De ninguna manera.


Dentro del bosque, alrededor de tanta naturaleza sin color, se encontraban dos personajes, conectados por medio de un beso. Ninguno de ellos se mantenía con los ojos abiertos, solo se dejaban llevar por la sensación, sin pensar bien en con quién se estaban besando. El odio que en realidad sentían, o debían sentir, el uno por el otro se había enternecido en ese momento. No recordaban que se trataba de un enemigo.

De repente, la chica reaccionó abriendo los ojos, fue la primera en recordarlo. Se trataba del demonio desquiciado al cual había arruinado sus planes varias veces junto a su hermano mellizo, que en realidad no era humano como se podía apreciar en ese momento, su forma verdadera era triangular y amarilla.

Se apartó bruscamente rompiendo el beso, devolviéndole a la realidad al rubio. Ambos se miraron con una expresión de asombro. Mabel parecía más afectada por la sorpresa.

-¡¿Qué?! ¡No! ¡No puedo besarme contigo! – Espetó empujándolo de repente, como si quisiese despertar de una pesadilla.

-Bueno, lo acabas de hacer asique sí, sí puedes- Bill se encoge de hombros. Mabel tiene un tic en el ojo y decide correr lejos de él. - ¿Q-Qué? ¡He-HEY! ¡Oh! ¿Crees que puedes huir de mí? ¡Pues estás equivocada, Estrella fugaz! – Grita con el ceño fruncido levantando los puños. Sin embargo no se movió de su lugar, se tomó su tiempo para pensar mientras observaba cómo ella desaparecía en la distancia. -¡Espera! ¡¿No te gustó?! –

Mabel no se detiene en ningún momento, aún recordaba traumáticamente ese momento, y pensar que lo estaba disfrutando. Sacudió su cabeza intentando alejarse de esos pensamientos, sin parar de correr, hasta chocarse con alguien. Nota que se trataba del mismo demonio y se separa pegando un grito.

-Shh no grites – Ordena Bill con el ceño fruncido al mismo tiempo que le tapa la boca. -Te dije que no podías huir de mí –. Ella se molesta y le quita la mano de encima bruscamente.

-¡Esta debe de ser una pesadilla! – Ella se sujetó de la frente, mirando con una expresión de horror al suelo, como si fuera capaz de marearse. –Aunque... - Frunció el ceño. -Ni siquiera sé de qué me preocupo... - Volvió a mirar al rubio. –Si, después de todo, para ti debe ser solo un gesto extraño que hacen los humanos ¿verdad? – Entrecierra los ojos, esperando una respuesta favorable.

-Pues sí, pero al menos ahora sé lo que se siente – Responde Bill encogiéndose de hombros, restándole importancia. Mabel se asquea, recordar que ambos sintieron lo mismo. – Oh vamos... No es para tanto, ¿Acaso nunca pasó por tu cabeza que alguna vez estarías en una situación como esta conmigo? – Pregunta Bill con una simple sonrisa y levantando sus manos, como si fuese algo muy posible.

-No... -Una respuesta muy directa y sincera por parte de la Pines. –Nunca... Jamás... en la vida... - Bill bajó sus brazos sin dejar de mirar a Mabel. –Nunca, nunca, nunca, jamás, nunca, nunca, nunca, ¡Nunca!, pero nunca, ni en sueños, no, nada, ¡NUNCA se me hubiese ocurrido! Ni en un millón de años – Declara con el ceño fruncido. Bill entrecierra sus ojos metiendo los labios para adentro.

-... ¡Halagador! ... Fascinante... eso... enserio me cautiva... - Responde Bill con sarcasmo muy obvio.

-¿Qué esperabas? ¿Qué tuviese fantasías con el malvado triángulo isósceles que trajo tanto miedo a mi familia? ¿Enserio? – Mabel se encoge de hombros incrédula.

-¡Uno nunca sabe qué podría suceder! Mucho menos un montón de carne como ustedes – Le señaló con una mirada ofendida.

-Y ¿cómo iba a imaginar que tú, un triángulo de un ojo se llegase a convertir en un...? - Lucha contra sí misma para no decir la palabra que pensaba, Bill lo notó. -...Chico... humano... eso – Se cruza de brazos sintiéndose incómoda de repente.

-¿Ibas a decir algo? – Pregunta interesadamente con una sonrisa orgullosa. -Ya sabes... antes del "Chico... humano... eso" – Se explica, sonriéndole con picardía.

-¿Qué? N-No, solo eso... - Niega rápidamente con la cabeza al mismo tiempo que evitaba su mirada.

-Claro que sí... te trabaste... ibas a decir... ¿Guapo? – Pregunta con un tono burlón y una sonrisa tonta. -¿Irresistible? ¿Hermoso? – Mabel cada vez se encoge más ante la presión, Bill había adivinado lo que estuvo a punto de decir la chica.

-No, yo solo iba a decir "humano" – Niega otra vez, aún sin atreverse a mirarle.

-¡Hm!...Teeeee ¡GUSTO! – Le señala con victoria, la chica apenas podía reaccionar sorpresivamente ante su acusación. -¡JA, lo sabía! – Apoya sus muñecas en sus caderas.

-¿QUÉ? ¡NO! No me gustas – Mabel se encoge de hombros y le mira con vergüenza. Decidió intentar salir de esa situación, después de todo no tenía obligación a quedarse con él. Sin embargo, después de dar los primeros pasos lejos de él, Bill la atrapó con su mano, levantándola sin mucho esfuerzo, para luego colocarla justo en frente suyo otra vez.

-Admítelo – Ordena rápidamente el rubio con una pequeña sonrisa llena de orgullo.

-No– Vuelve a negar la castaña, esta vez se cruzó de brazos defensivamente.

-Sí, sí, hazlo – Insiste Bill.

-No- Repite.

-¡QUE LO HAGAS! – Los ojos de Bill se hicieron rojos al mismo tiempo que gritaba aquello con una voz más oscura.

-¡ESTÁ BIEN! Me gustas – Admite Mabel entre dientes; en repuesta, Bill ríe victorioso. -¡Pero sólo por fuera! No por dentro – Bill lleva su mano al mentón en forma pensativa mientras le mira, la chica reacciona y pone los ojos en blanco por un segundo rápido. – O sea sí, eres atractivo por fuera, pero por dentro eres horrible, el peor de todos –

-¿Te refieres a los órganos internos? –Preguntó en forma burlona.

-¡NO! ¡Oish! – Se dio un golpe en la frente mientras Bill se reía.

-Pero no somos tan diferentes, Estrella Fugaz. Si lo piensas por un momento podrías darte cuenta – Responde con simpleza el demonio, pero ella se negaba a considerar lo que decía.

– ¡Eres un caso perdido! ¡No puedo creer que me haya besado contigo! – Gritó para irse caminando molesta, lejos de él. Sin embargo tarde o temprano se lo volvía a encontrar en el camino; él se atrevía a fingir que no la había notado ahí. -¿Otra vez tú? – Dijo antes de volver a alejarse de él sin dejarle responder, pero fue inútil ya que lo volvió a encontrar después de tantos pasos. -¿Podrías dejar de seguirme? ¿No tienes a alguien mejor para molestar?–

- ¡Pero vaya! Yo no te estoy siguiendo – Mintió Bill fingiendo inocencia. -¿No serás tú? – Sonrió de lado, Mabel comenzaba a odiar demasiado su ego. - Creo que a alguien le gustó el beso que tuvo con un muy atractivo demonio – Finalizó cantarín.

-¡NO ES ASÍ! Tú me estás siguiendo y ¡No me gustó! ¡Para NADA! – Respondió sintiendo como se le subían los humos.

-Eres una mentirosa, te encantó – Dijo después de chasquear la lengua y mirar hacia otra parte, como si no le creyese en nada.

–Eres una amenaza a mi familia y a todo el mundo, estás loco, eres mentiroso y un malvado nacho volador de un ojo. Ese beso no significó nada para mí y tampoco para ti, solo fue un contacto labial, algo que no debió haber sucedido –Habló ella, como si se lo dijese a sí misma también, para convencerse.

-¡Ja! Claro, de tanto que te disgustaba ese "contacto labial" – Hizo comillas con sus dedos – terminaste haciendo que durase por más tiempo– Mabel gruñó sonrojándose al recordarlo otra vez.

-¡Solo duró hasta que pude reaccionar al poco tiempo y empujarte! – Espetó la chica apretando los puños hasta poner en blanco sus nudillos, comenzaba a avergonzarse, deseando que nunca hubiese ocurrido aquello.

-Bueno, no puedo culparte si para ti "poco tiempo" en un beso significa cuatro minutos y veintiún segundos... – Continuó con un indiferente encogimiento de hombros.

-¡De ninguna manera! Solo fueron... ¡Como cuatro segundos! – Dijo en defensa propia.

-¿Crees poder calcular el tiempo mejor que yo, Estrella Fugaz? – Preguntó con el ceño fruncido mientras se cruzaba de brazos y le miraba desafiante. -¡Ah! – Dijo con una idea en mente. -Ya entiendo lo que quieres decir... entonces te gustó tanto el beso que lo sentiste como si solo hubiesen sido unos cortos segundos ¡AJÁ! – Chasqueó sus dedos. Mabel cerró la boca dándose cuenta de cómo sonaba eso.

-¡N-No! Quise decir... ¡En realidad fue como una eternidad! ¡Una muy larga eternidad! – Se retractó apretando sus párpados, se sentía tan incómoda.

-Pff sí, claro – Bill volvió a reaccionar como si no le creyese ni una sola palabra. – No tienes por qué avergonzarte, Estrella Fugaz. Podrías imaginar que en realidad besaste a un muy atractivo vampiro, como siempre soñaste –

-No te compares con un vampiro sexy – Ordenó Mabel, como si fuese un pecado compararlos.

-Me refiero a que si tanto te gustó está bien, no es como si se fuese a acabar el mundo de todas formas – Respondió con tranquilidad, Mabel bajó la guardia un poco, por primera vez estaba de acuerdo con lo que decía el rubio.

-Bien, entonces... olvida lo que sucedió y yo también lo haré...–Declaró Mabel para continuar su camino, deseosa de alejarse lo suficiente de aquel sujeto, salir del bosque e irse con su mellizo. Sin embargo, Bill volvió a aparecer en su camino. La chica resopló.

-¿Te vas tan rápido? – Pregunta sarcásticamente el rubio. -¿De verdad vas a olvidar eso? ¿Cómo planeas hacerlo, huh? -

-¡Ya déjame en paz! -.

- Dímelo y a cambio... te daré una bolsa de piernas – Sonríe como si ofreciera un gran regalo, haciendo aparecer con un chasquido una extraña bolsa de piernas, aún se movían. Mabel puso cara de completo disgusto y horror. –Bien, bien, te daré otro beso, ¡Oish! vaya que eres obstinada, ni con tu hermano fue tan difícil hacer un trato... – Respondió como si ella lo hubiese pedido.

-¿Qué? ¡No, gracias! – Rechazó al mismo tiempo que retrocedía un paso. –Ni siquiera sé que hago hablando contigo, solo estoy perdiendo el tiempo...-

-Oh, pero no te molestó perder toda una "eternidad" besándote conmigo ¿cierto? – Sonrió de par en par. Mabel sacó joroba al mismo tiempo que apretaba los dientes igual que sus puños. Volteó hacia él con el ceño fruncido.

-¡Suficiente! ¿Qué es lo que quieres de mí? – Bill le observó en silencio. - ¿Sabes qué? ¡No me importa! ¡Te lo daré con tal de que me dejes de molestar! –. De repente sintió como las manos de Bill le sujetaron, ella se sorprendió y no tuvo tiempo de reaccionar, solo pudo alcanzar a cerrar sus ojos con fuerza. Fue atraída rápidamente a él, con el fin de chocar su boca con la suya en un beso.

Otra vez tuvo la oportunidad de sentir sus labios, de saber cuál era su sabor, esa extraña pero agradable sensación que tanto se negaban a sentir al saber que se trataba de un enemigo. Esta vez iban a durar más tiempo, ambos debían admitir que no se disgustaban del todo.

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

N/A: Oie, esto me lo imagine y escribí en lugar de dormir... agradezcan (?) aunque siempre imagino Mabill antes de dormir, como si me contara a mi misma un cuento para dormir XD y siempre olvido los detalles de lo que me imagino y me termino durmiendo, pero esta vez decidí escribirlo y me perdí horas de sueño -iora tristemente- (?

Por cierto, sí quiero hacer un one-shot especial de hallowen, pero quería que fuera publicado más cercano a la fecha, y no sé si para entonces voy a tener tiempo para escribirlo... Hasta tengo un one-shot sin terminar X'D asique no prometo nada... tal vez se me pase el tiempo...

Espero que les haya gustado!  gracias por todo <3

PD:  es gracioso porque este one-shot empieza y termina con lo mismo huehuehue

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top