"Creo que amo a Johnny Lawrence..."

Eran las últimas palabras que decía el diario. Sam apenas y durmió pensando en las palabras que leyó.
Durante todo el diario su papá había puesto cuanto odiaba a Johnny, y después todas esas hojas en blanco... no entendía que había pasado durante todo ese tiempo para que su padre al final hubiera escrito que amaba a su rival.

Escuchó su alarma para la escuela, se paró para ir al baño y mojarse la cara y tratar de espabilarse. Se bañó y arregló saliendo de su cuarto con su mochila hasta la cocina, donde su papá estaba preparando panqueques para el desayuno.
Sam se sirvió una taza de café lo que sorprendió a Daniel.
- Tú nunca tomas café, ¿Está todo bien?- le preguntó dejándole su desayuno
- Sí, solo no dormí muy bien anoche, es todo- le dijo sonriendole, sentándose en la isla que tenían ahí empezando a comer

Su padre se sentó igual y tomó un té mientras veía su teléfono.
- Oye papá- le llamó, Daniel la vio con una sonrisa- tú siempre me contaste que empezaste en el karate porque te molestaban, ¿Cierto?
- Sí, ¿Por qué preguntas?
- Oh, curiosidad, como ayer ayude a mamá a mover sus cosas recordé sobre lo que me habías contado cuando tenías mi edad- mintió, pero trató que no se notara
- Sí, esos chicos eran los peores- dijo acabandose su té y dejando la taza en el fregadero
- De casualidad no recuerdas sus nombres, ¿O sí?

Pero antes de que Daniel le respondiera recibió una llamada y le pidió a su hija que le esperara unos minutos, ella solo asintió y su padre salió de la cocina.
Sam quería saber más sobre este amor secreto de su padre, ¿Por qué jamás le había contado? Estaba intrigada, quería saber más, quería saber como pasó de odiar a ese chico a amarlo...
- Listo Sam, perdona, era una llamada del trabajo, ¿Qué me habías preguntado?
- Oh, nada importante, no te preocupes- dijo terminando su desayuno y taza de café- ¿Nos vamos?- le dijo parándose de su asiento

En la escuela no dejó de pensar en las últimas palabras del diario.
Johnny Lawrence, ¿Quién era?
Durante el receso y en horas libres buscó el nombre en Internet, redes sociales, en todas partes, pero no aparecía nada sobre él.
Iba a darse por vencida cuando vio una página en Internet, está se llamaba"Cobra Kai". Sam recordó el nombre de inmediato, era el dojo que había escrito su padre en su diario donde iban los chicos que lo molestaban, entró a la página y pudo ver que seguía siendo un dojo de karate y estaba ahí en All Valley en un centro comercial pequeño. En la página principal se veía una foto de los alumnos y en el centro un hombre rubio.
Abajo de la foto decía el año en que la habían tomado, el nombre de los alumnos y el nombre del sensei.

"Johnny Lawrence"

Sam hubiese gritado en ese momento, pero no quería que la vieran como una rara gritando en medio del pasillo.
Bajó por la página leyendo más sobre el lugar.
"¿Tienes lo que hace falta para aprender karate? ¡Nuestra primera clase es gratis para que lo descubras!"
Al leer esto, la mente de Sam empezó a trabajar en un plan.

°°°

El Miércoles al regresar de la escuela, en la hora de la comida, Sam dio el primer paso para empezar su plan.
- Papá- le llamó jugando un poco con su comida
- ¿Qué pasa, Sam?- le preguntó Daniel prestándole atención a su hija
- ¿Recuerdas cuándo era pequeña y me enseñaste un poco de karate?
Daniel solo asintió.
- Bueno he estado pensando que quiero probar a practicar karate de nuevo
Su padre se quedó sorprendido unos segundos, pero después vio a Sam con una sonrisa de felicidad.
- Eso es asombroso, Sam, me alegra mucho- estaba feliz que su hija compartiera uno de sus pasatiempos de cuando tenía su edad
- Sí, de hecho encontré un dojo aquí en All Valley

Entonces la sonrisa de Daniel se borró unos segundos.
- Sabes que podemos practicar juntos si quieres- dijo, en ese momento empezó a pensar como podría arreglárselas con el trabajo para poder practicar karate con su hija
- Si, no gracias- pero claro, los planes de Sam eran otros- no quiero que te lastimes tu espalda- lo molestó
- Hey, aún estoy en forma- le siguió el juego

Tal vez era mejor dejar que su hija fuera a una clase y ver si aún seguía interesada en el karate, ya después le demostraría que aún podía con alguno que otro truco que le había enseñado el Señor Miyagi.
- ¿Necesitas dinero para la primera clase?
- No, es gratis, no te preocupes, iré este Viernes en la tarde y veré que tal me va
- Oh, pero Sam, no podré llevarte o recogerte- le dijo Daniel- tengo una junta con un potencial cliente
- Esta bien, puedo pedir un auto para que me lleve al dojo y me traiga aquí cuando acabe- le dijo con una sonrisa, ya tenía todo planeado para no molestar a su padre con su trabajo
- Me parece bien entonces- dijo
Ambos comieron en silencio después de eso, revisando sus teléfonos y hablando de vez en cuando sobre sus días.

De hecho Sam ya sabía sobre la junta de su padre ese Viernes, sabía que no podría llevarla o recogerla por lo que eligió ese día para ir al dojo.
Esto lo había implementado en su plan, pues no quería que su papá viera que era al dojo de su antiguo "rival" al que iba a ir y al final le empezará a preguntar como había encontrado ese lugar. Sam no quería explicarle sobre como encontró su diario, lo leyó y había buscado a ese tal Johnny Lawrence porque le dio curiosidad saber sobre su amor secreto con él.

Pero al parecer no tendría que dar explicaciones, lo que alegró bastante a Sam.
Y así es como su plan para conocer al amor secreto de su padre comenzó.