión o leía un libro tu estabas siendo violada — Liam se arrodillo frente a Ariam provocando en la muchacha una extraña mirada, era casi lo que Ariam había estado esperando por mucho tiempo, pero por más que espero Liam no le ofreció un anillo — ¡Perdoname, Ariam! ¡Perdoname! ¡Lamento tanto no haber estado allí para tí!

Ariam acaricio la cabeza de Liam, enredando sus dedos en el cabello negro del amor de su vida, con cuidado de no jalarlo, la escena le causaba una extraña punzada en el estomago, pero no era una mala sensación, al contrario, era sumamente placentera, la clase de punzada de una persona que esta emocionada por encontrar u obtener algo que llevaba deseando mucho tiempo. Si por Ariam fuera ella habría luchado con uñas y dientes con tal de mantener a Liam atrapado en su burbuja, quería que él fuera feliz en la ignorancia, feliz creyendo que — al menos un poco — podría tener una vida normal y simple, pero ahora por culpa de la Zanahoria dicha esperanza había desaparecido, Ariam estaba enojada, quería tener a ese adefesio naranja frente a ella y partirle la cara, pero a la vez le encantaba tener a Liam sollozando en sus piernas, quería tenerlo así por siempre: tenerlo a sus pies por la eternidad. Por eso, sin nada que perder levanto la cabeza y empezó a relatar su descenso a la locura.

— La primera vez que me llevaron a Grimore ya tenía 4 meses de embarazo, en aquél entonces yo tenía de 12 años, Edgar...— Ariam hizo una pausa cuando Liam levanto el rostro de sus piernas y con delicadeza limpio las lagrimas del bello rostro de su hermano —, papá coloco sedantes en mi comida y dejó que el cura del pueblo abusara de mí, literalmente había tenido mi periodo tan solo seis meses antes y como era tan pequeña tuvieron que hacerme una cesaría — Ariam tomó la mano de Liam y la llevo debajo de su estomago, incluso a través de la tela Liam pudo sentir las estrías y cicatrices del embarazo...de los embarazos —. Era una niña, Liam, una niña que fue forzada a tener otra niña — Ariam se sorprendió de si misma al darse cuenta de que estaba llorando, creía haber superado ya el miedo que sintió al encontrarse tantas veces en dicha situación, pero, al final, esas cosas no se pueden superar, mucho menos acostumbrar —, nació muerta...y deforme, ¡Muerta y deforme! — Ariam no pudo contener una carcajada al recordar la vivencia, pero sobre todo la alegría que sintió al darse cuenta de que no había parido a una niña que en doce u once años sería violada y forzada a parir bebés —, pensé que al producir yo "Bebés de mierda" como ellos mismos los llamaron me iban a dejar en paz, pero no fue así — la sonrisa de Ariam se borró y con firmeza froto sus manos con las de Liam, tomando fuerzas para continuar su relato, bajo la mirada despavorida de su precioso Príncipe —. La segunda vez fueron gemelos, varones, pero decidieron dejarlos a mi cargo mientras los amamantaba y cuando dejarán de necesitar leche los llevarían con sus compradores, eran niños rubios de ojos azules, fueron fáciles de vender — Ariam miró a Liam y con su mano levanto la barbilla del chico, cuyos ojos de distinto color estaban plagados de lagrimas —, yo no los quería Liam, me daba asco tener que alimentarlos, a penas tenía senos y era doloroso, repugnante y humillante sentir sus pequeñas bocas succionando — Ariam soltó a Liam y con sus manos despeino su cabello, intentando controlar la sensación de suciedad tan abrumadora que experimentaba — ¡Los odiaba! Pero no podía negarme a darles de comer, las enfermeras me ataban de brazos y piernas, y colocaban a cada bastardo en cada uno de mis pequeños, y nada desarrollados senos — Ariam respiro tranquila, colocando sus manos sobre su regazo y mirando hacía las montañas por medio de una ventana —, era invierno, lo recuerdo bien porque papá me llevo un trozo de conejo rostizado y unos chocolates días antes de navidad, ese fue mi regalo, hubo...hubo un...un...¿Cómo se llama? — Ariam se llevo las manos a la cabeza, forzándose a recordar — ¿Derrumbe? ¡Avalancha! ¡Hubo una avalancha sobre nuestro Grimore y duramos atrapados cuatro días, pero como era navidad no había nadie más que los esclavos y los guardias en Grimore — Ariam se relamió los labios y Liam supo que estaba meditando mentalmente en continuar su relato o no.

— ¿Qué sucedió en...en Navidad? — Liam tenía miedo de saber la respuesta, pero necesitaba saberla, sino...¿Cómo podría comprender a la madre de sus hijos y hermana? Necesitaba saber qué le hicieron a Ariam.

— Yo tenía hambre, Liam — Ariam miró a la nada decepcionada —. Los bebés saben mejor que la carne de conejo — Ariam bajo la cabeza temblando y llorando — ¡Son deliciosos y solo tienes que dar un golpe certero a la cabeza! Así ya no se mueven, tampoco hay necesidad de despellejarlos, es más fácil y ellos tienen más carne — Liam sintió nuevamente las ganas de vomitar —, son deliciosos, Liam, yo quería carne y tomé la carne— murmuro Ariam, con la cabeza gacha — ¡Los bebés son deliciosos!

Liam no sabía que sentir o pensar, por un lado entendía que fuera mera supervivencia por parte de Ariam, pero...¿Matar a dos bebés? Uno era entendible, ¿Pero dos? ¿Y decir que eran deliciosos? Liam sabía que no tenía derecho a juzgar, de solo imaginarse a una niña de doce años con dos bebés en un edificio cubierto por kilos y kilos de nieve le daban ganas de llorar, Liam imagino a Ariam de doce años, con sus piernas delgadas y sus diminutos brazos, cada uno con un bebé en ellos, gritando en busca de ayuda. Liam no comprendía como pudieron hacerle eso a una niña tan pequeña, una niña que ni siquiera se ha desarrollado, una niña de esa edad era incapaz de provocar el más mínimo pensamiento sexual, al menos para Liam, pero Liam no comprendía que los dueños y dueñas de Grimore amaban a los niños, los amaban de formas no muy correctas, los niños eran su talón de Aquiles, amaban a los niños.

— Cuando llegaron y vieron lo que hice me dieron la paliza de mi vida — Ariam levando su cabello castaño y bajando la manga de su vestido violeta, dejando al descubierto uno de sus hombros, donde marcas de latigazos se extendía —. Pensé que me matarían y creo fervientemente que eso hubiera sido mejor que lo que me hicieron — Ariam volvió a acomodar su cabello sobre su hombro, ocultando la cicatriz —. En ese entonces me enteré de que Ally venía en camino y poco después volví a quedar embarazada, obviamente de forma forzada, admito que en ese entonces no me interesabas mucho, para mí solo eras el Príncipe de papá, el niño intocable, el mocoso atrapado en una burbuja de inocencia y felicidad eterna — Ariam miró con ojos llenos de lagrimas y amor a Liam, de forma inesperada ella tomó las manos del chico y las lleno de besos fríos y cargados de sentimientos —, pero luego lo hiciste, hiciste lo más hermoso que alguien pudo haber hecho por mí — Ariam levanto el rostro y su mirada azul cristalina le hizo saber a Liam que él nunca comprendería cuanto Ariam lo amaba —, me salvaste y me enamoré de tí, me enamoré tan perdidamente que supe que dedicaría el resto de mi miserable existencia en hacerte feliz y en protegerte, eso también incluía a cualquiera con tú sangre en sus venas — Ariam se acerco con lentitud y deposito un beso en los labios de Liam, luego otro, otro y otro, hasta que preso del desconcierto y el miedo Liam la aparto, pero Ariam pudo disimular muy bien su decepción, todo detrás de una deslumbrante sonrisa, misma sonrisa que había adornado el bello rostro de la chica durante todos esos años —, te amo Liam y amaré a cualquiera con tu sangre en sus venas, amaré a cualquiera a quien tu ames y me aseguraré de protegerte, hacerte feliz y proteger, y hacer feliz a cualquiera que tú corazón anhele — una breve mirada de dolor adorno los ojos cristalinos de Ariam —, incluso sino hay espacio en tú corazón para mí — Ariam suspiro como si decir aquello fuera de sumo dolor, como si decir eso le cortara el aliento y le impidiera respirar, lágrima tras lágrima descendieron de los globos oculares de Ariam, a Liam le parecía extraño que Ariam llorará más ahora que cuando contaba su experiencia siendo esclava sexual y reproductiva —, incluso si no soy yo — dijo Ariam en un hilo de voz.

La muchacha intento besarlo nuevamente, pero Liam aparto su rostro, sumamente consternado por tales confesiones.

— ¿Y qué paso con los demás bebés? Son siete, ¿Verdad?

Ariam pareció decepcionada en que Liam no se detuviera ni un segundo a pensar en lo feliz que lo haría ella, en sus sentimientos, que por lo menos se detuviera un momento a imaginar la vida tan hermosa que Ariam podía darle, si tan solo él la aceptaba, no solo como hermana, tampoco como madre de sus hijos, si tan solo Liam aceptará a Ariam como esposa todo sería mejor, más fácil, más feliz, más hermoso. 

— Tenía trece años y medio, Ally venía en camino y cuando me enteré de que era tuya, tu hija, juré que la cuidaría y amaría con todas mis fuerzas, creó...— Ariam bajo la cabeza avergonzada — creó que fui muy obvia con mis sentimientos, estaba feliz porque tendrías una hija, pero enojada porque yo no sería la primera en darte una hija y me odie tanto por no gestar en mis entrañas a un bebé tuyo, me sentía asquerosa por tener creciendo en mí vientre a un bebé que no fuera tuyo, que...supongo, papá notó cómo me sentía — Ariam se dió varias palmadas en la cabeza, frustrada — ¡Y de estúpida le dije! ¡Todavía fui tan estúpida como para confiar en el hombre que me vendió por una mejor posición en UML! Le dije como me sentía al respecto y le dí un arma para controlarme, él me amenazo — dijo Ariam en un susurró —, dijo que si volvía a matar a un bebé de Grimore acabaría con Ally, tuy ya estabas en la época fértil y tener otro bebé no sería un problema — repentinamente Ariam se puso muy nerviosa —, ya había reemplazado a la primera bebé y dijo que una segunda no sería ningún problema, pero yo no te quería ver llorar otra vez, no quería que volvieras a atentar contra tu vida, ¡Demonios! Era un niño de once años, ¡No podía dejar que sufrieras lo mismo que cuando Allyra murió! ¡Jamás me perdonaría si algo así volvía a pasar! Y yo acepté, geste a todos los bebés que me pidieron, ¡Pero estaba asustada! Termine matando a otro y me castigaron por eso, solo quedan cuatro niños con vida, ¡No sabía que hacer, Liam! ¡Tenía miedo! — Ariam tomó de los hombros a Liam y lo abrazó —, pero me dieron un regalo cuando nos forzaron a estar juntos, ¡Estuve tan contenta cuando supe que estaba embarazada! ¡Fue la alegría más hermosa de mi vida! — Ariam beso la frente y mejilla de Liam, pero no dejo de abrazarlo —, me diste el regalo maravilloso de ser madre, un regalo maravilloso llamado Heaven...y pensé que la pesadilla había acabado, Edgar dijo que no me volvería a llevar a Grimore, yo solo producía "bebés de mierda" y no querían perder tiempo, y valiosos recursos conmigo, pero... — Ariam se separo de Liam y con delicadeza aparto los mechones negros del rostro del chico — hace poco entendí porque me dejaron ir tan pronto, se suponía que debía reponer a los bebés que maté y dar como mínimo 10 niños a Un Mundo Libre — Liam comenzó a temblar del miedo al pensar de lo que Ariam hablaba —, Liam, papá esta preparando a Lauren para ocupar mi lugar en Grimore.

Liam quiso gritar, pero solo pudo llorar, ¿Era por eso? ¿Por eso su padre dejaba que Lauren hiciera todo lo que quisiera? Era una especie de "lamento joderte la vida, pero igualmente lo haré", Ariam lo abrazó y lo arrulló con ferocidad, queriendo que toda la tristeza de Liam se traspasará a ella y así Liam no volviera a llorar jamás, Ariam prefería mil veces sufrir en lugar de su amado.

Liam quiso preguntarle más cosas a Ariam, preguntarle qué clase de cosas le harían a Lauren y cómo intentarían salvarla, pero en ese momento su padre abrió la puerta, acomodando su traje elegante, listo para dar su discurso, mismo el cual condenaría a muerte a todas las chicas del colegio.

— ¡Niños! ¿No están listos? ¡Apresúrense! No vayan a llegar tarde a mi discurso — ordeno Edgar y salió del cuarto, pero Liam no pudo hacer nada más, excepto quedarse de rodillas, con sus lagrimas mojando el vestido violeta de Ariam y con la mirada fija en el hombre que debía protegerlos, pero en vez de eso los había arruinado, literalmente.

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