¿Quieres jugar?
-¡¿Quién quiere una pata de mono?! – Espetó Bill con ánimo una vez que apareció en frente de una conocida castaña, pero esta no parecía muy animada, estaba tirada en su cama mientras jugaba con una trampa para dedos.
-¿Quién dijo "yooo"? – Volvió a hablar el demonio de amarillo mientras sacudía la pata del mono. Ella estiraba la trampa para dedos una y otra vez, como si no se hubiera percatado de la presencia del triángulo. Bill observó unos segundos lo que hacía Mabel, pero no tardó mucho para fruncir el ceño con molestia. –Estrella Fugaz, Holaaa ¿hay alguien ahí? –
-No ahora Bill, estoy intentando sacar mis dedos de esta trampa...-.
-¡Ya deja eso y vamos a jugar! – Gritó tirando la pata de mono para otro lado haciendo que desapareciese en la nada. Sin embargo, Mabel seguía intentando liberarse. Él gruñó mientras murmuraba por lo bajo y chasqueó los dedos haciendo que la trampa se volviera cenizas.
-¡Bill! Era la trampa de Dipper... me va a matar por eso...- Habló Mabel reincorporándose con aburrimiento.
-¿Quieres jugar conmigo, mejor? He encontrado algo mucho más entretenido – Dijo cantarín el de amarillo.
-Nooo – Se cruzó de brazos y le miró con reproche sorprendiendo al otro.
-¿Por qué no?-.Él puso mirada triste.
-¿Acaso no recuerdas la última vez que jugué contigo? -.
...FlashBack...
-¡Bien Bill! Vamos a jugar – Dice emocionada la castaña después de golpearle, no tan fuerte, al brazo del chico rubio. Él le miraba con curiosidad pero con una sonrisa tranquila en su rostro.
-¿Qué clase de juego vamos a jugar? -.
-¡A las atrapadas! – Dice divertida la chica empujando al rubio. -¡Las traes! – Avisó antes de salir corriendo entre risas. "Jajaja, de seguro se quedó muy atrás, no me atrapará nunca, esto es tan divertido" Pensaba ella mientras corría lejos. Pero luego se detuvo y volteó para notar que nadie les estaba siguiendo. -¿Bill? ¿Dónde estás? – Miró por todos lados.
...Fin de Flashback...
-Oh vamos eso es mentira, yo si te seguí el juego – Respondió ofendido el de amarillo mientras se cruzaba de brazos.
-Aún no he terminado -.
...Flashback otra vez...
-¿Bill? ¿Dónde estás? – De repente alguien le tapa la boca por detrás y ella intenta escapar, pero el desconocido, con su otro brazo, le atrapa con fuerza.
-Shhh – Escuchó la castaña con miedo y siente como le amarra las muñecas y las piernas, luego sus brazos con su torso y la deja sentada con un árbol para apoyar su espalda. -¡Listo! ¡Ya gane! – Festejó Bill en frente suyo.
-¡Bill! ¡Casi muero de un infarto! ¡Desátame, tú, cara amarilla! – Gritó la castaña con el rostro completamente ruborizado por la adrenalina que acababa de experimentar.
-¿Por qué? Tú dijiste que te atrapara... - Bill le miró con sospecho para luego sonreír de par en par. -¡Hey! Creo que ya entendí como se juega esto, ahora tú eres mía ¿no es así? –
-¡No! ¡Se supone que ahora yo tengo que atraparte a ti! – Se sacudió hasta caerse al suelo por accidente, ya que estaba inmovilizada por las cuerdas con las que le amarró el rubio. Bill se rio a carcajadas.
-Ven mi princesa cautiva, te llevaré a tu habitación y te amarraré en la cama -.
-¡NOOO! -. Mabel se sacudió como si fuera un gusano al mismo tiempo que Bill se acercaba peligrosamente a ella.
...Fin del flashback...
-No entendiste nada en absoluto...- Recordó la castaña con un leve sonrojo al recordarlo, su mirada desviada para otro lado.
-¡Eso es porque solo me empujaste y te fuiste corriendo! Ni siquiera me explicaste cómo debería atraparte... y qué debería suceder después – Se encogió de hombros el triángulo con una sonrisa en su ojo.
-Lo intenté, pero luego dijiste "Bueno, no importa, sigamos con este juego que me gusta más" –Espetó la castaña aún de color rojizo.
-No importan los detalles, ahora tengo otro juego para que juguemos – Chasqueó los dedos y se volvió el mismo chico rubio que ella recordaba.
-¿Y de qué se trata? – Se cruzó de brazos.
-¡De comer chocolate! – Dijo animado el rubio mientras frotaba sus manos. La mirada de sospecho que llevaba la castaña se volvió una más interesada.
-¡Hey! Me gusta el chocolate, bien ¿cómo se juega? -.
-Con estos palitos con chocolate – Dijo animado mientras sacaba una caja pequeña y roja. La castaña borró su sonrisa y arqueó una ceja mientras miraba al chico.
-Bill, esos son pockys ¿acaso quieres jugar conmigo el juego del pocky? -.
-¿Qué tiene de malo? ¿Acaso tienes miedo de perder? -.
-No es eso, es que...-.
-¿Qué es eso que escucho? – Bill frunció el ceño y desvió la mirada como si hubiera escuchado algo. La que fue interrumpida le mira extrañada. - ¿Esa fuiste tú estrella fugaz? No puede ser... ¿te volviste una...? ¡COCOO! ¡COCOCOCOCOCO! – Mabel frunció el ceño mientras veía al otro burlarse de ella moviendo sus brazos como si fueran alas de gallina. -¡Gallina! ¡Una gallina! –
-¡Suficiente! – Se levantó la de suéter colorido mientras se arremangaba. -¡Vas a caer nacho volador con patas! –
-¡JA! Siempre funciona... - Murmura el rubio satisfecho mientras abre la caja de pockys. –Muy bien, yo tomaré esta extraña golosina de chocolate por este lado y tu del otro, y el que lo suelte primero pierde – Explicó mientras mostraba el palito cubierto de chocolate con una sonrisa.
-¡No te pedí instrucciones, emmm... rubio! – Espetó la castaña intentando mantener su actitud ruda.
-Vaya, que insulto tan grande, me ha golpeado justo en el ego – Comentó sarcástico mientras aguantaba la risa.
Segundos después, el palito de chocolate estaba siendo sujetado por los labios de ambos. Bill parecía emocionado, y Mabel decidida.
-De adepentiraz de iamame gasina – Habló Mabel con la punta del palito en su boca. Bill soltó una risita.
-Ia caiate y comenzemoz –Respondió él y dio el primer mordisco al palito. Mabel le imitó pero ella fue más apresurada, como si fuera una carrera. Bill ya ansiaba llegar al otro lado, ella ya estaba bastante cerca y podía sentir su respiración. Él cerró los ojos para prepararse, pero justo cuando estuvo a punto de dar su último mordisco para acabar con el pocky este desaparece. El rubio abre sus ojos con sorpresa para admirar a la castaña alejarse de él y levantar los brazos como una campeona.
-¡Soy la ganadora! – Espetó con energía, aún con el resto del pocky en su boca.
-¿Qué? ¡¿Cómo es posible?! – Bill se tomó de los pelos y se despeinó con desesperación. El pocky desapareció de su boca, fue completamente arrebatado de él, ella se lo había robado cruelmente. -¡Otra! – Exclamó molesto mientras sacaba otro palito de su caja.
-¡OH! El nene se molestó, pobeshito – Se burló la castaña.
-¡Ya cállate y toma esto! – Coloco el pocky en su boca interrumpiéndole, y luego se colocó desde el otro extremo. Comenzaron a masticar el palito, él volvió a sentir la respiración de la castaña, y justo cuando estaba por finalizar terminó besando el aire ya que la castaña volvió a alejarse con el resto del pocky en su boca.
-¡Mabel está hecha una salvaje! ¡Abra paso Gravity Falls! ¡Aquí viene la campeona! – Alardeó saltando sobre su propia cama. Bill comenzaba a enojarse y le tomó del brazo para devolverla abajo.
-¡Dos de tres! – Sacó otro pocky con desesperación.
-Eso no tiene ningún sentido – Respondió divertida la castaña, pero Bill le ignoró y puso otro pocky en su boca al mismo tiempo que él se colocaba en el mismo y devoraba el palito como si fuera lo último que fuera a comer en su vida, pero ella fue más rápida.
-¡ESTOY HACIENDO UNA RACHA! – Festejó la castaña otra vez mientras Bill se levantaba a pisotear con fuerza el suelo.
-¡Revancha! -. Y así fue como Bill intentó ganarle a Mabel en el juego de pockys, pero ella siempre lograba robarle el pocky justo cuando estaban lo suficientemente cerca, y se apartaba a mucha velocidad para festejar y echárselo en su cara. El rubio ya no lo era, ahora su pelo era pelirrojo y sus ojos eran tan negros como sus pupilas blancas, claramente estaba furioso.
-¡OTRA REBANCHA! – Señalo a la castaña que ya parecía una engreída ganadora.
-¿Por qué no admites que eres un mal perdedor y ya? Además he comido muchos pockys, comienzo a preocuparme por mi salud – Dijo burlona mientras jugueteaba con su cabello.
-¡JAMÁS! – Dijo sacando un palito de la caja, pero luego se fijó bien y su rostro de enojo se volvió a una sorprendida. -¡Es un pocky invisible! –
-O más bien no tienes ningún pocky ahí, ya no hay– Comentó entre risas la castaña señalando a su caja vacía. Bill volvió a su color original y miró su caja de una forma perdida. –Pero no te preocupes, estuvo divertido mientras duró – Intentó animarlo mientras le daba unas pequeñas palmadas en el hombro. Pero él cerró los ojos y sonrió con tranquilidad.
-No, no, por favor, Jaja, no hay ningún problema, iré a por más, regresaré en menos de lo que grita tu hermano – Habló Bill de forma animada, aunque no parecía estar contento de verdad, más bien estaba completamente frustrado por aquello, pero aparentaba lo contrario.
-Oh vamos Bill, eres pésimo en este juego, ya hasta se me hace aburrido ganar siempre – Sonrió Mabel orgullosamente.
Pero Bill borró su sonrisa y le miró con enfado. -¡Entonces pierde! –.
-¿Qué? ¿Cómo que...? –Bill le sujetó de los brazos y hundió sus labios sobre los de ella, tomándole completamente por sorpresa. Mabel tarda en reaccionar cuando siente lo fuerte que le sujeta, ni siquiera podía moverse lejos de él porque cada vez que intentaba alejarse de sus labios él se inclinaba más hacia ella, negándose a terminar con el beso, y esto provocaba que ella perdiera sus fuerzas, cayendo así acostada sobre su cama con él encima suyo. Se esforzaba por llamarlo por su nombre para detenerlo, pero solo logró escuchar sus propios intentos en vano. Podía sentir como saboreaba sus labios ocasionándole un cosquilleo, al que ella se negaba disfrutarlo, o al menos lo intentaba.
Siente como cada vez pierde más el aire con ese beso sorpresivo y como su rostro no podría sentir más calor como en ese mismo momento. Mientras tanto, Bill parecía tomarse su tiempo, disfrutando de su victoria robada. Sin embargo ella dejó de luchar y le recordó al rubio que ella necesitaba respirar, y fue cuando él se detuvo y apartó tan solo unos centímetros.
-¿Acaso...quieres... matarme? – Susurró la castaña mientras intentaba recobrar el aire. Bill le sonrió con picardía.
-Gracias por jugar conmigo Estrella Fugaz, y no te deprimas porque perdiste, te ofrezco una humilde revancha cuando quieras – Respondió él mientras la liberaba de su agarre y espacio personal. Ella se levantó con algunos pelos despeinados mirando al muy contento demonio.
-¿revancha? ¡Tú fuiste quien perdió! Nos acabamos todos los pockys y no ganaste ninguno – Replicó aún con el rubor dominando su rostro.
-No hace falta que mientas, si quieres puedes tener tu revancha ahora mismo, solo debes esperar a que busque más pockys – Continuó hablando como si le ignorara, parecía de muy buen humor.
-¡¿Qué no me escuchas?! ¡Acabaste de besarme a la fuerza! ¡No ganaste ningún pocky! Casi muero asfixiada porque eres un mal perdedor – Exclamó la castaña intentando llamar su atención.
-¿Sabes? No es tan mal juego después de todo, gracias por invitarme a jugarlo – Siguió hablando solo.
-¡Fuiste tú quien me invitó! ¡Eres un...!-
-Ya, ya, no hace falta que supliques más, si quieres te volveré a besar gratuitamente, no hay problema – Continuó con las palmas arriba como si quisiera tranquilizarla, y luego se encogió de hombros relajadamente.
-¿Qué? ¡Yo no dije eso! Rayos, comienzas a actuar como cuando jugamos a las atrapadas...-
-Uish, bueno, si tanto insistes supongo que no tengo otra alternativa – Fingió actuar como la víctima para volver a atrapar a la castaña.
-¡BILLL! – Gritó antes de que él volviera a dominar sobre sus labios.
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N/A: Iba a ponerle "Vamos a jugar a un juego" pero sonaba muy terrorífico y copiado ah. Y si, me tardé mucho en actualizar, esto no es normal en mí :'v que alguien busque a la verdadera Sugar (? -Aunque tengo mis razones por la tardanza-
Espero que les haya gustado y gracias por leer! hasta la próxima :D
PD: perdón por las dedicaciones tardes, siempre olvido dedicar :'v
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