---Narra Jackson---

Mis manos estaban en sus caderas, nuestros cuerpos juntos rosándose, nuestros rostros podían sentir el aliento del otro, en menos de tres segundos Mell posó su frente en la mía y cerró sus ojos inhalando con fuerza, -Me estaba enloqueciendo-.

No dejaba de mirarle y desearle los labios, entre abrí mi boca para recibir su aliento de manera más directa mientras jugaba con sus caderas dominando el movimiento en ellas.

Los segundos pasaban y era una agonía no poseerla, acerqué mi rostro a ella y respondió afirmativamente, nuestros labios tuvieron un ligero rose donde nuestras respiraciones se hicieron una; no cabía en mi mismo del torbellino de sensaciones que sentía. 

La tenía para mí en ese momento, sus labios podían ser míos; -Pero caí en cuenta- estaba tomada, sus cinco sentidos estaban débiles, no podía traicionar su confianza de esa manera, tragué saliva con dificultad y me alejé de ella.

Su rostro ante mi reacción se tornó confundido y me acerqué a su oído sin quitar mis manos de sus caderas.

-Vámonos Mell, estas muy tomada y el cansancio nos está ganando- Le dije dulcemente.

-Creo que... e-esa es buena idea-

Sonrió de lado débilmente y decidimos irnos al instante. Mientras íbamos en vía Mell se quedó dormida, voltee a verla con dulzura. 

Sin querer mis ojos se enfocaron en sus labios, un suspiro furtivo se apoderó de mí, no podía creer lo que habíamos hecho bajo las luces opacas del club, -El alcohol es un mal compañero-.

Le indiqué que habíamos llegado; pero respondía débilmente debido al alcohol en su sangre, la alcé en mis brazos y la llevé al departamento, abrí la puerta, entramos y me dirigía al cuarto cuando clavó su mirada en mí.

-No debías molestarte en cargarme-

-No te preocupes Mell- Le sonreí.

-Te juro que mañana me acordaré de todo, de todo, todito- Su voz sonaba temblorosa. -¿No estoy muy pesada?-

-No, no pesas nada, estas bien- La acosté en la cama arreglándole las piernas en el lugar correcto para que estuviera cómoda.

- Mañana me acordaré de todo, créeme Jack-

-Te creo Mell... de verdad te creo- Me senté junto a ella, solo a observar su embriagues.

-Gracias Jackson-

-Descansa, mañana hablamos mejor- Su mirada no se apartaba de mí, por un segundo quise saber lo que estaba pensando. –Si sientes malestar me llamas, estaré en el sofá-

Le acaricié el cabello despacio y le sonreí ampliamente, quería hacerla sentir segura y de alguna manera.... Querida. Mell me tomó de la mano invitándome a acostarme a su lado, me posicioné donde ella quería y sentí su abrazo, su agarre estaba lleno de sinceridad.

-Se siente tan bien estar así- pude ver como cerraba sus ojos y se aferraba a mi pecho. –Creí olvidada esta sensación- coloqué mi mano en su rostro y Mell la entrelazó con la de ella.

-Solo descansa- Le recomendé con voz suave.

-Quiero seguir sintiendo esto-

El calor de su cuerpo estaba siendo compartido con el mío.

–Jackson...-

Su mano apretó la unión que tenía con la mía.

-¿Qué sientes Mell?- Mi pecho estaba a mil por hora.

-Siento que... me estoy enamorando-

Su rostro rosó mi cuello y juntos suspiramos, entramos en silencio por unos minutos, estaba confundido y sorprendido a la vez, la tenía entre mis brazos confesándome sus sentimientos, quería creer que el alcohol era el culpable, su mirada se clavo en la mía sin ningún pudor.

-¿Sabías que mañana me acordaré de todo?-

Lo único que podía hacer era escucharla e implorar autocontrol.

-Jackson.... ¿Puedo besarte?-

Su rostro se tornó profundo, se mordió su labio y me sentí desesperado –¡Al diablo el autocontrol!- sin decir nada la tomé de la nuca mirándola fijamente, ella se acercó más a mí, puso su dedo índice en mi mentón y posó sus labios abiertos en los míos. 

Fue un beso lento, lleno de paciencia 

–Tus labios son la gloria- Pronuncié sin pensar en las consecuencias.

Se distanció un poco para verme de nuevo pero yo quería más, ¡increíble! su mirada estaba llena de deseo. La atraje de nuevo a mí rápidamente y la besé con presión, nuestros labios se abrían y se cerraban con sincronización dando paso a sentir su sabor.

Al detenernos nos miramos sorprendidos, nos habíamos dejado llevar por el deseo, solté mi agarre de su nuca y le sonreí. Se recostó en mi pecho de nuevo y suspiró despacio.

-Sabias que... estoy empezando a creer...-

Sus pausas al hablar me desesperaban, quería saber que pensaba con tanta cautela.

-Jae... no parece amarme como antes-

Mis ojos se abrieron en sorpresa.

-Es frio... antes era tan atento y tan sensual... no parábamos de hacer el amor, no paraba de coquetear, aunque tenía sus momentos distantes no pasaba de horas...-

Notaba como se limpiaba las lágrimas.

-Ahora todo él es un tempano de hielo.... Y tiene un aire sadico en su mirada... no quiero ser paranoica Jack...-

Volteó a verme con sus ojos cristalinos ablandando mi  alma.

-Mírame...- Se levantó de repente. - ¿Tengo buen cuerpo cierto?-

-Ehh... sí, claro que sí-

-¿Tengo lindos ojos, buena personalidad?-

Su tono era regio al igual que la expresión de su rostro.

-Mell... - Su mirada penetró la mía. -Eres simplemente perfecta-

Sus ojos soltaron dos lágrimas, la atraje hacia mí de nuevo.

–Tranquila, descansa, mañana será un nuevo día-

Mencioné agitado y ella en silencio volvió a recostarse en mi pecho para quedarse dormida

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Aquí un nuevo capituloooo!! Lo siento por tardar; pero debo reformar unas cosillas de esta historia y mi tiempo es limitado; pero prometo esta semana subir otro cap seguidito para compensar su paciencia! 

Al fin se besaron por primera vez, aunque Mell un poco ebria.... No se olviden de votar y darle amor  a este fic!!! MUCHAS GRACIAS POR LEER!! me animan a seguir! :D