.:. CHAPTER TWENTY-SEVEN .:.
( A LOT OF WATER HERE )

LYRA GRITÓ CON EMOCIÓN MIENTRAS HARRY HACÍA UN INTENTO POR SOSTENERLA PARA QUE NO CAIGA, la rubia se había soltado por comoleto del lomo del dragón y había entendido los brazos.

-¡No es por defenestrar a los hipogrifos, pero volar en un dragón es mucho mejor! -chilló girando un poco la cabeza para mirar a su novio.

Harry sabía que no era un buen momento, pero el brillo de emoción en los ojos de Lyra lo hicieron querer besarla.

El dragón parecía decidido a encontrar una zona aún más fría, porque inició un pronunciado y continuado ascenso a través de jirones de gélidas nubes. Sobrevolaron campos divididos en parcelas verde y marrón, carreteras y ríos que discurrían por el paisaje como cintas, unas mates y otras satinadas.

-¿Qué creen que busca? -gritó Ron al ver que se encaminaban hacia el norte.

-¡No tengo ni idea! -contestó Harry.

El sol descendía poco a poco en un cielo que iba tiñéndose de añil; y sin embargo, el dragón no se detenía, continuaba sobrevolando ciudades y pueblos que los chicos veían pasar y perderse de vista sucesivamente, mientras su enorme sombra se deslizaba por el suelo como una nube oscura.

-¿Me lo estoy imaginando -gritó Ron tras un rato de silencio- o estamos
descendiendo?

-¡Lo estamos! -chilló Lyra con emoción- Yo que ustedes me tomaria bien.

La rubia entornó los ojos y vio montañas verde oscuro y lagos cobrizos a la luz del ocaso. El paisaje se vislumbraba más amplio y más detallado.

En efecto, la bestia volaba cada vez más bajo, describiendo una amplia espiral y encaminándose, al parecer, hacia uno de los lagos más pequeños.

-¡Saltemos cuando haya descendido lo suficiente! -propuso Harry- ¡Lancémonos al agua antes de que nos descubra!

Los demás asintieron a acepción de Lyra que solto un gritó de emoción.

-¡Esto es el sueño de mi vida, caer de un dragón!

-¡¡Ahora!!

Harry tomo la mano de Lyra y juntos resbalaron por la ijada y cayeron en picado, saltando de pie al lago, sin imaginar que la caída sería tan brusca: golpearon el agua violentamente y se sumergiieron como una piedra en un gélido mundo líquido, verdoso y lleno de juncos.

Lyra que había caído gritando había tragado un montón de agua asi que entre pataleos intento ir hasta la superficie.

-¡Espero que nadie haya tenido que hacer sus necesidas aquí porque trague ocho litros de agua! -fue lo primero que dijo Lyra luego de tomar un poco de aire.

Los cuatro chicos comenzaron a nadar hacia la orilla opuesta.

-¿Es posible... -comenzó Lyra- que me entrara agua en el trasero, Hermione?

El lago no parecía muy profundo, y al poco rato se trató más de abrirse paso entre juncos y barro que de nadar. Al fin se desplomaron, empapados, jadeando y agotados, sobre la resbaladiza hierba.

Harry fue el unico que se quedo en pie, sacó la varita y se dispuso a hacer los habituales hechizos protectores alrededor.

Lyra quiso llorar cuando vio las grandes quemaduras que tenia en sus brazos, penso que le iban a quedar toda la vida hasta que recordo que era metamorfomaga. Hermione saco de su bolsito la esencia de díctamo y los cuatro comenzaron a ponerso en las heridas.

Luego, Hermione sacó cuatro botellas de zumo de calabaza que se había llevado del Refugio, así como túnicas secas y limpias para todos. De manera que se cambiaron y bebieron zumo con avidez.

-Hermione Granger eres mi héroe -exclamó Lyra mientras terminaba de beber.

-Veamos -dijo Ron al cabo de un rato- la buena noticia es que tenemos el Horrocrux. Y la mala...

-...es que hemos perdido la espada -concluyó Harry.

-Exacto, hemos perdido la espada -confirmó Ron- Ese maldito traidor...

Harry sacó el Horrocrux del bolsillo de la empapada chaqueta que acababa de quitarse y lo puso sobre la hierba. La copa destellaba al sol, y los chicos la contemplaron un rato en silencio mientras bebían el zumo.

-Toda mi familia estaría chillando de la emoción -comento Lyra sin despegar la vista de la copa- Ya saben todos son de Hufflepuff...

-Al menos, esta vez no lo llevaremos encima. Quedaría un poco raro que nos paseáramos por ahí con una copa colgando del cuello -comentó Ron y se secó los labios con el dorso de la mano.

Hermione miró hacia la otra orilla del lago, donde el dragón estaba bebiendo, y preguntó:

-¿Qué creen que le pasará? ¿Sabrá valerse por sí mismo?

-Quizás podamos llevarlo con nosotros -le pidió Lyra a Harry mirandoll con ojos de cachorro.

El azabache nego.

-Es un dragón, chicas -les dijo Ron- y es capaz de cuidar de sí mismo. Los que estamos en peligro somos nosotros.

-¿Qué quieres decir?

-Verán, no quisiera preocuparlas, pero... creo que cabe la posibilidad de que se hayan enterado de que entramos por la fuerza en Gringotts.

Los cuatro se echaron a reír, y una vez que empezaron, les costó parar.

-Pero ¿qué vamos a hacer? -preguntó Hermione al fin- ¡Quien-ustedes-saben seguramente ya no tiene ninguna duda de que sabemos lo de sus Horrocruxes!

-A lo mejor están demasiado asustados para contárselo -especuló Ron- A lo mejor no se lo dicen...

-No es por ser mala -dijo Lyra interrumpiendo a su amigo- Pero me gustaría estar en primera fila para ver a Bellatrix siendo torturada por el loquillo ese.

Lyra dejo de reír cuando Harry cayó al suelo, la preocupación la invadió aunque ya sabía muy bien lo que le pasaba al chico. Hermione y Ron también se agacharon para ver a Harry.

Cuando Harry volvió a abrir los ojos, Lyra le tendió la mano para ayudarlo a levantarse, el chico se incorporó temblando.

-Lo sabe -dijo Harry- Lo sabe, y piensa ir a comprobar dónde están los otros Horrocruxes. El último está en Hogwarts. Lo sabía. ¡Lo sabía!

-¿Quéeeee?

Ron lo miraba con la boca abierta, Hermione se levantó con gesto de aprensión, Lyra iba a soltar un grito cuando el viento hizo que el pelo le terminara en la boca.

-Pero ¿qué has visto? -preguntó Hermione- ¿Cómo lo sabes?

-He visto cómo se enteraba de lo de la copa. Me he metido... en su mente.

Está... muy enfadado, pero también asustado; no entiende cómo lo supimos y ahora quiere comprobar si los demás Horrocruxes están a salvo, el anillo primero. Cree que el de Hogwarts es el más seguro; en primer lugar, porque allí tiene a Snape, y, en segundo lugar, porque sería muy difícil que entráramos en el colegio sin que nos vieran. Imagino que ahí irá en último lugar, pero aun así podría llegar en cuestión de horas...

-¿Has visto en qué parte de Hogwarts está? -preguntó Ron poniéndose también en pie.

-No, él estaba demasiado concentrado en prevenir a Snape, y no pensó en el
sitio exacto donde escondió el Horrocrux...

-¡Espera! ¡Espera un momento! -saltó Hermione- No podemos ir allí sin más, no hemos hecho ningún plan, tenemos...

-Tenemos que llegar a Hogwarts antes que él -dijo Lyra haciendose un moño con el cabello que había vuelto a ser rubio.

-Tenemos que darnos prisa -siguio Harry- ¿Te imaginas lo que hará cuando se entere de que el anillo y el guardapelo han desaparecido? ¿Y si se lleva el Horrocrux de Hogwarts, porque cree que no está lo bastante seguro ahí?

-Pero ¿cómo vamos a entrar en Hogwarts?

-Iremos a Hogsmeade y ya pensaremos algo cuando veamos qué tipo de protección hay en el colegio. Metanse debajo de la capa, esta vez no quiero que nos separemos - informó Harry tomando la mano de Lyra con miedo a la idea de que ella se me perdiera de su vista de nuevo.

-Es que no cabemos...

-Estará oscuro, no importa que se nos vean los pies.

El aleteo de unas alas enormes resonó desde la otra orilla del lago: el dragón se había hartado de beber agua y había echado a volar. Los cuatro amigos interrumpieron sus preparativos y lo vieron remontarse cada vez más alto, una mancha negra contra un cielo cada vez más oscuro, hasta que desapareció detrás de una montaña cercana.

-Lo voy a extrañar -dijo Lyra fingiendo limpiarse una lagrima- Me encariñe mucho en muy poco tiempo.

Harry los cubrió a todos con la capa, tiró de ella al máximo hacia abajo para taparse bien y, juntos, giraron sobre sí mismos y se sumergieron en la opresora oscuridad.