一¿Mabel? 一preguntó Bill.

一¿Necesitas algo, cariño? 一sonrió, volteándose.

一No, va a llover; ¿puedes entrar a la casa? 一preguntó, acercándose con una paraguas.一 La última vez te resfriaste... 一le recordó con un tono algo preocupado a la de cabellos amarronados.

El día estaba gris, se veía en las nubes que estaba por llover, pero a Mabel le gustaba que las nubes se vieran así. Le gustaba ver la lluvia, junto a una taza de chocolate caliente, junto a su gato o su novio, junto a un buen libro o simplemente con música relajante; pero le gustaba la lluvia.

A Bill también, pero solía ser un poco diferente con él, ya que solía quedarse pensando hasta que la lluvia le sacaba de sus pensamientos y a veces la lluvia no hacía ése trabajo y una Mabel preocupada tenía que correr a "despertar" a su novio de su trance. Una sonrisa apareció en sus labios: 一¿Me escuchaste?

Ella también sonrió: 一Ahá.

Las flores ya estaban regadas, Mabel dejó a un lado la regadera y tomó el libro que estaba leyendo antes de que el día se pusiese un poco más obscuro de lo que se suponía debía estar. Lo puso detrás de su espalda y lo tomó con las dos manos, Bill se acercó y con su dedo índice levantó la barbilla de la castaña, plantando un beso en sus labios, mientras con la otra mano sostenía el paraguas.

一¿Hiciste chocolate caliente? 一preguntó, luego del beso.

一Sí, ¿tengo olor a chocolate? 一comenzó a olerse cómo su fuera un perro.

Mabel rió: 一No, pero se nota que comieste un poco. 一limpió una manchita de chocolate en la mejilla de su novio.

Entonces, empezó a llover.

Luego de unos minutos, el rubio dijo: 一¡El que llega último no tiene malvaviscos en su chocolate!

Y fue una guerra que la castaña acabó ganando, aunque ambos tuvieron malvaviscos en su taza de chocolate caliente.

((junio, 2O19))

Pásate por la introducción,
hay algo que debes leer a lo último ¡!

Les amo ¡! ❤🍃¡!