LA GUERRA HABÍA TERMINDO y con ella se habia llevado la vida de muchas personas queridas como lo eran: Fred, Tonks y Remus, pero sin duda la que más le había afectado a Harry Potter era la muerte de Lyra Black.

El chico ni siquiera había sido lo sufientemente valiente para mirar el cuerpo de Lyra durante el funeral. Le había bastado con la imagen de Rolf sosteniendo el cuerpo sin vida de su novia que aún no podía borrar de su mente.

Harry no la queria recordar así, porque para él, Lyra Black era una persona que irradiaba felicidad y luz por donde sea que pasaba.

Y esa Lyra que estaba dentro de un cajón, no era su Lyra, no era la Lyra que el había conocido aquel primero de septiembre el el tren, no era la chica que le cantaba canciones de The Beatles, ni la que se reía y se burlaba de la muerte o de cosas sin sentido.

Harry ya no iba a poder escuchar su voz nunca más, no la iba a escuchar más poniendo voces extrañas fingiendo ser un personaje de un libro solo para molestar a Hermione, ya no iba a poder hacer nada con ella porque Lyra ya no estaba con ellos.

Harry Potter se encontraba furioso con el mismo, si nunca le hubiese dicho a Lyra que se separará de el, ella estaría ahora a su lado. Pero el enojo del chico no se podia comparar en nada con lo que sentía Rolf Scamander.

Lyra Black había muerto para salvarlo y Rolf no sabía como lidiar con la culpa de eso.

Nadie estaba bien, y Harry no se había dado cuenta que Lyra era tan querida hasta ese momento.

Los señores Scamander estaban completamente destruidos y nadie podia encontrar una palabra de aliento para ellos, primero su hija y luego su nieta a quien habían criado como si fuera suya.

Minerva McGonagall que había sido como una segunda abuela para Lyra, no había podido aguantar las lagrimas ni un momento durante el funeral. Ella había tenido sufrir por la muerte de mucho de sus alumnos, cuando la historia tendría que haber sido al revés. Pero la muerte de Lyra Black sin duda había dejado un espacio en su corazón que ella no creía que nadie más pudiera llenar.

Hagrid no había querido despegar ni un momento la vista del cuerpo de Lyra.

Ron de por si se encontraba completamente destruido por la perdida de uno de sus hermanos, pero de alguna forma la muerte de Lyra lo habia hecho hundirse más en la oscuridad, aunque el trataba de ser fuerte por sus amigos, por Hermione.

Pero no había palabras para consolar a Hermione Granger, ella había perdido a su mejor amiga, a la hermana de otra madre, la persona que le había ofrecido su amitad cuando nadie más queria ser su amigo.

De cuatro amigos ahora solo eran tres, pero Harry no creía que ninguno de sus demás amigos pudieran ocupar el lugar de Lyra. Nadie podría hacerlo jamás. Porque Lyra Black había sido una persona única, la mejor si le preguntaban a Harry.

Con Apolo llorando a sus pies, Harry le dio una ultima mirada a las personas que estaban llorando por la muerte de un ser querido. Y con la esperanza de encontrarse a Lyra Black, en otra vida o aunque sea en sueños, Harry tomo a Apolo en sus brazos listo para irse.

Harry Potter no estaba completamente listo para despediese de su novia.