10 | mi mayor miedo


.:. CHAPTER TEN.:.
( MY GREATEST FEAR )

EL PROFESOR LUPIN NO ESTABA en el aula cuando llegaron a su primera clase de Defensa Contra las Artes Oscuras. Todos se sentaron, sacaron los libros, las plumas y los pergaminos, y estaban hablando cuando por fin llegó el profesor.

-Buenas tardes -dijo- ¿Podrían, por favor; meter los libros en la mochila? La lección de hoy será práctica. Sólo necesitaran las varitas mágicas.

Lyra compartio una mirada con Harry que era su compañero de banco y empezó a guardar sus cosas.

-Bien -dijo el profesor Lupin cuando todo el mundo estuvo listo- Si tienen la amabilidad de seguirme...

Los alumnos se pusieron en pie y salieron del aula con el profesor Lupin. Este los condujo a lo largo del desierto corredor. Doblaron una esquina. Al primero que vieron fue a Peeves el poltergeist, que flotaba boca abajo en medio del aire y tapaba con chicle el ojo de una cerradura.

Peeves no levantó la mirada hasta que el profesor Lupin estuvo a medio metro. Entonces sacudió los pies de dedos retorcidos y se puso a cantar una monótona canción:

-Locatis lunático Lupin, locatis lunático Lupin, locatis lunático Lupin...

Lyra hizo un sonido con su boca que logro llamar la atención de Peeves.

-Lunático, Potty y Blackie -siguió con la canción.

El profesor Lupin noto que la rubia no le llamo la atención que la llamara Blackie y penso que quizás ella sabia más de lo que aprentaba.

-Yo en tu lugar quitaría ese chicle de la cerradura, Peeves -dijo amablemente Lupin- El señor Filch no podrá entrar a por sus escobas.

Pero Peeves no prestó atención al profesor Lupin, salvo para soltarle una sonora pedorreta.

El profesor Lupin suspiró y sacó la varita mágica.

-Es un hechizo útil y sencillo -dijo a la clase, volviendo la cabeza- Por favor; estar atentos.

Alzó la varita a la altura del hombro, dijo ¡Waddiwasi! y apuntó a Peeves.

Con la fuerza de una bala, el chicle salió disparado del agujero de la
cerradura y fue a taponar la fosa nasal izquierda de Peeves; éste ascendió
dando vueltas como en un remolino y se alejó como un bólido, zumbando y
echando maldiciones.

-¡Genial, profesor! -dijo Dean Thomas, asombrado.

-Gracias, Dean -respondió guardando la varita- ¿Continuamos?

-Como usted diga, jefe -Dijo Lyra sobrepasando a sus compañeros y acercandose más al profesor.

El profesor Lupin los condujo por otro corredor y se detuvo en la puerta de la sala de profesores.

-Entren, por favor -dijo el profesor Lupin abriendo la puerta y cediendo el paso.

En la sala de profesores, una estancia larga, con paneles de madera en las
paredes y llena de sillas viejas y dispares, no había nadie salvo un profesor.

Snape estaba sentado en un sillón bajo y observó a la clase mientras ésta
penetraba en la sala. Los ojos le brillaban y en la boca tenía una sonrisa desagradable. Cuando el profesor Lupin entró y cerró la puerta tras él, dijo Snape:

-Déjela abierta, Lupin. Prefiero no ser testigo de esto -se puso de pie y pasó entre los alumnos.

-Tarde, la puerta ya esta cerrada -dijo Lyra regalandole una falsa sonrisa a Snape.

-Posiblemente no le haya avisado nadie, Lupin, pero Neville Longbottom está aquí. Yo le aconsejaría no confiarle nada difícil. A menos que la señorita Granger le esté susurrando las instrucciones al oído.

El profesor Lupin había alzado las cejas.

-Tenía la intención de que Neville me ayudara en la primera fase de la
operación, y estoy seguro de que lo hará muy bien.

Snape torció el gesto, pero salió de la sala dando un portazo.

-¿Hacia falta dar un portazo? -preguntó la ojigris a nadie en particular pero Lupin la escucho y le sonrio.

-Ahora -dijo el profesor Lupin llamando la atención del fondo de la clase, donde no había más que un viejo armario en el que los profesores guardaban las togas y túnicas de repuesto. Cuando el profesor Lupin se acercó, el armario tembló de repente, golpeando la pared.

»No hay por qué preocuparse. Hay un boggart ahí dentro.

-A los boggarts les gustan los lugares oscuros y cerrados -prosiguió el
profesor Lupin- los roperos, los huecos debajo de las camas, el armario de debajo del fregadero... En una ocasión vi a uno que se había metido en un reloj de pared. Se vino aquí ayer por la tarde, y le pregunté al director si se le podía dejar donde estaba, para utilizarlo hoy en una clase de prácticas. La primera pregunta que debemos contestar es: ¿qué es un boggart?

Hermione y Lyra levantaron la mano.

-Lyra, por favor -dijo Lupin dandole pie para que hablara.

-Es un ser que cambia de forma -dijo la rubia regalandole una sonrisa a Hermione- Puede tomar la forma de
aquello que más miedo nos da.

-Yo no lo podría haber explicado mejor -admitió el profesor Lupin- El boggart que está ahí dentro, sumido en la oscuridad, aún no ha adoptado una forma. Todavía no sabe qué es lo que más miedo le da a lapersona del otro lado. Nadie sabe qué forma tiene un boggart cuando está solo, pero cuando lo dejemos salir; se convertirá de inmediato en lo que más temamos. Esto significa que ya antes de empezar tenemos una enorme ventaja sobre el boggart. ¿Sabes por qué, Harry?

-¿Porque somos muchos y no sabe por qué forma decidirse?

-Exacto. Siempre es mejor estar acompañado cuando uno se enfrenta
a un boggart, porque se despista. ¿En qué se debería convertir; en un cadáver decapitado o en una babosa carnívora? En cierta ocasión vi que un boggart cometía el error de querer asustar a dos personas a la vez y el muy imbécil se convirtió en media babosa. No daba ni gota de miedo. El hechizo para vencer a un boggart es sencillo, pero requiere fuerza mental. Lo que sirve para vencer a un boggart es la risa. Lo que tienen que hacer es obligarle a que adopte una forma que ustedes encuentren cómica. Practicaremos el hechizo primero sin la varita. Repitan conmigo: ¡Riddíkulus!

-¡Riddíkulus! -dijeron todos a la vez.

-Bien. Muy bien. Pero me temo que esto es lo más fácil. Como ven, la palabra sola no basta. Y aquí es donde entras tú, Neville.

Neville avanzó como si se dirigiera a la horca.

-Bien, Neville -prosiguió el profesor Lupin- Empecemos por el principio: ¿qué es lo que más te asusta en el mundo? -Neville movió los labios, pero no dijo nada- Perdona, Neville, pero no he entendido lo que has
dicho.

-El profesor Snape.

Casi todos se rieron. Incluso Neville se sonrió a modo de disculpa. El profesor Lupin, sin embargo, parecía pensativo.

-El profesor Snape... mm... Neville, creo que vives con tu abuela, ¿es
verdad?

-Sí. Pero no quisiera tampoco que el boggart se convirtiera en ella.

-No, no. No me has comprendido. Lo que quiero saber es si podrías explicarnos cómo va vestida tu abuela normalmente.

-Bueno, lleva siempre el mismo sombrero: alto, con un buitre disecado encima; y un vestido largo... normalmente verde; y a veces, una bufanda de piel de zorro.

-¡¿PIEL DE ZORRO?! -chillo Lyra y Hermione le pego un codazo para que se callara.

-¿Y bolso? -preguntó Lupin sin prestar atención a lo que Lyra dijo.

-Sí, un bolso grande y rojo.

-Bueno, entonces ¿puedes recordar claramente ese atuendo, Neville? ¿Eres capaz de verlo mentalmente?

-Sí -dijo Neville, con inseguridad.

-Cuando el boggart salga de repente de este armario y te vea, Neville,
adoptará la forma del profesor Snape -dijo Lupin- Entonces alzarás la varita, así, y dirás en voz alta: ¡Riddíkulus!, concentrándote en el atuendo de tu abuela.

Si todo va bien, el boggart-profesor Snape tendrá que ponerse el sombrero, el vestido verde y el bolso grande y rojo.

-Si a Neville le sale bien -añadió el profesor Lupin- es probable que el
boggart vuelva su atención hacia cada uno de nosotros, por turno. Quiero que ahora todos dediquén un momento a pensar en lo que más miedo les da y en cómo podrían convertirlo en algo cómico...

Lyra penso a que la tenia miedo, pero nada se le vino a la cabeza en ese momento.

-¿Todos preparados? -preguntó el profesor Lupin.

La rubia no estaba lista pero no comentó nada, ya iba a saber a que le tenia miedo cuando llegara su turno.

-Nos vamos a echar todos hacia atrás, Neville -dijo el profesor Lupin- para dejarte el campo despejado. ¿De acuerdo? Después de ti llamaré al
siguiente, para que pase hacia delante... Ahora todos hacia atrás, así Neville podrá tener sitio para enfrentarse a él.

Todos se retiraron, arrimándose a las paredes, y dejaron a Neville solo,
frente al armario. Estaba pálido y asustado, pero se había arremangado la túnica y tenía la varita preparada.

-A la de tres, Neville -dijo el profesor Lupin, que apuntaba con la varita al pomo de la puerta del armario- A la una... a las dos... a las tres... ¡ya!

El armario se abrió de golpe y el profesor Snape salió de él, con su
nariz ganchuda y gesto amenazador. Fulminó a Neville con la mirada.

Neville se echó hacia atrás, con la varita en alto, moviendo la boca si
pronunciar palabra. Snape se le acercaba, ya estaba a punto de cogerlo por la túnica...

-¡Ri... Riddíkulus! -dijo Neville.

Se oyó un chasquido como de látigo. Snape tropezó: llevaba un vestido
largo ribeteado de encaje y un sombrero alto rematado por un buitre apolillado.
De su mano pendía un enorme bolso rojo.

Lyra carcajeo sin culpa y espera no olvidarse nunca de eso.

Lupin gritó:

-¡Parvati! ¡Adelante!

Parvati avanzó, se oyó otro chasquido y en el lugar en que había estado Snape apareció una momia cubierta de vendas y con manchas de sangre.

Los alumnos de la clase siguieron pasando hasta que fue el turno de Lyra.

-¡Vamos, Lyra!

Lyra se aproximó un tanto dudosa. No sabia a lo que se iba a enfrentar porque en su mente no tenia muy claro que era a lo que le tenia miedo.

El boggart de la persona que habia pasado antes que Lyra se acerco rapidamente a ella y se convirtio en un unicornio.

El unicornio estaba medio muerto, era el mismo que habia visto cuando fueron con Hagrid al bosque prohibido. La critura respiraba pesadamente y se notaba que estaba sufriendo mucho.

Los ojos de Lyra se aguaron y amago a acercarse para ayudar en lo que podia al unicornio pero la voz de Lupin la hizo parar.

-Es solamente un boggart Lyra, vos podes.

La rubia sin querer ver más esa escena levanto la varita rápidamente.

-¡Riddíkulus!

-Muy bien, Lyra.

Los compañeros de la rubia siguieron pasando pero no presto tanta atención, no podia sacar de su mente a el unicornio muerto. Su mayor miedo era eso: ver morir a los animales.

Lyra salio de sus pensamientos justo cuando el profesor Lupin se ponia delante de Harry y su boggart se convertía ¿en una luna?

-¡Muy bien! -gritó el profesor Lupin- Muy bien, Neville. Todos lo han hecho muy bien. Veamos... cinco puntos para Gryffindor por cada uno de los que se han enfrentado al boggart... Diez por Neville, porque lo hizo dos veces. Y cinco por Lyra y otros cinco por Harry.

-Pero yo no he intervenido -dijo Harry.

-Tú y Lyra contestaron correctamente a mis preguntas al comienzo de la clase -dijo Lupin sin darle importancia- Muy bien todo el mundo. Ha sido una clase estupenda. Como deberes, van a tener que leer la lección sobre los boggart y hacerme un resumen. Me lo entregaran el lunes. Eso es todo.

Lyra salio del salon sin esperar a sus amigos, la imagen del unicornio habia desaparecido rápidamente de su cabeza y ahora no podia dejar de pensar en la luna del profesor Lupin.

¿Por que alguien le iba a temer a la luna?

La unica teoria que cabía en su cabeza era un poco loca, pero todo podia ser.

Sin perder más tiempo se encamino a la biblioteca a buscar las características de un hombre lobo.

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