20 | ¡no quiero!

.:. CHAPTER TWENTY .:.
( I DO NOT WANT! )

LYRA TRATÓ DE RESISTIRSE A BELLATIX, pero aunque grito, mordió y pataleo nada de eso pareció importarle a la mayor de las Black.

En cualquier otro momento la rubia habría hecho algún comentario burlón sobre Bellatix viviendo en la casa de su hermana como buena solterona, pero Lyra sabia que Bellatix solo la había llevado a mansión Malfoy porque seguramente Voldemort estaba ahí.

La única esperanza que Lyra podia encontrar en ese momento era pensar que ese año Draco no había asistido a Hogwarts y que podría ayudarla como ella lo había hecho en el pasado. Pero cuando se vio obligada a entrar, le suplicó al rubio con la mirada que la ayuda pero Draco solamente fingió no verla y decidió que sus zapatos eran más interesantes que ella.

Desarmada, Lyra no hubiera podido hacer mucho pero tampoco le servía que Bellatix tuviera enterrada su varita en su cuello. Aquello le pareció extremadamente divertido a Lucius Malfoy que cuando la vio entrar le sonrió con satisfacción y compartió una mirada con su mujer antes de acercarse hasta ella.

Al contrario de su marido, Narcissa no estaba muy felíz de verla pero no podia hace ni decir nada.

-Mira nada más a quien tenemos aquí -se burlo el señor Malfoy mirandola, cuando Lyra hizo un intento de moverse Bellatix le corto la mejilla con un rápido movimiento de varita y luego la volvio a dejar en su cuello- Buen trabajo, Bella.

-Mira a quien tenemos aqui -se burlo Lyra imitando su voz- Un cobarde de pelo platinado ¿Cuando escapaste de Azkaban, te dieron un buen trato? ¿Los dementores te besaron el trasero?

Cuando Bellatix estuvo a punto de levantar su varita de nuevo Lucius la detuvo aparentando una falsa calma.

-Dejala hablar, Bella -le dijo- Al parecer disfruta hablar de Azkaban ya que el traidor de su padre paso unos lindos años allí ¿no?

Bellatix se rio junto con él y Lyra sintio su sangre arder.

-No hables de mi padre, asqueroso embustero... -le dijo antes de inclinarse un poco y escupirlo.

Narcissa se llevo una mano a la boca para esconder el grito de sorpresa que iba a salir de su boca cuando vio como Lucius se quitaba el resto de saliva de la cara.

-Cuando el señor Tenebroso obtenga la información que quiere de ti, ya no le vas a servir y espero que te prepares porque lo que voy a hacerte no va a ser nada gracioso, o por lo menos no para ti.

-El señor ese al que tu disfrutas chuparle las medias, puede hacer lo que quiera conmigo porque no pienso traicionar a nadie.

Lucius se burlo.

-Ya vamos a encontar algo que afloje tu lengua. Bella, llevala al sótano.

Aunque Bellatix no paro de tirarle los pelos para llevarla, Lyra nunca dejo de mirar a Draco, esperaba que por lo menos tuviera un poco de compasión y decidiera ayudarla.

-Tu estas enferma -le dijo Lyra aguantandose las ganas de gritar del dolor- ¿Tu madre te pateaba la cabeza de pequeña?

-Si, ¿Quieres probar? -le preguntó Bellatix con cinismo.

Bellatix dirigió a Lyra por un oscuro pasillo, en donde bajaron unos escalones.

-Este es el sótano -le indico- Pero nunca pondría a alguien de mi famili ahí -sonrió- ¡Tengo un lugar especial para la familia!

En vez de traspasar la puerta del sótano, Bellatix siguió tirando de ella escaleras abajo hasta que llegaron a otra pesada puerta.

-Sabiamos que en algún momento ibamos a tener el privilegio de tenerte aqui, eres demasiado tonta asi que ibas a ser la más fácil de encontrar -se burlo- Y sabemos que te gustan las criaturas mágicas, asi que allí adentro te vas a encontrar con una mantícora -sin dejar de apuntarla con la varita, Bellatriz utilizó su otra mano para tomar un cuchillo de su bolsillo- Tomalo y haz lo que quieras con él.

Lyra se quedo paralizada en su lugar rezandole a Dumbledore para que Bellatrix no la hiciera entrar ahí.

-No puedes hacerlo -le dijo con miedo.

-¡Toma el maldito cuchillo! -le gritó

-¡No quiero!

Bellatrix se rio y abrió la puerta utilizando su varita, primero tiro el cuchillo dentro y luego la empujo.

-¡Diviértete, traidora!

La habitación estaba completamente oscura asi que cuando Bellatix la empujo, Lyra terminó en el suelo, la chica podía jurar que había escuchado un ruido extraño salir de su nariz, seguramente la tenía rota.

Aun con las manos raspadas, la cara cortada y la nariz rota, lo único en lo que Lyra podia pensar era en la mantícora que Bellatix había mencionado antes.

Obviamente Lyra sabia que la mantícora era una criatura a la cual le gustaba devorar carne humana, y claramente Bellatix también lo sabia; por eso le había dado un cuchillo, era su vida o la de la mantícora. Y la sola idea de tener que matar a la criatura le dio unas terribles ganas de vomitar.

La rubia que aún seguia en el suelo estiro la mano en un vago intento de buscar el cuchillo, la oscuridad no era de ayuda para eso ni para saber en que parte de la habitación estaba la mantícora.

Lyra penso que quizás podria arreglarlo, pero la idea sonaba casi estúpida, asi que quizás en lugar de matar a la mantícora podría herirla, pero esa idea tampoco le gustaba.

Una voz melodiosa comenzo a escucharse y Lyra se puso en alerta rápidamente. La rubia se paro y trato de retroceder cuando la voz se hizo más clara.

La rubia había pateado el cuchillo asi que rapidmente se agacho para tomarlo, lo tomo con las manos temblando queriendo verse amenazante.

La voz melodiosa aun seguia cantando y aunque Lyra no podia ver a la mantícora se imaginaba su cuerpo rojizo y peludo parecido al de un león con su cara humana.

Las lagrimas comenzaron a caer por su cara cuando Lyra recordo la cola de escorpión que tenía con la cual tiraba dardos venenosos, si uno de esos dardos la tocaba iba a sucumbir al veneno y la mantícora la iba a comer sin dudarlo dos veces.

-No tienes que hacer esto -suplicó Lyra con la voz ahogada- Podemos hacer otra cosa, por favor.

La mantícora no dejo de cantar y Lyra la podía sentir cada vez más cerca.

-Amo a las criaturas, yo las protejo, mi abuelo y yo lo hacemos -lloro la rubia- Podemos buscarte otra cosa para comer, soy una persona horrible asi que no debo ser muy rica, por favor.

El miedo que Lyra estaba sintiendo en ese momento era incomparable, pero fue aún peor cuando descubrió que choco contra la pared.

Estaba totalmente acorralada y la criatura no parecía querer ceder.

La cosa empeoró cuando la mantícora decidió comenzar a tirar sus dardos y en la oscuridad era completamente imposible esquivarlos, Lyra sintio que dos le habían dado, pero quizás había sido más.

El veneno actuaba extremadante rápido y lo único que Lyra logro hacer fue tirar el cuchillo en la dirección que creía que estaba la criatura, antes de dejarse caer en el suelo.

Por el chillido que escucho antes de cerrar lo ojos, era obvio que le había dado.

Lo único que podia esperar era que la herida fuera lo sufientemente grande como para que no se pudiera mover y que no la comiera; pero lo más importante para Lyra era esperar no haberla matado, aunque lo dudaba mucho.

-Lo siento abuelo -pensó- Nunca quise lastimar a una criatura.

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