.:. CHAPTER TWO .:.
( FEELINGS )

LYRA NO HABÍA DURADO MUCHO más de una semana en la casa de los Weasley, al principio no se sentía incomoda, pero con el paso de los dias ver a la señora Weasley ser tan cariñosa con sus hijos y con ella misma, la hizo querer volver a casa de sus abuelos.

La rubia se sentía bastante estúpida por sentirse asi, pero era algo que no podía evitar. La muerte de Sirius la habia afectado tanto que hasta no llegar a él limite no se daba cuenta.

La ultima noche en la madriguera, Lyra, habia intentando por todos los medios ser fuerte, pero obviamente no lo habia logrado.

Habia tenido una pesadilla en la que Sirius la culpaba por su muerte y por la de Venus.

Hermione, Merope y Lyra se las habian arreglado para dormir juntas en el cuarto de Ginny y habia sido una suerte que la rubia no despertara a ninguna. Asi que decidió quedarse por un momento en los sillones que estaban junto al fuego en el primer piso.

A veces era reconfortante mirar el fuego, Sirius habia aparecido alli tantas veces que Lyra aún tenia la esperanza de poder ver la cara de su padre en el fuego.

-Me costo entenderlo, pero ahora se que él no va a volver -dijo Harry haciendo sobresaltar a su novia.

Lyra no contesto mientras que el azabache se sentaba a su lada y la atraía en un fuerte abrazo.

-Me canse de pensarlo tanto -siguió- Pero comprendí que ahora Sirius se encuentra felíz, completamente.

-¿Completamente? -preguntó la rubia.

-Si, él obviamente era felíz de tenerte de nuevo, pero algo le faltaba para ser felíz poe completo -le susurro- Le faltaba tu madre, Nix, y tampoco tenia a su mejor amigo que consideraba a su hermano, y ahora que lo pienso también puede estar con Regulus.

-Pero me perdió a mi, él se fue y yo me quede -protesto Lyra intentando retener las lagrimas.

-Él no te perdió. Piensalo Nix, te esta cuidando desde donde sea que este junto con tu madre.

-Harry no entiendo como puedes ser tan fuerte en estos momentos, mi padre era la unica persona que te quedaba.

-Si tu no puedes ser fuerte, entonces yo lo sere por los dos y sobre lo otro puedo decir que estas completamente equivocada, te tengo a ti junto con Ron y Hermione. Ustedes son mi família.

Lyra se habia sentido mal por dejar a Harry atrás cuando decidio volver a su casa, pero lo sintió necesario para poder encontrarse emocionalmente bien para el comienzo de clases.

Lo que no se esperó fue encotrarse con la profesora McGonagall en su casa cuando llegara.

La rubia no habia visto a McGonagall desde el día en que los hechizos le dieron en la noche que estaba en el TIMO de astronomía y se sentía mal por olvidarse completamente de ella, hubiese sido lindo ir a visitarla en San Mungo.

Pero cuando la vio se sentio aliviada y feliz de que su profesora se encontrara bien, Lyra la consideraba como una segunda abuela, la habia cuidado en Hogwarts y siempre se habia preocupado por ella.

McGonagall se habia enterado obviamente de la muerte de Sirius, como toda la comunidad mágica y se habia sentido terrible por perder a otro de sus mejores estudiantes, a veces la vida era tan injusta y habia dejado a dos de sus estudiantes huérfanos.

-¡Minnie! -chilló de alegría la rubia.

Newt y Tina se sorprendieron cuando vieron a su nieta tan felíz, Lyra habia tratado de fingir sonrisas al estar junto con sus abuelos para no hacerlos sentir mal, pero con McGonagall nada habia sido actuado.

-¿Como te sientes? -preguntó Lyra antes de cortar la distancia y abrazar a su profesora.

McGonagall tenia que admitir que dejar que Lyra entrara en su vida de esa forma la hacia sentir muy bien. Lyra habia sido como la hija que nunca logro tener, si bien McGonagall habia llegado a tenerle cariño a James y Sirius, nunca se hubiese podido comparar con el que le tenia a la subia.

La profesora no sabia si era el encanto que Lyra habia heredado de su madre o otra cosa pero no habia forma de no querer a la chica. Era una persona totalmente especial.

-Estoy muy bien. ¿Pero no te he enseñando modales en Hogwarts? -preguntó la mujer.

Lyra solto una risita y arrastro a la profesora del brazo hasta al cocina, bajo la atenta mirada de sus abuelos quienes prefirieron quedarse en el salón.

-Lo siento, me olvide. ¿Un té, verdad? -preguntó mientras que McGonagall asentía- Genial, la abuela tiene un te de hierbas que es genial, estoy segura de que le va gustar.

-Deja que yo lo haga -se ofrecio McGonagall sacando su varita para poner el agua a cantar.

-Ya no puedo espera para tener diecisiete y usar magia cuando quiera.

-He venido a felicitarte por tus TIMOS -le informo la bruja.

No era mentira después de todo, pero mayormente, McGonagall, habia asistido a la mansión Scamander con la intención de decubrir como era el estado de la rubia tras la muerte de su padre.

-¿Estupendo, no? Saqué un extraordinario en pociones -dijo la rubia felíz mietras veia como McGonagall hacia que las dos tazas se dirigieran hasta ellas.

-Te dije que eras capaz; eres capaz de lo que te propongas Lyra.

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-HARRY VA A SER EL NUEVO capitán de quidditch -le informo Lyra a su padrino- Harry me ha mandado una carta hoy pero lo sabía porque cuando Minnie vino me lo confirmo ella misma.

-¿La profesora McGonagall te vino a visitar? -preguntó Remus confundido.

-¡Si, vino a felicitarme por mis TIMOS! ¿Quieres verlos Lunático?

-Me encantaría -afirmo Remus sentandose en la cama de la chica mientras que ella abria un cajón del escritorio.

Remus leyo la notas con concentración.

-Esto esta muy bien, Lyri -le dijo el hombre lobo antes de abrazarla- Estoy orgulloso de ti.

-¿Como te fue a ti con esto?

-Casi tan bien como a ti -afirmó Remus- Pero creo recordar que aprobe Historia de la Magia.

-Esa materia fue la peor de todas -se quejo la rubia- ¿Te sientes horrible? -le preguntó dejando confundido a Remus- Porque estas horrible, ¿Paso algo con Tonks?

-Lyra... ¿Que?

-Bueno, se que los dos se gustan pero estan siendo terriblemente tontos, en especial tu.

Remus se levanto algo incomodo de la cama.

-Lyra no creo que este sea un asunto del que pueda hablar contigo -dijo el hombre lobo dirigiéndose a la puerta listo para irse.

-¿Con quien piensas hablarlo entonces? -contraatacó la rubia.

El hombre nego y salio del cuarto cerrando la puerta detrás de él.

-Los hombres son complicados -se quejo dejandose caer en la cama.

Apolo que habia estado acostado en el suelo mirando la interacción de ambos, ladro y de un salto se subio a la cama para comenzar a jugar con su dueña.

-Vi al profesor Lupin salir de aquí y no parecia muy feliz -solto Rolf entrando en cuarto de su prima.

-¿Y tu cuando llegaste?

-Recién, papá me va a llevar a comprar la cosas para Hogwarts y pasamos para ver si querias venir con nosotros.

-Si, de todo modos tengo que conseguir comida para Apolo.

-Yo creo que tiene que hacer dieta, miralo -dijo Rolf.

Apolo se habia quedado acostado con su cabeza apoyada en la pierna de la rubia.

-El esta bien asi y no te atrevas a insultarlo porque mi maldición va a caer sobre ti.

-¿Que tipo de maldición?

-Quedarte virgen hasta los cincuenta y cinco.

-No te atreverias.

-A que sí.

-Perdón Apolo, estas muy lindo. ¿Ya te lo dije hoy?