.:. CHAPTER THIRTY-THREE .:.

( AGREEMENT? )

LYRA BUFO CUANDO SE DIO CUENTA QUE SE DESPERTO EN EL CÉSPED, ella no había dicho las palabras satánicas en latín asi que no entendia porque habia aparecido en ese lugar. Lily le había explicado como funcionaba pero ella no habia entendido bien o las cosas se habian salido de control.

La rubia no se levanto del césped porque por nada del mundo se queria encontrar con su padre. Ella realmente lo extrañaba pero no estaba lista para escucharlo hablando sobre Harry y las mil formas de matarlo que había planeado.

Se asusto cuando una persona se sento a su lado y le comenzo a acariciar el cabello. Lyra sonrio cuando vio a su madre que le sonria de forma tranquilizadora.

-¿Quieres hablar sobre eso, cielo? -preguntó al mismo tiempo que Lyra se sentaba.

-¿Puedes abrazarme ahora, mamá?

-Pense que no lo ibas a pedir nunca -solto riendo mientras atraía a la rubia en un fuerte abrazo.

Lyra no sabia como describirlo exactamente, no se sentia como un abrazo común. Quizas era por la calidez que irradeaba su madre o por las caricias que le hacia en la espalda. Pero era justo el abrazo que ella necesitaba, el abrazo de una madre.

-Lo siento, cielo.

-¿Por que, mamá?

-Por no estar ahi para ti, es mi deber como madre apoyarte y aconsejarte en momentos como este.

-Mamá, no es algo que puedas controlar, no es tu culpa.

-Me encantaría haber estado contigo para llevarte a la estación la primera vez, o ver la alegría que tenías cuando recibiste la carta de aceptación a Hogwarts, acompañarte a comprar tu vestido para el baile de navidad, consejarte y ayudarte, secar tus lagrimas y ayudarte a levantarte todas las veces que sea necesario...

-¿Sabes, má? -dijo dejando de abazar a su madre- Siempre sentí que estabas ahí, conmigo. Queria quedar en Gryffindor solamente porque tu estabas en esa casa, quizás son cosas insignificantes pero siempre estaba pensando en lo que haría mi madre si... Además de llevar una foto tuya a todas partes, ahora tengo una pegada de ti y de papá en la ultima hoja de mi libro de criaturas mágicas.

-Oh por Dios -se rio Venus- Es como mi karma, nunca me terminaron de gustar las criaturas mágicas.

Lyra hizo una mueca claramente ofendida.

-¿Como que no?

-Tenía miedo de que lastimaran a mi papá -informo- Pero si a ti te gustan y quieres dedicar el resto de tu vida a eso, yo estaría orgullosa de ti, orgullosa de que persiguieras tus sueños.

-¿Y tu que pensabas seguir luego de terminar Hogwarts?

-Queria fabricar varitas -le dijo- No llegué a estudiar por la guerra, pero cuando quede embarazada y tenía que quedarme en casa, Sirius me consiguió unos libros para aprender.

-¿Y que tal? -preguntó Lyra con emoción al notar la sonrisa orgullosa de su madre.

-Hice una, pensaba regalartela cuando cumplieras los once. Sirius queria que la usaras desde antes, ya sabes él no es fan de cumplir con las ordenes del ministerio y en una familia mágica...

-¿Esta en casa? -preguntó- Quizas podria conseguirla y usarla. Si, eso sería fantástico, mamá.

-Ya tienes una, cielo -dijo Venus acariciandole la mejilla- Pero me encantaría que la guardaras contigo, nunca se sabe.

-¿Como era?

-El núcleo era de una pluma de cola de ave del trueno, cortesía de tu abuelo -dijo Venus recordando- Aunque es poderosa es difícil de ganar su confianza, también puede sentir el peligro y lanzar maldiciones por su cuenta, por eso no estaba tan segura al principio.

-¿Y la madera?

-Castaño, es una madera muy curiosa y con múltiples facetas, porque su carácter varía en gran medida dependiendo de su núcleo y se adapta en gran medida a la personalidad de quien la posea.

-Eso... eso es aún más genial que la varita que tengo ahora.

-Si, pero un poco peligrosa por su núcleo.

-Entonces si tomo la varita y estoy enojada podria maldecir a cualquiera como por ejemplo... ¿no dejarme copiar su tarea?

-No cielo, supongo que seria por algo más grave, como la muerte de alguien o podria ser también si estan haciendo sufrir a uno de tus amigos, algo así.

-Oh, lo de maldecir a alguien por no darme su tarea sonaba tentador.

-¡Lyra Phoenix Black!

-Te quiero mamá.

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-¿NIX, POR FAVOR PODEMOS HABLAR? -preguntó Harry como por quinta vez en el día.

-Cuando te hablo parece que estás en otro mundo, asi que no. Además estoy ocupada -respondió la rubia esquivando a unos alumnos para llegar hasta las cocinas en donde se iba a encontrar con Altaír.

-¿Que es más importante? -preguntó con recelo- ¡Nix, por favor! Es solo un momento...

-¿No es un poco contradictorio que tu me pidieras un tiempo y luego estes corriendo detrás de mi para que hablemos? -se burlo.

Lyra iba caminando adelante por lo que no pudo ver la mueca de Harry.

-¿Es por lo de Vane? -preguntó con exasperación- Solamente estaba dolido y queria molestarte un poco, Nix, no siento nada por ella.

-¿Si? Yo estuve llorando por todos los rincones del castillo y nunca se me paso por la cabeza estar con otra persona para hacerte sentir mal -dijo dandose la vuelta para enfrentarlo- Ahora soy yo la que necesita un tiempo para procesarlo, ¿Puedes entenderlo? Te prometo que vamos a hablarlo pronto.

Harry ni siquiera llego a darle una respuesta porque Lyra comenzo a caminar de nuevo. Pero el chico no pensaba quedarse con las palabras en la boca, estaba dispuesto a hacer lo que sea para volver a conquistar a la rubia.

Asi que la siguió y no se sorprendió cuando Lyra entro a las cocinas, quizas habia ido a ver a Kreacher o hablar con su primo. Pero el obviamente él no esperaba que al entrar se encontrara con Altaír Williams abrazando a la rubia.

Harry solto un gruñido involuntario lo que llamo la atención de ambos. Lyra puso los ojos en blanco, mientras que el chico de Hufflepuff lo miraba con atención esperando ver una reacción.

-¿Que parte de lo hablamos pronto, no entendiste? -preguntó la rubia.

-¿Realmente él es más importante que solucionar nuestros problemas?

-¡Un problema que tu comenzaste!

-No lo comencé yo, yo no ayude a Malfoy con sabra Dios que cosa -se quejo Harry- Y no me estoy escondiendo para salir con alguien.

-Uh... mm no estamos saliendo -dijo Altaír en voz baja.

-¡Ya tendrías que saber que siempre pongo a mi familia adelante de todo! ¡Nos conocemos desde los once! -siguió Lyra sin prestarle atención a lo que el rubio habia dicho.

-¡Lo se! -dijo Harry- Pero es Malfoy, mi enemigo. Lo entendí luego pero mi primera reacción fue el enojo. ¿Puedo ponerte también en mi lugar?

-¿Puedes ponerte también en mi lugar? Si tu primo te importara sabrías lo que siento cada vez que veo a Draco llorar. Me siento horrible porque nunca antes me había dado cuenta de lo mal que estaba hasta que toco fondo.

-No metas a mi primo en esto. Sabes que mi familia no es como la tuya.

-Oh, creo que ustedes tienen que hablar mucho -susuro Altaír moviendose en dirección a la salida de las cocinas- Si, podemos hablar luego.

Ni Harry ni Lyra se dieron cuanta de que el chico se habia ido, y tampoco le prestaron atención a algunos elfos que los miraban de reojo o a Kreacher que estaba interesado viendo como su ama gritaba.

-Lyra le prometí a Sirus que te iba a cuidar y que nunca iba a hacer algo para hacerte sentir mal -dijo Harry- Hice todo mal pero solo quiero que volvamos a intentarlo para no cometer el mismo error. Se que en mayor parte fue todo mi culpa. Fue mi culpa porque no quise escuchar tu explicación y te dije cosas horribles que no son verdad.

Que Harry nombrara a Sirius en la conversación, hizo que la rubia bajara sus defensas.

-Y yo tendria que haberte dicho desde un principio que pensaba ayudar a Draco. Los dos estuvimos mal, quizas tu un poco más -se rio- Pero la realidad es que no se si podamos llegar a ser lo mismo que antes.

-¿A que te refieres? -preguntó Harry acercándose a Lyra con cautela.

-Volver a ser novios, o hasta amigos. Creo que nos va a costar más de lo que pensamos. Va a ser un poco raro.

-Pero podemos intentarlo -sugirió el azabache- Y vamos a llevar las cosas bien, sin mentiras, con confianza y si algo nos molesta del otro lo podemos hablar... Pero si no funciona, con toda la tristeza del mundo voy a dejarte en paz. Lo prometo.

Lyra sonrio cuando Harry levanto su dedo meñique para cerrar el pacto.

-Bien, pero ahora vamos a arrancar como amigos y con el paso del tiempo vamos a ver como se van dando las cosas -dijo mientras unía su dedo con el del chico.

-Soy Harry Potter, un gusto -dijo sonriendo.

-Lyra Scamander -respondió recordando que cuando ellos se conocieron por primera vez, ella aún no sabia su verdadero apellido.