Empecé a desabotonar a Kaisa de su blusa mientras la besaba,ella me quitaba torpemente el saco y mi chaleco,sinceramente estábamos excitados,empecé a quitarle las medias y ella estaba desabotonandome la camisa.

-No sabía que también te atraía señorita Doblas-dije.

-Desde que saliste de mi consultorio ayer quería que me hicieras tuya-dijo Kaisa.

-Tu desde el momento en que me sentaste en esa camilla,quería tomarte de las muñecas y llevarte al cielo-dije.

-¿También sientes lo mismo?-preguntó Kaisa deteniendo mis juguetonas manos.

-Ya sabes... Amor-dijo Kaisa con cierto brillo en los ojos.

-¿Por qué lo preguntas?-pregunte.

-Veras cuando tu madre venía a mi consultorio me contaba maravillas de ti,y yo... creo me empecé a enamorar de ti- dijo Kaisa separándose de mi agarre.

-Esto está algo mal sabes,pensé que sólo iba ser un desliz de sólo una noche-dije.

-Esta bien,digo apenas nos estamos conociendo-dijo Kaisa.

Ella se volvió a arreglar su blusa,se puso sus medias y se lavo el rostro.

-Kaisa,quería ver si... bueno me das la oportunidad de enamorarte-dije.

Ella sonrió levemente y asintio,me acomodada la ropa para irnos a la estación de trenes, fui a dejarla a su casa y a comprar un poco de pan, en eso veo que en el bar de enfrente estaba el fiel amigo de mi padre el doctor Henry Costin.

-¡Hey Jack! ¿Que haces por aquí tan tarde?-preguntó el señor Costin.

-Oh nada vine a dejar a mi jefa a su casa y por algo de pan,mi padre... ¿Esta ahi adentro?- pregunte.

-Si y será mejor que no entres sabes como se pone con la bebida-dijo el señor Costin.

Asentí y me encamine al tren para ir a casa,en la sala mi madre me esperaba.

-¿Por qué tan tarde Jack?-preguntó mi  madre.

-Tranquila madre y antes de que comience el regaño conseguí trabajo soy el asistente de la doctora Doblas-dije.

Mi madre sonrió de oreja a oreja.

- Me alegra oír eso sabía que serían grandes amigos- dijo mi madre.

-Ella me dijo que hablabas mucho de mi-dije.

Mi madre se ruborizo y sonrió.

-Si a decir verdad Jack hablaba mucho de ti con ella,la hubieras visto sus ojos se llenaron de alegría cuando se enteró que por fin regresabas a Londres-dijo mi madre-Sabes siento que tu y Kaisa Doblas serían una bella pareja.

No pude evitar sonreír ante este comentario,si realmente quería conocer a Kaisa tendría que empezar a enamorarla.