Con cuidado se acercó al bulto tirando en el suelo. Con cautela acarició el pelaje que tanto le gustaba, el pelaje color negro como bañado con nieve le parecía hermoso.

—Eres muy fuerte Namjoon. Peleaste verdaderamente asombroso. Eres excepcional —y realmente lo creía. Para el Namjoon era un alfa fuerte. A pesar de casi haber pedido, lo que le decía era verdad. Él pudo ver como el alfa puso todo su esfuerzo durante la pelea.

En respuesta el lobo recargo la cabeza en el regazo del omega, tumbándolo en el suelo. Ignoraba la presencia del tercero ya que sabía que no se iría, primeramente porque la manada no abandona y podría llegar alguien de nuevo a atacar y en segunda porque estaba cansado como para ponerse de pie.

Unos minutos después los tres lobos amigos regresaron. Se mostraban enojados. En especial Jungkook.

[Los perdimos. Son demasiado rápidos. Cruzaron la frontera sin problema] dijo Jungkook.

Jackson le respondió. No sin antes acercarse al omega con cuerpo de lobo tendido en el suelo.

[Son de la manada del sureste. Conocidos por ser veloces. Ya cobra sentido el que perdamos el rastro cerca de su territorio]

Los dos lobos se levantaron del suelo. El de menor tamaño se pegó a Jackson, Yoongi los observo. Namjoon se puso de pie frente a su hermano.

[Tenemos que ir con nuestro padre]

Su padre seguía siendo el jefe alfa. Él tenía que tomar una decisión.

[Nosotros iremos. Tu sácalo de aquí] señalo a Yoongi con la cabeza [Jackson acompáñalo yo llevare a BamBam a la aldea. Debemos de andar en grupo a partir de ahora.]

Jackson asintió quedándose con ellos, el resto desapareció corriendo entre la naturaleza.

[Vamos]

Namjoon lidero el camino.

Al llegar a la salida era momento de despedirse.

[Sube al bus y ve directo a casa. No salgas. No sabemos cuándo puedan volver]

—Si. No te preocupes.

Le acaricio el pelaje por última vez. Los alfas no se movieron hasta verlo subir al bus.

En el camino recordó la escena. Sus padres se le vinieron a la mente. Tenían razón en querer macharse. Corrían peligro. Quizás y si debían marcharse a un lugar más seguro. El simple pensamiento le oprimía el pecho.

Ya en casa, entro topándose con la familia en la sala. Su hermano se encontraba en medio de ellos llorando. Se acerco rápido a él.

—¿Qué sucedió?

—Intentaron llevárselo en el supermercado —decía su madre alterada —Afortunadamente Yeonjun y tu padre estaban con él. Se aparto solo un momento —la manera en que su madre lo miraba lo decía todo. En ella le decía lo peligroso que era seguir ahí.

—Tranquilo ya paso —Yeonjun consolaba al omega que sollozaba.

—¿La policía no los atrapo?

—La policía no hace nada. Se les escaparon dicen que son veloces y que se pierden en el bosque —explico su padre.

Recordó lo que dijo Jackson. Son conocidos por su velocidad. Sería difícil atraparlos.

Para cuando llegaron a la aldea el consejo estaba reunido. Su padre en la cabecera, su hermano a su derecha y cuatro alfas de alto rango sentado enseguida de ellos. Él no debía estar ahí al no tener un puesto, pero nadie iba a correr al hijo del Líder.

—Debimos matarlos cuando pudimos. Fueron un peligro para la manada desde el inicio —dijo uno de ellos muy molesto.

—Cometimos un error...

—Tú lo cometiste —interrumpieron a su padre —dices detestarlos como nosotros, pero los acogiste y mira lo que están haciendo.

Tenía razón, pero la idea no fue inicialmente de su padre si no de su madre. Su padre solo cumplió el deseo de su esposa quien quería intentar despertar el lobo de los niños. Lamentablemente murió a los meses de iniciar el proyecto, aun así, su padre continuo con el experimento.

—Todos los traidores deberían morir. Debilitan la especie, se creen los amos y señores de la tierra.

—A pesar de odiarlos estamos reunidos aquí para poner fin a sus desapariciones —hablo el líder.

—No te confundas. Queremos evitar que se lleven a los de nuestra especie por mi pueden quedarse todos los omegas traidores que quieran.

—Sea cuál sea la razón que los mantenga sentados en su lugar, debemos tomar una decisión para parar los ataques.

—Una guerra, que más.

—No es una opción. La manada es pequeña perderíamos a muchos antes de siquiera tener oportunidad de ganar —dijo Jungkook por primera vez.

—Escucha al consejo niño —Jungkook gruño ante el sustantivo —Hay que arrancar el problema de raíz.

—No expondré a la manada de esa manera. Durante años hemos evitado la guerra. Nos reuniéramos con la manada para firmar un tratado —explico el líder.

Tres de los alfas se mostraron disgustos ante la idea.

—Los tratados han dejado de servir.

—No lo han hecho. Es lo que mantiene la calma en la aldea.

—Les recuerdo el altercado con el líder del este.

Namjoon intervino en la conversación.

—Yo les recuerdo que el asunto fue solucionado. El líder comprendió razonablemente.

El alfa mayor lo miro con desagrado. No era secreto que el consejo no lo veía con buenos ojos. Un alfa débil como ellos le llamaban, no tenia derecho a permanecer en el consejo. Al ser un alfa de alto rango como lo era por ser el hijo del Líder podía tener su lugar, pero ellos lo rechazaron.

—Bien —el sujeto sonrió pacíficamente. Clavo la mirada en Namjoon dándole mala espina —entonces serás tú quien se reúna con la manada del sureste para renovar el tratado.

—Yo soy quien debería ir —Jungkook se pudo de pie.

—Esta será tu prueba Namjoon. Si logras que el tratado se firme, aceptaremos que seas parte del consejo.

Quería decir que no deseaba ser parte del consejo, entre más deslindado este con los cargos de poder era mejor. Miro a su padre y luego a su hermano. Ellos querían que su voz fuera escuchada y su opinión tomada en cuenta. Tres contra cuatro era mejor que dos, sin contar que por lo general uno de los cuatro siempre estaba de su lado. Serian cuatro contra tres.

—Tienes que partir este fin de semana —el alfa que estaba de su lado hablo. Él también lo quería dentro.

—Eso hare. Traeré el tratado firmado —sentencio.

Al no tener nada más que tratar la junta se dio por terminada marchándose los cuatro alfas. Las manos le temblaban, si o si tenía que conseguir la paz entre las dos manadas. Las palabras no eran su fuerte, no tenía idea de cómo los convencería.

—EL grupo ira contigo. JB se agregará a tu grupo, necesitas un buen rastreador —menciono su padre.

Los grupos eran conformados por Lideres que deberá tomar las riendas del grupo, como las decisiones, en su grupo es Jackson. Un buen peleador, Yugyeom es el mejor peleador, recientemente Jennie se les unió, aunque no era miembro oficial del grupo. Bambam era el único omega del grupo era segundo al mando, el más sigiloso y pequeño, asechaba a su presa sin ser detectado, encontraba los puntos debeles de su atacante. Luego estaba Mark un rastreador, su olfato era increíble, alcanzaba grandes distancias. Por último, Namjoon, poco habilidoso pero leal. Su padre lo puso junto a excelentes compañeros.

—Lleva a Jennie contigo, es una chica talentosa —agrego su hermano como si no fuera obvio que ella estaba automáticamente incluida.

El grupo creció a seis con dos integrantes más. Debía decirles que se marcharíanen dos días.

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