#O8 ;; gabinete IKEA
Ahora se encontraban en el supermercado, comprando comida, algunas ollas y sartenes, y de paso; un nuevo gabinete.
¿Qué ocurrió?; bueno, es algo que podría responder Bill, si no tuviera las orejitas caídas y la cabeza baja cómo perro mojado, ahora estaban en la camioneta del rubio, pleno silencio... Cuando la castaña comenzó a reír.
一Aún no entiendo cómo pudiste romper un maldito gabinete de madera. 一rió lrve, deteniéndose en el semáforo.一 Bill, ¿qué diablos hiciste?
Jamás le había visto maldecir tanto, y menos de ésa forma tan típica de él o Dipper: 一George quería galletas.
Sonrió al recordar al pequeño niño que corría con una capa, un bastón de madera y una corona hecha a mano, diciendo que sería el próximo rey de todo y todos debían obedecerlo; por lo cual Bill fue obligado a bastonazos a que le diera una galleta.
Su sonrisa se hizo más grande cuando volteó a darle las galletas al jovencito y escuchó un ruido detrás de él, volteó a ver todo tirado sobre el suelo de la cocina, abrió sus ojos lo más grande posible mientras George 一el niño que estaba cuidando Mabel一 reía a carcajadas estrepitosas con galletas en la boca.
Y ni hablar de la reacción de Mabel.
Tomó a George entre sus brazos y le preguntó si estaba bien, poco después llamó a sus padres y les dijo que habían tenido un percanse, mientras ellos venían, dejo al niño mirar la televisión. Corrió a la cocina dónde Bill parecía un perrito o un niño pequelo asustado, juntaba las cosas rápidamente y algunas se le caían de las manos.
Cuando sintió a Mabel detrás de él se encorbó un poco más y empezó a pedir disculpas, la castala se acercó y le abrazó la espalda: "一Todo está bien, ya no te preocupes..."; había dicho con media sonrisa.
Luego de recoger las cosas y limpiar la cocina, llegaron los padres de George y le entregaron al niño, disculpándose por no haber podido cuidarlo por las hiras que ellos le pidieron, sin embargo le pagaron hasta las dos horas que no cuidó de él.
Tomaron sus cosas y se dispusieron a irse.
一Lo siento, prometo comprarte otro. 一sonrió de lado, tomando la mano de Mabel.
一A éso vamos. 一sonrió ampliamente.一 Yo lo voy a comprar, pero... Tú debes armarlo, conmigo. 一rió con un poco de malicia.
Bill tragó en seco.
Minutos más tarde...
Ya en la tienda, elijeron un gabinete de color naranja pastel, ya que la mayoría de las cosas en la casa eran de colores pasteles, para que éstas hagan contraste con lo blanco de la casa.
Un fetiche que tenía Mabel es que, aunque ella se sintiera azul o negro, todo a su alrededor tenía que tener brillo. No porque así todos se darían cuenta de que ella estaba mal, al contrario; si abría las ventanas y había sol, se reflejaba en todos lados y lo blanco de las paredes junto a los colores rosados le había dado una idea.
Poco a poco se iba sintiendo mejor con la música de Pentatonix que se ponía de fondo y el color suave de todas sus cosas con el color del sol. Incluso invutaba a sus vecinas a hablar cuando les veía mal o estresados e invitaba a sus amigos muy seguido.
A quién más llevaba era a Gideon o a Pacífica. El albino estaba estudiando arquitectura y algo de ingeniería, mientras que la rubia estudiaba matemáticas. Se estresaban nuy seguido y el único lugar donde podían tener amor incondicuonal era en la casa de la castaña. Ésta les cocinaba galletas o incluso el desayuno, la merienda, o la cena; pero no sólo éso, hablaba y practicaba con ellos, haciéndolo divertido en cada paso.
Pero ahora no había tiempo, era hora de colocar el gabinete.
Era pequeño e iría a un lado de la heladera, la cual tenía imágenes, notas, entre otras cosas que eran de colores claros. Arriba del gabinete irían dos maderas de color claro, lo suficientemente largas para colocar especias, una sobre la otra, en la pared.
Bill se dispuso a armar el gabinete. Primero un lado, luego el otro, sobre la base. Seguido de la parte de atrás, la cual también era naranja, y por último la parte de arriba. Antes de poner las puertas, dio vuelta el gabinete y le puso ruedas, se usaría para todo.
Volvió a voltearlo, en la parte de arriba pudo un par de pequeños palos de madera, ya que iba a moverse, podía llevar lo que quisiera 一de un lado de la cocina a otro一 y cocinar con tranquilidad, pero necesitaba algo para que no se le cayeran las especias mientras cocinaba.
Colocó las puertas, los pestillos pequeños eran de color naranja y Mabel les había dibujado una flor acada uno. Una vez que se dieron cuenta de que estaba listo, pusieron un par de cosas dentro y arriba del gabinete, lo condujeron hasta la cocina y lo dejaron a un lado de la heladera.
Con ayuda del rubio, Mabel colocó los pequeños tablones de madera sobre la pared y Bill hizo agujeros e insertó tornillos para sujetar con fuerza las tablas. Un poco más tarde, las especias y cosas como azúcar, sal fina y gruesa, harina; entre otras, estaban siendo posicionadas sobre los dos tablones de madera.
Mabel se percató de que algo faltaba y, con media sonrisa, se acercó para dejar clavos en las tablas y poner luces de color anaranjado claro, casi rosado; podría decirse.
Los dos rieron al ver lo que habían hecho, definitivamente había sido la mejor inversión de todo el mundo.
Esperemos que Bill no vuelva a romperlo.
((junio, 2O19))
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top