Tenía la cara pálida con un par de rasguños de color rojo, tenía tierra también. La ropa estaba un poco mugrienta por las caídas, los pantalones estaban rasgados del dobladillo. Fue como Taehyung lo encontró alrededor de las 10 de la noche.

Pasada de la 1 Yoongi yacía dormido en el centro de la cama de su amigo. Bañado y con ropa limpia. Taehyung no podría estar de más preocupado por la actitud de su amigo.
Desde que lo encontró tirado inconsciente en el bosque, el omega se despertó, pero se mantuvo en silencio, con la mirada pérdida y vacía hasta que volvió a cerrar los ojos.

Paso toda la tarde esperando la llegada del omega rubio, al darse cuenta que no llegaba le marco y este nunca contesto. Resignado se dispuso a dormir...

De nuevo esa sombra permanecía a lo lejos. Aunque era una sombra se veía claramente que miraba hacía su casa. Sin miedo apartó la cortina dejándose ver. Quería advertirle que sabía de su existencia. La sombra no se movió ni un centímetro, contrario a lo que pensó haría, ya lo imaginaba corriendo a ocultarse. La respiración se le volvió pesada por el enojo, un calor lo comenzaba a consumir. Sus encías picaban, sus dedos dolían como si algo quisiera brotar de ellos.

—¿Qué ves?

La voz de Yoongi lo agarró desprevenido. Por reflejo cerro la cortina de nuevo. Su expresión cambio a una llena de preocupación.

—Yoongi ya hablaste —se lanzó a abrazarlo, apretándolo de más. Escuchó una pequeña queja. Se apartó dejando las manos en los hombros de su amigo —¿Por qué estabas en el bosque?

—¿Cómo me encontraste? —Yoongi aparto la vista ocultando sus ojos lagrimosos.

Taehyung se resignó a ser el primero en contestar. No llegarían a ningún lado, se la pasarían toda la noche lanzándose preguntas. Se levantó de la cama yendo a la ventana. Asomo la cabeza por una orilla. Esta vez no vio nada extraño, la sombra despareció. Lo cual no lo dejo tranquilo, pero lo dejo pasar.

Se alejo de la ventana. Fue a sentarse en el baúl frente a su cama.

—Lo escuché de nuevo —dijo con tristeza —El llanto no cesaba. Tenía que hacerlo parar —la voz se le quebró a media frase —corrí y corrí siguiendo el sonido hasta que tope contigo. Dirás que soy loco pero tal vez tenemos una conexión Yoongi —se limpió el rostro las lágrimas que aún no dejaba salir —Creó que... eras tú el que lloraba —comentó dudoso.

Yoongi lo dudaba igual que él. No era la primera vez que Taehyung escuchaba los sollozos en momentos donde el no lloraba, así que no podía ser él.

—Ahora cuéntame que hacías en el bosque —recobró la compostura poniéndose en el papel de protector que usualmente tenis con el rubio.

Apartó la vista de su amigo centrándola en un punto fijo en la alfombra de la habitación. Necesitaba desahogarse... le contó acerca del nuevo descubrimiento.

Taehyung se acercó a consolarlo. Yoongi no había parado de llorar desde que inicio a contarle los sucesos.

—¿Es mentira verdad? —hablaba entre gimoteos. Mantenía la cabeza hacia abajo haciendo que el cabello le cubriera los ojos y sus dedos apretujaban la pijama de su amigo —Namjoon no haría algo como eso.

Entendía perfectamente lo que causaba tal revelación para el omega. Ser rechazado le dolía, aunque fingiera que podía sobrellevarlo. Enterarse de que la persona que le gusta era la causante de aquello, era aún peor.

—Quizás él tenga una explicación lógica ¿No crees? —lo tomo de la barbilla para que levantara el rostro. Le limpió el rastro de lágrimas y prosiguió —como tú has dicho. No tiene razones para hacerlo. Young Jae no me da buena espina —comento con desagarrado.

—Namjoon tampoco.

—No entremos en detalles. Namjoon al final de cuentas no parece un mal tipo —desvío la mirada avergonzado.

Desde que el alfa comenzó a convivir con ellos Taehyung no le quitaba los ojos de encima por si acaso. Al final resultó que no era tan malo del todo. Trataba bien a Yoongi y eso contaba mucho para Taehyung. La felicidad de su amigo era prioridad. Namjoon le trajo felicidad en los últimos meses y aunque ahora tenían que separarse, entendía que no habría otro igual que el alfa para Yoongi por más que le insistirá en encontrar a alguien más.

No quería darse cuenta de que estaba equivocado si Namjoon resultaba ser la persona que todos decían. El corazón de Yoongi se terminaría de destrozar.

A la mañana siguiente despertaron unidos en un abrazó. Se durmieron mientras el omega risueño consolaba al omega rubio. No dijeron nada más, no tenían explicación alguna para la situación.

Yoongi fue el primero en despertar, movió el cuerpo de su amigo para despertarlo.
Taehyung se despertó de golpe, completamente asustado, tenía la respiración agitada y los ojos dilatados. Yoongi se incorporó a su lado pasándole la mano por la espalda dándole pequeñas caricias para calmarlo.

—Has tenido otra pesadilla —afirmó.

Taehyung se tallo los ojos con frustración. Quería dejar de llorar, dejar de sentir el sentimiento asfixiante que tenía encima. Quería entender que le pasaba.

—No se han ido —habló. Su voz era pagada, lejos de ser la del omega risueño —incluso han empeorado.

—¿Quieres contarme?

El omega asintió. Tal vez su peso se alteraría un poco.

—En los últimos sueños una figura aparece detrás del bulto que veo, parece la silueta de una persona. El llanto sigue escuchándose de fondo, la silueta comienza a avanzar dirigiéndose a mí, de la nada el bulto desaparece. Yo camino hacia atrás y luego corro, muy rápido, pero caigo y... —detuvo el relato. Tragó saliva nervioso antes de continuar —unas manos me sujetan, me voltean bruscamente, mantengo los ojos cerrados en todo momento y por más que quiero abrirlos no puedo, el sueño queda en oscuridad pero sigo sintiendo las manos enredadas en mis brazos y luego escucho su voz —finalizó.

—¿Que dice? —animo a que prosiguiera.

—Lo olvido al despertar —soltó con frustración —no solo eso, al despertar sigo sintiendo la sensación de que alguien me agarra los brazos como si de verdad lo hubieran hecho.

Su expresión paso de frustración a miedo. Cuando los sueños se sienten tan reales no debe de ser nada bueno.

—Estarás bien Tae, fue un sueño nada más —siguió con las caricias en la espalda.

Taehyung asintió dudoso, no quería mejorar hasta no saber el significado de los sueños.

—Tengo que buscar a Namjoon —dijo saliendo de la cama en busca de sus zapatos.

—Dijiste que te encontrarías con el mañana.

—No puedo esperar. Necesito una explicación.

Estaba nervioso. Presentía que nada terminaría bien y Taehyung compartía el sentimiento.

Y aunque me he ido
Volveré de nuevo en primavera
Cuando la cosecha pueda empezar.

Ghosts - James Vincent McMorrow

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