05
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Sólo deseo una armadura que cubra el mundo.
-Tony Stark a Bruce Banner
Ava observaba y analizaba cada movimiento que él hacia, cada cosa que él decía, cada persona que se le acercaba o cada cuanto su estado de animo cambiaba. Ava estaba conectada a Anthony Edward Stark sin que este lo notase o siquiera tuviera la idea de que hiciera aquello. Casi como una guarda espaldas silenciosa y completamente desapercibida.
Podía saber que hacia con solo mover su mano delante de la enorme pantalla de el lugar en donde estaba confinada como una especie de prisionera, claro que con algunos privilegios.
Ella utilizaba aquella pantalla que le mostraba hermosos paisajes para tener en vigilancia al Hombre de hierro, aunque no podía mirar donde no había cámaras de seguridad, agradecía que en la gran mayoría de las ocasiones si las había.
En ese momento Ava estaba sentada con la espalda erguida y las manos en su regazo, delante de aquella pantalla que le mostraba lo que pasaba en las cámaras de seguridad. Aquellos humanos que Tony llamaba compañeros, estaban ahí junto a personas desconocidas en la fiesta a merito de haber logrado su objetivo; la recuperación del cetro de Loki, dios Asgardiano del engaño. Un ser muy particular y problemático que dejo la ciudad echa un caos ya hace un tiempo.
Su información le fue algo entretenida de leer en su momento, hasta su curiosidad le invitaba a conocerlo.
Pero se suponía que ella no debía andar hurgando sin permiso y supervisión por allí, a menos que nuevamente Tony dejara por error información tirada cerca de ella. Otro vez.
No gozaba de bueno atención en todo momento. Por tal razón aveces se salía con la suya en muy escasas ocasiones difíciles de conseguir. Todo hasta donde la orden dada por él llegaba.
Y aveces su curiosidad era más fuerte que cualquiera cosa. Curiosidad o recolección de datos.
Algo muy particular.
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Ya había pasado un rato y los invitados se habían ido, quedando solo el grupo de vengadores, Maria Hill y la doctora Helen Cho sentados en los sofás. Medio borrachos y bastante risueños, ya que Barton había sacado a relucir el hecho de que Thor era el único que podía alzar el martillo y ahora se mofaba de eso.
—¡Solo aquel que demuestre ser digno, heredará el poder! — exclamó Clint en dirección a Thor alzando un puño como parte de su dramatización— ¡Eso es un engaño!... Vamos, ¿Qué es ser digno exactamente?
El, para aquel momento, imperturbable y sereno Thor, solo se reía de su compañero.
—Ven y haz la prueba — le ánimo.
Barton lo miró con interés.
—¿Enserio? — preguntó poniéndose de pie de un salto y acercándose con entusiasmo al Mjolnir.
— Adelante.
Clint tomó el mango del martillo y tiró de el con toda su fuerza, fallando en el intento y quedando impresionado en el momento.
— Wow... Eso de ser digno parece real.
Los demás se rieron de él y este volvió a su lugar entre bromas dándole la oportunidad a otro.
Y fué así que uno por uno, cada hombre media su fuerza y probaban si eran dignos de levantar el martillo, fallando penosamente, mientras las mujeres del grupo se negaban a participar sin querer ser parte de la ridícula y divertida escena que los hombres se habían armado.
Tony, con su orgullo algo dañado por fallar, decidió que sacar teorías tontas era la mejor forma de pasar la vergüenza.
—Está como codificado — habló dirigiéndose a todos —Tiene un código de seguridad. "Aquel con las huellas de Thor lo moverá" ¿Sería la traducción literal? — proclamó.
Thor lo miró con gracia, y se acerco a su martillo —Sí, la teoría es muy, muy interesante. Pero la mía es más sencilla — tomó fácilmente el Mjolnir y lo gira en el aire ante todos —Ninguno es digno.
Todos lo abuchearon y negaron divertidos con aquella situación. Después de todo, ¿Cuantas veces se daban el lujo de sentirse libre de preocupaciones? Eran pocas, había que disfrutar.
Pero lamentablemente, en aquel momento, los tiempos de sentirse libres de preocupación eran muy cortos.
Bastantes.
De la nada un ensordecedor sonido metálico invadió la estancia, un chirrido potente y molestó que termino provocando que llevaran sus manos hacías sus oídos presionando sobre estos para aminorar aquel sonido que lo sentían hasta el paladar. Cuando el sonido paso todos se miraron entre ellos, como preguntándose en silencio quien de todos los presentes había ocasionado tan repentina acción. Cuando ninguna encontró la respuesta en la expresión de los otros, fue que un nuevo sonido de algo arrastrándose desvío su atención al frente de las puertas del ascensor.
Un robot apareció ante ellos, tambaleándose y arrastrando una de sus piernas de metal. Cables sueltos hacían que este botara pequeñas chispas mientras la mitad de su cráneo de metal derretido le daba un aspecto sombrío.
Nadie espero que este empezará a hablar.
— Dig... nos — empezó a decir aquella maquina deteniéndose al frente de ellos — No... ¿Cómo podrían ser dignos?... Todos son... Asesinos.
Steve se puso de pie de inmediato, al escuchar aquello. Fue el primero en salir de la sorpresa de aquella inesperada interrupción. Eso no parecía una broma.
—Stark... — le llamó sin despegar su mirada de aquel robot que, aparentemente, demostraba poseer conciencia sobre sus movimientos.
Tony dejo de mirar a aquel robot con la boca entre abierta, saliendo también de su incredulidad gracias al llamado de Steve. — Jarvis... — llamó Tony a su ayudante virtual.
Al no recibir una respuesta inmediata, frunció el ceño extrañado y comenzó a tantear en el dispositivo que tenía en las manos con algo de rapidez.
—Lo siento, estaba dormido...
La voz rasposa y cortada del robot se volvió a escuchar, atrayendo la atención del hombre de la armadura nuevamente lejos del aparato que sostenía. Este murmuraba algunas palabras incomprensibles que se perdían entre el sonido de las chispas de su cuerpo medio hecho pedazos al llevar una de sus destrozadas manos metálicas a su cabeza — O... ¿Estaba en un sueño?
El ceño de Tony se frunció regresando su mirada al dispositivo y volviendo a teclear con rapidez. De reojo vio como todos sus compañeros ya se encontraban de pie en posición defensiva.
— Reinicia a el traje... — volvió a intentar el Stark. Sin éxito.
Todos vieron como el robot dio un tambaleante paso hacia delante, provocando que se pusieran en guardia a causa de ese movimiento y retrocedieran un paso. Tony miraba entre el aparato en sus manos y el robot, manteniéndose alerta. Con un rápido tecleo buscó en la pantalla la cámara de seguridad de la habitación subterránea donde estaba Ava, algo asustado de no ver rastro de ella en aquella habitación, pero dio un suspiro de alivio al encontrarla sentada sosteniendo un libro en sus manos frente a una de las cámaras.
Tony alzó una ceja; muy convenientemente frente a una, pensó.
Pero el robot volviendo a hablar no lo dejo pensar en eso. Aquel empezaba a alzando su torcida cabeza hacia ellos.
— Había un terrible ruido... — señalando el lugar de su cabeza donde deberían estar los oídos —Y estaba enredado en... — pausó —en... Hilos...
Hablaba con trabas y nadie le entendía ni una sola palabra.
— Tuve que matar al otro... Era buen tipo.
—¿Mataste a alguien? — preguntó Steve con cautela, echándole un breve vistazo a los demás.
—No era mi primera opción... Aunque... Conocí a alguien que trato de impedirlo, es alguien extraordinario, tuve que salir de allí...
Aquellas palabras ninguno las comprendía. Pero a Tony le recorrió un pequeño escalofrío seguido de un susto que le hizo volver a mirar la pantalla en sus manos.
El robot continuaba con su discurso de odio.
— En el mundo real hay que tomar decisiones difíciles... Y yo, necesito sobrevivir...
Hablaba como si supiera algo que los otros no, con una sabiduría que poseía un trasfondo bastante oscuro que se iba hasta rozar lo inquietante. Más inquietante que aquella escena que se presentaba ante ellos.
— ¿Quién te envió? — demanda saber Thor apretando con fuerza su martillo.
Una voz se reprodujo en volumen alto.
"Sólo deseo una armadura que cubra el mundo."
Dos de los presentes lo miraron sorprendidos, uno disimulandolo más que el otro.
—¡Ultrón! — salta a decir Bruce al entender quien era aquel robot. Al que claro, había ayudado a crear en secreto del resto de sus compañeros, todo junto al Stark. Quien se quería hacer el desentendido de la situación.
El protagonista de aquella situación volvió a hacerce escuchar.
— En persona. O no, aún no — miró su cuerpo de metal —está es solo una crisálida... Pero estoy listo, tengo una misión.
Los Vengadores se miraron entre ellos expectantes, preguntándose cual era esa misión y más que eso, preguntándose si debían prepararse para una pelea ahora mismo. Mientras Maria no era tonta y se preparaba cargando su arma de la forma más silenciosa que puede, dándole una rápida mirada a Helen Cho, quien comprendiendo aquella indicación silenciosa, se encogió más en su lugar, pensando que debía estar en cualquier lugar menos allí.
Está vez fue el turno de Natasha de hablar. —¿Qué misión? — preguntó con cautela.
Ultrón ladeó la cabeza hacia ella, mirándola con unos ojos rojos que parecieron expresar rabia.
Y con esa pregunta, vino la acción.
—Paz en nuestros tiempos.
Dicho eso, droides salieron de las paredes destrozandolas a golpes he inmediatamente lanzándose contra ellos. Steve se apresuró a levantar la mesa para usarla como escudo contra el golpe, pero solo logró que fuera empujado hacia atrás junto a James Rhodes, quien cayo en la planta de abajo gracias al fuerte impactó. Natasha y Banner corrieron y llegaron a saltaron la barra de bebidas, consiguiendo caer detrás de está para cubrirse de los disparos de luz que soltaban los robots poseidos hacia todas direcciones.
Todo había sido muy repentino, pero ahora estaban en medio de una batalla.
Tony gruño, pensando que nunca tendrían vacaciones. Salió del lugar donde estaba escondido sacando un destornillador de su bolsillo, no lo pensó mucho cuando salto las barandas que le impedían caer en el piso de abajo y aterrizando sobre un robot en el aire, no perdió tiempo y empezó a tratar de clavarle su improvisada arma en los circuitos del cuello.
—¡Stark! — gritó Steve cuando lo vio montado sobre el robot.
— ¡Un... segundo! ¡Ya... Ya lo tengo! — soltó como si no estuviera siendo sacudido de un lado al otro con fuerza.
El Capitan dejo de ver lo que hacía el otro para darse cuenta de como la Doctora Cho se ocultaba detrás del piano tratando de huir de uno de los robot que la perseguía con el brazo en alto.
Corrió en su dirección.
—Venimos a ayudar, este cuadrante no es seguro. Por favor aléjese... — Steve lo tomó por detrás y lo halo hacia atrás —Por favor aléjese, por favor alejése...
— ¡Thor! — llamó a su compañero, y cuando tuvo su atención le lanzo el robot, el cual fue destrozado por el martillo de el dios de un solo golpe.
— ¡Cap! — gritó Clint saliendo casi de la nada lanzado el escudo en su dirección.
Steve lo tomó en el aire con rapidez y lo lanzo contra un robot destrozándolo en pleno vuelo. Acabando con el que parecía ser el último de ellos.
Claro que no era así, Ultrón, aquel robot destrozado y tambaleante, no se había movido de su lugar y los observaba combatir como si disfrutará del espectáculo.
—¡Eso fue dramático! — soltó con un tono de gracia en su metálica voz. Dejo salir algo parecido a una risa mirando como la cabeza de uno de los robots rodaba hasta sus pies.
— Lo lamento, se que sus intenciones son buenas... Solo que no están pensando muy bien. Quieren salvar al mundo, pero no quieren que cambie. Mmm... ¿Cómo salvar a la humanidad, si no se les deja evolucionar? — tomó la cabeza de metal a sus pies.
El grupo de vengadores se había acercando hasta estar unos metros cerca de él.
— Su idea de evolución... Son... ¿Estás, marionetas? Imperfectas... Débiles — aplastó la cabeza del robot con su mano y la lanzo a un lado — Solo hay un camino a la paz — miró a todos los presentes. Si bien su rostro carecía de expresión, el brillo rubí de sus ojos parecían expresar odio.
— La extinción de los Vengadores.
Thor, furioso, agarro bien su martillo listo para lanzarlo contra aquel ser y acabar aquella verborragia de odio hacia ellos.
Pero grande fue la sorpresa cuando una mano atravesó el cuerpo del robot antes de que el martillo abandonara su puño. Una delgada mano con finos dedos había atravesado con fuerza el pecho de metal de Ultrón desde su espalda. Dejando boquiabiertos y sorprendidos a todos.
El cuerpo metálico cayó sobre el suelo con un golpe seco cuando la mano se retiró. Provocando que todos los pares de ojos en la habitación miraran hacia abajo.
—Tenía hilos y ahora soy li...
Antes de que el robot hiciera otro movimiento o terminara aquella frase, un pie descalzo piso su cabeza con fuerza destrozándola.
En silencio se hizo presente ante la nueva presencia inesperada.
— Es de mala educación hablar sin permiso — soltó una melodiosa voz que hizo que todos alzarán nuevamente sus cabezas para mirar ahora en su dirección.
Todos se encontraron sorprendidos por aquella escena, excepto Tony. Él no estaba sorprendido, estaba al borde del infarto.
Delante de ellos y detrás de lo que quedaba de Ultrón. Estaba una chica que no aparentaba más de veinte años, de largo cabello intensamente pelirrojo, piel pálida y unos anormales ojos purpuras que con un parpadeo pasaron a ser de un brillante azules cielo. Aquella persona, con rostro de ángel, figura delicada y elegante vestimenta cara, al parecer había atravesado el pecho de metal de aquel robot como si se tratara de una simple hoja de papel.
Y cuando sus ojos dejaron de analizar los restos a sus pies para conectar directamente con los de Tony Stark. Provocó que como en un partido de tenis todos voltearan a mirar primero a uno y luego al otro.
De inmediato la mente de Natasha pareció ser la primera entre todos que conectó puntos he hizo Click, se giró hacia Tony y comprobó sus sospechas al ver su cara de espanto.
Codeo a Bruce para que se diera cuenta de eso y este al ver al millonario, frunció el ceño y repitió la acción de Nat y codeó al que tenía al lado, resultando ser lo que quedaba del piano.
Se sintió tonto por aquello.
Ava dejo de tener su mirada fija en Tony después de comprobar con un rápido escaneo de pies a cabeza que estaba bien y completo, solo en un aparente estado de sorpresa. Volteo hacia los demás y al encontrarlos observándola fijamente sin parpadear les regreso la mirada a todos con ojos curiosos, inclinó su cabeza a un lado y pestañeo sin comprender porque era observada así.
Trato de sacar conjeturas.
—Lo siento... — dijo al fin agachando la cabeza y asciendo una pequeña reverencia —¿Eso fue muy violento de mi parte?
Tony estaba boquiabierto, era incapaz de parpadear. ¿Cómo era posible que su secreto mejor guardado estuviera allí frente a él? Cuando se supone que le había visto no hace mucho en el lugar en dónde debería estar ahora mismo.
Chica lista, siempre dando problemas, pensó. Suspiro con resignación y dejó caer la cabeza en la palma de su mano.
—Estas en problemas señorita — dijo al fin ante la mirada aún impresionada de todos — Estas en problemas. Muchos, muchos problemas.
Ava arrugó sus cejas como había visto a Tony hacer reiteradas veces frente a ella. Y así, como siempre, empezó a hablar usando la lógica.
— Creo que en realidad los que están en problemas son ustedes, por ahora...
Tony sólo gimió de fingido dolor.
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Si consiguen errores en la ortografía, es porque soy idiota y dislexica. Un poco de respeto señores.
Paz.✌🏻
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