°Morgan Cat Blake Williams°

—Cómo dijiste, son sólo unas zorras baratas –dijo Mello y las tipas se ofendieron– no estés celosa princesa

Listo, con una simple palabra ya me tenía, pero no lo dejaré ganar, yo también tengo orgullo ¿saben?

—Yo no estoy celosa –bufé– me dan igual esas resbalosas –giré a verlas– a la que se acerque ya sea a Mello o a Matt –besé la mejilla de ambos– la mato –empecé a reír–

—Pasan unos cuantos años y la princesa ya se nos volvió tóxica, vaya, ya no me podré divertir. –dijo Matt–

—¿Yo? yo siempre he sido celosa, que no lo notaran antes bueno, no es mi culpa. Y no, ya no podrás, ahora me tienen a mí para jugar –sonreí, lo dije con doble sentido a propósito–

—¿Segura? –preguntaron ambos mirándome–

—Si, ya aprendí a jugar póker –sonreí y ellos se vieron entre sí decepcionados– ¿no les gusta? podemos jugar a otra cosa, ajedrez... videojuegos... juegos de mesa...

—Ya, ya entendimos, ahora hay que hablar de lo importante –dijo el rubio mirando a los demás– que esas perras se vayan, ahora.

Con enojo los hombres hicieron lo que Mello les había pedido, las fueron a sacar, o eso creo yo, escuché como algunos murmuraban de como él si se podía quedar con la suya, es decir conmigo y me sentí ofendida no por el hecho de que me dejo con Mello o Matt, sino mas que nada por compararme con las otras, es decir ouch, yo no tengo pinta de puta, ¿o si?. Después de unos cuantos minutos los hombres regresaron a sus asientos, lo serio comenzaba ahora.

—Bien, nuestro objetivo es resolver el caso Kira antes que Near. Blake nos ayudará a recaudar información del grupo comandado por el falso "L" ya que su padre, el investigador Gregorio Williams, es parte del caso.

El rubio siguió con su discurso, trataba de ponerle atención a lo que decía pero no podía, toda mi atención se fijaba en el tono de su voz, calmada, grave, a diferencia de cuando éramos unos niños y la tenía aguda, esta vez era diferente, siempre me había gustado escucharlo hablar, y tal parecer que no el tiempo ni la distancia cambiarían eso. Al terminar, todos se fueron cada quién por su lado y fue ahí donde volví a la realidad.

—¿Escuchaste todo lo que dije Blake? –dijo serio con su vista puesta en mí–

—Ehh... por supuesto...

—No escuchaste nada –rió Mail– estabas distraída, lo noté

—Contigo no se puede, debes dejarte de juegos y madurar Morgan –dijo Mello–

—Contigo tampoco se puede, además no me llames así, es el nombre que menos me gusta –hice un puchero–

—Bueno como sea, lo que Mello dijo fue que tendrás que de alguna forma, obtener información del caso, ya sea que investigues las pertenencias de tu padre, o trabajes junto a él y los demás.

—¡Eso nunca! no me cae para nada ese tal Light, me vió de forma rara la última vez y me da mala espina.

—Tendrás que hacer que Light te revele información, tendrás que hacer que caiga a tus pies, tendrás que enamorarlo.

—Imposible, ¿y si me descubre? es lo suficientemente listo como para notar que lo utilizaré

—Tu eres lo suficientemente inteligente como para evitarlo, ahora, te daré tu primer trabajo. Acércate lo más que puedes a Light Yagami, después idearemos algo más, eso es todo por el momento.

—Está bien, como digas Mello...

El resto del día me la pasé tratando de memorizar los nombres de los mafiosos, se les notaba a leguas que no les agradaba pero me daba igual, tenía a Matt y Mello de mi lado, no me podías hacer nada. Nunca mencioné mi nombre completo, aunque claro, imaginaba que ellos ya lo sabían. Al oscurecer pasó lo mismo que ayer, me subí vendada al auto del pelirrojo que condució hasta mi casa, solo que esta vez llegué mas temprano.

—Mañana no pasaré por ti, dame tu número para avisarte de cuando lo haré, debes tratar de acercarte a Yagami

—Si, por supuesto, es ***-***-****. Y haré lo posible –me despedí con un beso en la mejilla y entré al edificio–

Decidí tratar de llamar a mi padre, busqué su contacto en mi teléfono y no tardó mucho para que me contestara.

—Hola papá, ¿estas ocupado?

—La verdad no cariño, no hay muchos avances en el caso, ¿necesitas algo?, ¿estás bien?

—Si, estoy bien, no te preocupes, soy la niña buena de siempre –si se le puede llamar ser niña buena a ser una integrante de la mafia y engañarlo a él y a su "jefe"– es que quería hablar de algo, pero se que llegas muy tarde a casa. ¿Crees que pueda ir al cuartel contigo?

—No lo sé cariño, no creo que sea buena idea ni que los demás te deje... –de la nada paró de hablar y se escuchó como si tuviese una conversación con una voz que se escuchaba de fondo, esperé pacientemente– ¿sigues en la línea?

—Si papá –suspiró–

—Está bien, puedes venir, es decir, mandaré a alguien por ti. Estate lista, en media hora un agente irá a recogerte

—Gracias papá

—No me agradezcas a mí, agradécele a "L" cuando vengas, el te dio el permiso –esas palabras me dieron asco y nostalgia al mismo tiempo, él no era "L"–

—Si papá, no te preocupes, en un rato te veo –colgué–

Demonios, lo que menos quería era interactuar con ese impostor, estoy casi segura, no, estoy segura de que él es Kira, esa mirada sin emociones me lo dijo desde el principio. Decidí cambiar mi atuendo para no usar lo mismo que tuve puesto todo el día, después de una ducha rápida, me vestí.

(Multimedia)

Me senté en el sofá como en la mañana y continué con mi lectura, media hora después el teléfono de la habitación sonó y fui a atender la llamada, era la recepcionista, dijo que alguien me esperaba abajo, debía de ser el agente que dijo papá que enviaría así que colgué y tomé mis cosas dirigiéndome al lobby. Allí se encontraba un agente algo joven, pero dudo que lo sea tanto, por lo que tengo entendido el menor de todos es Light. Me acerqué al pelinegro con una sonrisa, instantáneamente se sonrojó y sacó su identificación de agente de la APN.

—M-mi nombre es Matsuda Touta, su padre me ha enviado a recogerla señorita Williams –dijo casi gritando y reí de lo tierno que se veía–

—No se preocupe Matsuda, y por favor, no me llame de usted, me siento vieja, dígame Blake –reí para aligerar el ambiente y el igual–

—Entonces tu también, al igual me hace sentir viejo

—Esta bien, entonces Matsuda, vayamos al auto.

El ojimarrón solo asintió con una sonrisa y me ayudó a subirme al asiento de copiloto, todo un caballero, si fuese menor ya me tendría a sus pies. En fin, entre pláticas y risas, el viaje fue divertido, en un momento ya estábamos frente al edificio que ejercía como cuartel general, por lo que tengo entendido es la casa de Light Yagami. Al igual que hace rato, Matsuda muy amable me ayudó a bajar. Le seguí por los pasillos y puertas hasta que llegamos a una sala con computadoras y varias personas en ella. La mayoría hombres de edad a excepción por Yagami menor y una chica rubia muy apegada a él, demonios, solo espero que no estén casados por que por nada del mundo me interpondré en una relación así. Al verme la rubia frunció el ceño enseguida.

—Light –dijo en una voz muy chillona– ¿Quién es ella?

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Cinco estrellaras y publico otros dos caps 🥺