♧◇♡ ~ 29 ~ ♡◇♧
Mas que conocer la silueta. Reconoció los andares del lobo, nerviosos e intranquilos. Un lobo enemigo hubiera tomado posición de ataque y lo haría trizas.
A paso rápido ingreso al bosque. Abrazo al alfa con fuerza. Este lo hizo de la misma manera recargando la cabeza en su espalda. Noto la respiración agitada del alfa.
—¿Ocurre algo? Te noto intranquilo —se separó.
[Tuve un mal presentimiento así que vine corriendo. Mis patas me trajeron más lejos de lo normal. Ahora veo la razón]
—Supongo que me paso lo mismo. Debí retornar seis cuadras atrás —río por la coincidencia.
Solo Namjoon se daba cuenta de que no era coincidencia. Su lobo lo llevo al omega. Su pecho se oprimió, sin saber por qué. Se dejo guiar por su instinto.
[¿Tú Porqué estas aquí? Es peligroso salir de noche, solo]
—Mis padres, Namjoon —la tristeza lo hizo volver a llorar. Se dejo caer de cuclillas al suelo —Quieren que nos vayamos lejos. Ya no te veré.
El pecho se le oprimió de nuevo. Era por eso. Su lobo le advertía que algo pasaba con el omega. Con el hocico acarició el cabello del omega en forma de consuelo.
No lo aceptaba. Le dolería, sin embargo, no podía impedirlo. Él no podía ofrecerle nada a cambio de que se quedara. Ni siquiera podían verlos juntos de la manera en que él quería. Ni siquiera deberían de estar juntos de ninguna manera. Con el alma hecha pedazos debía dejarlo ir.
—¿Puedes transformarte? Por favor —pidió con la voz rota. Rompiéndole el corazón al alfa.
[Vengo preparado]
Fue inteligente esta vez. Detrás de unos árboles saco la mochila que llevaba con un cambio. Se transformo y cambio. Al caminar en dos pies Yoongi corrió a sus brazos.
—No quiero.
—Desconozco por qué tus padres quieren marcharse. Lo que es seguro es que es por tu bien, lo más probable —lo guio a sentarse en el pasto —podrías venir de visita. Créeme que yo no puedo irme de aquí —sonrió con intenciones de que el omega lo hiciera, mas no paso.
—Es por las desapariciones de los omegas.
—Escuche de ello en la reunión. Tus padres tienen razones de sobra para querer sacarte de aquí.
—Puedes protegerme —se acurruco entre los brazos del moreno, quien lo recibió gustoso. El omega escogió el rostro en el pecho del alfa y el recarga la mandíbula en la cabella del mayor.
Yoongi se describía como alguien fuerte y sin miedo, que fingía ser frágil ante los demás para ser aceptado. Ahora las dudas surgían como una alcantarilla tapada, desbordándose. Pensó si en verdad fingía o en realidad era débil. Pensó en el miedo a ser rechazado y quedarse solo. Los momentos en que se mordió la lengua para soportar los insultos, los momentos en que las lágrimas lo traicionaron luego de ser rechazado.
Era vulnerable. Con Namjoon sabía que estaba seguro de cualquier peligro.
—No siempre puedo estar contigo. Te lo dije —arrastraba las palabras. Quería protegerlo, pero no podía engañarse, no siempre podría protegerlo. Incluso no podía hacerlo de él.
—Si me voy no poder verte en mucho tiempo —sollozo. Se aferraba con más fuerza a la sudadera del contrario.
—Tienes que hacerlo. Ellos no pararan.
—¿Ellos? —levantó la vista consternado —sabes quienes son.
—Son la manada que salió del orfanato. Al principio no sabíamos quiénes eran. Recientemente descubrimos a uno de ellos. Desde entonces hemos tratado de pararlos, pero es como si tuvieran a un infiltrado o a varios ya que casi atrapamos a uno, lo guiamos a las afueras, aun así, no pararon —suspiro agobiado. Dejo caer el peso de su cuerpo en el pasto. Estaba agotado, el trabajo en la manada aumentó debido a las desapariciones. Mas rondas, más protección —la manada está atravesando dificultades, no somos tantos como antes. No todos los tratados con las otras manadas han sido cerrados dándoles más ventaja a cruzar sus límites y llegar a nosotros.
Yoongi no parecía querer despegarse de él. Se tiro a su lado volviéndolo a abrazar, como temiendo que despareciera en el aire.
—Encontrarán una manera —pensó un momento y luego volvió a hablar dudoso por la respuesta —¿Crees que los omegas estén bien?
—No hemos encontrado indicios de lo contrario. Lo único que sabemos es que su rastro desaparece tras una montaña rumbo al sureste. Nadie puede rastrear más allá.
Quedaron en silencio. Segundos después un mensaje llego al celular de Yoongi.
Tae:
Tu mamá es persistente. Llámale y dile que estas bien y conmigo.
Yoongi:
Okey
Marco enseguida. La voz alterada de su madre podría haberlo dejado sordo.
—Estoy bien... Tae me recibió. Estaré en casa por la mañana... si... adiós —colgó con una mamá más calmada.
—Debes regresar. Te llevaré.
Intentó pararse. Un par de manos lo sujetaron fuertemente.
—Solo esta noche. Quedémonos juntos.
A la altura en la que estaba con los codos recargados en el suelo, vio el brillo de súplica en los ojos del omega, eso y las lágrimas que se aproximaban en salir. Las manos que se recargaban en su pecho le transmitían calidez. Calidez que probablemente le sería arrebatada en cuestión de tiempo.
—¿Cuándo te vas? —paso el peso a un solo brazo, recostando al omega en una posición más cómoda.
—Días... esperó sean semanas. No se realmente —volvieron al silencio.
Sus ojos eran como imanes. Era una súplica en clave pidiendo no ser separados. Dentro de uno de ellos, un lobo se debilitaba, perdía las energías, su cola ya no se meneaba como antes.
Esa noche la luna parecía más grande envolviéndolos en un suave y brillante manto de estrellas compañeras.
Era ahora o se arrepentiría de por vida. Yoongi vio los ojos del alfa pasar de sus ojos a sus labios. Lo deseaba tanto como él.
—Bésame —pidió en susurró.
Fue sorpresiva la invitación. Ni él ni su lobo disponían de perder la oportunidad de probar los deliciosos labios que tanto anhelaban. Namjoon se deleitó con la imagen de un Yoongi ruborizado, con los labios ligeramente entre abiertos.
Sin preámbulos unió sus labios con los del omega en un beso hambriento, de necesidad insaciable. El par de labios inexpertos se movían encontrando su ritmo. Namjoon lo sujetaba por la cintura ejerciendo más fuerza de la que necesitaba, la otra mano enterraba las uñas queriendo arrancar el pasto. Era señal de que su lobo quería salir. Después de ser rechazado y ahora con la tentadora invitación, era cono revivir de la muerte en un día de suerte. Con fuerza de voluntad rompió el beso, había escuchado un ligero quejido reprimido del omega.
Al soltarlo, lo vio recobrar el aliento.
—Perdóname. Soy un salvaje —reparó en donde estaba una de sus manos. Aparto la ropa del lugar notando las marcas rojas, le encajó las uñas. De no ser por la gruesa chaqueta hubiera llegado a lastimarlo.
—Estoy bien —le sonrió.
—Mi lobo no sabe controlarse cuando estas cerca —confesó apenado.
Otro intento por levantarse fue impedido. Yoongi lo ayudo a enderezar la espalda para luego sentarse el en si regazo.
—Se que no me lastimarías —tomo las manos del alfa llevándolas a su cintura —confío en ti y en tu lobo —dijo mirándolo a los ojos. Namjoon alejo las manos temerosas de sus impulsos.
Yoongi acarició ambas mejillas del moreno antes de besarlo. El beso que él le dio era más lento pero tortuoso. Las manos de Namjoon se pecaron del tirante de los jeans con fuerza. Su respiración se volvía agitada haciendo que su pecho subiera y bajara frenético. Un beso lento no bastaba para clamar la necesidad por el omega.
La risilla tierna de Yoongi lo distrajo.
—Estas muy ansioso ¿eh? —se burló con cariño.
—Perdón —su voz no sonó apenada, aunque lo estaba. Salió ronca y rasposa, mandándole una carga eléctrica al cuerpo del omega.
Como muestra de perdón lo beso de nuevo, igual de manera lenta. Quería que todo fuera lento y duradero. Crearía un recuerdo, uno bello. Tiempo después Yoongi supo que Namjoon estaba más clamado. Y si, el lobo del alfa se tranquilizó entrando en un aura de paz y felicidad por estar con su omega en el regazo dándole una sesión de besos. Las manos morenas ya relajadas le acariciaban la espalda de manera dulce. Sonrió entre el beso. El alfa ronroneaba gustoso.
Daría todo por permanecer junto a él por siempre. Sin embargo, el destino les decía lo contrario.
—Amor prohibido —murmuró el omega. Una lágrima surco por su mejilla observando a su acompañante.
[Destinados prohibidos] pensó para él.
Cargaría el con el peso que conllevaba tan cruel suerte. Yoongi nunca debía descubrir lo que en realidad los unía. Un lazo destinado por la luna y maldecido por la misma.
Dos lagrimas resbalaron por las mejillas del alfa.
Tus labios, mis labios
apocalipsis
Tus labios, mis labios
apocalipsis
Vamos y saltemos a través de los ríos
la inundación crece sobre tus rodillas
Oh por favor
Sal y persígueme
Se que me quieres
Sal y persígueme
CIGARETTES AFTER SEX - APOCALYPSE
Hola guys.
Destinados prohibidos, me duelen 🥺💔
Espero les haya gustado, me gusto como quedó ❣
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