[9] -Lento y Suicida-


---Narra Jackson---

Para bajar la presión del día de Mell la llevé a comer en un puesto de calle donde vendían unos asados riquísimos, el vendedor y yo éramos muy amigos, me conocía de pequeño, disfrutamos de una buena cena; pero su petición fue lo que más me sorprendió.

Nunca me imaginé en un club con Mell, no es ese tipo de chicas; pero algo debía estarla perturbando como para que quisiera con tantas ganas emborracharse, acepté ir con ella para protegerla, conociéndola, iría sola si me negaba –Eso no lo iba a permitir-.

Decidí esperarla afuera y cuando salió me dejó completamente turbado, su cuerpo entero estaba lleno de curvas moderadas y sensuales, -Nunca la había visto con algo tan corto- sus brazos largos estaban tonificados, su pecho en el lugar correcto, sus piernas voluminosas y el tono trigeño de su piel me dejaban perplejo.

La tomé de la mano –Hecho que me encanta hacer- y nos fuimos a ese club, mi objetivo era cuidarla y no despegarme de ella en ningún momento, ningún otro hombre la tocaría, -Soné posesivo- pero no fue por mal.

Al llegar al club todo era como de costumbre, las luces bajas, la música a todo dar, la gente transpirando, bebiendo y bailando, las parejitas de cinco minutos, los depravados sexuales, las luces neón, todo un sinfín de características "nocturnas" que había olvidado.

Mell se veía seria pero entusiasmada a la vez, estaba llena de muchos cambios de humor últimamente. Nos sentamos cerca de la barra a observar mientras entrabamos en ambiente. La música estaba pegajosa y a los quince minutos de haber llegado no dude en sacarla a bailar, yo sería su pareja esa noche.

Ella con una sonrisa sorpresiva me siguió el juego y al llegar al medio de la pista nuestros cuerpos comenzaron a danzar, era música electrónica, Mell se apenaba y se cohibía de bailar en ciertos momentos, -No sabía bailar electrónica- yo hacía que se relajara, que se dejara llevar.

Comencé a marcar más mis pasos frente a ella, -Admito que soy un buen bailarín- con mis manos y gestos le indicaba que me siguiera, que me imitara y eso hizo, los dos estábamos envueltos en complicidad, bailamos por una hora seguida sin parar, el tiempo nos había hipnotizado.

-¡Paso la hora demasiado rápido!- Mencionó Mell cerca de mi oído para asegurarse que la escuchara. –Necesito alcohol Jack, estoy sedienta- La miré con duda; pero fuimos de nuevo a la barra.

Pidió un "Sharing A tropical" venía en su versión más grande, nos dieron dos pitillos, podíamos beber los dos de la gran cantidad de alcohol. A Mell se le iluminaron los ojos y me pidió acompañarla a beber. 

---Narra Mell---

¡Era una bebida enorme la que había pedido! No sabía su tamaño hasta que me la sirvieron, estaba emocionada, mi organismo necesitaba alcohol y que mejor, que beberlo junto a Jack, se notaba tenso; pero con la bebida se iba a relajar un poco más -Estaba segura de ello-.

Sabía deliciosa, el cantinero me sonreía coqueto, si que era guapo; pero en realidad no estaba interesada en él, vire mi rostro y me conseguí con unos ojos oscuros mirándome fijamente, mi mente quedó en blanco y tragué grueso, Jackson tenía ese poder en mí.

Estábamos con los rostros muy cerca bebiendo al mismo tiempo, fue inevitable no chocar miradas. Tomé una de las cerezas y la metí en boca para probarlas, estaban riquísimas, mi expresión lo decía todo y Jack no dejaba de mirar  lo que creativamente hacía.

-¿No te gustan las cerezas?- Le pregunté porque veía que no agarraba ninguna.

-Descuida, puedes comerlas todas si quieres, con la bebida estoy bien-

-No seas tonto, ven-

Tomé de nuevo otra cereza y se la di en la boca sonriéndole de par en par, él me devolvió la sonrisa pero de manera distinta, pude sentirla así... -Diferente-, toqué mi cabello apenada y él decidió darme una cereza en la boca, acepté sin problema, de alguna manera... me gusta sentir sus manos cerca de mí.

Nos bebimos todo el trago, la música estaba genial así no supiera bailarla, Jackson era un bailarín excelente, sabe hacer de todo, deporte, modelar, bailar, rapear, ¡es impresionante!

Quería más alcohol, Jackson no me frenaba, desde un principio me dijo lo que no quería y lo que él haría, así que terminó respetando lo que yo decidiera, solo estaba para acompañarme y protegerme esa noche, -No me preocupó nada- pedí una bebida de neón, su color me hipnotizaba y su sabor era exquisito. 

Me quedé disfrutando de más vasos de la bebida de neón, me habían dicho el nombre; pero no recordaba, Jackson y yo disfrutábamos de diversas pláticas, por primera vez estábamos hablando de anécdotas serias en nuestras vidas.

Mi atención estaba totalmente en él, no sabía cuántos vasos llevaba en esas tres horas; pero estaban comenzando a afectarme. Hubo un momento en que simplemente la voz de Jackson me envolvió, dejé de entender lo que decía y solo me permitía erizarme con su tono grueso y ronco.

Mis papilas gustativas se comenzaron a activar, los labios de Jackson estaban hinchados aún por el alcohol que bebió anteriormente nunca había visto sus labios tan atractivos, -Todo él estaba provocativo-, comencé a preguntarme él por qué no se establecía con una pareja, el por qué me trata tan bien y me brindo su confianza tan rápido, el por qué últimamente me descontrolaba tanto -Estaba hecha un lío-.

Pedí otro vaso, estaba entrando a mi límite; pero podía un poco más, comencé a reírme de todo lo que él decía, le pellizcaba la oreja de forma divertida y le hacía maldades con mis palabras, -Sus gestos me encantan-, le pedí volver a bailar y me complació.

Esta vez nos unimos más en la pista porque no había mucho espacio al rededor, ya las personas habían entrado en el ambiente de fiesta y muy pocos estaban sentadas, nos dejábamos llevar por el ritmo musical. A los segundos sentí como todo mi cuerpo se desvanecía y un mareo se apoderaba de mí, -Ya estaba alcoholizada- había llegado a mi limite. 

El malestar no me iba a tumbar, seguí bailando; sentía como Jackson me agarraba de vez en cuando para no caer, se había dado cuenta que estaba maread y que pronto me rendiría, opté por posar mis manos en su nuca y aferrarme a él para seguir bailando.

Su perfume recorría todo mi sentido nasal, al punto de no querer beber otro trago, estábamos compartiendo transpiraciones, me incliné más a él y podía sentirlo de una manera distinta, estábamos muy cerca, con nuestras frentes unidas, sus ojos me veían los labios –Podía notarlo- su respiración no se sentía nada mal.

Sentí como me tomó de las caderas y comenzamos a bailar más pegados, la música electrónica nos ayudaba un poco; pero en realidad lo que menos hacíamos era bailar al ritmo, ya habíamos cruzado el límite del espacio personal.

-Jackson...- Nos miramos fijamente y por instinto acercamos nuestros rostros rozando de manera lenta y suicida nuestros labios. 

Su respiración estaba matándome y cerré mis ojos al instante que nuestros labios se rozaron.

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Aquí Otro capitulo de esta historia!!! ¿Les gusta? Si es asi, háganmelo saber como ustedes quieran!! Esta semana estaré publicando otro capitulo. No se olviden de votar y darle amor, Un beso enorme :*


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