Ikanaide
Sabía que estaba enojado con ella, algo en su forma de sonreír y decir que estaba bien le susurraba que era mentira. Faltaba sus coqueteos descarados, abrazos suaves y sugerentes, besos elegantes y apasionados, el brillo en sus ojos al verle, hablarle y contarle todas sus descabelladas ideas, y su actitud orgullosa al demostrar sus habilidades en lo que sea.
Desde que ella le dio esa magnífica noticia él había cambiado.
-En unos meses iré a Nueva York para presentar mi proyecto ¡Es una gran oportunidad para mí y mi carrera! –
Al decirle eso pudo ver la gran diferencia entre su expresión curiosa y alegre, dispuesta a escuchar la gran noticia, y su cara de decepción mezclada con dolor, enojo y quien sabe qué más disfrazada en una sonrisa temblorosa.
-Genial... Felicidades, estrella fugaz - sólo respondió. La bajó de su regazo y continuó desinteresado con su juego de ajedrez.
Mabel no entendía qué pasaba con él, era en definitiva una gran noticia para ella y esperaba que le apoyara como siempre lo había hecho. Su reacción desinteresado y poco alegre le hizo enojar y decidió darle la espalda, si él iba a actuar así ella también lo haría.
Creyó que en algún momento le diría lo que le molestaba, qué era lo que lo volvió tan insensible y alejado de ella. Pero sólo fue silencioso, diciendo que no le sucedía nada, actuando como si ella fuese un espíritu de visita a su departamento.
El orgullo de Mabel y su rabia por su actitud tan infantil le decía que lo ignorase, le siguiese el juego de que "no pasaba nada" y ver quien ganaba en esa guerra fría.
Así pasaron los días, ella extrañaba el tacto que solía tener con su novio, pero él era tan testarudo como ella, más que novios en esos momentos parecían compañeros de piso. Hasta que el día en el que ella iba a viajar se volvió en un mañana.
-Por si no te acuerdas... - comenzó a hablar Mabel en presencia de su supuesto novio. -Mañana viajo a Nueva York...-
- ¿Mañana? -notó que movió un poco su cabeza hacia su dirección, demostrándole que le escuchaba, aunque no le miraba directamente.
-Sí, lo había anotado en el almanaque que estaba en la heladera, pero desapareció. Y también te deje notas de recordatorio, pero también desaparecieron... aún así mañana por la mañana es el vuelo...- A solo unas cuantas horas.
-Ah... -simplemente respondió.
A ese punto sintió que su relación estaba quebrada, temía que él esperase ansioso a que se fuera para irse a alguna fiesta y coquetear con gente, engañarla o meterse en problemas y provocar un desastre en su ausencia.
Le dolía en el corazón, tal vez sería más seguro cortar la relación antes de salir lastimada.
-Si ya no me amas sólo dime, no quiero seguir esperando a que me digas lo que te sucede... - Finalmente se atrevió a decir, tragando el dolor en su pecho y las lágrimas que se avecinaba.
Él le miro con sorpresa antes de que se diese la vuelta y se dispusiera a irse de la habitación. Pero algo le detuvo.
Casi se cayó al sentir que sus piernas fueron capturadas tan de repente. Miró con asombro hacia su novio quien evitaba que continuase caminando con aquel abrazo extraño y posesivo a sus piernas.
- ¡No me dejes! -Lloriqueo como si fuese un niño a punto de ser abandonado por su madre. No cabía más asombro en la expresión de Mabel.
- ¿Bill? ¿Qué rayos haces? –Sus ojos miraron por todos lados sin saber qué hacer e intento liberar sus piernas, completamente confundida con la acción del rubio.
- ¡No creí que fueses más egoísta que yo! ¿cómo puedes siguiera intentar huir lejos de mi? ¡todas esas promesas que me hiciste fueron falsas! – por fin expresaba lo que tanto le estaba molestando.
- ¿De qué hablas? ¡suelta mis piernas! ¡me voy a caer! –
- ¡No te vayas! –
- ¿Qué? -
- ¡Digo que no te vayas a Nueva York! - exclama esta vez con el ceño fruncido.
- ¡Es una gran oportunidad para mí! - responde con incredulidad.
- ¡Pero es una pésima oportunidad para mí! -
Mabel se quedó callada y le miro por un momento, eso se sintió como un extraño deja vú.
- ¿Por qué no puedo ir a Nueva York? - Bill se aferró más fuerte de sus piernas y no le devolvió la mirada. – No te pongas posesivo y cariñoso justo una noche antes de mi viaje – se cruzo de brazos. – Si tanto me vas a extrañar ¡Ven conmigo a Nueva York y asunto arreglado! –
-No me molestaría ir a donde fueras, pero la verdad es que ¡No puedo salir de este patético pueblo! -
Mabel ahora comprendía mejor el por qué estaba tan enojado, había olvidado ese gran detalle. Bill nunca logró encontrar la manera de salir de Gravity Falls, de hecho, esa era una de las razones por las que Mabel se había mudado al pueblo, algo que realmente conmovió al demonio. Tanto tiempo llevaba ahí que se lo había olvidado.
-Escucha Bill – le hizo pararse y lo abrazó cálidamente, mentiría si dijese que no extrañaba abrazarlo y que él le correspondiera. – No voy a dejarte ¿Sí? –
- ¿No irás a Nueva York? – Preguntó curioso.
-Sí iré – Sintió como se entristeció otra vez. – Solo serán tres días, pasarán volando – Le acaricia la mejilla con tal de consolarlo. – Apenas termine vendré lo más rápido que pueda ¿sí? –
- ¿Cómo puedo creerte? Vas a romper la promesa que me hiciste de nunca irte de mi lado... - Se cruza de brazos.
-Bueno, no lo decía tan literal – Se ríe ella para luego acariciarle su cabellera rubia, a sabiendas que a él le gustaba cuando ella lo mimaba así. – Además, yo también te extrañaré mucho y querré venir – Lo miró a los ojos y le dio un beso. - ¿Está bien? –
-... Está bien... - Responde volviendo a sonreírle como solía hacer antes de su berrinche.
-Vamos a dormir – Dijo ella llevándolo a la habitación para acostarse juntos. Horas después ella despertaría y se iría para tomar su vuelo a Nueva York.
"¡Llegué a Nueva York!"
"Deséame suerte ;D <3 "
Llegaron los mensajes para Bill.
"No necesitas esa tonta suerte, tu puedes con eso Estrella Fugaz <3"
Mabel sonrió al leer su respuesta y tomó aire de Nueva York, le esperaba un largo y emocionante día.
-Uhh ya extraño a mi Illuminati favorito... – Bufó.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
N/A: Escribí esto hace muuuucho tiempo, creo que lo hice pensando en que Bill no puede salir de Gravity Falls, pero la verdad es que no me acuerdo más que eso xd.
Para el que no lo sepa, Ikanaide significa "No te vayas" en japonés, y este no se trata de un songfic, pero podría decirse que me inspiré un poco en este tema (?)
https://youtu.be/niUrWT0NWyI
¡Espero que les haya gustado! hasta la proxima~
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