[11]
[11]
— ¿Por qué me miras así? —se quejó la princesa con una sonrisa tímida y avergonzada.
El pirata y la dama de azul estaban cenando en la cubierta a la luz de las velas y la compañía de una hermosa luna. Evie tenia puesto el chaleco de Harry puesto que se olvido el chal en el camarote y le daba corte despertar a la tripulación para buscarlo, de nuevo reformas, la princesa ahora guardaba su ropa en la alcantarilla, pero sin embargo seguía pasando la mayoría del tiempo con Harry.
Harry lleno su copa con el licor y tomo un sorbo, luego se lo pasó a ella para que probara el dulce amargo de la bebida. Estaban sentados uno al lado del otro apoyados sobre los barriles con frutas, no era lo más romántico pero la princesa insistió en que no necesitaba de muchos lujos para sentirse cómoda.
—Es el resplandor, se refleja perfectamente en tu piel y les da un brillo especial a tus ojos... —Evelyn se olvidó del mundo, y se hizo bolita intentando ocultarse en el cuello de Harry haciendo reír a este, estaba abochornada. El pirata nunca había sido tan meloso como esa noche.
Llenándola de piropos, besos y frases ñoñas que la hacían sonrojar cada 2x3.
—Harry... ¿seguro que no intentas nada conmigo? —el pirata frunció los labios, esa era la última de sus intenciones.
Si era verdad que la deseaba, pero desde hace semanas que no quería hacer nada que incomodara a la princesa. Bien que le encantaba hacerla enojar y jugar con su temperamento, pero nada más allá de eso... es decir, ya no quería solo poseerla, quería más que eso. Quería ser su compañero, abrazarla, besarla, despertar con ella cada mañana.
Sonaba estúpido, cursi, simplón... así era, sus hermanas podían cortarle el cuello en ese mismo instante, por haberse ablandado. Pero eso no cambiaría lo que estaba sintiendo, ¿eso era amor? ¿era más que atracción? Tal vez, pero el ser humano es cobarde y olvida rápidamente.
Muy dentro de sí él sabía que esa burbuja podía romperse en cualquier momento, él sabía que no podía ofrecerle una vida como a la de una princesa, ella era de la realeza... eso nunca iba a cambiar. Mantenerla consigo solo la estancaría.
¿Qué pasaría si ella simplemente se cansa un día de aquello? Si quería regresar a su palacio y no volverlo a ver jamás, si simplemente, le daba la espalda. En otro momento simplemente tomaría un gato de nueve colas y la torturaría hasta desangrase, pero ahora, ahora la idea de siquiera hacerla llorar le aterraba. Era obvio, ya no era nadie, no tenía cabeza ni ojos para nadie que no fuese ella. Su brujita, su princesa.
Evie por su parte ya empezaba a ser victima de los efectos del alcohol y tenia una sonrisa boba en la cara, más sin embargo seguía consiente y muy alerta. Abrazó al corsario de la cintura, buscando más calor en el cuerpo ajeno.
—Si todo esto es un truco, no quiero que acabe nunca... ni, aunque me traigas por los pelos —el pirata se carcajeó, y se separó ligeramente para poder mirarla a la cara.
— ¿Y tu desde cuando te expresas como auténtica dama de fortuna?
—No lo sé... pero tengo a los mejores maestros —sonrió ella, dándole un besito en la punta de la nariz.
—Ah, ¿sí? Menciónalos...
—A ver, Tremaine, o' Staves, o' Coins, o' Swords... y el último, pero no menos importante, mi capitán —susurró ella con la voz amortiguada y sentándose sobre su regazo.
Oh, no. Esto era malo, lo estaba provocando y esto podía terminar o muy mal, o muy bien. Harry estaba empleando todo su auto-control en ese momento.
---------------------
Muy corto, sé que me odian por haber desaparecido casi un mes PERO, en mi defensa, fueron momentos estresantes y tenía una sequía creativa con esta historia, pero como no la quería abandonar... he aquí el resultado.
Si, lo sé, este capítulo es una kk. Estoy lista para la arena.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top