--- Narra Mell ---

Era domingo, todo el día había sido un completo aburrimiento, intenté llamar a JB y no caía, había perdido la cuenta de los días que no habíamos hablado, había pasado mucho, -ya le restaba importancia- no sabía que sentir, así como en otros momentos la depresión era inmensa.

Estaba acostada en mi cama revisando mis redes sociales, en un abrir y cerrar de ojos me llegó un texto –"abre Skype, te tengo una sorpresa"- era Jackson, al instante me incorporé, prendí la computadora y abrí Skype. Acepté su video llamada y me sonroje.

Nos saludamos sonriendo como si nada, se sentía extraño, no sabía que éramos exactamente; pero se sentía bien, éramos amigos; pero en momentos lo besaba, lo abrazaba... estaba hecha un lio.

Hablamos de cosas triviales, me contaba que cosas fuera de lugar le ocurrían en su día a día, era un buen entretenimiento hablar como amigos, sin necesidad de saltar a algo más, era hermoso cuando reía, cuando se molestaba, suspiraba internamente, me hacia olvidar el mal trago de recordar a Jae. 

No tardo mucho en hacer payasadas y reír como niño, ser extrovertido le quedaba muy bien, era dulce y reconfortaba mi corazón. Nos despedimos sin querer hacerlo, ya era tarde, apagué todo y me acosté.

Una semana había pasado, había sido movida, estresante y ocupada para mí, en todo ese tiempo no había sabido nada de JB ni de Jackson, unos que otros mensajes de buenas noches o buenos días, cosa que no hacía con JB... -Irónico- hice sesiones fotográficas en diversas provincias de Corea y fue una experiencia única, amaba mi trabajo, otra cosa no me habría llenado tanto como la fotografía.

Esa tarde del viernes me senté a tomar un café frente al estudio, era mi lugar favorito de hace un tiempo, comencé a recordar todo lo que había pasado desde que llegué a Corea, era una montaña rusa de emociones, sonreí para mí, terminé mi café y decidí seguir con mi camino. Me detuve a comprar comida china, no quería cocinar y me fui al apartamento.

Comí, miré mis doramas, ¡cada día se ponían mejor!, me recosté en la cama y una sensación de soledad se apoderó de mí, necesitaba a alguien a mi lado, no solo para tener sexo –No estaría mal tampoco- sino para acompañarme en esas noches vacías, en los días buenos, en los malos, en mis temperamentos, en mis sueños, en mis ocupaciones, en mis deseos, en toda mi vida... pensé que JB lo sería; pero... Me había equivocado de nuevo.

Debía tomar una decisión sobre qué hacer urgente, o iba a enflaquecer de tanto pensar. Estaba por cerrar mis ojos y me llegó una notificación multimedia a mi celular, era Jackson. 

-Voy a dormir; pero me atreví a enviarte esta sexy e incomparable fotografía de mí jajajaja-

Su comentario iluminó mi rostro, ¡estaba loco y me lo contagiaba!.

-Idiota, mira que mandarme eso para asustarme-

-Nooooooo, no te asustes, solo quiéreme-

Mordí mis labios, -ya te quiero Jackson... si llegaras a saberlo no se... que pueda ocurrir- hablé en mi interior, sonreí ante sus ocurrencias y decidí despedirme.

-Deja de fastidiar y duerme idiota, bye-

-¡Me abandonas Mell!, eres mala ¡Mala!-

-Ya basta crazy, te saldrán ojeras y se arruinará tu hermoso rostro-

-Ohhhhh... hermoso rostro, eso me gustó-

-No te abombes. ¡¡déjame dormir fastidioso!!-

-Descansa mi dulce Mell-

Desconecté mi conexión y fui rápidamente a la galería, quería ver su rostro antes de dormir, observe su intensa mirada, su porte de hombre, amaba verlo sin maquillaje, sus ojeras eran graciosas, me detuve en sus labios recordando nuestros fogosos besos, un calor recorrió todo mi cuerpo y unas inmensas ganas de llorar se apoderaron de mí.

No podía seguir haciendo el papel de estúpida, -debía terminar con esa agonía- suspiré profundo y cerrando mis ojos ya sabía exactamente qué haría.

Con pocas ganas abrí mis ojos, era un nuevo día, el clima estaba frio y húmedo, me incentivaba a seguir durmiendo, había llovido toda la noche, las sabanas me ordenaban quedarme en cama y tenía poca voluntad como para desobedecer sus órdenes. Tres horas después una sorpresiva llamada me despertó, era un cliente, me incorporé lo atendí como pude y colgué cerrando un nuevo trabajo fotográfico.

Desayuné tortilla con un vaso de jugo de naranja, sentí como la energía volvió a mi cuerpo; pero al mismo instante todo lo positivo se esfumó, recordé lo que debía hacer y mi entorno se oscureció. Le dí largas al asunto, -¡me estaba comportando como una cobarde!-.

Entre tanta indecisión se me hicieron las 4:15pm, odiaba ser débil para ciertas situaciones, mordí mis labios cerrando mis ojos, inhalando profundo y me decidí, marqué el numero de JB y repicaba sin parar, lo intenté tres veces más y nada.

-Vamos Jae, atiéndeme, estos segundos de valentía no los tendré por mucho tiempo-

Me dije a mi misma en el último intento, y como si fuera cuestión del destino en el último repique que haría me contestó.

-¡¿Qué pasa Mell? Estoy trabajando!-

Su tono de voz me dejó fría, sin ganas de pronunciar palabras, ¿estaba molesto?, me gritó como si fuera algo normal en nuestra relación... como si yo fuera un estorbo.

-¡¿Dime qué quieres?!-

-Bájale al tono Jae Boom...-

Escuche su respirar intenso y tragué grueso, ese mínimo detalle no me detendría.

–Necesito hablar contigo-

-Mell no tengo tiempo para hablar tonterías ¿sí?, te llamo mas tarde.

-¿Crees que hablo tonterías?- Pregunté sorprendida.

-No es eso.... Aggg habla de una vez-

Así me trataba ahora, como si fuera una severa molestia cada vez que le marcaba, ya no era el hombre dulce del que me enamoré.

-Solo necesito decirte algo importante para mí- Respiré profundo y continué. -Me siento muy triste Jae... siento que esta situación me va a consumir-

-Mell... no es la primera vez que me lo dices, ¡basta ¿sí?! Harás que me cansé de esto-

Definitivamente lo había agarrado molesto, ¡pero ¿Quién coño se cree para decir tales cosas?, ¿cansarse?, no podía creer lo que escuchaba, mi piel estaba erizada y mis sentidos nulos, no sabía que pensar, que sentir... de repente una furia intensa se comenzó a manifestar y no había modo ni manera de detenerlo.

-¡¿Cansarte dices?!- Le pregunté alzando mi voz. -¡¡Cansada estoy yo idiota, de ti, de tus desplantes, de tu ausencia, YO soy la que debería de estar cansada de esta situación, TÚ no!!-

Un silencio se escuchaba del otro lado de la línea, dándome aprobación a seguir descargando mis sentimientos.

-¡Tú debes estar muy cómodo allá cogiéndote a cuanta mujer se te ponga al frente!-

No sabía lo que decía, simplemente dejaba salir todo de mí.

-¡Vamos Jae, no nos vamos a mentir, deja la cobardía y di de una buena vez que ya no quieres tener nada conmigo!-

-Mell...-

-¡¡Mell nada Jae, Mell se cansó de esta mierda!!-

Las lágrimas comenzaron a salir.

-¿Cómo puedes dejarme aquí sola? ... si de verdad te cansé no había necesidad que te fueras tan lejos para hacérmelo ver, con un adiós en persona me bastaba-

-No llores Mell...-

-No sabes ni que argumentos darme... Eres patético Jae Boom-

-Ni siquiera sabes mis razones para venir aquí, todo este tiempo he estado estresado y tu intensidad me pone tenso, lo siento, no quise contestar así; pero me obligas a hacerlo-

-¡¡Ya basta!! deja de buscar un culpable, no es de hombres...-

Mis piernas comenzaron a desfallecer y caí sentada en la cama sin evitarlo, mis manos apenas podían sostener el teléfono de tanto que temblaban, mis ojos eran literalmente dos cascadas.

-Es mejor dejarlo así... ya han pasado dos meses desde que te fuiste y pareciera una eternidad-

Solté una bocanada de aire exteriorizando mi dolor.

–Olvidaré de que existió amor entre nosotros, adiós JB-

-Adiós...-

Escuchar esa simple respuesta cortó mi respiración, lentamente colgué el celular y me desprendí en miles de pedacitos, esa barra de hierro y teclas cayó al suelo y no hice nada para evitarlo, dejé caer mi espalda en la cama quedando en shock mirando al techo.

Sin darme cuenta me quedé dormida por dos horas seguidas, al despertar una presión controlaba mi pecho, me retorcía entre las sabanas –pero aún así ni una lágrima salía de mis ojos-.

Decidí observar detenidamente toda la colección de zapatos que tenía JB en el closet, eran hermosos de muy buen gusto, ladeé una sonrisa de resignación, recordé su rostro dulce, lo risueño que solía ser estando a mi lado, sus largas manos, su perfecta sonrisa, recordé su cuerpo desnudo y los besos que le regalaba a mi alma, todo había sido mágico y efímero.

Entré al despacho y vi su colección de cosas extrañas, ¿cómo una persona como él tenía ese tipo de gustos? De repente recordé las veces que intentó penetrarme a la fuerza, -me dio escalofríos- JB no puede ser tan depravado... en nuestra intimida era intenso pero nunca se atrevió a lastimarme hasta ese día, una mala sensación me envolvió y decidí ignorarla saliendo de allí.

Fui a la habitación a cambiarme, me sentía sofocada, vacía, confundida,- ¡un completo desastre pasaba por mi cabeza!- giré a la ventana y noté que llovía, necesitaba salir de allí, entre mi desesperación llegó una llamada de Jackson, dude en atender; pero al final lo hice.

-¡Dulce Mell, ¿Qué te parece vernos y comer pizza?, si quieres te busco ya que llueve, aquí tengo un vino genial!- No pude responderle... las ganas de llorar me invadieron. -¿Me escuchas Mell?-

-Jack... yo...-

-¡¿Qué pasa?!-

Colgué rápidamente y sin pensarlo tomé mi cartera y salí del apartamento, llovía fuerte, no me importaba nada, corrí hasta la parada a esperar un bus, mi celular no paraba de repicar, no atendía, quería despejar mi cabeza en la lluvia mientras imploraba ser salvada por las caricias de Jackson. Me monté en el bus y quince minutos después llegué a su casa y me detuve frente a su puerta observando la estructura.

Segundos después Jackson salió con un paraguas, su rostro se veía preocupado hasta que fijó su vista con la mía, allí estaba de nuevo frente a él, necesitada de su presencia, nuestras miradas hicieron conexión, despacio y dudoso se acercó a mí, basto que tocara mi hombro para caer arrodillada en el suelo, -estaba devastada-.

Estando cabizbaja pude sentir la fuerza de sus tonificados brazos rodeando mi débil cuerpo, alcé los míos y rodee su espalda débilmente.

-Gracias Jackson... no sabes lo mucho que necesitaba esto- 

Pude pronunciar débilmente dejándome llevar por su calor corporal y su energía que me brindaba paz.

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Aquí el capitulo 20 debo agradecerles por su apoyo y paciencia!!!!! Si les gusta díganmelo de la forma que quieran y corran la voz! jiji 

¿Qúe creen que pasará ahora que esos tortolos estan más unidos?, ¿llegaron a pensar que en algún momento Mell dejaría a JB?, ¿Qué creen que hará JB para remediarlo?..... 

Hasta un próximo capitulo mis amores, si quieren me pueden decir que les gustaría ver en el próximo capitulo!!! Un besote. 

Intentaré no tardar en actualizar *prometido*