En un día de verano

Hacía tanto calor que Bill se preguntaba qué pasaba por la mente de los gemelos cuando decidieron ir al lugar más caluroso e incómodo para pasar la tarde ahí. Pero en fin, a él no le importaba ya que el calor ni lo sentía.

"¡¿Cómo puedes estar en traje en un día tan caluroso?!" Le había preguntado la chica como si fuese un pecado vestirse así. Él se cruzó de brazos y respondió: "Nunca hace demasiado calor para vestir bien".

Claro que después de eso le obligaron a cambiarse para ir a la playa, eso y que el tan solo verlo así les daba más calor, según ellos. Bill suspiró con calma ante la playa, vestido con su traje de baño amarillo y negro. Chasqueó los dedos para hacer aparecer una reposera bajo una sombrilla, un reproductor de música, lentes de sol ya puestos en él, y un refresco sobre una pequeña mesita al lado.

-¿No vas a ir al agua? – Preguntó Dipper mirándole incrédulo. Mabel ya había salido disparando a jugar en la orilla del mar. El traje de baño de Dipper eran unos pantalones cortos rojos, y el de Mabel era un traje de baño de dos piezas con rayas de colores.

-Nop, vayan ustedes, estaré aquí y... bueno, puedo cuidar sus cosas mientras tanto... - Respondió él recostándose en la reposera de forma relajada mientras el reproductor pasaba música de su gusto. Dipper se encogió de hombros y fue corriendo hacia su hermana para jugar con ella en el agua.

Eso sí era relajante, sentir la brisa, tener una buena vista al mar, un buen refresco. Aunque él no sentía el calor debía admitir que disfrutaba ese momento. Podía ver a los gemelos pines jugar de un lado a otro, salpicándose entre ellos, haciendo castillos de arena, corriendo y saltando las olas, tenían mucha energía.

-¡Hey Bill! ¿Quieres enterrar a Dipper conmigo? – Preguntó Mabel acercándose a Bill. El rubio se sentó en la reposera y sonrió de par en par.

-¡Ni preguntes! – Respondió animado pero luego escucharon un grito de Dipper llamando a Mabel. Ella volteó a ver a su mellizo.

-¡No estamos planeando nada en tu contra! ¡Lo juro! – Respondió divertida la chica cuando borra su sonrisa para ver a un conocido junto a Dipper. Bill se detuvo y miró como la chica pareció olvidar por completo el enterrar a su hermano, ahora miraba con emoción hacia esa dirección y una sonrisa comenzaba a formarse en su boca. Él volvió a mirar hacia el otro castaño ya cuando ella salió corriendo hacia allá. -¡Mermando! – Gritó ella corriendo hacia el tritón que estaba en el mar.

Bill volvió a acomodarse, borró su sonrisa por completo y, sin darse cuenta, también frunció el ceño. –Genial, no me importa... tú ve y diviértete con el pez... total estoy bien aquí... - Habló solo mientras tomaba de su refresco intentando mirar hacia otra parte.

No podía evitar sentirse molesto al ver que la castaña estaba muy entretenida hablando con el tritón, o también nadando. Bill aún creía que el plan de enterrar a Dipper quedaba en pie, para cuando ella dejase de "saludar" al tritón, pero la espera se hizo cada vez más larga y entendió que se canceló la idea.

Hasta Dipper había salido del mar y fue a buscar su toalla.

-Vaya... que feliz encuentro ¿cierto, Pino? – Sonrió Bill con mucha falsedad. Dipper miró a Bill mientras se secaba la cabeza.

-Pues sí, después de todo fue el primer beso de Mabel – Dijo él con desinterés.

-Y tuyo...- Desvió su mirada.

-No tú también... -Gruñó Dipper. Bill ahogó una risita pero luego recordó que estaba de mal humor.

-¿Y qué? ¿No que ese olor a pescado se iba a casar o algo así? – Preguntó Bill.

-No lo sé, y tampoco me interesa... pregúntale a Mabel... ella sabe todo de él... - Se encogió de hombros. Su respuesta molestó a Bill de alguna manera, y Dipper descubrió su humor cuando él se descuidó con su expresión. –Oye... -dijo entre risas Dipper. –Sé que tienes lentes de sol pero puedo ver tu rostro de odio... ¿acaso eso son celos? -

-¿Celos? ¿De qué? – Preguntó fingiendo como si le causase gracia. –Me parece perfecto que Estrella Fugaz simpatice con pescaditos... - Esto último lo terminó diciendo entre dientes y Dipper soltó una risa para luego alejarse.

Bill se mantuvo observando a los que quedaban en el mar. Mabel hacía movimientos con los brazos mientras hablaba, lo que hacía cuando quería entretener al otro. Bill conocía aquello de ella por todas las veces que habló con él, siempre diciendo algo gracioso, y eso era una de las cosas que más le gustaba de ella. Era odioso para él ver que lo hiciese para alguien más.

Ni hablar de cómo se miraban entre ellos cuando estaban en silencio, o cómo nadaban y reían. Hasta que por fin vio cómo se despedían. Mabel volvió hacia donde estaba Bill, completamente empapada por el mar, temblando un poco por tanto tiempo en el agua fría.

-¡Volví! – Dijo ella con una sonrisa temblorosa al mismo tiempo que se sujetaba de sus brazos. Bill bajó sus lentes de sol un poco para brindarle una mirada interrogativa. –Uish, que malote... - bromeó ella titilando para luego buscar su toalla. -¿Y Dipper? ¿Ha huido ese cobarde? –

-O tú te tardaste mucho... - Respondió él volviendo a levantar sus lentes como si no le importase. Mabel siguió buscando distraídamente la toalla.

-Oye... ¿Y mi toalla? – Le miró sorprendida.

-No sé, pregúntale al pescado...-. Mabel se detuvo confundida y miró a Bill con una sonrisa a punto de reírse.

-OH vamos... hace mucho que no lo veo... no te enojes por eso... - Se cruzó de brazos.

-No me digas qué hacer...- Respondió Bill secamente. Mabel arqueó una ceja y soltó una risa.

-Está bien iluminatti rudo, pero estoy congelándome ¿no me ayudas a buscar mi toalla, por favor? – Pidió con una sonrisa tierna. Bill parecía ignorarle.

-Que te ayude tu primer besito -. Mabel soltó otra risa.

-Ya, enserio Bill -. Borró su sonrisa y le miró comenzando a molestarse. -¿Por qué estás enojado? Solo fue un saludo a un viejo romance y un buen amigo mío, además él está casado ¡deja de ponerte en modo infantil! – Bill hizo silencio para luego responder otra vez.

-No me digas qué hacer -. Mabel ya ni sabía si reírse o darle un puñetazo. – ¿Si tan buen amigo tuyo era por qué te abandonó? -. La castaña le miró incrédula.

-¡Mi toalla! –Gritó comenzando a cansarse.

-¿Para qué la quieres? ¡Vete al mar con tu amorcito! -.

-¡Bill no empieces! – Mabel pisó fuerte la arena y notó los bocadillos que tenía Bill a un lado. -¡Oh! ¿Me das un poco? –

-¡Pídeselo a tu pescado casado! –. Mabel tomó arena y se lo tiró encima. Bill jadeó indignado para luego mirarle amenazante. –No debiste haber hecho eso, estrella fugaz... -

-Debiste haberme dado mi toalla, dorito iluminatti – Se burló la castaña imitándole. Bill se paró de la reposera y Mabel salió corriendo.

-¡Ven aquí! – Gritó Bill tomando un montón de arena.

-¡No, no, no, no, no gracias! – Respondió Mabel huyendo de Bill. Dipper regresó con dos helados de agua mirando a los otros dos. Pudo ver a Bill alcanzar a su hermana y caerse ambos en la arena, y se preocupó un poco, pero luego escuchó como reían divertidos y negó con la cabeza para luego ir con ellos.

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N/A: Gracias a Supersabrichitason por su idea que me pegó con inspiración UvU <3

OPCIONAL: puede considerarse este one-shot como un extra de Deals.

He estado recolectando las ideas que me dieron anteriormente y las anoté para escribirlas en los siguientes one-shots! gracias a todos por su apoyo y ayuda <3 además, como cada vez me quedo más libre voy a actualizar como en los viejos tiempos (?

Gracias a todos por sus bonitos comentarios y por todo su amor <3 les amo -amor cursi del bueno (?)- ¡Hasta la próxima!

PD: siento que cada vez pierdo más la personalidad de Bill.... ¡Vuelve Bill! ¡Te extraño! (?)

PD2: Hablando de Bill, vieron cómo dibujó Alex a Bill de humano canon? está genial :B -los que no les gustó la matan- (??)


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