31 | la família es primero

.:. CHAPTER THIRTY-ONE .:.
( THE FAMILY IS FIRST )

LYRA SE HABÍA SEPARADO DE HARRY, mientras que el iba a hablar con el fantasma de Ravenclaw. Ella se tenía que segurar que Ron y Hermione estuvieran bien.

Mientras corria por los pasillos buscando alguna señal de sus amigos, la rubia se maldijo internamente por no haberle pedido el mapa del merodeador a Harry.

Si Lyra era completamente sincera, se encontraba completamente nerviosa y asustada, y los alumnos corriendo por todos lados no ayudaban en nada. Lyra tenía miedo de que de repente sy mente se nublara y no pudiera conjurar ningun hechizo, tenía miedo de no poder ayudar en nada.

Era medianoche y la batalla había comenzado, Lyra no tenía idea en donde estaban sus amigos y no sabía si Harry había logrado encontrar la diadema, frustrada y sin saber muy bien que hacer decidió seguir buscando a Ron y a Hermione, pero se encontro con un mortífago.

El mortífago no era cualquier persona, era alguien que ella conocía a la perfección.

Por un momento Lyra dudo en si levantar su varita o no, Eric Rosier la había salvado de Yaxley en la mansión Malfoy, pero aún asi el no estaba del lado de los buenos y no dudaría en matar a alguno de sus amigos.

-¿Que haces aqui? -le preguntó Eric levantando su varita. Lyra imitó su acción.

-Pase a jugar a las cartas con la profesora McGonagall, ¿La recuerdas? Es mi jefa de casa.

-No tendrías que haber venido -sentenció el chico- Creí que te alejarias después de todo lo que te paso en la mansión de los Malfoy.

-Si -dijo Lyra sonriendo- pero no soy ninguna cobarde.

Eric nego.

-Vas a tener que perdonarme pero voy a tener que hacer algo contigo antes de que alguien más te encuentre.

Pero Lyra fue más rápida que él y lo petrifico, por ahora no tenía ninguna intención de herirlo.

La varita de Merope no era como la de ella, pero por lo menos servía y Lyra no se había quedado con la mente en blanco.

-¿Ya nacio tu hijo? -le preguntó dando vuelta su cuerpo- ¿O era una niña? Yo tengo un ahijado, uno muy lindo por si preguntas, pero ahora no es momento de ponerse a hablar.

Lyra decidió que ya no podía seguir buscando a sus amigos cuando los mortífagos ya estaban dentro del colegio, ahora le tocaba luchar y demostrar que realmente había aprendido algo en Hogwarts, y era una suerte que supiera dominar la maldición cruciatus de maravilla.

Protegiendose de los hechizos, Lyra salió hacia el jardín en donde se suponía que tenía que estar Remus, iba a ayudarlo desde ahí.

Pero la rubia no logro encontrar a Remus por ninguna parte y comenzó a preocuparse a tal grado que se descuido un momento y sintio como un maleficio le cortaba toda la mejilla.

Soltando un grito de dolor y viendo la sangre caer Lyra se apresuro a levantar su varita en dirección al mortifago.

Crucio! -gritó antes de girar un poco- ¡Protego!

Lyra miro a Luna que le agradeció con un gesto de cabeza. La chica Black siguió hechizado a los mortífagos al mismo tiempo que se acercaba a Luna.

-¿Viste a Remus?

-La última vez que lo vi estaba luchando contra Dolohov -respondió Luna antes de levantar su varita para protegerla a las dos- Tonks también lo estsba buscando.

-¡¿Tonks esta aquí?! -chilló Lyra con sorpresa- ¡Crucio! ¿Y sabes algo de Rolf?

-No, no lo veo hace rato.

Con el corazón en la boca, Lyra comenzo a correr buscando a su primo y a su padrino.

-¿Has visto a Rolf Scamander? -le preguntó Lyra a un chico de Ravenclaw que no conocía, el chico nego y la rubia siguió corriendo.

Si al principio estaba asustada, ahora estaba completente aterrada, tendría que haber obligado a su primo a volver a casa sin importarle lo que pasará. Ella ni siquiera sabía si Rolf sabía defenderse adecuadamente, ni siquiera ella estaba lista para enfrentarse a una guerra, ¿Como se suponia que Rolf siendo menor podía estarlo?

Las cosas no mejoraron ni siquiera un poco cuando a la distancia vio a Rolf siendo atacado por Greyback, corriendo y sin preocuparse por que un hechizo le pudiera dar, Lyra se acerco hasta él.

-Con mi primo no, imbécil -le dijo al mismo tiempo que levantaba su varita- ¡Lumos lunae!

La luz lunar que emitió su varita logro separar a Greyback de Rolf, la rubia se apresuró para tomarlo como pudo y comenzar a correr.

Pero ojalá las cosas hubiesen sido asi de fáciles.

La luz lunar no había sido tan poderosa como para asustar a Greyback, al contrario de eso el hombre lobo se encontraba enfurecido aún más cuando reconoció que era ahijada de un Lupin.

Greyback la ataco por la espalda a Lyra mientras ella intentaba correr con un Rolf completamente débil, pero cuando sintió que unas de las garras del hombre lobo se incrustaban en su estomago automáticamente solto a Rolf y a su varita para hacer presión en la herida.

Lo primero que Lyra pensó era que se iba a convertir en un hombre lobo, la herida había sido extremadamente profunda asi que alguien iba a tener que lidiar con ella en las noches de luna llena.

Pero Greyback no se consolo con solo infectarla, él queria mutilar y matar.

Con desesperación, Rolf que no se encontraba en sus cinco sentidos extendió su mano tratando de buscar su varita mientras gritaba por ayuda.

Greyback estaba tendido sobre Lyra mordiendo y enterrando sus garrar en su piel sin piedad. La sangre había bañado por completo el cuerpo de la rubia antes de Rolf lograra utilizar el Lumos lunae con éxito.

Cuando el lobo se fue, más victorioso que asustado, Rolf se arrastro para llegar hasta su prima. El chico estaba seguro que no era normal toda la sangre que estaba saliendo del cuerpo de Lyra, y entro en desesperación porque no conocia ningun hechizo para poder ayudarla.

-Lyra tienes que ayudame -le rogo apoyando la cebeza de su prima en sus piernas. Realmente ya no le importaba lo que estaba pasando a su alrededor, lo único importante era Lyra- Tu.. tú sabes mucho, dime un hechizo, dime algo...

La rubia nego mientras volteaba la cabeza para escupir un poco de sangre.

-No se -lloró y rápidamente se arrepintió al ver también a su primo llorar.

Lyra no podía sentir gran parte de su cuerpo, no se comparaba a nada a lo que sentía con la maldición cruciatus. Hubiese preferido tener una sesión con su tía Bella antes de esto.

-¡Ayudenme! -gritó Rolf con desesperación. El chico hubiese salido en busca de ayuda pero tenia miedo de que algo le pasara a su prima- Ya.. ya alguien va a venir, eres fuerte, si, muy fuerte.

El agotamiento la invadió y Lyra no pudo evitar cerrar los ojos.

-Creo que nunca te dije que te amo Rolf -le dijo con toda la fuerza que pudo reunir.

El chico Scamander se apresuro a negar.

-No lo hagas, no te despidas -le pidió- No lo hagas, Lyra.

-¿Vas a... cuidar de los abuelos, verdad? -preguntó Lyra abriendo los ojos.

-No, tú lo vas a hacer.

-Que alguien cuide de Apolo -pidió volviendo a cerrar los ojos- Dile a Harry...

Pero en ese instante, Lyra comenzo a ahogarse con su propia sangre, mientras intentaba aferrarse a la vida con uñas y dientes, la chica recordo el collar que Dumbledore le había dejado, el mismo que ella llevaba ahora en su cuello.

«Olageredetreum»

La muerte solamente era un regalo para ella. Ella que siempre había deseado tanto estar con sus padres ahora lo iba a cumplir. Lyra no sabía que pensar, quizás ver a sus padres en sueños realmente también había sido obra de Dumbledore, pero lo único que pudo hacer en el momento fue dejar de pelear y aceptar el regalo con los brazos abriertos, con la esperezanda de volver a ver a sus padres.

Rolf no lo tomo como un regalo y siguió sacudiendo el cuerpo ya sin vida de Lyra Black, con la esperanza de hacerla despertar.

-No puedes irte -le dijo mientras lloraba- Aun tienes mucho por lo que vivir, Lyra por favor.

Pero el llanto de Rolf ni siquiera se comparó con el grito lleno de dolor que Harry Potter solto cuando se encontro con la escena.

-¡Nooo! ¡Lyra no!

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