Capítulo 11
Capítulo 11: ¡No soy gay! ¡Tengo novia!
—Hay un lugar donde podemos ir. Queda relativamente cerca.
—Está bien...—asintió Emma al sujeto con gafas de sol y una bufanda que le ocultaba la mitad del rostro.
La escritora entendía la extraña vestimenta del modelo. Jacob no quería ser reconocido en la calle y menos, ser interrumpido por extraños queriendo tomarse fotos con él. Pero caminar a un metro de distancia de su cita en plena calle neoyorkina, dejaba a Emma exhausta de tanto esquivar a los transeúntes sin perderlo de vista.
Harta de no lograr llevar su ritmo, esperó a que la luz del semáforo cambiara a rojo, para tomar el carril de la ciclovía y correr hasta alcanzar a la inspiración de su próxima novela.
—¿Así sales con tus amigos?—Emma empujó al hombre apoyado en la entrada de una tienda.
—Es preferible que caminemos distanciados. Tú sabes, soy una celebridad. No quiero ver mi cara en los tabloides de mañana, creyendo otra cosa—murmuró quitandose sus gafas al entrar al lugar.
—¿Y esto?
—Es una librería. ¿Acaso nunca has comprado un libro?
—Claro que sí. ¡Me encantan los libros! Hasta escri...
Emma bajó la voz al darse cuenta que por poco delataba el proposito de este encuentro. Por suerte, Jacob estaba distraído saludando al dueño de la tienda, que al parecer no era la primera vez que venía él por aquí. Era una modesta tienda de libros usados. Había un pequeño espacio para un club de lectura del adulto mayor y varios libros de segunda mano, desechados por sus antiguos dueños. Emma cogió un libro en particular. Su propio libro. Encontrar su autógrafo y una pequeña dedicatoria en la primera hoja, le recordaba su primera firma de libros. Cada persona que se le acercaba, la felicitaba y juraba fidelidad a la autora para su próxima publicación. ¿Cuántos ejemplares de Ángel habrían acabado en la misma situación? O peor, en la basura. De algún modo, estaba determinada a que esto no se vuelva a repetir.
—El modelaje no me ha dado ningún descanso decente estos últimos años—seguía Jacob conversando con el anciano vendedor—, aunque eso no quiere decir que no me dé un salto por acá en estas cortas vacaciones. Cierto, traje conmigo a un nuevo amigo—le señaló de reojo.
—¿Así?—rio limpiando las lunas de sus anteojos—.Creí que era el mismo chico que siempre traías.
Jacob volteó a ver a Emmanuel. El bailarín y el mesero tenían el mismo estilo de vestir, rasgos finos y cuerpo muy delgado. Sin embargo, al ver al muchacho quien se encontraba a unos pasos de él, hojeando un libro con tanta curiosidad, sabía que no estaba saliendo con ningún clon de Josh. Y esperaba que así siguiera.
—¿Qué estás leyendo?—se acercó al muchacho.
—Nada, nada, nada—volvió a meter su libro en el librero.
—¿Te gusta este género?—preguntó al notar que había tomado un libro de la sección "romance".
—Leo de todo.
—Entonces, vayamos a buscar historias de terror.
—No sabía que te gustaba leer—comentó Emma mientras revisaban las contraportadas—.Como que uno no se imagina a un modelo leyendo algo que no sea una revista. Sin ofender.
—Hay muchas cosas que no sabes de mí.
—¿Y qué más te gusta hacer? ¿Tienes algún pasatiempo?
—¿Acaso te soy interesante ahora...?
—¡No-No es es-eso!—titubeó desviando su mirada al club de lectura—.¡Mira! Están por empezar a leer, debemos bajar la voz.
—Tomaba fotografías antes de empezar en el modelaje—Jacob respondió, sonriendo al ver al mesero alarmado—. Ahora supongo que ir restaurantes de comida exótica, se ha vuelto mi nuevo pasatiempo...
Emma se sonrojó un poco al oír esa indirecta. Tosió un par de veces y continuó viendo los libros.
—¿Cuéntame algo de ti?
—¿De mí? ¿Qué cosa te voy a contar? No tengo una vida intersante como la tuya.
—Vamos, te he contado algo de mí, ahora te toca a tí.
—Me gusta escribir—giró hacia él, percatándose segundos tarde que le había preguntado a "Emmanuel" y no a Emma—.¡Haikus! Tú sabes. Poesía. Bueno, me gustaba. Ahora, me interesa más... ¡El baile!
—¿Así...? ¿Aspiras a bailar profesionalmente? ¿Como ballet? ¿Quieres ser como Nuréyev? ¡¿O ser el siguiente Barýshnikov, ah?!
—No... Bailar pop, lo que está de moda en Mtv. ¿Qué te sucede?
—Por un momento pensé que te parecías a Josh...
—¿Quién es Josh?
—Mi novio—.Emma quedó atónita. Gigi había tenido razón. No le interesaban las vaginas—.¿Me guardarás el secreto?
—No es que sea un delito ser gay...
—Si eres famoso con contratos publicitarios, sí. Les haces perder millones, y ya nadie te contratará. ¿Puedo contar contigo que no se lo dirás a nadie?
—Seguro.
—Voy a creerte.
—Supongo que el que hayas decidido compartirme un secreto así, nos convierte en amigos cercanos.
«Todo por mi libro. Todo mi libro» fingió una sonrisa mientras le daba unas palmadas en el hombro como felicitaciones.
—Me alivia escuchar eso. Aunque más lo estaría, si tú también me dijeras el tuyo, Emmanuel.
—¿Yo? ¿A qué te refieres con eso...? Yo no oculto nada. Soy un chico bueno.
—Admite que también eres gay.
—¡¿Que yo qué?!
—No te hagas. Sé que te gustan los hombres. Me di cuenta al ver la manera en cómo describías a tu "ángel" y también, cuando te vi coqueteando con uno de los meseros del Machazo en el basurero...
—¿Cómo sabes que estaba con Paolo en el basurero?
—Eso no interesa. Solo admítelo.
Emma tomando nota que el modelo tenía una pareja, sentía que la necesidad de conquistarlo estaba descartado. Solo debía mirar desde un angúlo cercano y crear una versión diferente para su próxima obra, sin necesidad involucrarse físicamente con él. No había necesidad de fingir ser gay por una historia de doscientas páginas. ¿O sí?
—No soy gay. A decir verdad, tengo novia.
«¡¿Novia?! ¿¡No se me pudo ocurrir otra mejor cosa que decir?!» Emma quería ocultarse entre los libros.
—¿Una novia? ¡¿Tú?!
—De veras.
—Entonces, ¿cómo se llama la afortunada, don Juan?
—Se llama...Se llama, Eugenie.
—¿Eugenie?
— ¿Sí...? ¡Sí! Y vivimos juntos. Ya tenemos un largo tiempo saliendo.
—Mmm... Entonces, presentámela. ¿Qué tal ahora?
—No creo que esté en casa...
—La esperaremos. Vamos. ¿A menos que no exista ninguna Eugenie?
—¡Claro que sí! Gigi es mi mejor amiga... ¡Y mi novia! Puedo decirle que vaya al Machazo esta semana, para que la conozcas. Ahora debe estar ocupada.
—¿Para qué busques a alguien que finja salir contigo? No, gracias. A que me estás mintiendo, te apuesto. Tú mismo has dicho que no es un delito ser gay. Solo admítelo.
—Te he dicho que tengo novia y es de verdad. ¿Acaso quieres apostar?
—No creo que puedas pagarme con dinero con el trabajo que tienes... Así que como los niños juegan, serás mi esclavo por un día.
—¿Tu esclavo? Estás loco.
—¿Pero quién sabe? ¿Tal vez tú tengas razón? Y tendré que hacer lo que tú me pidas.
«Eugenie es actriz. Le digo que me siga la corriente, y pan comido» pensó Emma mientras estrechaba la mano con el escéptico de Jacob.
—Bien. Entonces, vayamos a que me presentes a tu novia "Gigi".
All Rights Reserved. Copyright © teffo96 2013
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top