Capítulo 36

Observo como todos van decorando la casa y haciéndolo más bonito que antes, como no deseo estar en la sala voy a mi habitación para descansar y poder respirar aire fresco. Entro y veo a Scott acostado sin camisa y viendo un partido con snacks de todo tipo. Si no me hubiese hecho lo que hizo, quizás me abalanzará sobre él y sería demasiado feliz acostándome a su lado mientras me acaricia el cabello.

―Quédate ―me dice―. ¡Por favor! ―me ruega deteniendo mi brazo.

― ¿Para qué?

―Quiero hablar contigo, Cristopher.

― ¿Sobre qué?

―Sé que nunca me vas a perdonar y quizás estés demasiado enojado conmigo. Solo quiero que sepas que mis sentimientos no han cambiado y esta decisión es dolorosa.

―Sinceramente no me importa tu relación sentimental.

―Si, en eso tienes razón, Cristopher. Soy un idiota insensible, lamento herirte, de verdad ―me dice―. ¿Entonces que prefieres, Cristopher?

―Que sigas siendo el cuñado de Phill, con eso me conformo ―le respondo y él asiente―. Puedes quedarte en esta habitación, si tan cómodo te sientes.

―Está bien, y solo que en esta habitación me siento yo mismo y no tengo que fingir nada. Solo necesitaba ser yo mismo ―no sé a qué se refiere con eso y tampoco quiero preguntarle―. Una vez más discúlpame, Cristopher.

En fin, ya ambos hablamos lo que teníamos que hablar, no hace falta sentirse culpable. Él se retira.

Luego de una hora viendo televisión, me acerco hacia la cocina porque mi estomago me pide comida.

― ¿Qué hay de delicioso por aquí?

―Ten, cariño ―mi mamá me da tres sándwiches y voy hacia el jardín donde está Phill y Britt discutiendo por primera vez.

―Phill en serio no seas terco, tú sabes muy bien que no lo hice a propósito.

―Soy tu novio, Britt no un mejor amigo.

― ¿Y eso qué tiene que ver? Yo sé que eres mi novio, solo que no te puedes comportar así. Ellos son mis amigos solamente.

―Chicos, chicos ―intento calmarlos―, no hace falta que peleen, ¿sí?

―Te amo, Britt y confío plenamente en ti, es solo que me puse celoso, eso es todo.

―Yo también te amo Phill y no te cambiaría por nadie. La próxima vez te presento a todos mis amigos para que compruebes que no tengo nada con ellos y que simplemente fue un malentendido de mi parte.

― ¿Ya? ¿Felices?

Ambos asienten.

―Gracias, Cris.

Nos reímos los tres por un buen rato de los malos chistes de mi amigo y las caras graciosas de Britt.

**

A los días siguientes ayudamos a decorar el arbolito y alegramos el ambiente colocando música y divirtiéndonos. Invito a William para que este con nosotros y no se sienta sólo, él sabe que no tiene que ponerse fastidioso conmigo y mantiene su límite, no me pide que seamos nada ni tampoco lo demuestra lo cual me parece genial y me hace sentir cómodo. Tomo el consejo de Phill, pero lo llevo a la amistad, a mi William no me genera ningún mal pensamiento y es mejor tenerlo como amigo que como un estorbo viviente empalagoso.

―Nunca había estado en un ambiente tan navideño ―comenta Will.

―Si no fuera por Cris, tampoco tendría navidad ―Phill también ha pasado por malos ratos y ante todo no le afecta demasiado.

―Su madre es el extremo de la Navidad, jamás había visto tantas cosas y exagero en comprar todo eso. ―Will intenta desenredar las luces para colocarlas en el arbolito.

―Exagerada, es poco, es obsesionada ―comenta mi hermana―. Es como si su vida dependiera de eso, es un fastidio.

―Cada año lo cambiamos y ahora son peluches las decoraciones.

―Si, se va más tierno ―dice mi otra hermana―. Y bueno mamá es así desde siempre, no podemos cambiarla.