°Morgan Cat Blake Williams°

—Por favor, desátenme –rogó–

—No le puedo prometer eso, lo que si le prometo es que si coopera, no le haremos daño, no más del necesario al menos –siempre había querido estar en el lugar del villano– ahora, ¿contestará a mis preguntas? –solo bajó la cabeza mientras asentía– buen niño, ¿qué tan involucrada está la policía en el caso Kira?

—La APN renunció al caso, solo unos cuántos investigadores se quedaron, Soi... –le interrumpí–

-Soichiro Yagami, Aizawa, Kanzo Mogi y Touta Matsuda, eso ya lo sé, soy más cercana a ellos de lo que imagina –reí– ahora, ¿sabe de la existencia de la libreta de la muerte?

—¿Li... libreta de la muerte?

—Oh vaya, ni el jefe lo sabe, que pena, debería hablar más con sus hombres ¿sabe?, esconderle algo tan importante como eso... no, no, no... ¿algo más de información que tenga? –este solo negó cabizbajo– bah, nada útil, yo ya sabía todo eso.

En eso se escuchan pasos acercarse por las escaleras de metal, eran Mello y otro hombre tras de él.

—¿Decidió decir algo? –pregunto el hombre en traje blanco que venía con Mello–

—Nada que yo no sepa, dijo los nombres de los agentes que trabajan con "L", al parecer ni siquiera el siendo jefe sabía sobre la libreta, que irónico –reí, Mello mordía su barra de chocolate–

Mello se acercó y con su brazo izquierdo me rodeó de la cintura pues su mano derecha estaba ocupada por el chocolate, decidí quitarle un poco en lo que el le hablaba al rehén.

—De todos los oficiales que están en la investigación el jefe Yagami es el de mayor rango, ¿cierto?

—Ah, si –asintió aun con la cabeza gacha, Mello sonrió y le dio otra mordida a su tableta después de ofrecerme a mí–

Quitó su brazo de mi cintura y lo apoyó en mi hombro izquierdo rodeando mi cuello, con su mano hizo una figura como si de una arma se tratase, comenzó a hablar.

—Mi teoría es que existen dos libretas, una la posee Kira, y la otra la APN –hizo su mano un puño y bajó su mano a mi cintura de nuevo– vamos a obtener ambas –los dos hombres hicieron un gesto de duda–

—No se preocupen –habló el calvo de traje blanco– si hacemos lo que diga Mello no habrá errores. Hace año y medio que se nos unió y el nunca se ha equivocado acerca de nada –dijo seguro–

—Pero eso es lo raro, si pudo darnos al jefe de la mafia, a quien Kira mismo no logró matar, ¿porqué necesita la libreta?

—No solo busco la libreta, quiero eliminar a mi competencia –me tomó más fuerte de la cintura y apretó la envoltura del chocolate, fruncí en ceño, por el chocolate que no me dió y porque sabía que hablaba de mi pequeño Near– quiero ser el mejor, no importa que se necesite, le ganaré a Near a como de lugar.

Después de ese discurso por parte del rubio subimos dejando a los dos hombres a cargo del rehén, estaba contenta de haber sido de ayuda, Mello todavía me tomaba de la cintura y nos sentamos en los sofás de la vez anterior, una ramera se acercó al señor calvo, por suerte ninguna se acercó a MI Mello.

—Si es por las mujeres no te preocupes, nunca me interesó ninguna –dijo el ojiazul–

—Puff, a mi no me importa si hacías lo que fuera con esas ofrecidas

El solo reforzó el agarre en mi cintura mientras sacaba otra barra de chocolate de su bolsillo, la abrí por él y se la entregué de nuevo, me recosté en su hombro. Estábamos tan tranquilos cuando uno de los hombres que se habían quedado abajo llegó corriendo agitado.

—Jefe

—Cállate, ¿no ves que estoy ocupado? –le respondió el calvo al moreno–

—Lo lamento pero mientras mi compañero y yo hablábamos el director Takamura se ahorcó con su corbata

—¡¿Pero qué les pasa?! díganme, ¿Qué vamos a hacer con un rehén muerto?

—No, esto nos servirá –dije sonriendo, me voltearon a ver–

—Blake tiene razón –continuó el rubio, espero que este pensando lo mismo que yo–

Si Kira es responsable de esto, sabemos que no podrá matarnos pues no conoce nuestros nombres y rostros, o más bien los de ellos, a mí me conoce y ni el hecho de haber dado un nombre falso me salvó de él. Pero no sabe que yo soy parte de esto, por eso mató a Takimura, prueba que Kira sabe del secuestro, Light es uno de ellos, esto hace que mis sospechas hacia él crezcan.

—¿Qué vamos a hacer Mello?

—Les diré lo que haremos, secuestraremos a la hija de Soichiro Yagami, Sayu Yagami –en ese momento palidecí–

—Mello, no pueden secuestrar a Sayu, es mi amiga, ella me ayudó a llegar aquí sin que me descubrieran –dije preocupada–

—No les dijiste a dónde ibas ¿o si?

—No seas idiota, obvio no, dije que me iba a ver con el chico que me gusta, chico que mi padre no aprueba para mí, tuve que inventarme algo y como cuando hablaste ella creyó que eras mi crush, tomé eso a mi favor

—Mira, no te puedo decir que no la secuestraremos por que lo vamos a hacer, pero te prometo que no le haremos daño, tranquila

—Bien, eso me calma un poco....

Sayu, por favor perdóname amiga, te prometo que no dejaré que te hagan ningún daño, pero te necesitamos para nuestro objetivo.

°Narradora°

En el cuartel de investigación se encontraban todos los hombres del caso Kira, los Yagami, el señor Williams, Aizawa, Mogi y Matsuda.

—No hemos encontrado pistas sobre el director Takimura ni los secuestradores –dijo Mogi–

—Esto es muy extraño, es decir. debieron llamarnos con más demandas pero no hay nada –dijo Aizawa–

El jefe Yagami alegó sobre encontrar el verdadero perfil del agente de FBI que se presentó a pedir la libreta, comprobó que era un agente legítimo y que el secuestro no pudo ser obra del FBI pues estos estaban dispuestos a ayudarles. Mientras tanto Light Yagami pensaba en como no habían llamado los secuestradores, el director ya debería de estar muerto, el mismo escribió su nombre en la libreta. Su novia Misa interrumpió sus pensamientos diciendo que ya iría a la cama, este solo le dijo que estaba bien. De repente algo cruzó por su mente.

—Se me ocurre que no solo nosotros estamos en peligro, nuestras familias están en riesgo –el jefe recibió una llamada del celular del director y ordenó que a rastrearan–

—Habla Yagami –contestó–

—Escuche, sobre el intercambio del director por la libreta –se escuchó la voz de un rubio del otro lado de la línea– el trato se cancela, el director Takimura está muerto. –todos quedaron desconcertados–

—Bastardos –gritó Soichiro– ¿Qué hicieron?

—Se cancela con respecto al director, el nuevo trato es este, la libreta, por Sayu Yagami –los más preocupados eran los Yagami– como usted es el jefe de la policía japonesa, sería estúpido decirle que no llame a la policía, pero será mejor que lo resuelva usted mismo sin apoyo, si veo que la policía hace algún movimiento próximamente, mataré a su hija.