Macho.

Quien pone las reglas del amor, claramente se equivoca.

Kinky - Macho

Shoto bebía con furia mirando una escena que le repugnaba.

Midoriya el mesero de aquel bar correspondía al coqueteo de una chica castaña, los sutiles roces que le da la muchacha, y las sonrisas seductoras del peliverde lo irritan por montones.

Con rapidez se terminó el contenido de aquel vaso, con torpeza pide otro trago al barman, un chico pelirrojo de sonrisa resplandeciente.

Quien aunque parece renuente a darle más alcohol, ya que se nota claramente ebrio, lo hace pues es su trabajo.

Al recibir el nuevo trago lo toma, pero esta vez con más calma.

Misma que se va a la basura, cuando la masculina voz del peliverde le eriza los vellos de la piel.

—Kiri tengo un descanso de 20 minutos ¿Lo tomare ahora, vale?

—Por supuesto hombre, Denki te cubrirá, solo no tardes más de la cuenta, ¿Estamos?

—Claro. —Susurra risueño.

Acto seguido se da la vuelta, el bicolor nota como la chica se va detrás de él, tomando su mano con firmeza.

La ira lo consume rápidamente, por lo que de un solo trago termina su bebida.

—Dame otra, pero esta vez quiero lo más fuerte que tengas. — Masculla con odio.

Ejiro suspira con cansancio, pues siempre es lo mismo con aquel hombre.

—Vale, tenga aquí está el licor más fuerte de la casa — Murmura con falsa alegría.

Todoroki ni siquiera agradece, se bebe el contenido con una rapidez abrumadora, cuando termina pide otro trago, otro más y así se pasa hasta muy entrada la madrugada.

Su vida es un desastre, la solución es sencilla, pero su orgullo y "hombría" son tan grandes, que no es capaz de aceptar su realidad.

Shoto Todoroki conoció a Izuku Midoriya hace más de 11 meses.

¿Una casualidad?

¿Un encuentro destinado?

La razón estaba muy lejos de ser bonita, pues lo conoció cuando se fue a aquel bar a ahogar sus penas en alcohol, ya que su prometida Camie, lo había abandonado.

Vale, que la chica tenía una reputación dudosa pero así la amaba, aunque lo que más le dolía sin duda es que su mejor amigo, Inasa, fuera participe de la traición.

Ambos se marcharon días antes de la boda, gracias a eso, la vida de Shoto se convirtió en el chisme más sonado de la alta sociedad.

Las palabras de las personas eran sumamente venenosas y dañinas, ya que decían que la muchacha se había marchado, pues Shoto no le cumplía como hombre.

Aquello sí que le dolió, pues él no había querido tener sexo con ella antes del matrimonio, ya que deseaba tener una primera vez muy especial.

Y que mejor manera, que hacerlo con la persona con la que vas a pasar para siempre tu vida.

Eso pensaba él, pero al parecer ella no pensaba igual.

Por eso es que fue a aquel bar tan alejado de la ciudad.

Pues no quería ver a nadie conocido, mucho menos hacerlos participes de su miseria, pues si bien tenía amigos por montones, prefería pasar ese trago amargo en soledad.

Ya que sabía sus supuestos "amigos" en lugar de ayudarlo, lo hundirían más en la mierda en que se había convertido su vida.

Cuando entro al lugar le pareció demasiado acogedor, algo raro si tomaba en cuenta que ahí era el punto de reunión de hombres borrachos.

Se sentó en una de las sillas que estaban por la barra, un amable pelirrojo le pregunto qué quería de beber, a lo que el respondió, que necesitaba la bebida más fuerte que tuviera.

Con una sonrisa el chico asintió, en menos de cinco minutos, ya había tomado su primer trago, y a ese le siguieron uno tras otro.

Se puso tan ebrio, que olvido la razón de su dolor, estaba a punto de quedarse dormido en la barra, cuando una suave voz lo hizo voltear.

Cabellos verdes, mejillas pecosas, orbes esmeraldas mirándolo con amabilidad.

Shoto creyó haber muerto ya que se encontraba frente a un ángel, pues ese muchacho era jodidamente hermoso, aún más que las mujeres con las que se rodeaba comúnmente.

Estaba tan embelesado mirándolo, que solo fue capaz de salir de aquel estado, cuando la mano del chico pellizco su mejilla.

— ¿Señor se encuentra bien? ¿Gusta que llame a un taxi para que lo lleven a su hogar? —Pregunto con preocupación.

Él negó de forma repetida.

—Quiero quedarme aquí, me gusta este lugar, los ángeles bajan en este sitio, eres muy bonito ¿Me podrías consolar? —Balbuceo mientras se abrazaba al torso del chico.

El más bajo se sonrojo ante la acción, trato de hacer que el bicolor lo soltase, pero no lo logro.

Cuando estaba a punto de pedir ayuda a su rubio compañero, se encontró con la sorpresa de que aquel hombre estaba llorando.

Entre balbuceos incesantes, le contó como fue que su novia lo dejo, a pocos días de casarse.

El corazón tan noble del peliverde se conmovió ante tal historia, por lo que dejo que se desahogara con él.

Cuando se encontraba un poco mejor, ya era de madrugada y estaban a nada de cerrar el local.

Con tranquilidad el pecoso le pregunto al muchacho, si necesitaba que le pidiera un taxi para que volviera a su hogar, a lo que él negó.

Pues no le apetecía ir a su departamento, ya que se imaginaba, ahí se encontrarían sus hermanos, o hasta su padre, razón por la cual se hizo un ovillo en la barra y se recostó en ella.

Al verlo el pequeño muchacho trato de impedírselo, pero Shoto estaba tan ebrio que no entendía de razones, solo se calmó cuando el muchacho le dijo que lo llevaría a su casa, pues no podía quedarse en el bar.

El peliverde pidió un taxi, cuando llego ambos se fueron en dirección al hogar del pecoso.

Al entrar al apartamento, el suave aroma a perfume invadió las fosas nasales de Todoroki, se sentó en el sofá que había en la sala, mientras que su anfitrión se dirigió a la cocina.

Cuando ya casi se estaba quedando dormido el bicolor, el suave tacto del chico lo despertó.

—Toma esto, te hará sentir mejor, por cierto, mi nombre es Izuku Midoriya, perdón por no presentarme antes ¿Cómo te llamas tú?

—Shoto, Todoroki Shoto. —Balbuceo con dificultad.

—Bien Shoto, yo debo de ir a dormir, ya que mañana entro temprano a la universidad. Dejare unas cobijas aquí y una pijama para que puedas dormir, siento que debas dormir en el sofá, pues el cuarto de invitados esta hecho un desastre gracias a mi poco tiempo para limpiar, descansa.

Todoroki no presto mucha atención, pues se quedó dormido cuando había terminado media taza de café.

Izuku noto esto y suspiro, con cuidado lo acomodo en el sofá, y lo cobijo.

Dio un pequeño bostezo y se dirigió a su cuarto a dormir, pues mañana le esperaba un día pesado.

Cuando despertó, Shoto ya no estaba ahí, las cobijas estaba perfectamente dobladas, encima de ellas una pequeña nota sobresalía.

El peliverde la leyó, y sonrió sutilmente al ver lo que en ella decía, sin prestar mucha atención se marchó, pues creía que nunca más vería a tan guapo hombre.

Que equivocado estaba.

Después de eso a Todoroki se le hizo común ir a ese bar, pero sobre todo se acostumbró a dormir en casa de Izuku, pues se sentía tan solo, que fingía ponerse ebrio, para tener la compañía de tan simpático muchacho.

Cuando Midoriya descubrió su engaño, en vez de enojarse se encontraba divertido, pues ya lo llevaba sospechando luego del primer mes.

Después de eso se hicieron amigos, unos muy buenos e inseparables amigos...

Su relación de amistad iba bastante bien, Todoroki sentía que conocía al pecoso de toda la vida, ya que tenían muchas cosas en común.

Además estaba el hecho de que la presencia de Izuku lo relajaba y tranquilizaba, razón por la cual iba a diariamente al pequeño bar, para ver al chico y platicar con él en su descanso, luego de eso lo esperaba e iban a casa del menor a pasar la noche.

Más eso cambio un día de octubre, a casi tres meses de conocerse, ese día Todoroki no pudo llegar temprano, ya que tuvo una reunión con algunos accionistas de su empresa.

Pasaba más de media noche cuando por fin pudo desocuparse, con rapidez se encamino a ver a Izuku, pues su descanso era a las 12:30.

Condujo lo más a prisa que pudo, cuando llego noto que el lugar estaba bastante tranquilo, de reojo vio al rubio compañero del pecoso atendiendo a los pocos clientes que había.

Consulto su reloj y noto que eran las 12:38, sabía que había un pequeño lugar en que los empleados podían descansar, por lo que se dirigió para allá, aunque su acción fue detenida, por el amable pelirrojo.

—Oye viejo, no creo que sea una buena idea que vayas para ese lugar. — Murmuro nervioso.

— ¿Por qué no? Soy amigo de Midoriya, me conoces ¿Qué hay de malo en que vaya a verlo? Además es su descanso. — Susurro extrañado, pues la actitud de Kirishima le parecía rara.

—Bueno, lo que pasa es que Izuku no está solo, él está un tanto ocupado ahora. — Dijo mientras sonreía tensamente.

Aquello le pareció extraño, viniendo del pelirrojo, por lo que sin escucharlo, se fue a grandes zancadas a la pequeña habitación de descanso.

A pocos metros de llegar a la puerta, paro en seco, pues de aquel lugar solo salían gemidos, jadeos y maldiciones por montones.

Se sintió incomodo de imaginar a su amigo con una chica, se iba a dar la vuelta dispuesto a irse, pero la inconfundible voz de Midoriya pidiendo más, lo dejaron en un estado de Shock momentáneo.

De forma inconsciente se movió hacia la puerta, sin tocar la abrió de par en par, encontrándose con una imagen difícil de digerir para él.

Su amigo estaba teniendo sexo con un tipo de cabello rubio ceniza, la forma en que lo embestía le parecía fascinante, cuando vio su rostro sintió como el calor subía a su cuerpo.

Pues estaba contraído en una mueca tan hermosa de placer, que sin duda hizo cobrar vida al dormido amigo entre sus piernas.

No se podía mover de aquel lugar, se encontraba hipnotizado mirando el hermoso cuerpo masculino siendo poseído con bestialidad.

Ninguno de los hombres reparo en su presencia hasta que el orgasmo los alcanzo.

El peli ceniza de nombre Katsuki, se recostó sobre la espalda del peliverde, le iba a dar un beso, cuando noto a su asombrado espectador.

— ¿Y tú quién mierda eres?

Esas palabras llamaron la atención del pecoso, quien miro hacia la puerta, encontrándose con su nuevo amigo, quien lo miraba fijamente.

Sus mejillas se colorearon de rojo, al darse cuenta de la situación.

—Sho- Shoto ¿Qu-e-e haces aquí? —Preguntó con vergüenza.

La voz de Midoriya pareció sacarlo de su trance, por lo que siendo consciente de las circunstancias, se marchó corriendo como alma que lleva el diablo, pues le avergonzaba haber visto un acto tan íntimo entre dos personas.

Luego de eso no pudo ver a la cara al pequeño Izuku, pues dentro de él una revolución de sentimientos emergía.

Estos iban desde la vergüenza, hasta los celos.

Esto último no lo entendía, ya que a él no le gustaban los chicos, sin duda alguna eso era lo que más lo incomodaba.

Pues no entendía porque se sentía de ese modo.

Después de dos semanas tuvo el valor de ir a ver al pequeño Midoriya, llegó temprano y se sentó en una de las mesas.

Fue atendido por el rubio quien le tomo su pedido, en unos pocos minutos ya tenía un vaso de Vodka en sus manos.

Observo el contenido del vaso con atención, pues le parecía increíble que gracias a lo que podía causar aquel líquido conoció a una gran persona, que terminó convirtiéndose en su amigo.

La verdad era que Shoto había sido criado bajo estrictas normas de comportamiento, ver al peliverde con otro hombre fue demasiado para su mente.

Había meditado sobre el asunto en todo ese tiempo, y llego a la conclusión de que no le importaba, pues Midoriya había demostrado ser un amigo incondicional, su orientación sexual era asunto suyo y no interferiría en eso.

Con esa idea en mente es que había ido a aquel lugar, cuando diviso a Izuku, le dio un vuelco al corazón, una emoción inexplicable se apodero de él al verlo sonreírle.

Cuando dieron las 12:30 am el peliverde se sentó a lado del bicolor, lo observo por algunos segundos, como meditando lo que iba a decir.

Más Todoroki le gano la palabra.

—Midoriya, lo siento por no tocar la puerta aquel día, te encontré en un momento demasiado íntimo. La verdad es que me sorprendió mucho, pero a mí no me importa tu orientación sexual, has sido un gran amigo por lo que sea gay no cambiara en nada nuestra amistad.

Izuku trato de hablar más Shoto negó con una sonrisa tranquila.

—Izu, entiendo que no me lo hayas dicho, nos hicimos amigos en condiciones raras, pero realmente te considero un verdadero amigo, por lo que quiero que esto quede zanjado entre nosotros ¿Vale?

El peliverde al ver que él contrario por fin paro de hablar trato de explicarle mejor la situación, pero fue silenciado por los labios de alguien que conocía muy bien.

Los heterocromaticos ojos se abrieron de par en par, al ver como su amigo era besado por una chica de castaños cabellos.

Su mente quedo en blanco, cuando la muchacha hablo.

—Deku kun ¿Hoy tienes tiempo para mí?— Preguntó con inocencia.

Aunque para Todoroki eso había sido más bien una vulgar sugestión.

Izuku sonrió tensamente.

—Uraraka, ahora justamente estoy un poco ocupado — Se disculpó el chico.

La chica escaneo al bicolor con la mirada, un mohín de desagrado se hizo presente en sus labios.

—Pero Deku, vine de muy lejos solo para verte a ti — Murmuró con falsa tristeza.

Aquello pareció funcionar, pues el peliverde se quedó pensativo, luego de unos segundos se giró a ver a Todoroki.

—Lo siento Sho, ¿Te parece que hablemos después del trabajo? —Preguntó con timidez el chico.

—No te preocupes, te espero. —Contestó, en tanto observaba la sonrisa cínica de la muchacha.

Midoriya se paró y se dirigió a su lugar de descanso, acompañado de la mujer.

Después de 30 minutos el mesero regreso a su trabajo, recibiendo una reprimenda del pelirrojo, por tardarse, luego de unos cinco minutos más una chica castaña salió de aquel lugar.

Su cortos cabellos estaban despeinados, su ropa mal acomodada, parecía buscar a alguien con la mirada, cuando observo a Todoroki una sonrisa de satisfacción curvo sus labios.

Contoneando las caderas se retiró del bar, dejando en Shoto una sensación de molestia indescriptible...

Luego de esa noche Todoroki descubrió que Midoriya no era gay, es más el muchacho no se clasificaba como nada, él solo le explico que amaba a las personas, sin importar género.

Con palabras dulces, le explico que a él lo enamoraba la esencia de las personas, que lo demás no era importante.

El bicolor no entendía del todo, pero trato de mantener su mente abierta.

Cuando Izuku hubo terminando de contarle aquello, Shoto por mero impulso pregunto por aquel peli ceniza, y la castaña que vio ese día.

—Pues eso es algo bastante complicado a decir verdad, ¿Quieres escucharlo?

—Si

El peliverde suspiro y miro al techo.

—El chico con el que me viste se llama Katsuki, la chica de hoy era Ochako, ellos dos son novios, a decir verdad somos amigos desde la infancia. Desde preparatoria ellos son novios, nuestra amistad se mantuvo intacta aun con la relación que poseían, eso nunca fue un impedimento. El problema comenzó cuando ambos quisieron probar cosas nuevas, hicieron infinidad de perversiones, aunque había una que les faltaba, eso era un trio, como sabía que yo era muy versátil, quisieron probar conmigo, al principio me negué, pues tenía una novia en aquel entonces. Aunque cuando ella me dejo, cegado por el dolor de la ruptura accedí, fue una experiencia bastante buena, pues fue mi primera vez teniendo relaciones con un chico. Después de eso todo siguió normal, ellos eran novios, yo su amigo, así seguimos por un tiempo, hasta que Kacchan empezó a buscarme mucho, siempre con excusas extrañas, luego le siguió Uraraka, al final comencé a tener sexo con ambos, a veces separados, otras veces juntos de eso más o menos medio años. Ellos me han propuesto tener una relación entre los tres, siendo que a ambos les gusto, y tal parece que ellos me gustan, así que estoy pensando que hacer — Susurra el chico.

Una opresión se hace presente en el pecho de Todoroki de solo imaginar a su amigo no solo con una persona, sino con dos más.

Razón por la cual se queja.

—Tu no mereces eso Midoriya.

El peliverde lo mira con curiosidad.

—Oye no es malo, ambos me tratan bien, además hay algunas parejas así, no me molesta, aparte soy muy abierto a posibilidades y no soy nada posesivo — Dice mientras se encoje de hombros.

El bicolor bufa molesto.

—No me refiero a eso, es decir yo creo que tú mereces más que eso, eres un increíble chico, veras que pronto llegara alguien que te quiera solo a ti — Exclama firmemente.

Una sutil sonrisa se forma en el rostro de Midoriya.

—Tal vez tienes razón, gracias—. Susurra con honestidad.

Luego de eso olvidaron esa charla, se dispusieron a platicar de cualquier otra cosa, ambos reían y se sentían relajados con la presencia del otro.

Ellos no lo sabía pero ese fue el inicio del caos.

A los cuatro meses de su fracaso con Camie, Shoto conoció a Momo.

Una bonita chica de cabellos negros, ojos color ónix y sonrisa encantadora.

La conoció en aquel bar en que trabajaba su amigo, la plática fue fluida y agradable, gracias al alcohol que ambos consumieron.

Las cosas subieron de tono, cuando con voz sensual la muchacha se le insinuó al bicolor.

Él bajo la influencia del alcohol olvido sus buenos modales y se dejó llevar.

Ambos terminaron en el departamento de Shoto, esa fue la primera vez de Todoroki.

Una muy mala primera vez, pues no pudo obtener su propia satisfacción.

Sabía que la muchacha lo logro, pues la sintió temblar debajo de él en medio de su orgasmo.

Aun así después de eso ellos comenzaron a salir...

Luego de un mes junto a Momo y teniendo infinidad de sexo, Shoto se sentía vacío, pues creía que algo le hacía falta.

Bueno además de un maldito orgasmo,  le hacía falta  "Buen Sexo"

Yaoyorozu era bonita, inteligente, amable y agradable.

Pero nada de eso lograba excitarlo, o ponerlo en un estado salvaje.

Sabía que su relación iba muy rápido, pero en verdad quería que funcionara, pues la antigua mala experiencia aun pesaba en su alma.

Él quería ser un hombre capaz de complacer a una mujer correctamente, no deseaba que Momo lo dejara, por lo que una loca idea se empezó a gestar en su mente con tal de conservar su naciente relación.

Shoto Todoroki le pediría ayuda a su buen amigo Izuku.

Con eso en mente condujo hasta su universidad.

Lo espero por algunas horas hasta que lo vio salir, aunque no iba solo, una bonita rubia de ojos ámbar lo acompañaba.

Ambos reían, mientras la chica se le pegaba al muchacho.

Esa acción disgusto al bicolor, por lo que salió de su auto y se encamino hacia donde estaba el peliverde.

—Izuku — Pronuncio con solemnidad.

El muchacho respingo, más una gran sonrisa curvo sus labios al ver a su bicolor amigo.

—Sho ¡Hola! ¿Qué te trae por aquí?

—Bueno a decir verdad yo...

Un carraspeo lo interrumpió.

—Bebé ¿Quién es él? — Preguntó la chica

— ¡Oh es cierto! Perdón cariño. Shoto, ella es Toga comenzamos a salir hace poco, es mi novia — Dijo con una sonrisa el peliverde.

Todoroki se tensó ante la información.

— ¿Enserio? Vaya hombre, felicidades, mucho gusto en conocerla señorita, yo soy...

—Shoto, mejor amigo de Izu, se conocieron en su trabajo.

— ¿Cómo es que...?

—Conozco a Izu desde hace mucho tiempo, tal vez no tanto como Bakugo y Uraraka, pero sin duda lo conozco mejor que ellos — Murmura mientras sonríe.

La sonrisa de aquella muchacha parece estar llena de advertencia, cosa que hace sentir al bicolor incómodo.

—Éramos amigos hasta hace poco, es por eso que ella me conoce tanto, nos contábamos todo desde antes de ser algo más. — Explica el peliverde.

—Entiendo, bueno, yo quería pedirte un favor, quisiera saber si tú me puedes dar un consejo, ya sabes de hombres — Susurró

Midoriya ladeo la cabeza y asintió, se despidió con un corto beso de la rubia y se fue junto al bicolor.

La muchacha solo miro al chico antes de darse la vuelta y partir, no le daba confianza ese tal Shoto, pero no podía hacer nada, pues era amigo de su amado "novio".

Todoroki no sabía cómo había llegado a aquella situación.

Vale mentira, lo sabía, pero la verdad es que en ese momento no le importaba nada más, que el tembloroso muchacho que estaba debajo de sí.

Se sentía en el cielo en aquel preciso momento, arremetía contra él de forma frenética.

No por lujuria, no, era algo más.

Algo que nacía desde su corazón y recorría su cuerpo entero.

Izuku era hermoso, aún más que Yaoyorozu y eso ya era mucho decir.

Pues siendo que a Shoto le gustaban los pechos grandes y curvas de infarto.

Hallarse así mismo, mirando embelesado el cuerpo masculino, le sorprendía en demasía.

Si bien era cierto, que hasta que Momo apareció, conoció las relaciones carnales.

Sentía que con Midoriya, por primera vez conocía lo que era el placer.

Siendo honesto, él no había planeado nada que eso.

Su idea solo era preguntarle que le podría gustar a una mujer, al momento de mantener relaciones.

A decir verdad la pregunta si la había hecho, pero en cuanto un sonrojado peliverde, comenzó a balbucear su respuesta, es que algo dentro de él se prendió.

Mientras Izuku explicaba algo sobre estimulación, Shoto se fue acercando más al rostro del pecoso, cuando este hubo terminado con su bochornosa tarea, levanto la vista encontrándose con los heterocromaticos ojos.

Un sonrojo aún más intenso que él anterior apareció, trato de alejarse más el bicolor lo sostuvo por los hombros.

Midoriya quería morir ahí mismo, pues le parecía una tortura tener que estar tan cerca de la persona que le gustaba.

Sin muchos preámbulos Shoto beso al muchacho, el contacto fue suave y gentil, aun con la experiencia que Izuku poseía, correspondió con timidez.

En aquel momento no pensaron en nada más, solo en aquel deseo que venían cargando desde el día que se conocieron.

Con prisa Todoroki desvistió al muchacho, el peliverde hizo lo propio con el bicolor.

Cuando ambos estuvieron totalmente desnudos se entregaron a la pasión.

Aquello era incorrecto, inmoral, le decía su mente a Shoto.

Sin embargo se sentía increíblemente más correcto, que su apresurada relación con Yaoyorozu.

El sonido de las pieles chocando y los sonidos obscenos que salían de sus bocas, llenaron la habitación por completo.

Aquel día Izuku no fue a trabajar, pues Shoto Todoroki estaba tan necesitado de él, que no lo dejo salir de la cama en todo el día.

El problema vino al día siguiente.

Cuando al despertar Shoto fue consciente de lo que había hecho, él había engañado a su pareja.

Pero sobre todo lo que más lo asusto es que hubiera sido con otro hombre, y no con una sensual y bella mujer.

Su mente se volvió un caos, con prisa tomo su ropa y se comenzó a vestir, estaba a punto de largarse de aquel lugar cuando su amante se incorporó con pereza de la cama.

Una boba sonrisa se formó en los labios del pecoso.

—Buenos días Sho — Musito adormilado.

Más Todoroki no respondió, pues sus pensamientos lo abrumaban, culpando al pequeño de aquella situación.

Al ver que el más alto no respondía su saludo, el peliverde se extrañó.

— ¿Te pasa algo? ¿Estás bien? Te vez muy pálido — Murmuro el peliverde.

—Nada, no me pasa nada, me voy. — Respondió secamente él contrario.

Midoriya no pudo decir nada más, pues Todoroki se marchó sin mirar atrás, un mal presentimiento se hizo presente en su interior, por lo que sin dudar marco al número de su mejor amiga, pues necesitaba un consejo y un poco de apoyo moral.

Por dos meses Todoroki ignoro las llamadas de Izuku, llego hasta el extremo de bloquear su número pues no quería saber nada de él.

Culpaba enormemente al pobre peliverde de lo que paso aquel día, pues pensaba que él lo sedujo.

En el fondo sabía que eso era una gran mentira, pero ese pensamiento le generaba seguridad.

Shoto era un hombre hecho y derecho, con principios muy altos, obviamente, él no era gay, ni bisexual, ni pansexual, ni nada de eso.

Él era un Macho, al que le gustaban las mujeres de pechos grandes y curvas definidas, no los tíos delgados, bien formados, con abdominales, pecas en todas partes, muslos firmes y con cara de ángel.

No señor, a él le gustaban las mujeres, lo que paso con Izuku fue un error, un jodido error, que era culpa de los poderes de seducción del estúpido y bisexual ¿O pansexual? No importaba.

Todo eso fue culpa de Izuku y no se volvería a repetir, pero a dos meses de eso, y de auto engaño diario, se sentía cada vez más miserable.

Tal vez lo que él necesitaba era dejarle claro a Midoriya que todo fue su culpa.

Si eso es lo que haría, iría a su casa y le diría que lo odiaba, que detestaba el día en que lo había conocido, que aquello que paso entre ellos era culpa del pecoso, que por supuesto él no lo disfruto.

Con eso en mente salió de su oficina, con rapidez fue al estacionamiento y se montó en su auto, condujo a toda prisa, pues quería alcanzar al pecoso antes de que se fuera al trabajo.

Al llegar al edificio donde estaba el departamento del peliverde sus fuerzas flaquearon, aun así no se dejó amedrentar.

Subió por el elevador, se paró enfrente de la puerta y toco el timbre.

Nadie salió a la primera vez, por lo que insistió un poco más, pasaron más de diez minutos y nadie le abría, razón por la cual estaba dispuesto a irse.

Aunque cuando iba a hacer aquello, escucho una conocida risa a sus espaldas, se giró con violencia encontrándose de frente con Izuku.

A lado de él la misma chica rubia que vio dos meses atrás, ambos cargaban unas bolsas de mandado.

La ira se le subió a la cabeza a Shoto al ver a ambos chicos felices, razón por la cual toda su frustración escapo a forma de palabras venenosas, y cortantes.

— ¿Sabías que tu novio me sedujo? — Pregunto con frialdad Todoroki a la muchacha.

Toga se encogió de hombros.

—No me interesa, ¿Puede quitarse de aquí? Necesitamos pasar a casa. —Dijo perezosamente la chica.

Aquello no hizo más que hacer explotar, el enojo y frustración contenido, por aquel tiempo.

— ¿Eres estúpida o qué? Ese hombre, si así se le pude decir, te va a seguir viendo la cara de idiota, se acuesta con cualquier persona, es un maldito raro, un inmoral, sucio, que nunca debería de haber nacido, él es un maldito...

Su discurso se corto se súbito al sentir un fuerte golpe en su mejilla, la fuerza fue tal que lo hizo caer de bruces al suelo.

Midoriya lo había golpeado, su expresión era de una combinación entre tristeza, resignación y furia.

Con aplomo lo tomo del cuello de la camisa y lo levanto.

Eso si que sorprendió a Shoto, pues siendo que él peliverde era más bajo, no se esperó que tuviera tanta fuerza.

—Escucha esto, y grábatelo en tu estúpida cabeza de "hombre", lo que yo soy no me avergüenza, la persona que te haya puesto las reglas del "amor" a ti, claramente se equivocó. Que tú seas un estúpido que tiene miedo de aceptar que existe más formas de amar no me importa, por mi te puedes ir a la mierda con tu hombría a otro lado, lárgate y juega a ser un "Macho sin cerebro". Lo que paso entre nosotros lo mal interprete, porque pensé que tu igual me querías, pero ahora me doy cuenta que no es así, tu mente es tan pequeña y cerrada, que vez como un problema a tu masculinidad que te atraiga un hombre.

—Tú no me atraes. — Escupió el bicolor con repugnancia.

Izuku rodó los ojos y sonrió burlonamente.

—Si como tú digas, siendo que ya quedo todo claro quiero que te vayas, y dejes de joder, y si tú vuelves e insultas de nuevo a uno de mis amigos o amigas, te juro que te daré una paliza de la que nunca te olvidaras. — Mascullo molesto el peliverde, mientras soltaba al bicolor y lo dejaba caer al suelo de nuevo.

El muchacho se giró a donde estaba la mujer, con una sonrisa tranquila le hablo.

—Vamos a casa ¿Vale?

Ella asintió, abrieron la puerta de la casa, y cerraron con rapidez antes de que Todoroki se incorporara.

Él se quedó mirando algunos segundos la entrada del departamento, luego se levantó y a grandes zancadas se marchó del lugar, con una opresión en el pecho.

Luego de eso todo se fue a pique, su vida laboral y personal se empezaron a hundir en la mierda.

Shoto creyó que Momo lo dejaría rápidamente, al notar como iba decayendo su vida, más se sorprendió al ver como la muchacha se quedaba a su lado.

Internamente se alegró, aquello logro que un gran cariño naciera para con ella.

Cariño, más no amor.

Eso aterro mucho al pobre hombre, la muchacha pareció notarlo, por lo que un día en que ambos estaban sentados en la sala del departamento de Todoroki, se dispuso a hablar con él.

—Oye Shoto, hay algo que quiero preguntarte, pero no sé si te moleste, ya que es algo privado, supongo yo.

El chico negó y le sonrió levemente.

—Puedes preguntar lo que quieras, eres libre de hacerlo. — Musitó con amabilidad.

Yaoyorozu lo miro unos segundos, aclaro su garganta y hablo con suavidad.

—Shoto, haces más o menos mes y medio te emborrachaste, tal vez no lo recuerdes, pues el estado en que estabas era demasiado, umm, delicado, cuando eso sucedió, me contaste sobre tu amigo Midoriya.

El rostro de Todoroki comenzó a palidecer al escuchar aquello.

—Sabes, yo te quiero, pero no de un modo pasional, creo que me equivoque, te veo más como un amigo, a lo que voy es que deberías de luchar por quien en verdad quieres, eres libre Todoroki, ve por Izuku. —Exclamo la muchacha enérgicamente con una sonrisa.

—Te equivocas Momo, yo no soy gay, es decir cometí un error, pero eso no quiere decir nada, yo te quiero a ti, a mí me gustan las mujeres, no los hombres, por favor no me dejes— Suplicó mientras la abrazaba.

La chica lo miro con detenimiento, se notaba desesperado, ella sabía de antemano que él no era feliz a su lado, por lo que no entendía, porque se aferraba a mantener esa relación.

—No te dejare, seguiremos siendo amigos, yo te apoyare, por eso mismo es que te digo esto, lucha por ese muchacho.

Más Shoto negó fervientemente.

— ¡Ya te dije que no me gusta! Yo no soy gay, fue un simple error, no volverá a pasar, yo ya nunca veré a Izuku, no volveré a ver sus verdes ojos mirándome con calidez, ni escuchare su tierna voz pronunciando mi nombre —. Terminó de decir en un susurro.

—Shoto, yo nunca dije que él te gustara.

El bicolor palideció ante lo que dijo la mujer, pero ella le sonrió.

—Todoroki, que te guste un hombre no está mal, amor es amor, tú puedes ser lo que quieras —. Declaró con una sonrisa.

Más el negó mientras se abrazaba a sí mismo.

—No, yo no puedo—. Balbuceó tristemente

Pues su rigurosa educación seguía presente en su mente, asustandolo y reprimiéndolo 

A diez meses de su separación con Camie, dos de su amistad con Momo y tres de no ver a Izuku, Shoto comenzó a comprender muchas cosas.

Con la ayuda de la pelinegra, empezó a asistir a un psicólogo, de eso ya un mes y medio, si bien fue bastante duro término por aceptar que a él le gustaban hombres y mujeres.

Cuando asimilo completamente su nueva sexualidad, se decidió a contarles a sus padres, pues quería librarse de todo lo que lo atormentaba.

Y eso era más que nada, la presión del yugo familiar.

Pues sus padres, eran muy tradicionales, y sabía tendría muchos problemas con ellos, al decirles su reciente descubrimiento.

—Al mal paso darle prisa — Pensó.

Por lo que se reunió con su familia un fin de semana, eran principios de junio cuando fue al hogar de sus padres.

La reunión fue tranquila, sus hermanos parloteaban sin parar, el mayor de ellos, ya tenía esposa, por lo que se mantenía tranquilo, en tanto que su padre permanecía serio y su madre serena.

Se comenzó a acobardar cuando su hermana le pregunto cómo le había estado yendo últimamente.

Con voz plana les contó a medias todo lo que había hecho, la conversación tomo otro rumbo cuando su hermano Natsu, pregunto si ya tenía nueva novia.

Shoto suspiro con cansancio, ese era el momento de decir todo aquello que lo atormentaba, sabía que se armaría un escándalo, pero ya no quería vivir una vida donde se tenía que reprimir, no ya no más.

Por lo que haciendo uso de todo su valor, contesto.

—Tuve una novia por algún tiempo, es una buena chica que ahora es mi amiga, ella me ayudo a descubrirme a mí mismo.

— ¿A qué te refieres Shoto? — Preguntó su hermano mayor.

—Me refiero a que descubrí que el amor es amor, sin importar género, sexo ni nada —. Declara solemne.

El silencio reina en la mesa, la única que se atreve a romperlo es su madre.

—Shoto cariño estas confundido ¿No es cierto? — Pregunta temblorosamente

Más el bicolor niega, con una sonrisa triste.

—No, yo no estoy confundido mamá, cuando Camie me dejo conocí a un chico, el más hermoso que puedan imaginar, no solo físicamente, sino también internamente, él me ayudo, se convirtió en mi amigo, mi confidente, en mi todo sin yo saberlo. Yo fui un idiota que no quiso admitir lo que sentía, así que lo dañe, probablemente ahora me odie mucho, pero eso no me importa, quiero luchar por él, quiero estar a su lado. Tal vez ya intuyan a lo que voy, pero si no entienden yo se los diré, soy bisexual, me gustan las mujeres y los hombres, pero sobre todo amo a ese chico de nombre Izuku —. Proclamó con convicción.

Luego de esas palabras todo fue un caos, su madre, tan dulce, comprensiva y amable, se convirtió en su peor enemigo, pues soltó multitud de palabras hirientes contra el bicolor, sus hermanos, fueron más comprensivos, lo apoyaron y lo defendieron de las venenosas palabras de su progenitora.

Su padre se quedó callado, mirando todo con aire ausente, cuando Todoroki ya no pudo aguantar más las dolorosas palabras de su madre se marchó.

Se sentía muy infeliz, pues la mujer que más amaba en el mundo lo repudiaba, estuvo tentado a retractarse de lo que dijo, aunque la visita de su padre unos días después lo hizo cambiar de parecer.

Contrario a lo que pensó, el hombre le externo su apoyo, le dijo que lo amaba sin importar nada, lo alentó a luchar por su felicidad, le dijo que no se preocupara por el que dirán, pues la gente era estúpida y siempre hablaba.

Shoto que siempre detesto la dureza de su padre, se encontró conmovido de saberse apoyado por al menos uno de sus padres, con voz trémula le agradeció a su padre, y le pidió perdón por la forma tan hostil en que se comportó con él por tantos años.

El mayor le restó importancia, platicaron un rato más, luego de un tiempo el pelirrojo tuvo que irse, pues su esposa estaba como loca llamándolo.

Cuando se hubo marchado su padre, Todoroki decidió que él siguiente paso era recuperar la confianza de Izuku Midoriya.

Por eso es que encontraba ahí, mirando como el chico que amaba coqueteaba con otra mujer, llevaba más de un mes tratando de hablar con él, pero el peliverde estaba tan dolido y era tan necio, que no le daba la oportunidad de explicarle nada.

En todo ese tiempo Shoto, había tenido que observar, al peli ceniza, a la castaña, y a la rubia coquetear y entrar al cuarto de descaso de empleados, con Izuku.

La sangre le hervía de rabia, solo de imaginar que aquellas personas podían poseer a su pecoso.

Cuando el descanso de Midoriya termino, trato de acercarse a él, pero nuevamente lo esquivo, estaba sumamente enojado por lo que pago y salió del lugar.

El aire fresco choco contra sus mejillas, una lágrima traviesa escurrió por su mejilla.

La situación le parecía sumamente patética, por lo que en cosa de nada se sentó en la banqueta y se puso a llorar, escondiendo su cara entre sus rodillas.

Las delicadas caricias sobre su espalda lo sorprendieron, inmediatamente pensó en Izuku, por lo que levanto el rostro, aunque rápidamente se desilusiono al ver a la persona frente a él.

— ¿Me vienes a restregar que soy patético?, porque si es así mejor ahórratelo, pues ya lo sé.

La mujer negó y sonrió sutilmente.

—Para nada, solo quería brindarte mi ayuda, sé que cuando nos conocimos fui muy grosera, pero, ahora lo único que quiero es lo mejor para mi amigo. Katsuki y yo hemos sido unos egoístas con él, nunca nos preocupamos por sus sentimientos, solo nos importaba nuestra propia satisfacción. Cuando él te conoció, inmediatamente trato de dejar de liarse con nosotros, lo logro los primeros meses, pero nosotros fuimos muy insistentes, solo dos veces pudimos hacerlo ceder, en esas dos veces tu nos vistes, lo sentimos. ¿Sabes? Yo sé que Deku se enamoró de ti profundamente, solo conocerte, sé que echaste a perder todo horriblemente, y que ahora el pequeño rol de canela no te quiere hablar. Él está tratando de hacerse el fuerte, pero a verdad es que ahora mismo es muy miserable, al igual que tú, yo no pudo seguir soportando eso, por lo que quiero ayudarte y ayudarlo. ¿Qué me dices, aceptas?

El bicolor mira a la castaña con dolor.

— ¿Y si él no quiere perdonarme nunca?

—No seas negativo, yo me encargare de ayudarte, es lo mínimo que puedo hacer por mi amigo.

—Bien, yo acepto, por favor, ayúdame a tener una oportunidad más con Izuku.

—Excelente, esto es lo que debemos de hacer, presta atención. — Exclamó la chica emocionada.

A Todoroki lo único que le importaba ahora, era conseguir una nueva oportunidad junto al chico que lo había cautivado y enamorado.

Izuku comía helado mientras miraba una película romántica, las lágrimas escurrían por sus mejillas, cual cascadas.

Desde niño siempre fue muy sensible, llorando por cualquier cosa que enterneciera a su frágil corazón.

La razón de sus lágrimas no era tanto la película, si no más bien cierto muchacho bicolor.

Midoriya no entendía porque Shoto había vuelto a su vida, incluso él mismo no comprendía como es que se había enamorado de Todoroki.

Era jodidamente guapo, sí, pero ese tipo de vanalidades nunca le importaron al peliverde.

Él amaba por lo bello que había en el alma de las personas.

Admitía que el bicolor era algo tierno, y despistado, aquello le parecía adorable, pero no era suficiente para enamorarlo como un loco.

¿Cierto?

Aun recordaba la primera vez que lo vio, tan frágil, desesperado y roto, el trato de ayudarlo a su manera, creyó lograrlo cuando lo vio sonreír.

La sonrisa de Todoroki sin duda era lo más bonito que había visto en su vida, luego de eso no pudo sacárselo de la cabeza, incluso accedió solo al coqueteo de Katsuki, como una forma de olvidar los extraños pensamientos que comenzó a tener por su nuevo amigo.

Aun así no lo logro, y ante la falta del bicolor por dos semanas, accedió a ver a Ochako.

Fue entonces que el regreso, disculpándose por haberlo visto en una situación tan penosa, el sentía una opresión en su pecho ante cada palabra que salía de la boca del contrario.

Estaba a punto de decirle que se equivocaba, pero entonces llego su amiga, a interrumpirlos, cuando se marchó junto a ella, tenía la esperanza de que él lo detuviera, lo besara y a los cuatro vientos proclamara que era suyo.

Recordar esos pensamientos lo ruborizaba.

Se enamoró de Shoto muy rápido, creyó que al romper su corazón ese amor se iría como llegó, rápido.

Mas no fue así.

A un año de haberlo conocido, sentía que aquel sentimiento había crecido aún más.

Él no lo comprendía, pues Todoroki había sido especialmente cruel.

¿Cómo podía seguirle gustando después de eso?

—Tal vez soy masoquista —Susurró en voz baja.

Bueno ahora eso no importaba, lo único que debía atraer su atención era la película que veía.

Trato de concentrarse en ver la TV, pero el tono de llamada de su celular interrumpió su tarea.

Con pereza suspiro y contestó.

— ¿Qué pasa Kiri?

—Hola amigo, oye, quería pedirte un favor, sé que hoy es tu día libre, pero Denki se enfermó al tomar leche caducada, está hecho una mierda, literalmente... Bueno eso no importa, podrías ayudarme a cubrirlo hoy, por favor —. Preguntó suplicante.

—Claro, no te preocupes, si quieres yo puedo iniciar a acomodar las cosas, tu deberías de llevar a Kaminari al doctor, aunque sea a una cita rápida —. Sugirió el peliverde mientras se levantaba del sofá.

— ¿Estás seguro? No quiero parecer un aprovechado —. Susurró avergonzado.

—Para nada, yo te ayudo, me daré un baño rápido y salgó para allá.

—Gracias hombre, tratare de no tardar, nos vemos en un rato — Se despidió y colgó.

Izuku quien ya se encontraba en su cuarto, suspiro.

Agradecía que Kiri lo necesitara hoy, pues no le apetecía estar toda la tarde pensando en Todoroki Shoto.

Solo entrar al bar, Midoriya noto que algo andaba mal, pues el lugar estaba decorado, con diseños de ñoños de All Might.

Vale, no eran ñoños, a él le encantaban los comics de My hero academia, así que aquello era más bien como un sueño hecho realidad.

Su mente empezó a trabajar a mil por hora, pues se encontraba pensando en que tal vez era una atrasada fiesta de cumpleaños.

Con emoción se dirigió hacia donde lo guiaban los posters de su héroe favorito, aunque al llegar la emoción paso a incredulidad, cuando vio a Shoto, el cual sostenía una figura edición limitada de su personaje predilecto.

Se miraron por largos minutos, antes de que uno de los dos se decidiera a hablar.

—Tu amiga me dijo que te gustaba mucho All Might, es gracioso, ¿Sabes? A mí también me gusta mucho, cuando era niño solía decir que mi padre era como Endeavor —. Murmura tímidamente el bicolor.

Midoriya ladea la cabeza y lo mira fijamente.

— ¿Qué planeas con todo esto? ¿Otra vez me quieres humillar? Si es así déjame te digo que pierdes el tiempo, yo ya me canse de tu persecución tan constante, no sé qué desees de mí, así que dímelo y terminemos con todo esto — Dice con molestia el peliverde.

—Midoriya, sé que fui un completo idiota contigo, te dije palabras horribles que tú no merecías, lo único que tú hiciste fue darme amistad y apoyo incondicional. Yo lo siento mucho, en verdad de todo corazón lo siento, tenías razón, tú me atraes mucho, pero no solo como una pareja sexual, no. Tú me atraes por la belleza de tu alma, la paz que me proporciona estar a tu lado es infinita, siendo honesto, nunca me había sentido así. Eres una persona increíble en muchos aspectos, eres lindo, amable, sensible, sé que no nos conocemos del todo, pero me gustaría conocerte mucho más. Tal vez es apresurado decirte esto, pero me enamore de ti, de lo poco que conocí, sé que si me das una oportunidad te puedo hacer la persona más feliz. Por favor Izuku Midoriya, déjame estar a tu lado a partir de ahora —. Declara con suavidad Todoroki.

Las lágrimas de Midoriya escurren cual raudal, con voz trémula pregunta.

— ¿Es una broma? Si es así, esto es demasiado hasta para ti, no me puedes hacer esto Shoto, mi corazón no lo puede aguantar — Lloriquea.

El bicolor abraza al pequeño chico, al principio este se niega, pero termina por dejarse envolver en los brazos ajenos.

—No es una broma, es la verdad, perdóname por ser un idiota y un patán, te quiero. No me importa que seas un hombre, yo te quiero mucho, deseo conocerte más cada día, anhelo enamorarme aún más perdidamente de ti, quiero estar siempre contigo Izuku —. Proclamó con seguridad.

Ante las palabras del mayor, el peliverde se soltó a llorar aún más fuerte.

Pues desde que fue consciente de sus sentimientos por Shoto, nunca creyó tener la más mínima oportunidad, de estar junto a él.

Luego de que se acostaran pensó que la tendrían, pero por el cómo se desarrollaron las cosas, entendió que aquello solo fue una efímera ilusión.

Por eso ahora, estar entre los cálidos brazos del chico del que se había enamorado locamente, lo reconfortaba enormemente, pues sentía que su corazón el cual se encontraba sumamente dolido, por fin hallaba paz y tranquilidad.

— ¿Y tu orgullo de hombre macho, súper poderoso? — Cuestionó el pecoso, mientras sorbía su nariz.

Todoroki sonrió ampliamente acaricio, las mejillas del muchacho y lo beso largamente, luego de eso se abrazó a él.

—A la mierda eso, yo sigo siendo un hombre, que este enamorado de otro no me hace menos "Macho", y eso te lo demostrare algún día, mi querido rol de canela.—Musitó sugerente Shoto.

Izuku se sonrojo momentáneamente, luego se largó a reír.

Shoto Todoroki siempre sería su Hombre súper poderoso, sin duda el defendería aquella relación, pues adoraba a ese tonto Macho.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top