《6》
Cuando la clase del Viernes terminó, los chicos esperaron a que todos salieran.
- ¿Estas segura de que esto funcionara?- le preguntó Miguel a Sam mientras veían como el último niño salía del dojo
- Bastante segura- dijo decidida Sam, aunque en realidad no tenía idea de si su plan en verdad funcionaría
Después de un rato Sam le mandó un mensaje a su padre de que pasara por ella, diciéndole que la aplicación donde pedía los autos no estaba funcionando y no traía dinero para ir en un taxi de la calle.
- Dice que llegará en unos diez minutos- dijo leyendo el mensaje de su padre en voz alta a sus amigos
Ellos solo asintieron, esperando a que el padre de Sam llegará para la siguiente fase del plan.
Al ver que el auto de Daniel se estaba estacionando enfrente del dojo, Robby fue a la oficina de su papá rápidamente.
- ¿Qué pasa, Robby?- le preguntó Johnny dejando los papeles que estaba revisando en su mesa
- Hay una gotera enorme en el techo del cuarto donde ponemos las cosas para entrenar, hay demasiada agua, y creo que es de una de las tuberías- le explicó
Johnny suspiró pensando que tendría más trabajo por hacer. Robby lo llevó hasta la parte de atrás del dojo, mostrando un pulgar arriba a sus amigos discretamente mientras seguía a su papá, Miguel fue hasta donde estaba Robby esperando afuera del cuarto.
Justo en ese momento Daniel entró.
- ¿Lista para irnos?- preguntó viendo el dojo un segundo
- Sí, pero necesito que me ayudes a buscar mi botella de agua, creo que la dejé atrás- dijo llevando a su papá hasta el cuarto
- No veo nada, Robby, ¿Estas seguro que había una gotera?- mientras Johnny preguntaba esto viendo al techo, donde su hijo le había dicho que había visto la gotera, Robby salió discretamente sin que su papá lo viera, yendo hasta donde estaba Miguel
- Sigue buscando, te juro que vi un charco enorme de agua- le dijo ya fuera del cuarto
En ese momento Miguel y Robby vieron al papá de Sam acercarse, Miguel estaba listo con las llaves y Robby y él hicieron como si estuviesen hablando mientras Sam iba atras de su papá.
Daniel entró al cuarto y Sam se quedó atrás de él junto con sus amigos, justo afuera de la puerta.
- Robby, no hay nada aquí- dijo volteandose viendo a Daniel ahí- ¿LaRusso?
- ¿Johnny?- dijo Daniel también volteando viendo al rubio
Ambos adultos se vieron y después a los adolescentes que estaban afuera del cuarto, pero antes de que pudieran preguntarles que estaba pasando, Miguel cerró la puerta con llave rápidamente.
- Lo siento, sensei- dijo Miguel asegurando que estuviera bien cerrada la puerta
- ¿Sam?, ¿Qué está pasando?, Abre la puerta, por favor- se oyó a Daniel llamar a su hija
- Miguel, Robby, están en serios problemas- dijo bastante molesto Johnny mientras golpeaba la puerta con fuerza
- Es por su bien- dijo Sam- deben hablar las cosas de una vez por todas
Ya no se escucharon más reclamos de los dos adultos por lo que Sam volvió a hablar.
- Les abriremos cuando hayan terminado de hablar
Sam le hizo una seña a sus amigos de que fueran a esperar en la colchoneta, debían de darles espacio.
°°°
Al escuchar a Sam decir que debían hablar las cosas dejó en silencio a ambos adultos.
Daniel suspiró viendo un segundo al techo.
- Yo nunca creí que esto fuera a pasar- susurró
- ¿Le dijiste?- preguntó nervioso Johnny- sobre nosotros
Daniel le miró un segundo y desvió la mirada.
- Sí, después de como terminaron las cosas cuando nos vimos de nuevo, ella me preguntó y no le puedo mentir a mi hija- dijo recargándose en la pared al lado de la puerta
- Yo también le conté a Robby- dijo poniéndose al lado de Daniel
Daniel alzó una ceja sin saber a quién se refería.
- El rubio, es mi hijo
- No sabía que estabas casado
Johnny negó con la cabeza.
- Nunca lo estuve, su madre y yo anduvimos por bastante tiempo, jamás pensamos en casarnos. Nos separamos cuando Robby apenas era un bebé y ella se lo quedó. Pero el año pasado fue que tuvo varios problemas con drogas y alcohol y decidimos que lo mejor era que Robby viniera a vivir conmigo y que ella fuera a rehabilitación
Johnny jamás había tenido una relación cercana con su hijo, pero cuando empezaron a vivir juntos, trató de enmendar todo el tiempo que no pudo pasar con él y le alegraba saber que lo estaba logrando.
Ambos se quedaron en silencio otra vez, sin voltearse a ver, solo viendo diferentes partes del lugar.
- Lamento oír eso- dijo Daniel
- Ya todo está mejor, Robby y yo nos llevamos bien ahora y su madre está mejorando, ¿Tú estás casado?- preguntó de repente Johnny
Daniel soltó una risa pequeña.
- Lo estuve, hace unas semanas terminamos con los papeles del divorcio- dijo sentándose en el piso
- Lo siento mucho- dijo sentándose a su lado
Daniel levantó sus hombros, tratando de quitarle importancia.
- Igual las cosas terminaron bien entre los dos
De nuevo, silencio, hasta que Daniel dio el primer paso para hablar de verdad.
- ¿Por qué no me buscaste?- preguntó viendo al frente, aún sin el coraje de ver a Johnny a los ojos
Johnny vio a Daniel un segundo con sorpresa al escucharlo decir eso, soltó un suspiro y se paso su mano por su cabello.
- Pensé que ya no querrías saber nada de mí, es decir, terminamos, ¿No?
- Sí, pero, una parte de mí quería que volviéramos a estar juntos, pero eso nunca pasó
Johnny volteó a ver a Daniel de nuevo, quien aún veía al frente, se veía triste, pero no lo podía culpar, él también estaba triste de como terminaron las cosas hace años.
- Perdóname- no supo que más decir
- No debes disculparte- le dijo calmado
No estaba enojado con el rubio, pensaba que jamás podría estar enojado con Johnny.
- Tampoco es que yo hubiese hecho algo para buscarte- dijo Daniel pasando su mano por su cuello- después pensé que tal vez te habías ido con alguna chica linda
Johnny rio un poco.
- Sí, estuve con algunas chicas, tuve un hijo y mi relación con su madre no funcionó, pero a pesar de todo eso... jamás dejé de pensar en ti
Daniel sintió como su corazón empezaba a latir fuertemente.
- Yo tampoco dejé de pensar en ti, aunque hubiese ido a la universidad, me hubiera casado, tenido una hija... siempre estabas en lo profundo de mis pensamientos
Y aunque Daniel no se arrepentía de todo lo que había vivido, aún pensaba que todo hubiese sido diferente si solo hubiera visto atrás ese día en el aeropuerto.
Daniel por fin lo vio y ambos se sonrieron con evidente tristeza en sus rostros.
Recordaron todo lo que vivieron hace más de treinta años; sus salidas secretas, sus paseos en la moto de Johnny, cuando iban a la playa en la noche para estar ellos dos solos y la tristeza que ambos sintieron cuando decidieron que lo mejor era terminar su relación.
- Jamás debí haberme ido- dijo Daniel queriendo llorar
- No digas eso- le dijo poniendo un segundo su mano en el hombro de Daniel- sé lo mucho que admirabas al señor Miyagi y cuanto quería que fueses con él a visitar su hogar
Daniel solo lo vio y le sonrió.
Se quedaron en un silencio ahora más cómodo.
Fue entonces que Johnny posó su mano en la de Daniel. El castaño vio sus manos juntas y después miró a Johnny, abrió su boca para hablar, pero no sabía que decir.
- Sé que han pasado muchos años- dijo Johnny acariciando un poco la mano de Daniel con su pulgar- pero siento que... podemos darnos otra oportunidad, ¿Qué dices?- lo vio con una sonrisa, esa sonrisa tan tierna y sincera que siempre le había dedicado a Daniel
Daniel no dijo nada, pues solo se acercó a Johnny para darle un beso en los labios poniendo sus manos en sus hombros. Johnny le correspondió el beso poniendo sus manos en las mejillas de Daniel, siguiendo con ese beso que traspasaba el tiempo.
Desde ese primer beso robado una tarde en la playa hasta ése con amor y nostalgia en él.
°°°
Los tres chicos veían la hora en sus teléfonos con nerviosismo, habían pasado unos 15 minutos desde que los habían encerrado. Casi no hablaban entre ellos pues estaban pensando en todo lo que podría estar pasando con los dos adultos.
¿Qué tal que el plan no funcionaba?, ¿Acaso si quiera estaban hablando?, ¿Estarían haciendo un duelo de karate a muerte?
- ¿Aún creen que fue buena idea?- preguntó Miguel de repente rompiendo el silencio
- Eso espero- susurró Sam
Fue entonces que escucharon que tocaban la puerta y ambos adultos les decían que los dejaran salir.
- Lo vamos a averiguar ahora- dijo Robby mientras los tres amigos se paraban de la colchoneta para ir a abrirles a Daniel y Johnny
Miguel abrió la puerta y ambos adultos salieron tranquilos y con una sonrisa.
Los chicos se les quedaron viendo mientras ambos adultos salían hasta la entrada del dojo. Los tres los siguieron viéndose entre ellos y luego a los adultos, sin entender que había pasado.
Ninguno de los dos les dijo algo, solo habían salido del cuarto en silencio viéndose a los ojos con una sonrisa.
Ya en la entrada del dojo fue que ambos adultos vieron a los adolescentes, Daniel sacó algo de uno de los bolsillos de su pantalón y vio a su hija.
- Sam, toma el auto- dijo dándole las llaves- lleva a tus amigos a casa, nosotros tenemos mucho de que hablar- dijo tomando la mano de Johnny discretamente, pero los chicos lo vieron todo con sorpresa
- Robby, cierra el dojo, por favor- le dijo Johnny sacando las llaves del lugar lanzándoselas a su hijo
Por suerte Robby las atrapó, casi se le caen por la sorpresa de lo que los tres estaban viendo.
Ambos adultos no esperaron respuesta de los adolescentes y salieron del dojo hasta el auto de Johnny.
Los tres salieron del dojo estupefactos sin entender nada de lo que había pasado. Robby cerró el lugar y los tres se quedaron en la entrada unos minutos.
- Creo que funcionó- dijo Miguel
- Al parecer vamos a ser hermanos- le dijo Sam a Robby
El rubio solo le sonrió, sería divertido tener a Sam como hermana.
- Bueno, ¿Quieren ir por pizza antes de irnos?- dijo Miguel yendo hasta el auto de los LaRusso
Robby se le quedó mirando a Miguel por unos segundos con una clara sonrisa de enamorado, y esto no pasó desapercibido por Sam.
- Y como hermana te voy a ayudar a conquistarlo- le susurró viendo de reojo a Miguel quien estaba esperando a sus amigos viendo su teléfono
Robby se sonrojó y se paso su cabello atrás de la oreja, visiblemente avergonzado.
- Me vendría bien un poco de ayuda y ya vimos que eres buena casamentera
Sam rodó los ojos divertida.
- Todo fue gracias a la ayuda de ese diario- dijo mientras ambos, ahora hermanos, alcanzaban a Miguel
°°°
Ya no les avisé pero este es el final del fanfic, sé que fue corto pero a mí en lo personal me gustó como quedó, en especial el final, siento que quedó bastante bien :D
¿A ustedes qué les pareció?
Espero que les haya gustado el capítulo y el fanfic en general.
¡Y como siempre, gracias a todos por sus lecturas, votos y comentarios!
Estén atentos para más de este shipp <3
Sin más que decir
Voten y comenten
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