Palabras para oídos sordos
Sentí un calor rodeando mis parpados. Estaba acompañado de luz algo débil, pero, lo suficiente potente para levantarme de aquí. Me senté el el sofá; Colocando mis manos sobre mi rostro.Estrujando cada parte de mi cara, ojos, nariz, mejillas, dejando mis ojos despertar. Mi miraba se dirigió al instante en la cama. Estaba vacía.
Me levante lo mas rápido que pude y sacudí todo, ¿Donde esta?. Mi cuerpo se intensifico en cada movimiento, mis pasos eran tan torpes que apenas podía enfocar mi vista en algo distinto a lo ya visto. Abrí la puerta del baño, no esta...
Acercaba mi cuerpo mientras me fijaba en el entorno. Todo estaba totalmente vació, no habían huellas de su presencia tan si quiera. De un instante a otro escuche como la puerta se abrió con fuerza y de la misma forma se cerro, voltee velozmente dirigiendo mi mirada al marco de la puerta del baño.
-No debiste salir -Dije molesto mientras me acercaba con la misma intensidad a su cuerpo.
-¿Acaso tienes toallas sanitarias? -Dijo dándome devuelta la misma intensidad con su mirada.
-¿Ehh?
-Como suponía, sal del baño -Respirando hondo- A menos que quieras que te pegue los demonios que tengo escondidos en mi entrepierna -Sonriéndome entre sarcasmo.
Salí algo confundido de aquella habitación, fue extraño. Ya estaba listo para enfurecerme, no para que me sacaran del baño por tener la menstruación. Al menos no se escapo, lo cual también es aun mas confuso. Algo esta buscando a cambio. Voltee mi cuerpo seguido toque la puerta del baño con fuerza.
-Hace 2 segundos estabas aquí, mea en otra parte -Molesta.
-No quiero usar el retrete -Confundido- Escúchame bien, no debes salir sin mi autorización, debes quedarte aquí adentro -Dije molesto pegando mi rostro a la puerta.
-Ya te dije, ¿Acaso tienes toallas sanitarias?, ¿No?, no voy a quedarme quieta siguiendo ordenes mientras tengo la mitad de mi saliendo de entre mis piernas -Dijo aun mas molesta.
-¡Podías avisarme! -Dije con rabia.
-¿Avisarte que? -Dijo en tono de burla.
-Eso mismo -Dije en rabia.
-O podías haberte traído un botiquín con necesidades básicas o aun mejor, ¡No haberme secuestrado! -Bruscamente.
-Esa no es tu decisión, no salgas y punto -Golpeando la puerta.
-Esta es la discusión mas estúpida que he tenido en toda mi vida, ¿me dejas terminar de ducharme? -Ignorando mi comentario.
Respire hondo. Mi mirada estaba en la puerta, en los detalles de la madera. O en lo tan maltratada que estaba, baje detenidamente la mirada; Justo donde lance el golpe, tenia una pequeña ruptura, espero no me cobren mas por ello. Levante mi rostro nuevamente esta vez mirando el marco de la puerta. Debo llamar a Giovanny para saber que esta pasando en mi ausencia, y también debo irme lo antes posible de aquí. No quiero que sigan mis huellas, ni nada por el estilo. Estaré en paz cuando lleguemos a los moteles de Jordan, mientras tanto debo permanecer alerta. Es frustran te este proceso, y apenas empieza. No contaba con que tuviera que comprar toallas, digo es algo obvio. Wow, en estos momentos agradezco de no haberme acostado con una chica en su menstruación, imagínate que asqueroso seria eso. Diablos, son bellas pero están llenas de mucha mierda por dentro, demasiada.
-Adelante, ¡Caga! -Abriendo la puerta del baño, ella estaba con el pelo suelto y con ropa, como si no hubiese pasado nada.
-No puedes salir, estoy intentando ser paciente contigo -Siendo interrumpido por ella- No eres paciente, eres débil. No te atreves a ponerme la mano, me temes, por eso salgo y entro como si de un juego se tratase no vas a hacerme nada -Acomodando su cabellera en una cola, me rebaso. Pasando con fuerza a mi lado chocando su hombro contra el mio.
-No muerdes, me voy de aquí y el que tendrá miedo eres tu -Sentándose en la cama, su mirada estaba incrustada en mis ojos. Un imán, mientras por la boca saldrían pedradas.
Esta ahí sentada. juzgándome, como si fuese un matrimonio rezando para no pasar a divorcio. Su mirada amarraba mi boca, sus palabras eran colillas de cigarro sobre mi piel. No me importaban, pero de todas formas tocaban mi piel.
=Coloquen de Two feet - Her life , para una mejor experiencia=
-No encuentro la necesidad por la cual deba ser tu niñera -Tomando bocana de aire mientras me aproximaba a la cama- No es una realidad tenerte viva de aquí a mañana . Es una promesa que te hice para que te callaras, algo entre tu y yo, estés de pie o bajo tierra mis papeles ya no están a tu dominio. No quiero chistes, no quiero comentarios, tampoco historias. Te dejo en medio de la carretera con píldoras de colores y la ropa rasgada, ¿Que crees que pensaran? -Lentamente caminando hacia la cama mientras con una de mis manos acomodaba una navaja entre uno de mis bolsillos delanteros- Yo me lo creo, sinceramente -Ella empezó a retroceder en la cama.
Ella empezó a mirar los alrededores mientras retrocedía sobre la cama, hasta chocar contra el espaldar.
-Lo que sea que digan de una psicóloga con píldoras, me lo creo -Subiéndome sobre la cama, acercándome con velocidad.
-No te acerques -Su mirada gritaba auxilio en terror.
-Tu llamaste esperando una respuesta, este es el momento -Con intensidad.
Estaba de rodillas sobre la cama. La hale hasta acercarla hacia mi, con fuerza la gire haciendo que me diese la espalda. Conmigo de rodillas y ella sentada, sostuve sus brazos por detrás de su espalda. Permitiéndome tener una mano libre, saque la navaja y empece a recorrer su espalda, sin causar cortes sobre su playera. Justo en la linea central de la espalda, baje despacio hasta sus oídos.
-Sabes... -Susurrándole.
Note como respiro con pesadez, cerro sus ojos.
-Es cierto, a veces, solo a veces soy muy estúpido -Tomando aire.
Acariciando con el cuchillo su brazo derecho.
-Se me olvidan las cosas, y soy muy impulsivo -Dejando salir un suspiro- Una bestia, algo muy salvaje -Susurrando delicadamente.
Deposite algunos besos en el lóbulo de su oreja. En mi cabeza resonaba su respiración, como lentamente se agitaba, como sus intentos de escape se volvían inútiles. Como su mente contradecía los instintos mas bajos de su piel, dejando en cuchillo traspasar las sombras, permitiéndome entrar en su abdomen, ya no existía alguna salida. Baje sutilmente mis labios pausadamente en dirección a su cuello, logrando finamente besar su cuello. Sintiendo como su piel erizándose a la misma velocidad en la que recorría su pie. Subí con calma mis labios nuevamente hacia su oreja.
-Tan salvaje, pero hay delicadeza en lo que hago -Susurrándole despacio, pronunciando las palabras lentamente creando intencionalmente sonidos con mis labios.
Ella empezó a sacudirse, la aproxime mas a mi cuerpo sosteniéndola con mucha mas fuerza.
-¿Sabes desabrochar correas? -Susurrándole.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top