Capítulo 4to
Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.
"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena
— ¿No crees que es extraño... Uchiha Sasuke? —
— No sé de qué me hablas — trató de hacerse el desentendido.
— Por favor — espetó con ironía — Si vas a mentir al menos encuentra una excusa creíble — viéndose acorralado por el chico de la extraña sonrisa, Sasuke no tuvo de otra más que ceder.
— ¿Cómo lo sabes? —
— Es común para las personas del mismo linaje reconocerse entre sí —
— ¿Acaso tú eres...? — no podía ocultar su sorpresa, pensaba que era el último de ellos, pero al parecer la vida no dejaba de burlarse de él cada vez que podía.
— En efecto — aclaró — Parece que no eres tan estúpido —
— ... —
Un incómodo silencio cayó sobre ellos, Sasuke tenía demasiadas preguntas por hacer, pero su orgullo le impedía emitir sonido alguno. Shisui en cambio, tenía extrema curiosidad por la joven que acompañaba al pelinegro.
— Y bien... — empezó a hablar cuando fue interrumpido por el menor.
— ¿Cómo sobreviviste? —
— ¿Disculpa? —
— ¿Cómo demonios sobreviviste a la masacre de nuestra gente? —
— Hmmph... — lo miró de forma despectiva sin perder la sonrisa — ¿Por qué tendría que decirle eso a un mocoso como tú? —
— Bastardo... — agarró al moreno de sus ropas y lo encaró molesto — ¡Dime ahora mismo! —
— Deberías conocer tu lugar — todo signo de burla se esfumó de la cara del chico Sarutobi.
Sasuke era joven y orgulloso, no solía doblegarse ante nadie pero la mirada del moreno caló hasta su espina y le dio escalofríos. Soltó su agarre, y molesto desvió la mirada.
— Necesito saber... — fue lo único que agregó luego de un momento.
— Muy bien — agregó recuperando el tipo — Te diré y luego vas a responder todas mis preguntas — Sasuke no titubeó en mirarlo desafiante — Sin oponerte —
Después de un pesado asentimiento, Shisui decidió empezar el relato de cómo había dado a parar a la casa de la familia Sarutobi.
— Ese día, salí a recolectar leña como siempre — se recostó en la desgastada baranda con la mirada perdida — Mi madre y hermanos me esperaban para cenar y como el único hombre de la casa, a pesar de mi corta edad, debía tomar ese tipo de tareas — Sasuke estaba atento a cada palabra — No demoré más de lo usual en el bosque, pero por alguna razón Itachi salió de la nada para indicarme buscara ayuda... —
— E-Espera — lo interrumpió con celeridad — ¿Uchiha Itachi? — el pelinegro asintió.
— No me sorprende que no puedas recordar, después de todo eras muy pequeño — después de un suspiro retomó su charla — Le pedí a tu hermano que viniera conmigo, pero él insistió en que debía buscarte. Tomamos caminos separados, yo corría con todas mis fuerzas cuando la sombra de las llamas iluminó los alrededores de la montaña — su mirada se oscureció a ese punto del relato — Me di cuenta entonces que venían de la aldea, así que trate de redoblar mis esfuerzos pero cuando volví con unos pocos aldeanos todo era casi cenizas — fijó sus ojos en él, Sasuke podía jurar que sentía toda la agonía — Desde entonces corrí para no ser atrapado por los verdugos de nuestras familias, después de un tiempo los guardias del reino dieron conmigo y los perdí en el mismo bosque que los encontré a ustedes —
— ¿Entonces...? —
— No — se apresuró a contestar — No sé la razón por la cual el rey se volvió contra nosotros, pero es nuestro deber averiguarlo —
— Bien — por primera vez ese día ambos estaban de acuerdo en algo, debían vengar a sus familias, y eso incluía a la familia Hatake.
— Ahora dime, Sasuke — se colocó frente al menor, imponente — ¿De dónde sacaste a esa chica? ¿Quién demonios es? —
Extrañado, no sabía qué contestar, ni él mismo sabía quién era ella o de dónde venía.
— Apareció esa noche... en el lago —
Pensativos ambos dirigieron su mirada a través de la ventana, donde podían apreciar a la inusual chica riendo mientras ayudaba a Kurenai a preparar todo para el día siguiente.
"¿Cuál es tu historia, Hinata?"
●●●●
— ¿Y bien? — cuestionó el guardia después de acertarle un golpe certero con el bastón — ¿No piensas hablar? —
— No... diré... nada — habló con dificultad.
Fue sometido a otra tortura. Kakashi había luchado hasta que las fuerzas abandonaron su cuerpo, intentó retener a todos los guardias hasta ser sometido. Luego de eso sólo recordaba el cuerpo de su mujer en el piso y ser golpeado cuando estuvo a punto de enloquecer. No tenía muchas noticias de su gente, pero Obito se aseguraría que la desgracia de su familia no los alcanzara. Ese era su único consuelo para soportar aquello; sus hijos dependían de su silencio para no ser encontrados, debía ser fuerte por él, por ellos y por su amada Rin.
"Kōn, Sasuke... manténganse a salvo"
— Creo que el prisionero no va a hablar maestro —
Sora miraba todo fuera de la celda, aquel peliblanco era la clave para encontrar los rastros de los Uchiha, él sería la llave para hundir por completo al legado Uzumaki de forma permanente. A pesar de las afirmaciones de la sacerdotisa, el cuerpo del joven no había sido encontrado, así que estaba tomando medidas extremas para asegurarse de que estuviera genuinamente muerto, necesitaba cualquier tipo de información, pero aquel hombre parecía ser inquebrantable.
"¿Pero qué puede ser más extremo que golpearlo casi hasta morir?"
El aspecto de Kakashi era deplorable, sangraba casi por completo, su cara estaba totalmente hinchada... un ser humano promedio no habría podido soportar mucho tiempo si estuviera en las mismas condiciones.
— Entonces detenlo por hoy — apuntó cuando el mayor se desplomó inconsciente en el suelo — Cúrenlo y repitan todo el proceso de nuevo —
— Como ordene, su gracia —
Abandonó las mazmorras del castillo en dirección a su oficina, tenía que hablar con la rubia para saber más sobre sus nuevos planes. Debían darse prisa, Naruto estaba avanzando demasiado con sus estudios y entrenamientos, pronto podría estar listo para ocupar el trono.
— Shion — llamó inmediatamente luego de abrir la puerta — ¿Hay alguna novedad? —
— Alteza — reverenció la exótica mujer — He encontrado algo para usted —
— ¿A qué te refieres? — la joven sonrió con autosuficiencia por captar su atención.
— ¡Puedes entrar! — ordenó de repente, sin responder a su pregunta.
Una hermosa joven, de blanquecina tez y rubios cabellos cual oro entró al lugar. Embobado Sora repasó cada una de sus curvas, hasta detenerse en sus verdosos ojos. Era extremadamente preciosa, una mujer realmente exuberante.
— Es un honor estar ante usted —
— ¿Shion? —
— Verá majestad, ella será su aliada de ahora en adelante — explicó satisfecha — Después de todo, no puede haber un rey sin una reina, ¿No es así, Ino? —
— Por supuesto, mi señora — la mirada feroz terminó por convencerlo, definitivamente sería un gobernante muy bendecido.
●●●●
Estaba lista para dormir, aún no asimilaba todo lo que había sucedido pero lo que sí tenía claro era que los dioses le habían otorgado otra oportunidad para cumplir su cometido.
"Debo vengar a mi familia"
Mientras tanto seguía actuando como la chica dulce que solía ser. Tranquila, amable y atenta, además de soportar las estupideces de quien se hacía llamar Sasuke. Ese chico realmente la ponía de mal humor, tan serio y reservado, pero no tan cálido como lo fue su esposo en aquellos días.
"Neji..." suspiró mientras su corazón dolía a cada latido.
Mentiría si dijera que no extrañaba a su familia, pero ellos ya no existían más. A juzgar por lo poco que había visto, habían pasado ya varios años desde su muerte a pesar de que la zona donde se encontraba le era similar al antiguo mundo que conocía.
— Los extraño tanto —
El pequeño niño peliblanco junto a ella se agitó entre sueños, pareciera que tenía una pesadilla, así que lo acercó a sus brazos y acarició su cara como solía hacerlo con sus dos amores cuando tenían una mala noche. Lo acurrucó hasta verlo tranquilo de nuevo, y justo cuando pensaba seguir sus pasos la pesada puerta de la habitación se abrió dejando ver al insoportable moreno al que, al parecer, estaba unida de ahora en más.
— ¿Q-Qué haces aquí? —
— Vine a escuchar tu historia — respondió serio mientras cerraba la puerta y se recargaba sobre ella — Y no me iré de aquí hasta que me digas lo que quiero saber —
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Nos leemos en la próxima (✿◠‿◠)
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