Capítulo 20: JACOB VS. LOGAN (PARTE 1)

— ¡Buenos días! —El señor Vargas saludaba a los meseros—. Hoy les traigo noticias. Como todos sabrán, ayer coloque nuevamente el anuncio de "Se busca Mesero". Creí que me tomaría un tiempo ver interesados en el empleo, sin embargo; me di con la certeza de que ayer mismo, dos muchachos querían trabajar con nosotros.

Los empleados estaban formados en filas  y se preguntaban quiénes podrían ser. Emma sabía muy bien de quienes se trataba, seguía molesta por lo del día anterior, pero por una parte satisfecha, ya que se animó de empezar por fin a escribir su nueva historia, al ver lo descabellado que hacía el modelo.

En eso entraron Logan y Jacob.

—Preséntense, muchachos — indicó el jefe.

—Me llamó Logan Mathers. Tengo 22 años y soy estudiante de fotografía.

Jacob lo miró sorprendido «Estudia la misma carrera que yo estudiaba...»

Las meseras muy emocionadas comenzaron a exclamar  "¡Oh! ¡Aún es un bebé! ¡Qué lindo!", Logan solo se rascaba su cabello avergonzado.

—Mi nombre es Jacob Smith, tengo 26 años...

Una de las meseras le susurraba a la otra "¿Él no es el de la otra vez?", a lo que ella asienta emocionada. Jacob sonrió al escuchar su comentario y siguió presentándose —Yo también estudiaba fotografía, tuve que dejarlo ya que soy modelo. O mejor dicho, supermodelo.

 Las chicas se acercaron a él al instante, pediéndole su número telefónico e invitándolo a salir. Él reía como actuaban las chicas. No le interesaba ninguna. Miró de reojo a Logan, y lo encontró un poco celoso. Jacob se rio y le sacó la punta de su lengua para asarlo peor.

—¡Señoritas! ¡No he terminado de hablar!— exclamó el señor Vargas—. Dos de mis mejores meseros, los ayudarán a informarles de que consta el rol de mesero acá. Yo estaré viendo su progreso y al final daré mi veredicto.  Paolo, usted se encargará de ayudar a Jacob; y Emmanuel, usted de Logan.

—Entendido —respondieron ambos.

—¿Por qué él tiene a Emmanuel? ¿Yo no puedo elegir a quién quiero como coach? —preguntó insatisfecho Jacob.

—No, son mis órdenes —respondió el jefe.

Logan le sonríe y le saca la lengua de vuelta al modelo.

—Bueno, Tienen estos dos días para capacitarse. Al tercer día, diré quien es el nuevo mesero. ¡Comiencen ya!

El señor Vargas se retiró a su oficina.

Jacob, aprovechando que Emmanuel estaba solo, intentó acercarse, pero le fue imposible ya que las chicas se aproximaron a él en manada. Ellas seguían preguntándole datos y le sacaban fotos. Él solo sonreía mientras volteaba a ver al mesero. 

—Así que ambos seremos un equipo— Logan comentó a Emma.

—Eso parece.

—¿Qué te pasó en los ojos? ¿No pudiste dormir?—le preguntó rosando sus dedos por su cabello.

—Algo así...

De pronto aparece Jacob empujando a Logan.

—Parece, Emmanuel que ambos ahora seremos rivales...¿Y esas ojeras?

—Que te importa —rodeó los ojos.

—¡Oye!  Me preocupo por ti, ¿y me respondes así? Está bien, entonces empezó la guerra.

Logan se metió — ¡Entonces que gane el mejor!— estrechó su mano.

Jacob miró la mano de Logan por un segundo y lo ignoró. Emma no aguantó ver su arrogancia que cogió del brazo a Logan para empezar con las clases.

—¡Hey! ¡No he terminado de hablar contigo, Emmanuel! —gritó Jacob mientras ve que los otros dos se iban.

— Ya terminaste con ese dramita —se acercó Paolo a él.

— ¿Y tú eres...?

—Soy Paolo, tu coach... Oye, tengo una duda. ¿Por qué un supermodelo como tú quiere trabajar en un bar? No tiene sentido.

—Pues...

—Déjame adivinar, es por Emmanuel, ¿verdad?

—¡¿Cómo puede ser?! Ambos somos hombres. Mujeres se mueren por acostarse conmigo, ¡y me dices que soy gay!

—No he dicho eso,  aunque ahora me lo confirmas. La otra vez rechazaste a que yo te atendiera, para que Emmanuel lo haga. Y me pareció que estabas coqueteándole. 

—¡Creíste mal!  Ahora empieza a enseñarme que quiero ganar.

—Tranquilo, Emmanuel no puede enseñar mejor que yo. Yo le ayude a él a entrar al Machazo.

— ¿Así? Entonces tengo al maestro. Ahora, tengo confianza de que ganaré.

***

Afuera del bar.

—¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos? ¡Piensa Emma! ¡Piensa! —se decía ella misma mientras caminaba de un lugar a otro.

—Tranquila. Déjame ayudarte a pensar por ti—se acercó Logan tomándola de los cachetes. Él cerró los ojos y comenzó a meditar.

—¿Qué estás haciendo?

—Pues, te ayudo a pensar. No me desconcentres y cierra tú también los ojos.

Emma confundida, cerró sus ojos y pensó «Siento calor en las mejillas... ¿Qué me pasa?»

 Ella abrió los ojos y se encontró con el rostro risueño de Logan. Emma se asustó al tenerlo tan cerca y cayó al suelo.

— ¿Te encuentras bien? —preguntó Logan.

—Sí, no te preocupes. ¡Ya recordé! —se levantó rápidamente del suelo— Te enseñaré lo mismo que me enseñó Paolo. Aunque no sé si lo haré al nivel de él.

—Yo confió en ti. Además, el aprendiz supera al maestro, ¿no es así?

—¡Cierto! Hágámoslo.

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