Capítulo 7

Contarle todo a mi mejor amigo la mañana siguiente es penoso. Él se ríe y asiente con la cabeza ante mi relato. Le sorprende que Scott haya estado en mi habitación y mi madre no me interrumpiese como siempre lo hace cuando tengo invitados en casa. También no puede creer que Scott sea gay, y me dice que no debería importarme que al menos tuve el chance de conocerlo en persona.

Al culminar el tormentoso cuento, me empieza a realizar preguntas que, si siento algo por él, por qué me deje intimidar y no lo saque. Eso es algo difícil de responder, pero resumiendo mi familia queda encantada con el idiota y pues no tengo más remedio que dejarlo ahí viendo el fútbol conmigo.

Luego del desayuno, mi madre me entrega las llaves del auto y dice que lo utilice bien para no tener más problemas. Al parecer no le gusta que utilice el autobús, ni irme caminando porque cree que es inseguro estar por ahí solo. Para mí es un alivio y me siento demasiado contento. El día empieza bien. Desafortunadamente hoy es el estúpido baile y no tendré pareja. Eso me pone triste.

—Invité a Britt al baile y aceptó.

—¡Bien por tí!

—Lo sé. Tengo un plan para ti, deberías vestirte de chica. Tengo un vestido de mamá que puede quedarte. Mi padre opina que es estupenda la idea.

—¿Le contaste a tu padre?

—Escucho la conversación que sostenía con Britt y luego me abordó de preguntas.

—Ahora pensará que estoy demente. Prefiero quedarme en casa para hacer las maletas, finalizando el acto y me voy. Necesito ser libre.

—Es nuestro último día, amigo.

No tengo chica, no tengo ganas de bailar. Todo es un completo desastre.

Llegando a la escuela y William en la puerta con un ramo de rosas y una caja de chocolate. ¡Dios! Esto parece una pesadilla, quizás estoy soñando y en la vida real estoy buscando asesinatos, seguro que Will es un cómplice y por eso me lo muestran tan seguido.

—¿Te gustaría ir al baile conmigo, Cristopher?

—Él ira conmigo. Apártate, niño o te noqueo la cabeza.

—Lamento decepcionarlos, pero no iré.

Phill y yo llegamos primero hacia el salón. Él tiene una risa nerviosa y cuando veo porque, es Britt quien está allí con sus amigas. Una de ellas se fija en mí y me guiñe el ojo.

—Cris, sé que Will jamás me perdonará por esto, ¿pero quieres ir al baile conmigo? —se acerca y es ¡Alicia James! ¡Dios mío! Es una maravilla. Un milagro. Nunca se me ocurrió verla a ella como opción, pensé que salía con Jack.

—Absolutamente —le contesto y ella brinca de la felicidad.

Este último día de clases se está haciendo más interesante cada vez. Will está triste, no puede creerlo, ha botado las flores y les da dado los chocolates a sus amigos quienes se los lanzan a los de primer año y se arma una guerra de comida que termino salvándome.

Scott también queda con ira. Cuando finaliza las clases, busca a Britt y me frunce el ceño. Eso está genial. Soy libre, motherfuckers.

—¿Estás seguro de que no deseas ir con él? —me pregunta Phill luego de verlos salir por la entrada principal de la escuela.

—Completamente seguro.

—Will está como loco. Jamás lo había visto así. ¡Es el último día y has revolucionado el mundo!

—Que gracioso. Al menos me siento mejor.

—Alicia es una chica adorable, quizás tengan hijos y vivan en el campo.

—Este día es perfecto, y en serio es el mejor de todos.

—Ya quiero ver cómo esos dos hombres soportan la fiesta.

Llegamos a mi casa y comemos postre, pizza y celebramos que ya al fin no tendré que asistir nunca más. Les cuento que la presentación del proyecto estuvo genial y nos dieron un buen puntaje. También que tengo una cita para esta noche y preguntan quién podría ser.

—Alicia James.

Mi madre se sorprende al oír el nombre. No espera que sea real.

—Pensábamos que irías con alguien más.