El calvario abrumante fue muy largo. Pero las instrucciones fueron seguidas al pie de la letra. Matar a dos progenitores, una pequeña alma inocente, a alguien que haga el bien, a un devoto de fe cristiana, y también acabar con el amor de su vida. Solo quedaba alguien para que esto se pueda dar. Tal como lo ordenó Y’golonac tenía que encargarse de su igual.

   Todo el trascurso se trató de pérdidas y sacrificios humanos. Pero de algo tuvo que valer, gracias a eso, logró ganar fortaleza.

   En un pesado ambiente en el cual se reconocía la presencia del mórbido dios que otorgo los recursos para hacer esto posible, en esta habitación se desatará el caos de lo que es insano. A tardes horas de la noche, volvió el ser espectral sombrío consciente de lo que le depara. Howard estaba sentado en la habitación con la fina cajita entre sus manos.

   Estando ambos frente a frente la tensión era intensa. El chico abrió la caja para sacar de ahí el arma que en sus interiores jamás quería volver a sostener. La sombra se acercó lo suficiente y dirigió está a su propia cabeza.

   —¡Hazlo! ¡Solo tira del gatillo!

   El chico seguía inseguro.

   —¡Deja de hacerme esperar y mata de una puta vez! ¿Que no entiendes de qué va el asunto? ¡SOLO HAY QUE MATAR! ¡ASESINAR, DESCUARTIZAR!

   Teniendo el disparo tan asegurado lo haría. En un parpadeo la luz se apagado y volvió a encender. Fue en ese tintineo tan repentino que el dominio se invirtió. En el lugar de Howard se encontraba su contraparte apuntando el arma. Por lo tanto atentan a contra la vida del otro. Teniendo todo el poder en su mano.

    Confundido y atemorizado de cómo intercambiaron lugares retrocedió hasta dar contra una pared y caer sentado. La punta del revolver sólo lo seguía en silencio pues ya lo tenía aprisionado. Nuestro protagonista intentó preguntar sobre qué ocurría, pero el tiempo ya no alcanzó para más.

   La cara perpleja del “pequeño H” se borró con un destello voraz. Dando por  completo lo que se necesitaba para el trato. El ser sin nombre acabó con su marioneta que todo este tiempo pensó ser quien estaba a cargo. Siendo solo dirigido por la voz de “eso” que hizo el trato primero, con segundos de diferencia. Este solo se reía de la ingenuidad del humano.

   El crimen cometido no fue un suicidio, fue el nacimiento de un cruel. Que ahora completado el sello tiene una forma física indestructible. Al salir de este admira el mundo y lo que son sus colores.

   El cráneo del cadáver en descomposición se empezó a quebrar. Abriéndose y dejando salir una viscosidad negra.

   Millones de demonios liberados para distorsionar el mundo. Pará desafiar la realidad y apuñalarla sin piedad. Alimentarse de su sangre y carne cruda. Si las primeras seis víctimas sufrieron tanto al morir, sólo imagínate lo que harán estos sin limitaciones. El plan del mal resultó a la perfección.

   Qué comience la masacre.