°C A P I T U L O C U A T R O°

°Morgan Cat Blake Williams°

—Ya llegamos

—Gracias Mail –le besé la mejilla mientras me giraba para abrir la puerta pero una mano en mi brazo me detuvo– ¿Necesitas algo?

—Pasaré por ti a las siete de la mañana –asentí– y Blake... por favor, por lo que más quieras... cuídate –sonreí levemente–

—No te preocupes Matt, de todas formas, soy la hija de un agente, de una psicóloga para criminales y mejor amiga de un grupo de chicos super dotados, algo debí de aprender a lo largo de mi vida –reí y el igual– tu también cuídate Matty –susurré y salí–

El coche rojo de Matt partió y decidí entrar al hotel, le di mis datos a la recepcionista para que me abriera mi habitación ya que yo no tenía llave y mi padre todavía no había llegado, era la una de la mañana, solo espero que no le halla pasado nada malo. En fin, tomé una ducha, me puse mi piyama y me acosté a dormir, debía madrugar mañana. Tarde un poco, como normalmente, pero al final pude dormir, solo sentí que alguien abrió la puerta de mi habitación y depositó un beso en mi frente, era mi padre, lo reconocí por su perfume, después de eso dormí tranquila.

°SKIP TIME°

Eran las 5:50 am, o eso marcaba mi celular cuando desperté por el ruido que venía de la pequeña cocina que tenía el departamento, me puse mis pantuflas y fui a revisar, era mi padre.

—Buenos días mi reina –dijo mi padre al notarme– lamento el despertarte tan temprano

—Buenos días papi –le di un beso en la mejilla– y no te preocupes por eso –miré que se estaba preparando el desayuno pues iba a salir– ¿tan temprano?

—Sí, debemos de estar ahí antes de las siete, tu sabes que no me gusta llegar tarde –asentí–

—Pero, ¿a qué horas llegaste ayer?, ¿dormiste lo suficiente? –dije preocupada, mi padre tenía problemas cardiovasculares y el estrés y cansancio ponían en riesgo su salud–

—No te preocupes mi niña, todo está bien, dormí unas horas allá en el cuartel pues están informados de mi situación –desconfié un poco pero igualmente volví a asentir– en fin, debo irme ya –me besó la frente– adiós

—Adiós pa –se fue a la entrada, se puso su saco y salió–

Caminé hasta la puerta y me aseguré de que ya se hubiese ido, al comprobarlo corrí a mi habitación buscando que ponerme, escogí lo primero que vi entre mis maletas, suspiré, debía ponerme a ordenar todo en los armarios y cajones.

(Multimedia)

En fin, se podría decir que me "peiné", de todas formas mi cabello es corto por una razón, NO me gusta peinarme. Cepillé mis dientes y me preparé el desayuno, galletas de vainilla con Nutella. Al acabar tomé mi mochila con cosas esenciales y me senté en uno de los sofás de la sala principal leyendo un libro para matar el tiempo, cinco para las siete bajé al lobby y salí, frente a mí ya se encontraba Mail.

—Siete en punto Blake, que puntual –dijo revisando el reloj de muñeca que tenía– vamos, sube –abrió la puerta del copiloto desde dentro–

—Buenos días Matt –subí, cerré la puerta y me abroché el cinturón– ¿Cómo estuvo tu noche?

—Llena de trabajo, Mello se ha obsesionado con el caso sabes, es agotador –suspiró– pero dejando eso de lado, todo ha estado genial, y tu, ¿cómo estuvo tu noche?

—Llegué agotada, ustedes me secuestraron cuando acababa de bajar del maldito avión –gruñí y mi acompañante rió– no es gracioso –hice puchero–

—Lo siento –siguió con su risa, luego paró– pero el pensar que si no hubieses hecho todo lo que hiciste ayer como lo hiciste, no nos hubiéramos reencontrado.

—Tienes razón, en ese momento maldije mi sentido de la justicia, ahora estoy agradecida en hacerle caso –sonreí–

Matt seguía conduciendo mientras yo ya había prendido la radio tal cómo ayer, canté algunas canciones y tarareé otras, el pelirrojo me acompañaba en algunas, al llegar a las afueras de la ciudad Matt aparcó el auto a las orillas de la carretera.

—Lo siento Blake pero –le interrumpí–

—No te preocupes, entiendo –dejé que me colocara la venda, ahora dependía de mis otros sentidos–

Sentí de nuevo el movimiento del auto y la música volvió a sonar, no dejaría que el hecho de que me vendaran por que dudaban de mi me bajara el ánimo, no, si tenía que soportar esto con tal de estas con dos de las personas a las cuales más quiero, lo haría con gusto, así que seguí cantando. Tiempo después llegamos y Matt estacionó, se bajó y me ayudó a mi a hacerlo. Al entrar, me quitó la venda y caminé detrás de él, llegamos a una sala donde habían muchos hombres con algunas mujeres que podría jurar eran unas... zorras. Me molestó el ver como unas cuántas se comían al rubio con la mirada pues este estaba en un sofá separado del de los demás comiendo una barra de chocolate. Cómo mencioné antes, soy muy celosa, así que, aquí voy~

—Mello –sonreí y corrí hacia él sentándome a su lado en el sofá abrazándolo del torso– ¡ya estoy aquí!

El rubio no se molestó en apartarme, es más, me abrazó por la cintura, me pregunto porqué, al quitar la vista de él, pude notar la razón, todos los hombres tenían la vista sobre mí, no de una manera bonita de explicar.

—Hola Blake –dijo mirándome serio, después giró hacia el frente de nuevo– De hoy en adelante, esta chica nos ayudará, a cualquiera que la toque –su mirada oscureció– lo mato

—Igual yo –dijo Matt igualmente serio mientras se sentaba a mi lado y también me abrazaba–

Me sentía protegida y era una de las cosas que más me gustaba, sentirme así con ellos. Después de un incómodo silencio decidí preguntar algo que me carcomía por dentro. Traté de decirlo desinteresada, no quería que supieran que estaba celosa, bueno mentira, si quería que supieran.

—Sé que esos hombres son parte de la mafia con la que trabajan –les dije a ambos– pero ¿Quiénes son esas zorras? –fruncí el ceño y pasé un brazo por la cintura de Matt mientras que el otro todavía envolvía a Mello, acerqué a ambos hacía mi–

—Cómo dijiste, son sólo unas zorras baratas –dijo Mello y las tipas se ofendieron– no estés celosa princesa

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