[06]
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—Está atardeciendo, creo es momento de comunicarte una de mis inquietudes, Hook, ¿acaso crees que una dama no tiene necesidades?
—Y, ¿a qué necesidades te refieres? Princesa mía. —le preguntó él.
Evie rodo los ojos con molestia. Odiaba sentirse como un objeto, pero en estos momentos, parecía simplemente eso.
—Yo, Evelyn Grimhilde, necesito darme un baño —exigió.
—Haberlo dicho entonces... ¡Tremaine! Tú y los compae, preparad la bañera.
—Woah, gracias, iré a prepararme entonces —replico ella.
—Oh, qué lindo, la princesa cree que se refrescara sola...
Evie palideció ante aquello, miro a Harry horrorizada, pero este solo le sonrió alzando una ceja.
—No, gracias. Prefiero mil veces oler a cerdo que estar desnuda en frente de ti...
—Pero que mente tan cochambrosa, señorita. Yo sería incapaz de sobrepasarme con usted, bella dama. Claro, a menos que me lo pidas... —el pirata le guiño un ojo con picardía.
— ¡No! —Evie comenzó a retroceder, pero uno de los marineros la empujó hacia Harry, quien la sostuvo de la cintura y le dio un escurridizo beso en el cuello. Causando que Evie gritara nuevamente.
—Vamos princesa, ¿con esos farolillos tan hermosos los tuyos no puedes mirarme de otra manera? Yo no busco hacerte daño, en absoluto. Desde que llegaste a este barco has sido tratada como lo que eres... —Evie miro hacia otro lado, ignorando a Harry. Quien intentó llamar su atención con otra cosa.
La sujetó del mentón y la hizo mirarlo directo a los ojos, luego se acerco lentamente a su oído y le susurró:
—Acaso... ¿no te llama la atención mi oferta? Recibir un delicioso masaje con aceites aromáticos, darte un refrescante baño con burbujas, sumergirte el tiempo que quieras en la tina... —Evie suspiró, aquella melosa voz con la que se lo decía casi la convencía.
—He dicho que no —replicó ella con todo su autocontrol, alejándose de él y haciendo el camino a la habitación.
Una sonrisa guasona surcó la cara de Harry, no se rendiría tan fácil.
—Bienaventurada sea la hora en la que a mi hermana se le ocurrió traerte aquí, princesa. —dijo él entrando a su camarote.
— ¿Gracias? —ella se dio vuelta mientras se desvestía, quedando solo en ropa interior. Le daría un privilegio a Harry, puedes mirar pero no tocar. Así tal vez lo torturaba más.
El pirata se dio cuenta de las intenciones de la princesa, así que siguiéndole el juego se quitó su sombrero, el chaleco y su camisa, quedándose solamente con el pantalón y las botas. Se limpió la garganta para llamar su atención, y cuando supo que la tenía se tiro a su cama a esperar por su tina llena.
Evie miro al cielo implorando clemencia, estaba segura de que en algún momento enloquecería y la pondrían a bailar con Jack Ketch(ser ahorcada).
Harry palmeó la cama invitándola a sentarse a su lado, ella bufó con cansancio y acomodó su cuerpo al lado de él.
Iba a decir algo cuando escuchó la puerta abrirse de repente, dio un grito intentando cubrirse de la vergüenza.
—Anthony, hay una dama aquí, por favor más respeto —se burló el capitán—. Muñeca, la tina esta lista...
—Ya te dije mis condiciones, Hook.
El pirata viró los ojos, se levantó de la cama y la haló de una pierna, tomándola por sorpresa. La cargo sobre su hombro y se la llevo a la cubierta.
— ¡Maldito truhán arribista! Suéltame en este instante, o yo—
No pudo terminar la frase, sintió que era lanzada y remojada sin previo aviso. Su cuerpo se hundió hasta tocar el fondo, pudo intuir que no era muy hondo, así que pataleó hasta poder salir a la superficie, escupiendo el agua que tragó en el proceso, y tosiendo por el repentino ahogamiento. Al menos el agua está tibia, pensó ella.
Se quito el pelo de la cara y cuando logro abrir los ojos, se encontró chapoteando infantilmente dentro de una bañera. Movió su cabeza, mirando a su alrededor y llegando a la conclusión de que estaba sola, hasta que se topó con la mirada lasciva de Harry y todo el escándalo que armó le pareció ridículo.
—Bonita ambientación —alabó ella al darse cuenta de que había varias linternas y algunas velas esparcidas por toda la cubierta, dándole un toque muy íntimo y romántico.
Harry se encogió de hombros, acercándose a la tina.
Evie lo miró con confusión, frunciendo ligeramente el ceño.
Pero por esta vez, cedió. Lo invito a meterse con ella.
El pirata sonrió de satisfacción. Y se zambulló dentro. Salpicándola de agua en el proceso, y causando que ambos rieran.
Harry se movió un poco, buscando la cercanía de ambos cuerpos, a lo que Evie retrocedió insegura y se giró dándole la espalda.
—Yo, creo, que podrías limpiarte mejor... si deshaces de esto —susurró él, desabrochando con cierta lentitud el final de su prenda íntima. Evie cerró los ojos con fuerza, esto la superaba, sentía demasiado temor y vergüenza.
Harry notó que ella estaba tensa, y trato de ser lo más delicado posible.
Juntó sus cuerpos de modo que el de ella se acoplara con el de él, de manera protectora.
Harry no fue más abajo para no incomodarla.
Acarició sus hombros y brazos, terminando el paseo en sus manos, y besándolas al terminar. Hizo esto mismo con su cuello y su espalda, provocando que a Evie se le erizara la piel. Dejo escapar un suspiro, evidencia de que estaba disfrutando ser atendida con tanta sutileza, como estaba acostumbrada.
Se dio la vuelta lentamente, encarando a Harry y bajando la mirada apenada.
Y como acostumbraba él, le levantó el mentón para que lo mirara fijamente.
—No te de pena, tú, eres hermosa en todos los sentidos. —susurró él, poseído por su corazón; no estaba pensando con claridad, maldita bruja, concluyó que estaba bajo el efecto de algún sucio hechizo. Pero esas palabras habían ablandado a la princesa.
Evie se acercó a él con timidez, provocándolo, sus bocas casi se rozaban. Harry estaba sediento, quería probar ese amargo y dulce licor de sus labios.
Ella casi le leyó la mente, y quiso jugar un poco con él.
—Y bueno... como soy una bruja, puedo convertirte en cualquier cosa.
—Ah, ¿sí? ¿Acaso quieres convertirme en un sapo para robarme miles de besos, princesa? —susurró contra sus labios, mezclando sus respiraciones.
Evie se sonrojó. Rozó sus labios y procuró que Harry cerrara los ojos, ella hizo lo mismo. Y una pequeña sonrisita curvó su cara—. Yo, creo que te voy a convertir en......... ¡Un pez!
Gritó hundiendo la cabeza de Harry en el agua y siendo poseída por una sonora y malvada risa.
Cuando el pirata tuvo tiempo a reaccionar, se acercó a ella y la sujetó de la cintura, sacándole un gritito agudo.
—Tú, brujita traviesa —se quejó riendo con ella.
La sostuvo de las mejillas y le plantó un beso que a cualquiera dejaría sin aire, Evie gimió ante la sorpresa, pero no se separó.
[...]
Evie salió del armario sintiéndose una mujer nueva. Acompañada de un pirata juguetón que ahora le pisaba los talones.
La atacó agarrándola de un brazo y halándola chocando sus cuerpos para robarle un beso.
A la princesa se le escapó una risita divertida y sonrió en medio del tacto, rompiendo la cercanía.
—Ya, ya, fue entretenido, pero yo tengo mucho sueño y quiero dormir.
—No —chilló él aniñadamente. Ella por otro lado sonrió y le dio un besito en la punta de la nariz.
—Si me dejas puedo acompañarte —sugirió ella. Recordando que ahora estaba confinada a la 'alcantarilla'.
—Pues eso no tiene ni que discutirse, princesa. —respondió él cargándola de modo nupcial y dejándola suavemente sobre la cama. Se situó a su lado y apoyo su codo sobre la almohada, observándola con detenimiento.
— ¡Ya! —grito ellasiendo víctima de un ataque de risa, lo sujetó del cuello y le plantó un besoen los labios. Luego se dio vuelta, disponiéndose a dormir. Pero Harry la hizogirarse a la abrazó a su cuerpo, depositando un beso de buenas noches en sufrente y dando por finalizado aquel día."
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Ya llegue.
Y ya me voy.
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