°C A P I T U L O S I E T E°
°Morgan Cat Blake Williams°
Llegamos unos minutos después, no muchos para ser sinceros, alrededor de unos diez. Mi padre tocó el timbre y abrió una señora de edad, supongo que la esposa del jefe Yagami, mi padre saludó y enseguida detrás de la señora apareció Soichiro, con amabilidad nos hizo pasar hasta la sala, Matsuda, Light y Misa ya estaban ahí, tomamos asiento y la señora Yagami nos ofreció algo que beber, todos pidieron té a excepción de mi, no me gustaba el té, preferí mi amado café amargo. Estuvieron los "adultos" hablando un rato hasta que llegó de nuevo la señora Yagami, esta vez con las bebidas que todos tomamos entre nuestras manos.
—¿Otra vez hablando del caso?, deberían descansar –en eso llega una muchacha unos años mayor que yo, la hermana menor de Light me imagino–
—¡Hola! –gritó Misa la cual estaba a mi lado–
—Oh, que bueno que llegas, tomábamos el té –le dijo a su hija–
—Hola Misa, hola Light, hace tanto que no los veía, los echaba de menos
—¡Nosotros también! –les juro que algún día esta rubia me romperá los tímpanos si no es que ya lo hizo–
—Usted debe ser el nuevo integrante de la investigación, el señor Williams –mi padre simplemente asintió en afirmación– tú su hija –dijo mirándome, yo solo sonreí– y tu debes de ser el señor Matsuda –al instante este se sonrojó, nuevo ship–
—Ehhh, si, soy yo
—Ha pasado tiempo, te doy las gracias por cuidar a mi padre –hizo una reverencia en forma de agradecimiento–
—Vaya Sayu, cuánto has crecido y qué... hermosa estás, la última vez que te ví eras así de pequeña –dijo señalando con su mano la altura, Misa empezó a reír y yo también–
—Matsuda, estás sonrojándote –dijo con burla–
—Es cierto –dije riéndome con burla– oh, que lindo es el amor
—¿A sí?, es decir, no lo creo –dijo nervioso, que lindo–
—Olvídalo, no voy a dejar que Sayu se case con un policía –interrumpio el señor Yagami el bello momento–
—Sí, así es, no quiero eso para mi hija –dijo esta vez la señora Yagami–
—¿En verdad? –dijo Matsuda mientras Misa y yo reíamos– ni siquiera tuve oportunidad de proponerlo, o decirle que me gustaba –dijo decepcionado– son muy crueles conmigo mamá y papá
—¿Mamá y papá? –dijo sorprendida la señora Yagami soltando la bandeja que traía–
—Como sea, creo que eres un buen partido Matsuda –dijo Sayu–
—Pienso igual –dije–
—¿Qué?, ¿en verdad lo creen? –preguntó con esperanzas y sonrojado–
—Si, de hecho había pensado que si fueses un poco más joven, habría considerado salir contigo
—Lo mismo digo yo, o bueno, a mi la edad no importa, lo aprendí por mis padres, pero aún así no creo que a papá le guste –Matsuda se tiró a la mesa de centro a llorar–
—Bueno, parece que Sayu ya creció –dijo Light–
—Es cierto, y ya es más madura que Matsuda –dijo Misa abrazando a su novio–
De la nada, el policía se levantó de golpe y me miró esperanzado al igual que a mi padre.
—¿Usted si me dejaría señor Williams?
—Pienso igual que Soichiro, aunque no me puedo interponer en lo que mi hija escoja. Pero tu no eres una opción Matsuda, y menos ahora, ella todavía es una niña –dijo mi padre con algo de enojo–
—Oh vamos señor Williams, no creo que su hija sea tan pequeña, se ve muy madura –reí ante su comentario– ¿Cuántos años tienes Blake?
—Primero dime cuantos años tienes tu –dije y mi padre mi miró raro–
—¿Desde cuándo de llaman por su nombre? –le ignoramos–
—Tengo treinta años –dijo feliz– aunque me siento muy joven todavía
—Y te ves joven, pareces de a lo mucho unos veinticinco –reí al imaginar su expresión– tengo diecisiete
El rostro de Matsuda y de la mayoría de los presentes a excepción de mi padre y Light, eran todo un poema.
—Bueno, como dije antes te ves más madura y muy bonita. Habías dicho que no te importaba la edad por tus padres, ¿cuántos años se llevan?
—Llevaban –corregí– mi madre está muerta, ataque al corazón –sus rostros palidecieron– no, no era una criminal, de hecho era una psicóloga para criminales, murió de estrés. Respondiendo a tu pregunta, se llevaban veintitrés años –sonreí, los demás quedaron asombrados–
En fin, después de un poco más de plática, de que Misa presumiese su relación con Light de años y de que yo presumiese mi soltería eterna, la señora Yagami le insistió en que me llevase con ella a su habitación ya que teníamos una edad similar, además de que había notado que me aburría, Sayu aceptó al instante, se alegró de poder tener otra amiga, me tomó del brazo y corrimos escaleras arriba. Abrió una puerta y la cerró detrás de sí. Empezamos a hablar un rato, cuándo suena mi celular, era número desconocido, aún así contesto.
—Blake –era esa dulce voz que me encanta escuchar– ¿estás con tu padre y los de la APN?
—No, mi padre no se encuentra aquí, yo estoy con una amiga –sonreí viendo a Sayu–
—¿Puedes hablar?, ¿Me está escuchando?
—No te preocupes, ya te dije que mi padre no está –no quería que la pelinegra supiera de lo que estaba hablando–
—Hemos secuestrado al jefe de la APN, es este momento está con nosotros, debes volver, Matt irá por ti, nos servirá tu ayuda para interrogarlo, tu madre era psicóloga ¿o no?
—Si, claro, no te preocupes, en cuánto pueda te marco de vuelta, te quiero, cuídate –colgué la llamada, Sayu me miró pícara–
—¿El novio?
—Bueno fuese que fuera mi novio
—¡Entonces ese chico te gusta!, ¿porqué no le dices? ¿te pasa igual que con papá? no te deja salir con un policía...
—Oh no, el no es un policía –le sonreí– es todo lo contrario –susurré sin que mi nueva amiga escuchase–
Íbamos a seguir hablando pero rápidamente llega Light y abre la puerta de la habitación, creo que Sayu le iba a replicar pero Light fué mas rápido.
—Nos acaban de hablar de cuartel, todos iremos, creo que sería buena idea que te quedes aquí con Sayu, estarás segura, eso dijo tu papá –le agradecí y salió corriendo junto a los demás–
—¿Qué crees que ocurrió?
—No lo sé... oye Sayu, la llamada que acabo de recibir, es como dijiste, del chico que me gusta, dijo que me iría a recoger a mi casa... ¿me ayudarías a salir? –le pedí–
—Claro, para eso estamos las amigas –me guiñó el ojo– puedes salir por la ventana, así lo hacía yo cuando me escapaba para una fiesta. Pero antes, debes cambiarte –iba a replicar que así estaba bien pero con agilidad la pelinegra empezó a buscar entre su ropa y me obligó a ponerme el conjunto–
(Multimedia)
—Me gusta como se ve en ti, quédatelo, se te ve mejor que a mí –agradecí a Sayu y la abracé–
Bajé por la ventana cuidadosamente, corrí por las calles hasta llegar a la entrada del hotel, ahí ya se encontraba Matt, abrí la puerta y me subí a gran velocidad, casi la misma con la que el pelirrojo arrancó el auto, me extrañó el que no me pusiese la venda cuando estuvimos a las afueras.
—Mello dijo que ya no era necesario, pero su amenaza sigue en pie –reí–
—Al menos ahora puedo ver el paisaje –mi amigo sonrió y aceleró el carro–
Llegamos más rápido de lo usual, me guió hasta la habitación en la que se encontraban dos hombres, empecé a interrogar al jefe, suerte que no me conocía.
—Buenas noches, director Takimura de la APN –dije con sorna, este levantó la vista del suelo para mirarme–
—Por favor, desátenme –rogó–
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