---Narra JB---

Estaba sentado de piernas cruzadas en un banco a la espera de ese miserable, ese idiota que robó parte de mí, que se hizo pasar por mi hermano mientras se cogía a Mell. Relamí mis labios recordando la estrecha cavidad que poseí, que disfruté, no pude evitar soltar una risa de satisfacción, había acabado con su disfrute, ese disfrute que solo me pertenecía a mí.

No me importaba que se la haya tirado, habían herido mi ego, mi confianza, y eso se paga. Sentía tanta ira acumulada que necesitaba drenarla. Lo vi salir de su casa, era mi oportunidad. No se iba a librar de enfrentarme, no esta vez que ya sabía la verdad, troné mis dedos y comencé a caminar hacia él.

Mi sangre estaba encendida, no debía hacer espectáculos en público; pero quería matarlo, acabar con esa cara bien cuidada y esas extremidades que lo hacían correr para que no escapara de mí.

Afiancé la gorra en mi cabeza y al estar siguiéndolo con cuidado para tomarlo de sorpresa sonó mi celular, maldije una y mil veces, con disimulo atendí y paré en seco al escuchar quien me hablaba.

-Está listo Jae...-

-¡¿Esta listo qué idiota?, acabas de cagar una misión importante!-

-No creo que haya otra cosa importante para ti-

-¡¿Me tienes buenas noticias?! si es así... no te mataré por esto-

-Las mejores...- Hubo un silencio. –La hemos conseguido al fin-

Mi cerebro hizo click y mi piel se erizó tal cual un niño chiquito, mi alma volvió a llenarse y la furia desapareció.

-Salgo inmediatamente para EE.UU-

Colgué sin dejar que mi informante hablara, habían conseguido a la mujer de mi vida, a la que realmente he amado, la dueña de todas mis desgracias y mis locuras, la que me llena de vida y me desgarra el poco control que tengo en mi sistema, Julieth.

Ya no tenía nada que hacer en Corea, miré como Jackson se alejaba más de mí visión, no me importaba, mi foco había sido sustituido, tenía de nuevo la oportunidad de sentirme completo, sonreí ampliamente y decidí ir al aeropuerto sin otra preocupación, no podía perder el tiempo.

-Me voy a EE.UU, conseguí a Julieth, te veo allá, no tardes-

Le pasé un texto a Junior y me olvidé del celular, mi meta era llegar para sentirme vivo y enfermo al mismo tiempo.

---Narra Junior---

Me estaba comenzando a impacientar, no recibía respuesta y había visto a Mell verdaderamente mal, fui por otro café, ya no sabía cuántas tazas había bebido en el día, no me importaba, me preguntaba donde estaba Jackson cuando se necesitaba, ¿lo había asesinado? Era otro que tampoco contestaba mis llamadas, ¿estaría fuera de Corea en otra misión? Mi mente estaba saturada.

Bebí un sorbo de café y me llegó un mensaje, era Jae.

-*Me voy a EE.UU, conseguí a Julieth, te veo allá, no tardes*-

Mi alma estremeció, no podía creerlo, suspiré sin poder evitarlo y mis mejillas enrojecieron, me hacia feliz que haya aparecido, pero miserable al mismo tiempo que él la haya encontrado, rodeé los ojos resignándome y volví a la sala de espera del hospital.

No podía dejar sola a Mell, no aún, que no sabía nada de su salud, cerré mis ojos mientras esperaba sentado y una mano me hizo reaccionar.

-¡Doctor!-

-Buenas... ¿usted es el que acompaña a la señorita Irauskin?-

-¡Si, si soy yo, dígame que está bien!-

-más de un paciente ha acabado en urgencias por una sobredosis de somníferos o peor, por pasarse-

-Doctor... No está ayudando en mi ansiedad-

Traté de sonreír jovial; pero era lo que menos sentía en esos momentos, divisé como el doctor sonreía viendo la gracia de la situación y arrugué mi entrecejo.

-Presenta algunos problemas de exceso de dosis; pero sin llegar a ser letal-

No sabía que significaba eso, ¿estaba bien o mal?, los doctores y su forma complicada de explicar las situaciones de urgencias, no estaba para entender ni escuchar divagaciones.

-¿Mell está bien?- Fui al grano.

-Lo está para su suerte...-

Sentí como un peso salía de mí.

–Por ahora se encuentra en un estado de somnolencia sin progreso a coma; pero seguirá dormida algunas horas mientras su sistema se normaliza, ya se le está suministrando el antídoto correspondiente, solo que al despertar presentará algunas nauseas o vómitos por el proceso de desintoxicación, tal vez algunos problemas urinarios más adelante; pero nada de qué preocuparse, solo pasar el susto-

Eso era realmente un gran alivio.

---Narra Jackson---

Estaba cansado, sudoroso, pensativo, frustrado, me habían tocado más de 12 veces mientras practicaba esgrima creyendo inocentemente que despejaría mi mente, ¡mujeres! Hice dos rondas más de práctica y decidí parar por un poco de agua.

Tenía solo un día de haber llegado a Corea y el recuerdo de Mell permanecía en mi mente con más fuerza, estaba tan distraído que alguien me pasó el termo de agua, bebí un poco y divisé a alguien que jamás imaginé encontrarme, era ella.

-Hola Jack...-

Young Ji sonrió tímidamente, una sonrisa tan peculiar como ella, no sabía que decirle, solo la salude con una pequeña reverencia y la sonrisa más sincera de mi existencia, me había hecho bien su presencia.

-Supe que volviste a Corea- Se limitó a decir.

-Y... ¿Cómo supiste que estaba aquí?-

-Porque siempre que llegas de un viaje acostumbras a practicar esgrima por muchas horas Jack...- Nuestras miradas se conectaron por pocos segundos, ninguno de los dos pestañamos, esperábamos pacientemente quien daba el siguiente paso para seguir la conversación.

-Te conozco...- Pude notar un leve sonrojo en sus mejillas. –Bueno... Creo conocerte-

Me regaló de nuevo una dulce sonrisa, si había llegado para hacerme sentir bien lo logró, me sentí tranquilo y con ánimos de continuar con otra ronda de práctica.

-¿Quieres quedarte un poco más y ver como destrozo en puntos al tonto de Woo Young?-

-Me encantaría- 

Solo eso bastó para practicar motivado.